El Ritual Del Tiempo

Viernes 19 de septiembre 1941 La luna llena brillaba sobre el lago negro, iluminando la figura solitaria de Walburga Black. Con su cabello oscuro recogido en un moño impecable y su túnica de seda negra ondeando suavemente con la brisa, parecía una figura sacada de un cuento gótico. En sus manos sostenía un antiguo grimorio, sus páginas llenas de runas y símbolos que brillaban con una luz tenue. A sus pies, un círculo de velas negras ardía con llamas azules, y en el centro del círculo había un cuenco de plata lleno de agua del lago. Walburga respiró profundamente, sintiendo la energía mágica a su alrededor. Este ritual era peligroso, lo sabía, pero su sed de poder y conocimiento era más fuerte que cualquier advertencia. Había oído rumores de que este hechizo podía otorgar visiones del futuro, y ella estaba decidida a usarlo para asegurar el legado de la familia Black. —Per tempora et spatium, revela mihi veritatem— murmuró, su voz resonando en la noche mientras vertía una poción brillante en el cuenco. El agua comenzó a agitarse, y las velas parpadearon violentamente. Walburga sintió cómo la magia a su alrededor se volvía más densa, casi palpable. Pero algo no estaba bien. El aire se enfrió de repente, y una niebla espesa comenzó a formarse sobre el lago. Las velas se apagaron una por una, y el círculo de protección que había trazado comenzó a resquebrajarse. —¿Qué está pasando?— susurró, con una mezcla de miedo y frustración. De repente, el agua del lago explotó en una columna brillante, y una figura emergió de las profundidades. Walburga retrocedió, sosteniendo su varita con firmeza, lista para defenderse. Pero lo que vio la dejó sin palabras... Era un joven, aparentemente de su misma edad, con el pelo despeinado y los ojos verdes brillantes. No llevaba camisa, solo unos pantalones de pijama y un extraño trozo de pergamino en la mano. Parecía tan sorprendido como ella, mirando a su alrededor con una expresión de confusión absoluta. —¿Dónde... dónde estoy?— preguntó el joven, tosiendo un poco por el agua que había tragado. Walburga no pudo evitar fijarse en los detalles del joven que había emergido del lago. Su abdomen plano y marcado brillaba bajo la luz de la luna, las gotas de agua resbalando por su piel como si fueran perlas. Sus ojos verdes, del color de las esmeraldas más puras, reflejaban una mezcla de confusión y determinación. Sus labios, ligeramente entreabiertos por la sorpresa, tenían un tono rosado que contrastaba con su tez morena. Por un momento, Walburga se sintió atrapada en esa imagen, como si el tiempo se hubiera detenido. Pero entonces, su mirada descendió involuntariamente, y notó que el pantalón mojado del joven se adhería a su cuerpo, revelando más de lo que él probablemente habría querido. Un rubor subió a sus mejillas, no pudo evitar míralo como si se lo fuera a comer. —¡Ay, por Merlín!— dijo Walburga mientras se mordía el labio. Un Black llegó corriendo —Dumb... ¿Qué te vas a comer? O ¿A quien?— dijo mientras miraba a su hermana y después al muchacho. —¡Walburga!— gritó otro Black, jadeando por el esfuerzo —¡El profesor Dumbledore viene con el director! ¡Tenemos que irnos! Detrás venían otros chicos Malfoy, Riddle, Nott y Dolohov. Walburga maldijo en voz baja. No podía permitir que la encontraran aquí, realizando un ritual prohibido. Miró al muchacho, que la miraba con una expresión de desconcierto. —Ven conmigo— le dijo, extendiendo la mano —No podemos quedarnos aquí. —¿Draco?— dijo mirando al rubio del grupo. —Abraxas Malfoy, no se quién será Draco— respondió el rubio con desprecio —¿Este gafufo de donde salió? En el mapa merodeador aparecieron las palabras "Bienvenido al pasado, Harry Potter". —¿Pas.. pasa...do?— dijo Harry observando el mapa —¿Abr... Abra... xas Mal... Malfoy? —¿Y tú quién eres?— preguntó Tom, con una voz suave pero cargada de autoridad. Sus ojos oscuros estudiaban a Harry con una intensidad que lo hizo sentirse incómodo. Harry tragó saliva, sintiendo que el aire a su alrededor se volvía más pesado. No sabía cómo responder. ¿Qué podía decir? ¿Qué era del futuro? Antes de que pudiera articular una respuesta, Orión Black intervino. —No importa quién sea— dijo el menor de los Black, mirando a Tom con respeto pero también con urgencia —Dumbledore y el director vienen. Si nos encuentran aquí, todos estaremos en problemas. Al escuchar el nombre de Dumbledore, Harry sintió una oleada de alivio mezclada con ansiedad. Si Dumbledore estaba aquí, tal vez podía ayudarlo a regresar a su tiempo. Sin pensarlo dos veces, Harry comenzó a correr en la dirección de donde venían las voces. —¡Espera!— gritó Walburga, extendiendo la mano hacia él, pero Harry ya estaba en movimiento. Los demás chicos, incluyendo a Tom, Abraxas y Orión, intercambiaron miradas de sorpresa antes de correr detrás de Harry. Walburga maldijo en voz baja y siguió a los demás, su túnica negra ondeando detrás de ella mientras corría. —¡Detente, idiota!— gritó Abraxas, tratando de alcanzar a Harry -¡No sabes a dónde vas! Pero Harry no les hizo caso. Su mente estaba enfocada en una sola cosa: encontrar a Dumbledore. Corrió por los terrenos de Hogwarts, pasando por los jardines y los senderos oscuros, con el mapa del merodeador aún en sus manos. Cuando llegó al frente de Dumbledore y otro hombre que no conocía —Señor ayúdeme, prometo hacerle caso de ahora en adelan... Y se desmayó. Detrás llegaron, los tres Black, Malfoy, Riddle, Nott y Dolohov. 💛🦡💛 Buenas mi nombre es Yinet Tellez. Me encontré en Tik Tok sobre el concurso, así que acá estoy subiendo mi única historia terminada.