Capítulo 2
29 de junio de 2025, 3:16
— ¿Puedes dejar de moverte?
Ella parece no oírlo. Camina de un lado a otro como si quisiera hacer una zanja con sus zapatos. Sus cabellos se mecen al vaivén de sus movientos.
—Nos van a descubrir —murmuró mientras Draco daba otro trago a su whiskey — y quedaré como una patética bruja... Todos se van a burlar de mí — sigue masculle do entonces Malfoy se levanta y la toma del brazo.
—Detente.
—¿Sabes a caso lo que has hecho? — sus ojos comienzan a humedecerse y el llanto que ha tratado de ocultar durante esta noche amenaza con salir. Algo dentro de Draco parece tambalearse. Ni siquiera en la guerra la vio romperse de ese modo.
Entonces como un acto reflejo la abraza. Y ella comienza a sollozar en su pecho como una niña. Tiembla entre sus brazos y gimotea. Ella es consiente de que está maltratando un costoso traje, pero él ha roto cualquier trato de distancia.
—Lo siento — susurró mientras él le tendía su pañuelo. El aroma de Draco se había pegado a su naríz. Era un aroma fresco, varonil... Mentolado y fresco.
—Granger, ellos lo sentirán más.
— ¿La amas?
Seguían juntos. Los brazos de Draco aún parecían protectores. La atmósfera era más íntima y parecían haber entrado en una mezcla de confianza y extraña camaradería -No.
—Pero tú...
—Yo sabía que debía casarme con ella. Era lo que todos esperaban...
—Yo creí que amaba a Ron.
De nuevo el silencio los envolvió.
Ginny y Harry entraron a hurtadillas a su habitación. Harry colocó la charola con una tostada y una taza de chocolate caliente —Buenos días — murmuró Ginny mientras abría las cortinas.
— ¿No tienen cosas de recién casados que hacer? —murmuró la chica mientras se movía entre las sábanas y almohadas.
—Draco está esperando en tu sala de estar—como si la cama tuviera púas se levantó y cayó al suelo cuando se enredo entre las cobijas —Tranquila, Luna le está haciendo compañía.
— ¿Eso debe reconfortarme?
Harry sonrió —Bueno era eso o dejarme con él a solas... Sabes que no nos caemos muy bien.
— ¿Puedes decirnos que sucedió anoche?
Hermione abre sus cajones y busca ropa. —Ron me engaño... Me casare con Malfoy...
—Si, todos vimos pero ¿Malfoy y tú?
Harry parecía desorientado se sentó en la revuelta cama de su amiga mientras Ginny le ayudaba a quitarse las horquillas del peinado de anoche.
—No puedo mentirles, este compromiso tiene venganza, tristeza... Quizá resentimiento pero lo haré, chicos.
— ¿Y después?
—Quizá se enamoren, como en tus películas muggles—atinó a decir Ginny con una risita.
Mientras tanto Draco discutía con Luna sobre la existencia de las caricaturas que ella parecía tener viviendo bajo su cama según le había dicho a Draco.
—Lo cierto es— dijo en casi un susurro— todos debemos creer en algo, Draco... ¿Sino que sería de este mundo?
—Posiblemente tengas razón— respondió casi inaudible más que nada para si mismo. Luna era la reencarnación de todo aquello que es positivo en la vida. Era sorprendente el grado de resiliencia que tenía ella posiblemente tenía más capacidad de ver lo mejor de cada persona en cada cabello de su cabeza que lo que él tenía de fe en la humanidad en la punta de sus dedos.
Cuando vio el reloj de pared se dio cuenta que pese que Granger se había demorado demasiado en salir de la cama o que en efecto Ginny Potter y su muy tonto esposo no eran buenos en su encomienda de levantarla la charla con Luna había sido amena y posiblemente reconfortante ya que ella sin un apice de lástima le había dicho que sentía lo sucedido la noche anterior pero que también era consiente de que en efecto era lo mejor que le puso haber pasado.
— ¿Cómo sabes que es lo mejor?
Luna sonrió y antes de que pudiera darle una respuesta Harry se asomo y le dio una mirada amistosa a Luna. —Las chicas te necesitan.
—No eres muy bueno escogiendo zapatos, Harry — canturreo Luna y como hace algunos años se fue dando una caminata danzarina dejándolos solos.
Harry carraspeo y apunto a la cafetera que se asomaba en la cocineta pequeña del apartamento de Hermione — ¿Café?
—Supongo—respondió Draco aún preguntándose a qué se refería la rubia.
