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Rumores Hagrid abrió la puerta con un estruendo que resonó en la amplia oficina del director. “¡Profesor Dumbledore!” rugió. Dumbledore levantó la vista de su libro después de unos segundos “¿con que te puedo ayudar Hagrid?” “¡Snape me informó lo que le pasó a Fluffy!” “Ahh sí… porque no te sientas Hagrid ¿tal vez querrías un té? Tengo uno simplemente espectacular que conseguí en un viaje reciente” Hagrid se dejó caer en la butaca más cercana que era un poco más grande que los demás. Mientras, Dumbledore movía su varita y las tazas salieron y se posaron frente a ellos, agitó su varita nuevamente y llenó la tetera de agua, un golpecito y llevó el agua casi al punto de ebullición, finalmente ondeó su varita y las hebras de té se mezclaron perfectamente con el agua. “Por lo que tengo entendido” empezó Dumbledore después de beber un sorbo “Fluffy no estaba en riesgo y menos ahora que me imagino que le has dado los cuidados apropiados” “¡Su patita estaba herida!” se exaltó nuevamente Hagrid. Dumbledore le hizo un ademán de que empezara con su té. Hagrid le hizo caso y bebió de su té, después suspiró. “Espero que no haya sido una herida grave” se compadeció el director. “No, no” admitió Hagrid “simplemente no estaba esperando que terminara herido; es muy difícil herir a un cerbero profesor” “Estoy al tanto; admito que por eso pedí que lo incluyeras. Pensé que estarías al tanto del riesgo para con Fluffy, lamento si no me di a explicar bien” “Tranquilo Dumbledore, estaba al tanto, si bien tal vez pensé que era más para asustar a los estudiantes que intentaran entrar al pasillo” “De hecho, en ese aspecto ha hecho un trabajo espectacular” le informó Dumbledore “ha hecho que los estudiantes que han logrado abrir la puerta huyeran despavoridos” “¿Ya sabe quién es profesor? El culpable digo” inquirió Hagrid, con algo que parecía sonar a sed de venganza por el que hirió a Fluffy. “Tengo fuertes sospechas por supuesto, mas aun no tengo pruebas definitivas. Tendremos que esperar un poco más” le aclaró Dumbledore. Hagrid suspiró “bueno tendré que tener paciencia, dudo que alguien se le pueda escapar. Por cierto, conseguí algo extraño en el bosque que quería que…” y Hagrid se enfrascó en una nueva conversación…***
Harry se restregó los ojos, los tenía rojos y cansados de tanto leer y escribir; estiró el cuello y notó nuevamente con cierto desconcierto que estaban todos los de Slytherin de primer año junto a él. Sentados en sofás, con las piernas cruzadas en el piso o sobre los brazos de los sillones. Entre ellos una multitud de libros y pergaminos esparcidos de todas las materias. Daphne, de alguna forma, había logrado una tregua temporal por el bien de los exámenes; ya que Ravenclaw había adquirido la ventaja en la copa de quidditch, todos en Slytherin estaban haciendo hasta lo imposible por ganar la copa de las casas que por supuesto incluía estudiar lo más posible. “Lo sé” dijo Millicent viendo a Harry “yo tampoco pensaba que esto sería tan difícil, somos sangre pura y esto debería ser fácil” Era notorio que tanta tarea y estudios tenían, que Malfoy ni se molestó en aclarar que no todos eran sangre pura en el grupo, concentrado en su tarea. “¿Cómo se supone que hay que aplicar la plata en una mordida de hombre lobo?” preguntó Nott sin levantar la vista. “En forma de polvo” respondió Harry “y mezclada con los pétalos de díctamo” Nott asintió inconscientemente y lo escribió en su tarea que estaba haciendo junto a Pansy. Ya la mayoría aceptaba lo que el afirmara sobre Defensa Contra las Artes Oscuras. Harry no sabía como explicarlo, más allá de que simplemente todo lo que le enseñaban en