La magia está alrededor

Año 2005. La muerte de Fred dejó un gran impacto en George. Si George hubiera sido más observador, si George hubiera estado más pendiente de su hermano, quizás su hermano… sin embargo ya no se podía hacer nada ¿qué ganaba él angustiándose por el pasado? Se repetía George constantemente. George decidió enfocarse en el presente. Aunque era más fácil decirlo que hacerlo. George se había casado con Gabrielle Delacour. Cuando Fleur se enteró que Gabrielle y George se habían comprometido, ella se enojó muchísimo. Si Fleur hubiera sido un dragón, George estaba convencido de que ella hubiera sacado mucho fuego por la boca. A George le pareció gracioso, a Gabrielle no. George estuvo toda la tarde en Sortilegios Weasley en la trastienda, experimentando nuevos hechizos para crear nuevos productos, pero mientras experimentaba los hechizos en objetos inanimados, su concentración se desviaba a la imagen de Gabrielle Delacour. Así que George se detuvo en experimentar por ese día, no fuera a pasar que por pensar en otras cosas que no era su trabajo, se accidentara. Después de la muerte de Fred, George se había propuesto como meta ser más observador a sus alrededores y estar pendiente de cualquier cosa que estuviera fuera lo usual. Él no quería perder a nadie más, de ninguna forma. George se percató que al ser más observador, si contara sus observaciones en voz alta a la familia, le parecería espeluznante a ellos. Pero era difícil evitar notar cosas. Por ejemplo, George notó que los primeros 7 días de cada mes, la cara normalmente calmada y dulce de Gabrielle, reflejaba malestar y Gabrielle no le había hablado de ello. George salió de Sortilegios Weasley y se apareció en la sala de la Mansión Blue que compartía con Gabrielle Delacour, a las 8 de la noche. —¡Geoge! —exclamó Gabrielle mientras se abalanzaba para abrazarlo. George correspondió el abrazo. —Me gustaría saber porqué los primeros 7 días de cada mes, pareces estar sufriendo —expuso George con tranquilidad y un atisbo de seriedad. Gabrielle dejó de abrazar a George y se alejó de él. Gabrielle se veía sonrojada. —No es nada malo Geoge —dijo Gabrielle con la cara roja tratando de no darle importancia. —¿No? —preguntó George. —Es mi período —dijo Gabrielle todavía roja de la vergüenza. —Oh —contestó George con sorpresa. —He tratado de ser sutil al respecto, pero veo que a ti no se te pasa nada por alto ¿verdad? —dijo Gabrielle avergonzada. George estaba más relajado, él no iba a perder a Gabrielle Delacour.