Ambos estaban sentados en los banquitos de la pequeña barra de la cocina. —No he podido agradecerte por lo de anoche.
Harry hablo en un tono neutral mientras la cuchara en su café giraba y giraba revolviendo el exceso de azúcar, al parecer de Draco el café debía beberse negro. Sin azúcar y sin leche pero veía que Potter por el contrario tenía uno problema por el abuso del azúcar y la crema.
— ¿A qué te refieres con lo de anoche?
—Por salvar a Hermione de un colapso. — parecía frustrado y un tanto desilusionado quizás molesto.
—Debiste haber evitado esa catástrofe — agregó el rubio sorbiendo un poco de la bebida caliente. Harry frunció el seño ¿Acaso lo estaba culpando?
— ¿Sugieres que es mi culpa?
—Debiste ver qué la comadreja que tienes por mejor amigo y —enfatizo la siguiente palabra —cuñado no tomaría las cosas enserio con Granger, se veía venir.
—Si hubiera sabido que eso pasaría no lo hubiera permitido — parecía sincero y de nuevo bastante molesto. Por primera vez en la vida Draco Malfoy parecía tener una pizca de razón y eso lo enfado más mucho más. —Pero no volverá a suceder así que por eso quiero saber ¿Qué sigue?
— ¿Qué sigue de qué? —respondió con una pregunta aún más frustrante. Harry detuvo el moviento de la cuchara y apunto con un dedo a Draco.
— ¿Qué planes tienes con mi amiga?
—No lo sé — Harry bufó. —Mira Potter, solamente pensé en salvarla de una humillación pública...—maldijio por debajo lo que estaba apunto de confesar — nos salve de una humillación.
—Me percate de ello pero ¿Hasta cuándo?
No sabía. Draco no tenía idea de que pasaría pero por eso llevaba más de una hora esperando a Granger para llegar a un común acuerdo — ¿O esperarán a divorciarse después de que monten a su primer hijo en el tren a hogwarts?
La malicia de su comentario iluminó sus ojos verdes. Draco comenzó a toser no esperara que le planteará ese tipo de escenario —No sabía que eras comediante, Potter.
—Pues es una suposición- le dio un trago a su azucarada bebida — ¿O le pedirás el divorcio cuándo tu primogénito quedé en Gryffindor?
De nuevo esa sensación de ahogo. Podía leer su epitafio "Murió por culpa de un un mal chiste de Potter"
—Suponiendo— siseo —Que hubiera un primogénito sería varón e iría en Slytherin es la tradición Malfoy y sería un Malfoy.
—Malfoy—Granger sería niña e iría en Gryffindor — se burló Harry. Había notado que el nuevo Malfoy, el que parecía ser un adulto serio y lejano a su pasado tormentoso era fácil de molestar y objetaba poco a comparación de su versión más jovén.
—¿Has oído sobre escupir hacía arriba? — Arqueo una ceja —Seguramente uno de tus futuros hijos será Slytherin, y cuando eso pase recuérdame obsequiarle su uniforme de quidicth incluso iré al primer partido y te recordaré esta charla.
—Parece una apuesta.
_Mas bien una promesa.
Después de una extraña interacción con los extraños amigos de Granger por fin estaban solos. Draco golpeaba con sus dedos la madera de la mesita auxiliar que estaba junto al sofá de la sala de la joven bruja. Una lámpara —de muy pésimo gusto— era la única decoración para esa mesita en la que seguramente apoyaba alguna taza de té ocasional mientras leía algún libro. Ella era predecible y más que nada una criatura de rutinas.
Sí. Ella parecía ser así. Draco al examinar el pequeño apartamento se dio cuenta de muchas cosas obvias.
Granger no tenía una extensa despensa —cuando Harry le invito aquel café pudo ver qué en los gabinetes había un exceso de tazas, en muchos tamaños, formas y colores. Ninguna a juego, todas eran distintas. Después había visto un juego de platos para menos de seis personas, algunas copas que seguramente usaba ocasionalmente para sentirse atrevida y beber algún vino de categoría media — seguramente lo bebía mientras tomaba un baño en la bañera— Luna había mencionado que Hermione seguramente tardaría ya que los baños en la tina eran una clase de regla obligatoria que se permitía tener todas las mañanas.
Así que asumió que era totalmente posible que esa rutina se viera acompañada debes en cuando una copa. Percibió galletas, algunos dulces y varios tipos de tés distintos así como insumos para pociones estándar que en casa de cualquier familia mágica había.