esa materia le parecía lógico. “Así que ¿qué creen que le pasó a la cabaña de Hagrid?” volvió al tema Davis. Lo que todos estaban hablando en Hogwarts en el momento, era sobre el incendio que había consumido la cabaña de Hagrid. Hasta ahora no habían aclarado porqué pasó, lo que había dado a un sinfín de rumores al respecto. “Lo último que oí” empezó Zabini “es que un dragón la incendió” “Vamos…” intervino Nott “¿de verdad creen que un dragón se acercó tanto a Hogwarts y además decidió prenderle fuego a la cabaña de Hagrid?” “¿Hay dragones cerca? Digo ¿por estos lares?” intervino Harry curioso. “Sí” respondió Malfoy sin su característico desdén “la gran mayoría de los dragones en estas islas están en Gales y Escocia, que es donde estamos ahorita por si no lo sabías” Harry puso los ojos en blanco. “Tal vez solo se le prendió fuego cuando estaba cocinando la cena” intervino Goyle. “Vamos, eso es aburridooo” le retrucó Davis “Harry debes saber algo al respecto, sabemos que lo conoces mejor que nosotros” En verdad Harry había vuelto a ir a preguntarle qué había pasado, pero al igual que la primera vez, no reveló nada, si bien era obvio que algo escondía. Daphne, que había estado con Harry, fue la que le respondió a Davis “solo hubo un detalle interesante, y es que hubo ciertas cosas que no pudieron recuperarse del incendio cuando repararon la cabaña…” “Ajá ¿y?” bostezó Crabbe. Pero Nott se había enderezado con mucho interés “eso implica que parte del incendio fue de naturaleza mágica y por ende no pudieron usar el encantamiento de reparación para restaurarlas” “Exactamente” respondió Daphne apoyándose sobre la mesa “y probablemente de magia poderosa ya que parece que ni Dumbledore pudo repararlo” Ya todos en la mesa habían dejado sus tareas de lado y seguían la discusión atentamente. “¿Magia oscura?” hipotetizó Malfoy curioso “no creo que ese guardabosques sepa de magia oscura” “Lo dudo también” insistió Daphne “lo cual sugiere que fue una criatura mágica ya que se la pasa con ellas ¿no?” “Daphne” exclamó Harry de repente “y si fue el…” Harry se calló al notar lo que estaba a punto de decir, no le había mencionado a nadie excepto Daphne del paquetico que habían sacado Hagrid de Gringotts. Daphne captó rápidamente que iba a decir Harry y también se mantuvo callada. “¡Vamos!” casi que vociferó Davis “no pueden dejarnos así con la intriga” “Es que…” empezó Harry y continuó Daphne “…es una suposición, tenemos que confirmarlo” Y por mas que sus compañeros de casa insistieron, no dijeron nada.***
Por supuesto al día siguiente Daphne y Harry bajaron corriendo a la cabaña de Hagrid. Ya el camino no lo hacían sobre un manto de nieve, si no una pradera floreciente; los días se habían vuelto largos y agradables. Hagrid los atendió y nuevamente fue notorio que tan deprimido estaba. Hacía todo con desganas, lo cual era muy extraño para alguien que parecía darle poca importancia a lo material. “Vamos Hagrid ¡alégrate!” le dijo Daphne. “Sí” continuó Harry de acuerdo al plan “estoy seguro de que no era tan importante el paquetito que sacaste de Gringotts, que importa si se quemó” “¿La piedra?” preguntó confundido Hagrid “Esa está escondida bajo todas las protecciones mágicas posibles en el castillo” terminó aclarando sin darse cuenta de lo que había dicho. “No, que importa lo que se quemó… ¡Lo que me importa es que se llevaron a mi Norberto!” e irrumpió en llanto mientras se abalanzaba sobre Harry. Daphne tuvo que salir a socorrer a Harry antes de ser aplastado. Después de mucho té y palabras reconfortantes, Hagrid les contó todo sobre el dragón que había criado en su cabaña, al menos hasta que se consumió en llamas.***
