19. Marca
30 de mayo de 2025, 0:47
Marca. Año 2005.
Saliendo George y Gabrielle de la chimenea de la Mansión Blue, George se sacudió los restos de hollín y con paso apresurado dejó a Gabrielle atrás en la sala.
—¡Geoge! —exclamó Gabrielle con angustia, apurándose en caminar para estar al lado de George.
George no le respondió a Gabrielle.
—¿Sigues enojado pog lo que dijegon Fleug, maman y gand-mègue? —indagó Gabrielle.
George se giró en dirección a Gabrielle e hizo contacto visual con ella.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó George con el ceño fruncido.
—¿Cuál es la necesidad de habegtelo dicho antes? —replicó Gabrielle intranquila.
Gabrielle tuvo una reunión en Shell Cottage con Fleur, maman y grand-mère; George acompañó a Gabrielle, y en esa reunión dónde todos estaban sentados en los sillones, Fleur había dicho algo indiscreto.
—¿Y ya lo magcaste Gabguielle? —preguntó Fleur enarcando una ceja.
Gabrielle se había quedado callada, en que mal momento Fleur había sacado el tema; se suponía que Gabrielle con calma, en unos días que ella creyera conveniente, le contaría a George sobre “marcar a tu pareja”.
—¿Marcarme? —preguntó George desconcertado.
—Oh, ¿todavía no lo has hecho queguida? —preguntó grand-mère con mirada petulante—. Debeguias haceglo antes de que otga veela se fije en él.
—Ya debeguias habeglo hecho —dijo maman con una mirada juzgadora discreta.
¿Por qué todas estaban hablando en inglés en vez de francés? ¿Por qué Fleur había preguntado sobre la marca en inglés? ¿Querían sembrar ellas discordia entre Gabrielle y George?
—¿Gabrielle? —preguntó George con un atisbo de impaciencia.
Gabrielle alarmada, con miedo de que George se enojara y ya no quisiera hablarle, pues decidió hablar.
—La magca de la que hablan, es una mogdida que le hace una veela a su enamogado en la nuca paga magcaglo y que otgas veelas no puedan afectaglo con su “belleza de veela” —respondió Gabrielle.
George tenía una expresión inescrutable en la cara.
George se dirigió a la habitación que compartía con Gabrielle y dejó la puerta abierta, Gabrielle se sintió un poco mejor. Gabrielle se estaba esforzando en conocer a George, pero había pequeños detalles que ella todavía estaba pasando por desapercibido. Gabrielle creyó erróneamente que George le cerraría la puerta en la cara de un portazo, sin embargo, él no lo había hecho. Gabrielle interpretó eso como que George estaba dispuesto al diálogo.
George se había sentado en el borde del colchón. Gabrielle se quitó los zapatos, se subió a la cama y se puso de rodillas detrás de George, lo abrazó y ella metió su cara en el hueco que había entre el hombro y el cuello de él.
—¿Por qué no me has marcado todavía? ¿Acaso estás esperando a que aparezca tu verdadero enamorado? —cuestionó George con desánimo.
—¿Qué? Nada de eso Geoge. Pensé que ega mejog dejagte escogeg lo que tú quisiegas haceg y me paguece demasiado posesivo mogdegte en la nuca —aseguró Gabrielle.
—¿Y por qué no me lo habías dicho antes? —preguntó George.
—Estaba buscando todavía las palabgas cogectas —declaró Gabrielle.
—¿Qué vamos a hacer Gabrielle? Yo quiero ser mordido por ti —dijo con calma George.
Gabrielle se sonrojó.
—¿Y si más adelante te aguepientes? —preguntó Gabrielle.
—No me voy a arrepentir Gabrielle —afirmó George con un tono tranquilo.
Gabrielle se alejó un poco de George. George aprovechó ese momento para destaparse su nuca que estaba tapada por su cabello.
Gabrielle tragó saliva. Era momento de darle una leve mordida a la nuca de George.
Gabrielle puso sus manos en los hombros de George, luego le dio una pequeña mordida en la nuca de su amado. Gabrielle escuchó a George gemir, Gabrielle se asustó ¿qué tal si lo había lastimado?
—Geoge ¿estás bien? —preguntó Gabrielle preocupada.
—Sí lo estoy —respondió George entre suspiros.
——-oOo——-
Era una tarde en la que los dos estaban comiendo en el comedor.
—Oye Gabrielle ¿entonces las marcas que parecen piquetes que una vez le ví a Bill en la nuca se las hizo Fleur? —indagó George.
—Sí —respondió Gabrielle haciendo contacto visual con George.