ID de la obra: 228

Solo un juego

Gen
G
Finalizada
6
Tamaño:
246 páginas, 111.248 palabras, 67 capítulos
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Me odio por eso

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Capítulo 44

Me odio por eso

                    —¡¡Hermione!! —Ron volvió a gritar golpeando la puerta de la habitación de la castaña y como las últimas dos horas, ella no respondió. Frustrado golpeó una de las paredes.       —Así no resolverlas nada.       —¿Harry?       —¿Cómo está?       —No quiere ver a nadie…       Antes de que el pelirrojo terminará de hablar Harry ya estaba con la mano en la puerta tocando.       —Hermione abre la puerta… solo quiero ayudar…       Ginny quien estaba al lado del castaño, lo apartó de la puerta ya perdiendo la paciencia.       —¡Hermione abre la puerta… solo danos cinco minutos! Te juro que yo mismo mandaré a estos dos lejos y no permitiré que nadie te moleste… ¡¡Pero abre!! ¡Si no lo haces entraré a la fuerza!       Tras unos segundos la puerta se abrió.       —¡Estoy viva y estoy bien! Pueden irse ahora…       Hermione no dejo continuar a ninguno, pues cerró la puerta de un portazo logrando un suspiro de frustración en Ginny.       Harry iba a volver a tocar la puerta cuando Ron atravesó el pasillo con la varita en alto.       —¡Lárgate! No tienes nada que hacer aquí mortífago.       —¿Y piensas que un pobretón patético como tú me va a dar órdenes? —soltó Draco con burla y las manos en los bolsillos de su capa como si la posibilidad de ser atacado por Ron no le afectará en lo más mínimo.       —Un viaje a Azkaban es lo que te voy a dar… maldito asesino. De seguro esto lo planteaste tú…       —¡Ron! Ya cierra tu maldita boca —grito Harry en advertencia fulminando con la mirada a su amigo, luego miro a Draco—. Deberías intentar entrar…       —¡Estás loco! ¡¡Qué te pasa!! No pasarás —amenazo nuevamente Ron llegando lo suficiente cerca de Draco para apuntar con su varita en el cuello del rubio.       —Cuidado Weasley —soltó Theo también con la varita en alto.       —¡Basta! —grito Harry apartando la varita de Theo, luego miro a Draco—. Tienes cinco minutos.       Ron miro atónito cómo Draco entraba en la habitación, intento ir tras él, pero nuevamente Theo lo apunto amenazante.       —Esta me la vas a pagar —susurro el pelirrojo a Harry antes de irse furioso.       