“Honestamente me da una gran lástima, se veía tan apenado” le dijo Daphne a Harry mientras bajaban a su sala común. Harry asintió “tengo que decir que me hubiera gustado verlo. El dragón digo” “Sí, a mí también, pero Harry ¡no podemos decirle nada de esto a los demás!” “¿Del dragón o de esa piedra que estaba en el paquetito?” Harry ladeo su cabeza. “De ambas, pero en especial del dragón” Viendo que Harry la miraba extrañado se explayó “criar dragones fue penalizado hace siglos a nivel internacional. Dumbledore tuvo que haber movido muchas influencias para que Hagrid no terminara preso; y si nosotros decimos algo…” Harry se horrorizó al darse cuenta de que podrían enviarlo a la cárcel “¿y qué le decimos a nuestros compañeros? Nos están esperando y dudo que se conformen con otro ‘no sabemos nada’, en especial Davis” Daphne pensó un rato y se le ocurrió una idea brillante.***
“¿Y bien?” los encaró Davis el momento que habían entrado a la sala común. Daphne señalo a Harry casualmente, como si ni le importara. “Draco dormiens nunquam titillandus” dijo magnánimamente. Todos los de primer año lo vieron desconcertados. “Más allá de la terrible pronunciación…” empezó Nott. “¿¡Disculpa!?” se indignó Harry; había estado esforzándose mucho en su pronunciación en latín para sus hechizos. “… ¿qué se supone que está explicando cuando recita el lema de Hogwarts?” terminó Nott observando a Daphne. Daphne solo encogió sus hombros y repitió el lema mientras se iba junto con Harry a sentarse en unas butacas a lo lejos. Todos los demás se juntaron, algunos con caras molestas, otros curiosos y otros confundidos. “¿Creen que estén confirmando que un dragón quemó la cabaña de Hagrid?” preguntó emocionado Zabini. “Demasiado obvio, creo que no están advirtiendo que no metamos nuestras narices en sus asuntos” bufó Malfoy indignado, mientras Parkinson asentía molesta. “O que son asuntos de Hogwarts en los que no nos podemos inmiscuir” intercedió Davis. Al final, estuvieron horas discutiendo sin llegar a una conclusión definitiva. La verdad es que esto era justo lo que Daphne quería, decirles la verdad sin decirles la verdad; y que al final dijeran lo que le dijeran a los demás, que no pudieran afirmar con seguridad que no eran rumores. Daphne le sonrió a Harry y Harry le devolvió la misma sonrisa pícara.***
Decir que había una algarabía exultante en los pasillos de Hogwarts no sería una exageración. Una multitud ondeaba sus banderas y lanzaban todo tipo de baratijas mágicas para celebrar haber ganado la copa de quidditch. “No puedo creerlo” negaba Daphne la cabeza como quien cree que así se puede negar la realidad “nos quitaron la copa después de haber remontado” En efecto, Ravenclaw que había llevado la delantera, perdió el último partido antes de la final por una diferencia abrumadora, lo que había causado que Slytherin tomara la delantera junto con Hufflepuff. De esa forma, la final de quidditch había sido entre Slytherin y Hufflepuff. “Es todo culpa del buscador de Hufflepuff que es excepcional, es la única razón que nos ganaron, porque todos los demás eran unos inútiles” razonó Davis intentando ser imparcial pero no lográndolo del todo. “¿Es cómo lindo ¿no?” soltó una risilla Millicent. “¿¡Qué importa si es guapo o es un troll!?” explotó Malfoy que había estado perdiendo la paciencia con cada comentario sobre Diggory, el buscador. Harry no pudo pero asentir, no entendía esta fijación que tenían con el buscador de Hufflepuff. “Vayamos a nuestra sala común; ya no los aguanto celebrando” se quejó Nott con sus manos en sus bolsillos, claramente desazonado, e incluso así manteniendo el porte de un digno heredero de una antigua y noble casa. Y no era tanto los Hufflepuff