Capítulo 50Límites
Hermione recorrió el castillo en busca de Scorpius, si lograba que el chico le contara que más hizo estando en el pasado podría encontrar una forma de volver. Tras varios minutos al fin le hallo sentado en el tallo de un gran árbol cerca del lago negro, intento acercarse al chico, pero Ron apareció obstruyendo su camino. —Hermione. ¿Podemos hablar? —Necesito ver a Scorpius, intentar averiguar lo que hizo. —Y yo quiero poder pasar un día con mi novia. ¿Es mucho pedir? —Necesitamos volver a nuestro tiempo Ron. —Y eso hará que dejes de evitarme cómo lo has hecho todos estos días… —No te evito. Ron soltó una risa molesta fijando su mirada en la castaña. —Ni siquiera me dejas acercarme, tengo que rogarte atrás de la puerta para recibir una palabra tuya. —Lo que está pasando es grave. Y no tenemos tiempo para lidiar con nuestros problemas de pareja. —¿Problemas? ¿Desde cuándo tenemos problemas? —Desde el momento en que me sujetaste para que Draco use el giratiempo. —Iba a arreglar las cosas… —¡Iba a morir! —¡Y le haría un maldito bien al mundo! Eso es lo mínimo que se merece el asesino de tus padres. ¿O ya te olvidaste lo que hizo? —Él no los mató… —¡Pero fue su plan Hermione! —Ya lo sé… no necesito que me lo recuerdes cada momento. —Solo quiero que dejes de pensar en ese mortífago y te concentres en nuestra relación. —Ese es el problema… ¡no hay relación! —exploto finalmente Hermione—. Ron yo te quiero mucho, pero… —¡No! No lo digas, no puedes terminar con esto… ¡me merezco más que esto! Hermione suspiro derrotada ante la culpa. —Dame una salida Hermione, hablemos de esto, pero no me dejes, no así. Hermione miro en dirección al lago negro donde Scorpius permanecía sentado y a unos cuántos metros de distancia Draco avanzaba hacia él. Con resignación y sabiendo que no sería ideal acercarse al chico estando Draco ahí regreso su vista al pelirrojo para aceptar su propuesta, después de todo necesitaba aclarar las cosas y sobretodo, dar por terminada de una vez esa relación. —Una salida, para hablar sobre nosotros. Mientras ellos se alejaban del lugar Draco ya estaba cerca del chico y sin dudarlo se sentó a su lado. —¿Es un lugar relajante no te parece? —pregunto Draco tratando de entablar conversación. —Solitario —contesto el chico. —Te gusta eso. Siempre te veo solo. —Mi padre me prohibió ver a Albus y sin él la verdad, nada es divertido. —¿Tu padre es Draco Malfoy, verdad? Scorpius miro por primera vez al chico a su lado con expresión molesta. —Déjame adivinar… Quieres saber cómo es la vida del hijo de un mortífago —soltó de forma seca mientras se levantaba—. Ve con el resto de idiotas de este colegio, ellos tienen historias fascinantes con sus inventos sobre mi vida. Scorpius le dio una última mirada de cansancio para dar media vuelta e irse, así que Draco se apresuró y volvió a hablar: —Mi padre también fue un mortífago, así que no necesito que me cuentes lo que ya se. Scorpius freno de golpe mirando nuevamente a Draco con cautela. —Me enseñó a adorar y venerar al señor tenebroso por años —dijo Draco nuevamente. —¿Aún después de muerto? —Si, aún muerto… —Mi padre no lo menciona. Dice que se arrepiente de haber tomado esa decisión, por eso me deja hacer lo que yo quiera. —¿Y por qué te castigó? —Sobrepase sus límites… —Entonces si tienes límites. —Puedo hacer lo que quiera, cuando quiera y con quién quiera, a menos que eso tenga que ver con mi madre. Saber sobre ella es mi límite. Por unos segundos las palabras quedaron atrapadas en la garganta de Draco mientras un nudo se formaba en su estómago. —¿Y qué quieres saber? —pregunto con el miedo instalándose en su cuerpo. Scorpius suspiro evidentemente dolido por la pregunta y tras unos segundos mirando al horizonte volvió su mirada a Draco para responder de manera fría, esa que Draco conocía muy bien, de cuando debía ocultar su sufrimiento. —Quién la mato. Draco dejo de respirar, el aire se agotó, sus sentidos se apagaron y el calor empezó a recorrer su cuerpo por la impotencia y el dolor forzándose a no derramar las lágrimas que amenazaban con salir. A penas pudo escuchar la amenaza que el joven rubio le decía. —Y te advierto —dijo Scorpius —si eres algún tipo de fanático en busca de venganza en contra de mi padre, antes de que te atrevas si quiera a pensar en atacarme, tendrás no solo a mi padre encima de ti, sino también al jefe del departamento de Autores y toda su familia. Si te metes conmigo, te metes con ellos y no creo que logres derrotarlos. Scorpius se alejó del lugar y cuando llego a las puertas del castillo James, Luke y Eva se acercaron