Capítulo 17 No me rompas el corazón
El siguiente par de días Hermione y Draco no se vieron, ella ya conocía demasiado bien al rubio como para saber lo orgulloso que era así que concentro su tiempo en investigar sobre aquella mujer y la misteriosa caja. Necesitaba descifrar de una vez y por todas, la verdad, saber que todo lo que hizo, las mentiras, la traición a Harry no eran en vano, que no iba a terminar con el corazón roto a causa de Draco, que no se estaba equivocando con él. Un libro que cayo abruptamente sobre su mesa la saco de sus pensamientos. Era un libro antiguo y estaba abierto justo en la sección de las diosas, más específicamente en la diosa de caos Eris. La castaña alzo su mirada para encontrarse con los ojos negros y amenazantes de Pansy. —Lo que necesitas… está en esa parte de la mitología. —¿Y por qué me ayudarías? —Ayudarte? No te confundas… quiero destruirte… y lo voy a lograr cuando descubras la verdad sobre esa caja. —Tu ya sabes lo que es… —No… pero si se, que no es nada bueno —dijo la pelinegra, luego se acercó más a la castaña para susurrarle —y voy a disfrutarlo en primera fila. —Estas, loca… —Puede ser… pero si quieres descubrir la verdad… soy la única que te puede ayudar… ¿O enserio piensas que Draco se va a atrever a decirte? La castaña no contesto, dentro sabia la respuesta y no pensaba darle el gusto de decirlo, no a ella, así que tomo el libro que estaba en la mesa para examinarlo. Eris, la diosa de la discordia, conocida como la personificación de la envidia, los celos y el odio entre seres humanos. Como en los libros la describía físicamente, era bastante cercano a aquella mujer misteriosa, así que pasó el resto de la semana investigando sobre todo mito relacionado con la mujer y sobre todo los objetos ligados a ella. La manzana de la discordia, absorción de la energía vital, posesión de cuerpos, siembra el mal entre los humanos, juguetes de los dioses. Eris interfiere incluso en sus corazones y juega con el destino de los humanos. El odio y la guerra son su motivación. Esos eran algunas de las frases que Hermione tenía anotada en varios pergaminos de todo lo que había investigado y resumido tratando de entender las intenciones y motivaciones de la diosa. Paso el resto de la semana enfrascada en su pequeña investigación gracias a los libros y anotaciones que Pansy le había dado y aunque parecía estar cerca de descubrir la verdad, para el fin de semana su deseo de ver a Draco sobrepasó su autocontrol y antes de darse cuenta ya estaba frente a la gran pared del quinto piso entrando a la sala de menesteres. Avanzo sigilosamente hasta llegar al armario evanescente, con temor acercó su mano hasta tocar la madera, solo para sentir su corazón apretarse al darse cuenta que su magia ya no la sentía, el hechizo había sido eliminado. ¿Desde cuándo? A estas alturas era algo que ya no despertaba en lo más mínimo su curiosidad. Sospechaba la razón, Draco jamás había intentado dejar de repararlo, jamás abandono su idea de cumplir su misión. —Ya no está —sentencio Draco mirando a la castaña —no fue difícil eliminar tu hechizo. —Ya veo —contesto Hermione apartando la mano del armario para dejarla caer a los costados de su cuerpo sin mirar al rubio. —Todavía no lo arreglo, si eso es lo que te preocupa… y si viniste a poner más protecciones te ahorraré el tiempo, soy más poderoso que tú no importa lo que hagas tus hechizos no funcionarán—. Draco daba pequeños pasos alrededor de la sala con su varita jugueteando entre sus dedos—. Pero, como es obvio que no confías en mí… has lo que te dé la gana. El rubio paso por un lado de Hermione avanzando hasta la salida con la intención de marcharse. —¿Cuál es tu misión? Draco se había detenido dando media vuelta para encararla—. Ya te dije que si te digo tendrías que ayudarme y eso no va a pasar, así que no preguntes cosas que sabes que no voy a contestar. —¿Por qué te acercaste a mí? La expresión fría y sin emociones de Draco cambio en un instante luciendo desconcertado. —Quería una excusa. —¿Para qué? —Para cambiar… Pero no me vas a creer así que ¡Por qué preguntas! —Quiero creerte… pero. —Pansy te ha molestado, ¿o dicho algo? —No, ¿hay algo que ella deba decirme? Draco se acercó a Hermione tomando su rostro entre sus manos. —Cualquier cosa con tal de separarnos, por favor no le creas nada… La suplica en la voz de Draco era desconcertante, la desarmaba, podía sentir los labios del rubio rozando los suyos acelerando los latidos de su corazón por la desesperación de querer acortar toda distancia y besarlo. —Con una condición —soltó la castaña en un susurro saboreando débilmente el labio inferior del rubio. Draco la miro fijamente esperando su imposición—. No me rompas el corazón. Pudo sentir el cuerpo de Draco tensarse mientras acariciaba su rostro dulcemente, luego se alejó un poco para sacar de su mano izquierda uno de sus anillos y apretarlo entre su mano. —Solo si tú no me traicionas —contesto finalmente después de varios tortuosos segundos. El pecho de Hermione recibió un duro golpe por sus palabras, pero que pronto fueron eliminadas por el tan ansiado beso que Draco inició. Cuando la falta de aire los obligó a separarse, el anillo del rubio seguía en su mano—. Llévalo contigo por favor… Hermione hizo aparecer una cadena con su varita y colocó el anillo para después colgarlo en su cuello. Draco la arrastró al fondo de su pequeña sala atrás del armario. —Quiero mostrarte algo —dijo sacando de la estantería del fondo una caja de madera bastante grande con una tapa transparente dejando ver un disco de vinil en su interior—. Es un saca ruido. La castaña no pudo evitar sonreír junto con una pequeña risa—. Es un tocadiscos… un artefacto muggle —Los objetos muggles no sirven en Hogwarts y este funciona con magia —refuto con desagrado mirando el artefacto —que decepción… —Los tocadiscos no usan electricidad, por lo tanto, si sirven… y si, tienes razón, debió ser alterado con un hechizo. —Toca distintas canciones dependiendo de la persona y su estado de ánimo… yo siempre escucho la misma. —¿Cuál? —No lo sé… es una canción muggle —Y de qué trata… —Nunca dejaras de ser curiosa verdad… Hermione lo miro con un gesto parecido a un puchero curvando su boca ligeramente, el rubio sonrió levemente tomando el rostro de Hermione para podar un dulce y corto beso en sus labios. —Ahora solo me interesa saber que sonara con nosotros dos juntos—, Draco la tomo del brazo para hacerla girar lentamente hasta quedar frente a él y tomar su cintura. Fue justo en ese momento que el tocadiscos empezó a sonar. Love me like You do. Ellie Goulding You’re the light, you’re the night You’re the color of my blood You’re the cure, you’re the pain You’re the only thing I wanna touch Never knew that it could mean so much, so much. You’re the fear, I don’t care ‘Cause I’ve never been so high Follow me through the dark Let me take you past our satellites You can see the world you brought to life, to life So love me like you do, lo-lo-love me like you do Love me like you do, lo-lo-love me like you do Touch me like you do, to-to-touch me like you do What are you waiting for? Cada párrafo de la canción la sintieron como suya, realmente el artefacto era mágico ya que describía perfectamente como se sentían en ese momento y todo lo que querían decir y no podían, así que se dejaron llevar por el ritmo de la canción para entregarse por completo.No me rompas el corazón
16 de noviembre de 2025, 22:52