Capítulo 1
29 de junio de 2025, 2:48
Notas:
Este Dramione corto se basa después de la guerra, versiones adultas de los personajes. Theodore y Luna están juntos, Luna y Hermione se van vuelto bastante cercanas.
Lamento los errores que pudieran encontrar de índole ortográfica o narrativa, este texto está en constante revisión.
Los últimos dos años habían pasado realmente rápido. Ginny se había casado con Harry, era jugadora de las arpías y viajaban mucho realmente. Ahí fue cuando Harry decidió tomarse un tiempo de su trabajo como Auror para estar junto a su amada pelirroja. Después de todo haber sido el héroe del mundo mágico tenía ciertas ventajas y esas eran que al volver su trabajo ahí estaría.
Ginny pensó en todo antes de andar volando por el mundo. Pensó en afianzar la relación de Fleur y su madre para que está no se sintiera tan sola. Logró concretarle una buena cita a Percy, pero también pensó en Hermione su casi cuñada y su mejor amiga Luna. Ambas eran personas realmente importantes para ella.
Ahí es donde entraba Luna — Ginny se había encargado de hacerlas amigas — de hacerlas convivir durante el proceso de planear la boda, ayudarla a buscar una casa para ella y Harry, escoger vestido, cenas previas a la boda, lencería para la noche de bodas y demás.
Así que cuando Ginny se fue haciendo más ausente Luna y Hermione habían empezado una relación bastante grande y fuerte. Salidas a comer y cenar, noches de spa y cine muggle.
Y entonces sucedió lo que Hermione no esperaba. Luna se había enamorado de un sujeto misterioso — le había dicho que si la relación prometía ser algo más — se lo presentaría y fue así que a más de un mes de salir a escondidas con su chico misterio le dijo que se trataba de Theodore Nott.
Hermione no pretendía juzgar los gustos de su amiga. También era consciente que después de la guerra muchos seguidores de Voldemort habían sido reinsertados a la sociedad mágica bajo algunas normas.
Nott en su caso había logrado salir limpio ya que él no participo en la guerra solo su padre así que en cierto modo era un hombre sin rastro obscuro.
—Quiero que lo conozcas.
— ¿Por qué es tan importante para ti eso?
—Hermione eres mi amiga y eso hacen las amigas — dijo en tono soñador — Ginny me dijo que eres alguien en quién confiar... Y no dude nunca de ello.
La castaña sonrió —De acuerdo, iré a conocer a tu flamante novio.
—Bueno debo advertirte de algo...
Era predecible. Nott tendría amigos sangre pura, posibles ex mortifagos, posibles miembros de Slytherin.
Y bueno aquella noche Nott y Luna estaban embelesados el uno con el otro mientras ella estaba junto a Draco Malfoy su némesis de sus años escolares. La tensión estaba en el aire. Cuando entro al restaurante y lo vió ahí sentado con uno de sus perfectos trajes obscenamente elegantes supo que de verdad apreciaba a Luna como para aceptar pasar una velada con Draco Malfoy.
No había sabido mucho de él después de la guerra, había oído que el testimonio de Harry fue de ayuda para su liberación y la de su madre. También alguna vez vio en algún diario sobre que él había terminado sus estudios en la misma academia donde estaba Viktor Krum — pero hasta hace un tiempo no había oído nada sobre él — había cambiado mucho en cuestión de altura, porte e incluso su voz le parecía distinta.
Ya no tenían los rostros de adolescentes ni las marcas de la guerra. Los ojos cansados por ejemplo y ese aura obscuro que los había cubierto en los tiempos complicados.
—Draco volvió hace poco, trabajo en Francia.
Comentó Nott — ¿Es lindo allá?
Preguntó Luna con una sonrisa.
—Sí.
Respondió mientras servía un poco más de vino en su copa. —Y es posible que en poco tiempo este trabajando en el ministerio o quizá en ...
—Nada es seguro aún — intervino Draco mientras miraba a su amigo de modo irritable.
—Hermione trabaja en el nuevo departamento de educación es realmente interesante, le decía a Theo que hay un nuevo programa en el que ella ha trabajado para la educación inicial de hijos de muggles...
—Creo que nadie quiere oír sobre eso, Luna— murmuró Hermione incomoda.
—Me gustaría oírlo — mencionó Malfoy mientras Nott sonreía y acercaba su copa a su boca. Luna con ese tono dulce y soñador comenzó a dar un resumen pequeño del tema.
—Hermione explicalo mejor.
La ánimo su amiga y el novio de esta —Es un programa para menores de once años que muestran habilidades mágicas anticipadas... Evitar accidentes, asesorar a los padres y darles un panorama de lo que será su educación en Hogwarts...
— ¿En qué fase está el programa?
Preguntó Draco con un tono que podría confundirse con interés. Por primera vez en la noche Hermione logró verlo a los ojos —La presente en fase uno y se notificará en unas semanas la fecha para presentarla ante posibles inversionistas... Aunque no creo que sea algo rápido.
—Si puedes hacer un inversionista mayoritario, un socio tomara partido e interés darías seriedad y será más rápido de aprobar.
Mencionó Draco con tranquilidad. —Draco sabe de eso, en Francia le decía a los ricos en que gastar — dijo Nott.
— ¿Algo así como asesor de finanzas?
Preguntó Granger
—Si, algo así.
