ID de la obra: 302

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Slash
NC-21
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planificada Mini, escritos 6 páginas, 3 capítulos
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Fulgrim

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Ferrus no podía siquiera mirar a la persona frente a él. Su hermano. Su amado. Ahora había sido rebajado a esto.  Fulgrim yacía acostado en el suelo. Sus ojos ardían con gran pasión al verlo, pero era tan distinto a todas las veces anteriores. No había calidez en ellos. Simplemente un deseo desenfrenado de alcanzar el mayor éxtasis posible. No lo deseaba especialmente a él, podría haber sido cualquier otra persona y lo miraría exactamente de la misma manera. Eso era lo que más hería a Ferrus. —Dónde está mi hermano... —pregunto al hombre que tenía enfrente. La sonrisa de Fulgrim fue cínica. —No seas tonto Gorgona. Lo tienes justo frente a ti. —canturreo en respuesta. Ferrus apretó los dientes. —No estoy aquí para soportar tus estupideces. Dime dónde está el Fulgrim que conozco. —Si tanto insistes. Tal vez si eres un buen chico te permita ver ese blando lado mío —Fulgrim separó sus piernas dejando ver el bulto entre sus pantalones—. Por favor. Sabes que soy un hombre de palabra y lo sigo siendo. El rostro de Ferrus se torció en mueca repulsión. Y él pensaba que su petición de que se uniera a él en la herejía era lo más bajo que Fulgrim podía caer. Aún así. Todavía había algo que podría funcionar. —No prometo ser amable. —Oh, y cuento con eso querido. Él ignoró su comentario y comenzó con su labor. Arrancó los pantalones de Fulgrim con facilidad. De lo que obtuvo un suspiro complacido. Tomó el pene semi duro de su hermano y comenzó a acariciarlo.  El tacto frío de las manos de Ferrus mandó un escalofrío por la columna vertebral de Ferrus. Él siempre había sabido como hacerlo sentir bien. Adoraba esta sensación que lo hacía estremecer y no podía evitar responder con suaves gemidos de placer. Quería más. Quería que Ferrus lo llevará más allá. O eso sentía en parte. Aunque un lado de él todavía quería que Ferrus fuera suave y cariñoso con su toque. Tan aburrido. —Ah... Sabes que puedes hacer algo mejor que eso. Ferrus no lo miró antes de responder. —¿Ahora no soy suficiente para ti? —Para nada —le aseguró—. Solo quiero algo nuevo, jugar más rudo si quieres. La mano de metal se apretó más sobre su pene. El dolor de su acción se mezcló con una satisfacción masoquista. —¿Más rudo? Justo estaba esperando que dijeras eso... El toque frío abandonó a Fulgrim. Pero antes de que pudiera quejarse Ferrus dejó caer su puño en su entrepierna. El crujido de su pelvis hizo eco en las paredes de su celda.  La ira en Ferrus explotó y se lo hizo sentir en cada golpe. Volvió su pene una masa de carne cálida y sangrante. Y aún así lo peor de todo era que él todavía encontraba placer en eso. Ferrus sintió asco cuando Fulgrim gimió. —¡Tú no eres mi hermano! ¡No eres ni la sombra de la persona que era! —sus golpes no se detuvieron, al contrario, se hicieron más violentos con cada grito. Perdió la percepción del tiempo en lo que duró su ataque de ira. Cuando finalmente terminó se sintió emocionalmente cansado. Miró a Fulgrim esperando ver otra vez esa expresión complacida suya. Pero en su lugar vió sus ojos violetas viéndolo con absoluto terror. —Fulgrim... —susurró. Intentó extender su mano hacía su hermano pero su hermano se arrastró lejos de él. Pero no podía ir muy lejos con su pelvis destrozada. Ferrus lo tomó del tobillo y lo jalo hacia él para atraparlo en un abrazo—. Eres tú...  Fulgrim no contestó. Solo dejó que las lágrimas cayeran libremente por sus mejillas. Pensó en que si tan solo no hubiera tomado esa espada no estaría ahora aquí.
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