celebrando lo que los aquejaba, como eran los Gryffindor. Prácticamente se habían tomado la victoria como propia. Mientras los Hufflepuff celebraban de buena manera, los Gryffindors no hacían más que sacárselo en cara a los Slytherin. “¿Viste Malfoy? Ustedes las serpientes deberían quedarse arrastrándose en el pasto, no volando por los aires” intercedió de repente la voz de Ron Weasley. A Harry no lo sorprendió del todo; desde aquella vez en la primera clase de quidditch, no habían parado de pelearse. La riña familiar que tenían los Weasley y Malfoy era de larga data, y aparentemente, iba más allá de Hogwarts. Generalmente Malfoy ganaba estas contiendas verbales; era particularmente mordaz e ingenioso, solo detrás de Daphne. Harry nunca intercedía, ya que era un Slytherin y era fiel a sus compañeros de casa. Tal vez lo hubiera hecho igualmente, odiaba las burlas contra la pobreza de los Weasley, pero los Gryffindor (Ron incluido), tendían a tildarlo de traidor (ya que sus padres habían ido a esa casa) y de vez en cuando hasta oía a uno u otro diciendo que tal vez era un mago tenebroso. Sin embargo, en esta oportunidad Harry no pudo ni quiso retenerse. Estaba muy decepcionado que no hubieran ganado la copa de quidditch y se le había agotado la paciencia “dime Weasley ¿acaso eres daltónico?” “¿Qué?” preguntó confundido. “Que le cuesta ver los colores” aclaró Theo que sabía a donde iba Harry. “Por supuesto que puedo ver bien” “Lo dudo, si no te habrías dado cuenta de que solo había jugadores amarillos y verdes, ninguno de rojo. Debe ser triste ser medio ciego y además que tu equipo ni llegue a la final…” remató Harry y los Slytherin se rieron en coro. Ron enfureció “Sabía que eras igual que todos los otros Slytherin, un creído arrogante por ser rico y El Niño que Sobrevivió. Te voy a decir algo, lo que la gente recuerda es quién ganó la copa, no quién la perdió; y ustedes ni ganaron esta, ni ganaron la del año pasado, que ganó Gryffindor” con esto se alejó dándose grandes aires. Los Slytherin se retrajeron a su sala común y se sentaron apesadumbrados en los sofás y butacas. “¡Potter!” exclamó repentinamente Malfoy, sin ninguna traza de resentimiento u hostilidad. Harry levantó la mirada curioso. “Pase lo que pase, tenemos que ganar la copa el próximo año; así que asegúrate de practicar este verano para que entremos en el equipo y le enseñemos a esos Gryffindor que no se pueden meter con nosotros” Harry le afirmó que así sería. Poco a poco, a todo el grupo se les fue pasando la pena y charlaron hasta bien entrada la noche, con Harry y Malfoy siendo sorprendentemente amenos. Parecía que habían encontrado lo único en lo cual podían acordar Harry y Malfoy: Quidditch.***
Daphne bufó “por supuesto, con todo lo que tengo que estudiar y mi madre me manda un acertijo” Harry levantó su vista del libro de pociones que tenía en su regazo. Al menos en esta oportunidad estaba estudiando en los campos de Hogwarts al sol. Levantó sus cejas, claramente diciéndole que se tenía que explayar; cada vez necesitaban hablar menos para entenderse. Daphne le lanzó la carta que le había enviado su mamá “le había preguntado si sabía algo sobre algún objeto mágico del tamaño de un puño y probablemente en forma de piedra, que pudieran necesitar esconder en Hogwarts después que casi lo roban de Gringotts y me respondió con eso” En la carta había cuatro palabras o frases claramente marcadas ‘Siglo XV – Flamas Hechas Nombre – Filósofos – Transmutación Espiritual’ Harry ladeo su cabeza, analizando las cuatro pistas que les había dado la madre de Daphne. La más fácil era ‘Siglo XV’, claramente algo que había pasado durante ese siglo. ‘Filósofos’ también era fácil, algo