      La puerta de la habitación se abrió y la castaña se levantó de la cama donde se encontraba rodeada de libros a su alrededor.       —La puerta tenía seguro…       —Y yo una varita…       —Vete Draco, quiero estar sola.       —¿Estás estudiando? —pregunto apuntando los libros esparcidos en la cama.       —Ya les lloré a mis padres por su muerte… hace mucho.       El pecho del rubio se apretó ante la culpa. Si no hubiese sido tan egoísta el día que se llevó a Hermione. Si le hubiera dicho la verdad desde el principio ella jamás habría sufrido. Todo ese dolor era solamente su culpa.       —¿Creí que murieron en el incendio? —soltó la castaña sacando de sus pensamientos a Draco—. ¿O llevaron sus cuerpos destrozados como una especie de trofeo para Voldemort?       Draco abrió la boca con la intención de hablar, ero la castaña lo interrumpió—. No me lo digas… no quiero saber… eso no me los devolverá… Que estés aquí tampoco.       —Es mi culpa…       —¡No lo digas! Tú… tú seguías órdenes y… no quiero saber lo que hiciste…       —Pude evitarlo… pero lo arruiné todo.       —No hiciste nada… ¡déjalo así!       —Ente en tu vida… eso hice…       —Y a pesar de todo no me arrepiento de nada —dijo Hermione acumulando lágrimas en los ojos.       —Yo si —soltó Draco con la voz quebrada.       —Entonces no entiendo porque sigues aquí.       Hermione dio medio vuelta, ya sin poder soportar verlo a los ojos, respirando fuerte para contener las lágrimas.       —Me maldigo cada día por hacer entrado en tu vida, por arruinarte… —Draco se colocó justo atrás de ella hablándole al oído y apretando su cintura con las manos, absorbiendo su olor como una droga—. Yo te llene de oscuridad y muerte y me odio por eso—. Sus labios recorrieron el camino desde el oído hasta su cuello, en aquel punto donde lograba crear corrientes eléctricas en el cuerpo de la castaña—. Por amarte tan desesperadamente que no puedo alejarme de ti. Odio ser tan egoísta por no dejarte libre, por no poder hacerlo nunca…       Draco tomo por los hombros a Hermione para voltear su cuerpo quedando frente a ella, luego sus manos tocaron su rostro para obligarla a qué lo mire, teniendo sus rostros tan cerca que sus agitadas respiraciones chocaban inundando sus sentidos.       —Así que déjame aliviar tu dolor… gritarme, golpearme, has lo que sea necesario, pero no me alejes.       Sin darle tiempo a responder Draco la envolvió protectoramente en su cuerpo acariciando su rostro mientras ella se desmoronaba en sus brazos.       Horas más tarde Draco salió de la habitación. Ginny quien se encontraba acurrucada en las piernas de Harry en un sillón del pasillo se levantó junto a su novio.       —¿Como está? —preguntó Harry.       —Se quedó dormida —contesto el rubio. Ginny quiso pasar, pero su camino fue bloqueado por Draco—, necesita descansar.       —Y yo una ducha… y por si no lo has notado Malfoy, está habitación también es mía.       Harry miro a Draco en advertencia que no lanzará ningún comentario contra su novia y este solo resopló molesto dejándole el paso libre. Ginny regreso su vista a Harry dándole un corto beso antes de entrar en la habitación.       Draco mantuvo la vista en el pelirrojo arrimado en una pared al final del pasillo observando con odio la escena.       —Deberías ir a descansar —dijo Harry mirando a Draco.       —Lo haré cuando él se valla —contesto apuntado a Ron.       —Es mi novia… no me voy a ir…       —Si no fuera por tus manipulaciones, ni siquiera fuera tu amiga —escupió el castaño molesto.       —Yo solo le hice ver la verdad.       —¡Verdad! Sabias que estaban vivos, que Draco los salvó…       —Yo no… no sabía nada…       —Te juro Ron que si tuviste algo que ver en esto…       —¡Yo no lo hice!       —Fue mi padre —soltó Draco con la voz endurecida y apretando los dientes.       —¿Cómo lo sabes?       —El muy hijo de puta me mandó una carta y cuando fui a reclamarle ni siquiera lo negó…       —¿Confabulaste con Lucius Malfoy? —preguntó incrédulo Harry mirando a Ron.       —Pensé que estaban muertos… él me aseguro que lo estaban, solo me dijo que sabía como controlar que aceptara la culpa, ¡Yo no sabía sus planes!       —¡Crees que voy a creer eso! —grito Draco acercándose amenazante hacia Ron.       —¡Yo le creo! —intervino Harry colocándose entre ambos chicos.       Draco resoplo molesto soltando varios insultos hacia el pelirrojo.       —Eres un vil manipulador que se aprovecha de las situaciones a su conveniencia —dijo con odio Harry mirando a su amigo y luego regreso su vista a Draco—. Pero lo conozco por años y él no sería capaz de lastimar a nadie. Te he dado mi confianza y amistad en todo Draco, pero si te digo que Ron no lo sabía, es así.       El rubio chasqueo la lengua al tiempo que se alejaba un poco de ambos.       —¿Que haremos ahora? —preguntó.       —Con la carta y la confesión de Ron podemos enviarlo a Azkaban, hacer que nos diga dónde están —contestó Harry.       —Llamare a los aurores —dijo Ron y decidió caminó hacia el final del pasillo, pero antes de desaparecer Theo lo apunto con su varita.       —Quieto.       Harry regreso su vista a Draco quien tenía los puños apretados a sus costados y respirando pesadamente.       —Draco tenemos que hacerlo…       —¡Ya lo se Harry… pero es mi padre! Solo dame tiempo…       —¿Tiempo para qué?       —Para que escape, ¿no lo ves? —soltó Ron aun siendo apuntado por Theo —no le interesa Hermione, solo salvarle el culo a su patética familia.       Draco avanzo molesto y amenazante con la varita en alto y ya con un hechizo saliendo de la punta. Harry con esfuerzo logro esquivarlo de su amigo a unos cuentos centímetros.       —¡Vuelve a hablar de mi familia comadreja y será lo último que hagas!       —¡Suficiente! —ordeno Harry —te doy hasta la ceremonia de los caídos, ni un día más y seré yo quien lo lleve a que se pudra en Azkaban.       —¿Y piensas que yo voy a colaborar en esta estupidez? —soltó Ron con burla.       —Si no quieres que le cuente a Hermione cómo la manipulaste a tu conveniencia otra vez. Si Ron lo vas hacer.       Ron aparto de mala gana la carita que apuntaba a su cuello y se alejó furioso. Harry miro por última vez a Draco.       —Una semana —advirtió el chico antes de irse.       
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