La noche siguió con charlas diversas entre quidditch, la carrera de Luna y su peculiar modo de haber conocido a Nott y enamorarse de él. Hermione debía aceptar que lucían bien juntos, que él la miraba de un modo que toda bruja desea ser vista.
Ese brillo en los ojos de Nott cuando ella hablaba, el modo en que la tomaba de la mano o acariciaba en pequeños círculos el dorso de su mano. La forma en que sonreía cuando ella decía algo gracioso.
Él entendía esa extravagancia en ella. Él era tan formal, tan elegante... Tan Slytherin pero ella parecía darle calidez, y eso la hizo sentir feliz por ambos.
Y una parte de ella llegó a desear un poco de eso que tenían. Un poco de miradas cómplices, chistes privados... Susurros curiosos, y tactos peligrosamente cursis y calientes.
Así las semanas iban pasando y ocasionales cenas donde Malfoy aparecía se hacían habituales. Jamás interactuaban por pie propio, saliendo del restaurante no cruzaban palabra alguna y solo Luna, y Nott los hacían juntarse por qué fuera de ellos dos no tenían un círculo de amigos en común.
Pero aquella noche mientras un fuerte aguacero caía por las calles de Londres ambos llegaron empapados, mucho antes que sus amigos. Hermione caminó hacía la barra y Draco también.
—Un whisky de fuego — dijo Draco y luego la miró — ¿Qué beberás?
—Lo mismo— atinó a decir.
El chico de la barra sirvió la bebidas y Draco murmuró —Yo invito— ella solo dijo Gracias débilmente y bebió.
El alcohol proporcionaba un poco de calor a su cuerpos húmedos. —Parece que se les hizo tarde.
—Sí, últimamente no salen mucho de su apartamento — dijo Draco con una mueca de fastidio.
—Están bastante enamorados... ¿No?
—Eso parece — respondió Draco mientras sus orbes grises se perdían en el donde del vasito de cristal de su bebida.
Hermione notó que a diferencia de otros días, hoy Draco tenía ese aura de los tiempos obscuros. Parecía ojeroso y un poco agotado pero no sentía que fuera correcto preguntar algo sobre eso después de todo no eran amigos ni estaban cerca de serlo. Sus charlas eran planas, eran simples cortesías que hacían para que Nott y Luna se sintieran felices. Complacer a un par de buenos amigos no era un pecado según ella sabía.
—Lamentamos llegar tarde — dijo Theo tras ellos con una sonrisa realmente contagiosa.
Hermione y Draco se giraron y vieron a ese par de tórtolos, mojados y sofocados. — ¡Vamos a casarnos!
Dijeron los dos en coro.
Evidentemente ahora vería a Draco más de lo planeado.
Hermione era la dama de honor, y bueno él era el padrino del novio. Así que era normal que estuvieran juntos en todas las fotografías de la boda. El insistente fotógrafo les había tomado tantas fotos que sentía que su cara se había quedado trabada en esa sonrisa diga de una muñeca.
Draco no se complicó y salió con su mismo rostro inexpresivo, tan habitual y propio de él.
Luna y Theo se habían casado rápidamente después de salir unos cuantos meses, según sus cálculos menos de medio año pero Luna decía que después de haber vivido una guerra no deseaba posponer nada y en cierto modo tenía razón.
Durante el mes que viajaron por su luna de miel no supo nada de Draco, solo escuchó por boca del señor Weasley que lo había visto en el ministerio algunas veces durante la semana. Pero fuera de eso no supo nada.
Hasta la noche en que el ahora matrimonio Nott había vuelto y los citaron en su nueva casa. Una casa que podía juntar ambas personalidades. Nott acepto vivir en el campo pero en una casa estilo pomposo y lujoso como todos los sangre pura miembros de Slytherin estaban acostumbrados a poseer.
Esa noche lo volvió a ver. Parecía a su parecer que lucía mucho mejor los días previos de la boda.
—Han sido los mejores amigos que nadie pudiera tener — Draco observó a Hermione —Hemos pensando mucho en ustedes... Queremos que acepten ser...
Hermione se llevó una mano a la boca —Oh, por Merlín...
— ¿De que están hablando?
— ¡Tendremos un bebé! Ustedes deben ser sus padrinos.
Y bueno.
Nació Nova Rose Nott.
Una preciosa niña rubia idéntica a su madre pero con los ojos de su padre. Nova había decidido llegar al mundo la noche del dos de mayo— o al menos eso les hizo creer a sus padres— pero no fue hasta la media noche del día tres que al fin nació.
La fecha que había marcado un antes y un después para todos, era para Luna y Theo... Un renacer, y Hermione y Draco eran parte de eso.
Nova paso el primer año de su vida rodeada de todos los amigos de su madre y su abuelo. Visitas a la madriguera para jugar con la pequeña de Fleur y Bill. Noches de cuento con Hermione, regalos caros de su tío Draco.
Todo parecía ser menos triste cuando había un bebé cerca, pensó Hermione.
Pronto Harry y Ginny, se asentaron para formar una familia, Ginny pauso su carrera en el quidditch y fue entonces que llegó James Potter.
Todo parecía ir bien. Hasta aquella noche, que múltiples cartas y avisos llegaron a casa de Hermione. Y supo que era serio cuando la lechuza de Malfoy apareció.
Notas:
Los personajes de esta historia no me pertenecen salvó quizá a Nova Jean Nott la hija de Theo y Luna.