que ver con filosofía. Después se ponía difícil ‘Flamas Hechas Nombre’, flamas como llamas, tal vez el hechizo para producir fuego. Y después si se perdía, ‘Transmutación Espiritual’, ahí no tenía la menor idea. “Bueno creo que es obvio que necesitamos investigar sobre estos temas” afirmó Harry. “Harry, después de esto tenemos que estudiar Historia de la Magia” lo contrarió Daphne. Harry la miró, miró el libro de historia y la volvió a mirar “¿tú no eras la que insistía en saber que había ahí?” le preguntó retóricamente. “Y sí” suspiró Daphne como si estuviera hablando con un nené “pero ahora... ¿¡Qué estás haciendo!?” exclamó ya que Harry había vertido todos los contenidos de su mochila al pasto. Alejándose corriendo le gritó “lo siento, pero tú me enseñaste que era descortés contradecir a un lord de las Antiguas y Nobles Casas ¡Solo le estoy haciendo caso a Lady Greengrass!” Daphne vio a Harry alejarse en dirección al castillo, probablemente camino a la biblioteca. Vio todo lo que faltaba estudiar; todos los libros, frascos de tintas, plumas y notas que había desechado en el pasto. Agarró su chal, lo estrujó contra su cara y gritó lo más fuerte que pudo, la suave tela amortiguando sus alaridos. Cuando finalmente se había descargado, levantó levemente su cara y vio a Harry entrar al castillo y susurró “madre, no me advertiste lo suficiente que ridículamente absurdos son los niños”***
Este era uno de los momentos favoritos del año de Snape. Aunque hubiera más trabajo, apreciaba lo callado que el castillo se volvía por todos los exámenes. Como si los dioses quisieran contrariarlo por su pensamiento impío, una pequeña sombra negra chocó contra él, interrumpiendo su idílica tarde. Antes que la sombra negra, que claramente era un estudiante de primer año, se cayera y estampara contra el piso, estiró el brazo y lo agarró, estabilizándolo. La cara alegre y sin preocupación del estudiante le sonrió “¡Gracias profesor Snape!” Ver la cara de su némesis, James, sonreírle sin amargura, burla u odio lo desconcertó; ver los ojos de su amada, Lily, sonreírle sin pena, arrepentimiento u lástima lo terminó de ofuscar. Olvidándose de estar molesto por haberlo chocado o ser hijo de ellos, le preguntó “¿puedo saber a dónde vas con tanta premura, Harry?” Harry ladeó la cabeza leventemente antes de responder alegremente “a la biblioteca, tengo un acertijo que resolver” Snape bufó suavemente, le recordaba en demasía a Lily en este momento. “Y ¿cuál es el acertijo?” “Siglo XV – Flamas Hechas Nombre – Filósofos – Transmutación Espiritual” recitó. “Anda, ve a la biblioteca” le dijo casi con tanto cariño como a los Slytherin que no aborrecía. Harry salió corriendo nuevamente. Medio segundo después se dio cuenta del acertijo “¡Potter!” Harry se frenó de golpe y lo vio ligeramente asustado “disculpe profesor, me iré caminando en vez de corriendo” Snape hizo ademán de que no le importaba eso “Quiero que me digas quién te dio ese acertijo. Se ve… interesante y me gustaría saber con quién pudiera hablar sobre el” Harry abrió la boca antes de volverla a cerrar, claramente buscaba una excusa. “Espero que no estés pensando en mentirle a tu jefe de casa, Potter” Harry negó raudamente y aclaró “Lady Greengrass, profesor Snape” Su intimidación funcionó, claramente no pudo formular una mentira a tiempo. Pero ¿qué rayos estaba pensando Lady Greengrass? Estaba tentado de escribirle una carta contundente a Lady Greengrass por poner en riesgo a sus alumnos. Mira que mencionarles la piedra filosofal, aun indirectamente, no era algo particularmente aconsejable. “Ve, y con más calma. Eres un Slytherin, no un Ravenclaw para ir por ahí sin estar pendiente de tus