ID de la obra: 276

SOLO UNA VEZ

Het
PG-13
Finalizada
2
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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Emparejamientos y personajes:
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95 páginas, 16 capítulos
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EPILOGO

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Epílogo    Hermione observaba las cartas y fotografías de aquellas perfectas sangre pura, mientras un nudo en su estómago se formaba y su rostro sentía enrojecer controlando el impulso de romper todo y salir de esa maldita cabaña. —Son estupideces de mis padres Hermione, no significa nada —soltó Draco tratando de apaciguar a su novia. —Son tus posibles prometidas, ¿te parece eso una estupidez? —No me voy a casar con ninguna de ellas. —¡Vaya qué alivio! —soltó mientras se alejaba del rubio. —Hermione, por favor. Hemos pasado una semana increíble, no lo arruinemos por esto. —Esto es lo que tus padres quieren de ti —dijo la castaña mostrándole las cartas y fotografías. —¿Y lo que yo quiero no importa? Hermione yo te quiero a ti. —Sí, hasta que te consigan una digna sangre pura con quien casarte. —¡Es contigo con quien me quiero casar! —soltó dejando a Hermione sin palabras —¡eso es! Cásate conmigo, mis padres no creen que lo nuestro será duradero o real, pero, si nos casamos les demostraremos que esto es serio. —¿Y quieres casarte conmigo solo para darle la contraria a tus padres? No. —Te amo mi amor, jamás voy a poder amar a alguien como te amo a ti, ¿crees que no había pensado en lo mucho que deseo pasar el resto de mis días a tu lado? —Entonces podemos esperar. —¿A qué? ¿A que mis padres intenten separarnos? —Que estemos casados no lo cambiará. —Mis padres solo necesitan saber que esto es real, que estoy dispuesto a todo por ti, se que parece que son algo crueles, pero Hermione ellos ya cambiaron, confío en ellos, sé que ya no harán nada para lastimarme. No otra vez. —Esta es sin duda la propuesta de matrimonio más romántica del mundo —ironizó Hermione y antes de poder decir algo, los labios del rubio ya estaban atacando los suyos. A la mañana siguiente Draco pareció estar más calmado y había olvidado el tema del casamiento, o eso pensó Hermione. Era su última noche ahí, así que decidieron realizar una comida y para la tarde Pansy, Theo, Luna, Blaise, Ron e incluso Lavender llegaron a la cabaña, todos estaban de gran ánimo, incluso Ginny mostraba su entusiasmo por su ultimo año en el que todos ya siendo amigos y con sus recuerdos intactos podrían disfrutar de ese momento juntos. —Nos dirás ahora para que nos llamaste Draco —habló Theo entre la comida—. Pansy y yo estábamos disfrutando de una playa paradisiaca al otro lado del mundo. —¿No era por nuestra última noche aquí? —preguntó Ginny. —De hecho, no —contestó Draco levantándose de la mesa —Quería hacer algo, y me pareció que debían estar aquí. Sin perder más tiempo Draco se arrodilló frente a Hermione sacando el anillo de la familia Malfoy, que había sacado de su cuello sin que ella se diera cuenta. —Hermione Jean Granger, ¿aceptas ser mi esposa? Todos los presentes los miraron con la boca abierta ante aquella repentina petición, incluida Hermione. —Draco, yo… ¡sí! El rubio la besó, sin dejarle decir nada más. —¿Fue lo suficiente romántico? —soltó el rubio a su oído logrando que ella enrojeciera. —¿Y ya tiene fecha? —preguntó Pansy emocionada abrazando a su amigo. —Lo más pronto posible —aseguró Draco mirando a sus amigos —no quiero que mis padres intenten arruinarlo. —Entonces hagámoslo ahora —sugirió Theo con una sonrisa. —¿Ahora? —soltó Hermione sintiendo los nervios sumergir. —Yo se los hechizo, estamos todos juntos, la cabaña es un gran lugar, es perfecto ¿no lo creen? Draco sonrió como nunca en su vida mirando a Hermione esperando su respuesta, pues él no necesitaba pensarlo en lo más mínimo, se casaría con ella en ese instante sin dudarlo. —Lo haremos —soltó Ginny sujetando a su amiga y arrastrándola hacia las habitaciones junto a Pansy y Luna. —Esto es de locos —habló finalmente Hermione viendo como Pansy y Ginny se volvían locas en busca de algo en los armarios. —¿Y su amor no es una locura? —contestó simplemente la pelinegra con una sonrisa. Tras unas cuantas horas Pansy apareció con un hermoso vestido blanco y un prominente escote, simple, pero perfecto. Hermione bajó al primer piso, saliendo al área de la piscina donde Draco la esperaba en una pequeña choza iluminada de varias velas formando un camino hacia él. En cuanto el rubio la miró sus ojos se iluminaron ante su presencia. La ceremonia comenzó y ambos chicos no apartaron la mirada del otro en ningún instante mientras sus