al notar su expresión molesta. —¿Estás bien? —pregunto James preocupado. —¿Ese chico te hizo algo? —intervino Luke molesto. —Solo hablábamos, tranquilos. —¡A mi esos forasteros no me agradan! —Relájate Luke. ¿No le dijiste nada de tu vida verdad? —Mi vida es bastante pública gracias a la sanguijuela de Rita Skeeter, además te recuerdo que de mi vida soy el que menos conoce, ¡gracias a ustedes que me ocultan todo! —Sabes que todo lo que hemos hecho es porque te queremos —soltó Eva con tristeza al ver al rubio tan molesto. —Como digan, solo déjenme solo. Scorpius intento alejarse, pero James lo sostuvo del brazo. —La sala de menesteres no se ve en el mapa, si quieres puedo hacer que mi hermano… —¡No! No quiero que tenga más problemas por mi culpa. Solo dile que lo extraño. —Lo haré. Scorpius se alejó de los chicos y cuando desapareció de su vista Eva miro a James desafiante. —¿Qué escondes? —No sé de qué hablas… —Te conozco, nos ocultas algo… y apuesto tiene que ver con esos recién llegados. —No trates de mentirnos James. ¿Qué está pasando? —salto Luke con firmeza. El castaño suspiro derrotado ante los mellizos. —Si les cuento, prometen no hacer nada imprudente. —¿Cuándo hemos hecho algo imprudente sin que tú seas el líder de todo? —pregunto Luke con diversión. —Si, bueno… ahora no podemos ser imprudentes. —¿Qué tan grave es, que dejas de lado tú faceta de meterme en problemas es lo mejor? —Es sobre Hermione Granger. La sonrisa y expresión de los mellizos cambio por completo al escuchar ese nombre mirándose entre ellos y luego a su amigo preocupados. Hermione apretó sus brazos para protegerse del frío viento que corría dentro del bosque prohibido. Ella y Ron se alejaron unos cuántos metros para obtener algo de privacidad y tras aparecer una pequeña mesa para sentarse Ron fue el primero en hablar. —Me hubiese gustado poder ir a algún lugar más agradable, pero no podemos salir de los terrenos del castillo. —Está bien, lo importante es hablar calmadamente sobre nosotros y nuestro futuro. —Nuestro futuro es estar juntos. ¡Tenemos una hija! —También tengo un hijo con Draco… —Rose es mayor, es conmigo con quién estás primero… no lo vez, Malfoy debió separarnos de alguna forma. —Yo… lo único que sé, es que no puedo estar contigo ahora. Lo siento Ron. Hermione se levantó de la pequeña mesa con la culpa recorriendo su cuerpo, pero decidida a no dar marcha atrás. Por más que Ron fue un excelente novio y estuvo con ella en sus peores momentos, simplemente no podía corresponder a sus sentimientos. Le dio una última mirada de disculpa y se alejó del lugar. —¡Y ya! Me dejaras por ese maldito asesino. —¡Esto no es por Draco! Es por mí, es porque tú y yo no funcionamos juntos Ron ¡entiéndelo! —Lo único que entiendo es que eres una tonta que se deja manipular por ese imbécil. Vas a traicionar a todos por un mortífago. —¿Traicionar? ¡Yo jamás los traicione! —exploto la castaña caminado molesta hasta quedar a centímetros de distancia de Ron—. ¡Jamás puse mi felicidad por encima de ninguno de ustedes! ¡Fui yo la que perdí todo! La que puso en riesgo toda su vida por ustedes, así que no te atrevas a dudar de mi lealtad, ¡porque jamás estuve del otro lado! —¿Y Malfoy? El mato a Dumbledore. —Lo hizo por mí, también torturó y asesino a muchísimas personas para que yo no corriera riesgos en la guerra. Pero se arriesgó para que Harry le ganará a Voldemort. —Entonces al diablo la moral —soltó Ron tomando a Hermione de los brazos para arrinconarla contra un árbol—. Qué importa ser despreciable, si es por ti. —Yo no dije eso, ¡Ron suéltame me estás lastimando! —¿Sabes cuando te voy a soltar? ¡Cuando entiendas que eres mía! Ron se abalanzó para aprisionar entre sus labios los de Hermione, mientras ella luchaba por zafarse derramando lágrimas por la impotencia. Cuando sintió como Ron aflojaba su agarre alguien apareció apartándolo por completo de su cuerpo. —Maldito infeliz… ¡Avada…! —¡No! —grito Hermione colocándose cómo escudo para proteger a Ron. —Me estás jodiendo —bramo Theo furioso sin dejar de apuntar a Ron detrás de la castaña—. Después de lo que hizo… —Se lo que hizo. Pero no dejaré que te vuelvas un asesino por él. No lo vale. Hermione dio media vuelta para encarar a Ron amenazante. —¡Y tú! Te lo advierto ¡jamás! Vuelvas a acercarte a mí. Evite que Theo te matara, pero no pienses ni por un segundo que evitaré que Draco lo haga… si vuelves a tocarme una vez más. La castaña tomo el brazo de Theo para obligarlo a bajar su varita y juntos se alejaron dejando a Ron en el suelo completamente furioso.Límites
16 de noviembre de 2025, 23:30