Las hornillas se veían casi nuevas. Cómo si nunca hubieran sido usadas prácticamente o quizá solo en alguna ocasión muy— muy especial que podría haber sido una cena con la comadreja o con sus amigos — regresando a la sala de estar había libros, muchos de autores muggles separados prácticamente en una zona a la que percibió como la zona "rosa" había visto de reojo los títulos y eran jodidamente cursis o en su extremo algo provocativos.
En otra zona estaban los libros de magia. Runas antiguas, pociones I, II ... Hombres lobo y como identificarlos, la supremacía de la sangre, la historia de hogwarts... Entre muchos más.
Si. Ella eres tipo de chica. En otra pared rebozanan los distintos "trofeos" de sus logros académicos.
Tanto los académicos mágicos como los muggles por ahí había divisado uno en especial que decía "Educación preescolar..." Tenía anexada la fotografía de una Granger pequeña a la que le faltaba un diente delantero y ese cabello salvaje siempre había estado ahí.
—Bueno, supongo que debo iniciar con una agradecimiento — comenzó a decir mientras se sentaba en la mesita del centro justo frente de él. No iba a objetar algo sobre la cercanía o lo mucho que le gustaba tener su espacio pues ayer él la había abrazo durante un largo tiempo aparte la había tomado de la cintura durante mucho rato esa noche sin contar las veces que en exceso besó su mano aquella que tenía la sortija solo en un arrebato de que Weasley y Astoria vieran ese derroche de amor.
Astoria debía sentir intriga pues a diferencia de Granger a ella jamás la había tomado con tanta familiaridad y menos en una reunión con tanta gente, pero bueno estábamos hablando de venganza y él no se andaba por las ramas debía ser excepcional y bastante convincente.
—Pero quiero saber hasta donde vamos a llevar está mentira, quiero estar lista para lo que se aproxima.
—Queremos lo mismo ¿No es así?
—Realmente no lo creo, digo— parecía nerviosa y un poco dudosa —Yo veo que buscas venganza, yo solo quiero que Ron vea que no soy algo que se desecha.
—Es lo mismo.
—No— interrumpió —Yo quiero que él sepa que yo merezco algo lindo, tú quieres que Astoria sufra por lo que te hizo sentir, la diferencia es abismal.
—Solo tú puedes empatizar con la mujer que te robo a tu novio.
—No es obligatorio ser un idiota todo el tiempo, Malfoy, no hay a quién impresionar solo estamos tú y yo...
Silencio. Si bien después de la guerra habían estudiado juntos su último peldaño en la escuela no se habían vuelto amigos. Los insultos habían sido casi imperceptibles, rara vez cruzaban palabras y solo un par de veces tuvieron que presentar un trabajo juntos.
Pero jamás fueron amigos o algo similar simplemente ya no se odiaban al menos no con la misma intensidad del inicio.
—No necesito que cuestiones mis motivos, entonces.
—Bueno, respeto tu decisión ahora bien ¿Por cuánto tiempo sostenemos el falso compromiso?
Draco se acercó a ella. Se inclinó hacía ella, sus codos cada uno sobre sus piernas y cruzó las manos sosteniendo su rostro. Ella no quitó la mirada de sus fríos ojos grises. Parecían mercurio, gélido y mortal mercurio.
—El compromiso no tiene nada de falso así como la sortija— ella quitó la vista de él y la dirigió a su mano.
— ¿De verdad pretendes que nos casemos?
—Y no será cualquier boda- se volvió acomodar en el sofá —Será mucho mejor que la de Weasley y Astoria... Triplemente mejor, doble de invitados, menú más costoso...
—Eso suena realmente caro — dijo en tono de reproche — e innecesario — agregó.
—Soy Draco Malfoy ¿Crees que una carpa y un par de cervezas de mantequilla es lo que esperan de mi boda? — sonrió con sorna —aparte sin quitarte méritos — la observó de arriba abajo lascivamente — eres la grandiosa heroína de guerra, miembro del trío de oro... La chica dorad...
— ¡Basta, ya entendí!
Parecía avergonzada. Jamás se acostumbraría a esos elogios. —Weasley y Astoria se casan en víspera de navidad, han querido ahorrarse la cena supongo y escogieron la noche buena... Algo bastante pretencioso.
—Ron es muy austero, eso debió ser algo de Astoria — dijo con recelo.
_No importa, nuestra boda será en año nuevo, todos hablarán de eso.
—Malfoy, es algo bastante pretencioso incluso para ti. — parecía que lo estaba regañando pero no podía evitar que el chico cumpliera con ese capricho estaba muy metido en su venganza.
—Busca un abrigo tenemos que planear una boda, la mejor boda del año.