corazones latían a toda velocidad. —Hermione, eres lo mejor que me pasó en la vida, todos y cada uno de los momentos a tu lado me recordaron lo que es la felicidad y nada de lo que haga a partir de hoy será suficiente si no estás a mi lado, tú viste más allá de mis errores, sin importarte mis demonios, por eso hoy prometo cuidarte, y amarte sin medida, aunque vuelva a cometer los mismos errores y deba disculparme una y mil veces. Prometo llevarte a ver una lluvia de estrellas y hacer realidad todos tus sueños. Prometo que sin importar lo difícil que sea nuestro camino nuestro amor será eterno. —Draco, jamás creí encontrar un amor tan intenso, tan único y perfecto como el que encontré a tu lado, descubrí en ti el significado de amar con locura y prometo luchar con todo por nuestro amor, por estar cada navidad, cada año nuevo y cada momento a tu lado. Prometo que no permitiré que nuestro amor se desvanezca, que sin importar lo difícil que sea nuestro camino, siempre regresaré a tu lado. —Draco Lucius Malfoy aceptas casarte y unir tu esencia mágica con Hermione Granger. —Acepto. —Hermione Jean Granger, aceptas casarte y unir tu esencia mágica con Draco Malfoy. —Acepto. Theo sacó su varita recitando el hechizo, provocando que una línea dorada envolviera el brazo de Draco extendiéndose hasta envolver el de la castaña. —Oficialmente son marido y mujer. No hubo necesidad de la ultima frase, Draco atrapó los labios de Hermione incapaz de soportar más tiempo la necesidad de besarla, mientras sus amigos aplaudían felices por ellos dos.   —Mañana cuando todos me vean con este anillo, va a ser una locura, Skeeter… querrá destruirme —habló Hermione observando su mano recostada en el pecho del rubio. —No lo permitiré, nadie tocará a mi mujer, y si te preocupa mucho tengo una elfina que adora cortar gargantas puedo hablar con ella y… —¡No le cortaremos la garganta a nadie! No puedo creer que obligues a tus elfos a hacer eso. Además, ahora soy la señora Malfoy ¿no? todos los elfos deben ser liberados. —No la obligo, de verdad le gusta y los elfos son de mis padres a excepción de Minnie, puedo liberarla a ella, no tengo problema, pero con los demás, lo siento amor. Hermione resopló molesta, pero al menos lograría liberar a uno, ya se encargaría de los demás. —No quiero estar rodeada de elfos —dijo asimilando que ahora que estaban casados debía ir con él. —No viviremos en la mansión Malfoy, jamás te haría eso. —Draco no pensamos en eso, yo no tengo un lugar, la casa de mis padres la vendieron cuando les modifique los recuerdos, yo… —Esta cabaña es mía —intervino Draco tomando el rostro de su esposa—, había planeado que viviéramos juntos aquí desde hace mucho, te lo iba a pedir en cuanto nos graduáramos, pero ahora este puede ser nuestro hogar. Y criaremos un hermoso hijo aquí —Hija —cortó la castaña. —La tradición Malfoy dice que… —Se lo que dice, pero yo la cambiaré. —¿Quieres que le de un ataque al corazón a mi padre? —Será un bono extra —soltó con una sonrisa haciendo reír sin parar a Draco, sabía que era la mujer de su vida y eso lo confirmaba. —Entonces será una niña, la más hermosa y te prometo estar a tu lado el día que nazca. Ella sonrió sabiendo que ese día era en definitiva algo que jamás iba a olvidar.   14 años después. El frio viento chocaba en el rostro de Hermione mientras avanzaba por el solitario sendero apretando con su mano la de su hija. Ambas llegaron a su destino cuando quedaron frente a una lápida con la inscripción: “Draco Malfoy, amado esposo y padre” Las lágrimas de la castaña no lograron permanecer ocultas, como cada vez que iba a la tumba de su esposo, mientras varias flores comenzaban a parecer adornando su alrededor. —¿Crees que se sentirá orgulloso, aunque no entre a Slytherin? —preguntó la pequeña a su lado, mirando a su madre con sus hermosos ojos grises. —Lo estará sin importar que amor —contestó Hermione acariciando el rubio y rizado cabello de su hija. —¿Y si no me quieren? O hablan mal de mi padre. —Podemos cortarles la garganta —intervino Minnie a su lado. —¡No le cortaremos la garganta a nadie! —exclamó con dureza la castaña. —Nunca dejan cortar gargantas a Minnie —soltó la pequeña elfina con tristeza. —Escucharas muchas cosas de tu padre, pero recuerda que el verdadero Draco fue el que nos protegió con su vida porque nos amaba con locura. —¿Lo recordaste? Su romance —preguntó la pequeña viendo la tumba frente a ella. —No, y nunca lo haré —contestó Hermione seria y al instante una sonrisa pequeña dibujo su rostro—, pero incluso así sé que lo amo, y lo amaré por toda la eternidad. Así como él nos amó a las dos hasta el último aliento de su vida.
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