alrededores” Harry, claramente feliz de que no estaba en problema, le sonrió nuevamente y partió casi trotando. Aún decidido a salir a disfrutar un poco del sol e ignorar lo que había acontecido; fue interrumpido cuando una sombra en la periferia de su visión le llamó la atención. Estaba casi seguro de que había sido Quirrell, y tenía la desagradable sospecha de que iba detrás de Potter. Lo bueno es que sabía a dónde se dirigía el niño y podía llegar primero con un par de atajos. Snape sentía que Quirrell se estaba desesperando, estaba llegando a su límite y pronto actuaría dejando de lado toda precaución. Y lamentaba admitirlo, pero era inteligente; cuando hiciera lo que fuera a hacer, tendría un plan. Un plan que sin duda se basaría en que él no podía estar en múltiples lugares a la vez. Caminando por un pasillo secreto con premura, caviló. Potter era la prioridad, no la piedra filosofal. De hecho, había estado vigilándolo muy de cerca los últimos meses; pensaba que la única razón por la que Potter no se había dado cuenta de este hecho, era simplemente porque era su jefe de casa y el niño asumía que era normal. Sin embargo, cada vez Quirrell intentaba más colarse en sus puntos ciegos; era momento de pedir refuerzos. Los compañeros de casa de Potter eran los más aptos para dicho propósito, solo tenía que dar con una buena excusa para que no sospecharan. Terminó en una terraza interna un poco más allá de la entrada de la biblioteca y se recostó a esperar a Potter. Con su posición en lo alto, lo vería llegar mucho antes de que entrara a la biblioteca o lo viera a él. Pasó un minuto y aún no llegaba ¿Y si algo le había pasado? ¿Y si ese desgraciado de Quirrell le había hecho algo? Se despegó de la pared antes de respirar hondo y volver a recostarse en ella. No había sido un espía por tantos años por nada, no se podía desesperar así de fácil. Potter llegaría corriendo porque ya se le habría olvidado lo que le dijo, y Quirrell un poco después ya que no podría alcanzarlo fácilmente sin ser notado mientras Potter corría, menos sin saber a dónde se dirigía. Momentos después vio como Potter pasaba por el amplio pasillo casi corriendo y algo después aparecía Quirrell, sin que Potter se hubiera percatado. Sus ojos se clavaron profundamente en esa figura púrpura. Ohh, cuanto deseaba que pudiera hacer algo al respecto. Quirrell, como si notando que una mirada asesina lo estaba observando se detuvo en seco. Miró alrededor y al verlo, huyó espantado. O eso aparentaba, porque por unos pocos milisegundos cuando sus miradas coincidieron, no notó miedo, sino frustración y rencor. Podría ser imaginación suya, pero lo ojos de Quirrell denotaban sed de sangre y muerte. Que poca paciencia le quedaba a Severus; este miserable lo estaba obligando a proteger al hijo de su archirrival, pronto pagaría por hacerlo sufrir con tan odiosa tarea. La cara alegre de Harry pasó fugazmente por su mente. No podía fallar. Jugó con su varita mientras esperaba que Potter saliera, repasando su época de guerra. ¿Cuántos había asesinado? No estaba seguro, o al menos eso le gustaba decirse a si mismo; una de las muy pocas mentiras que se decía. Hacía ya casi una década que no había matado a nadie… Estaba alegre de ese hecho, y esperaba que fueran muchas más. Finalmente, después de unos 20 minutos salió Potter de la biblioteca; otra vez de regreso a los terrenos si sus suposiciones eran correctas. Lo siguió, asegurándose de tomar varios atajos que le darían una buena vista en diferentes puntos. Fugazmente, a mitad de camino, volvió a ver a Quirrell; nuevamente siguiendo a Potter. Ya su paciencia estaba hecha trizas. A los Gryffindor les encantaba decir que eran sangre caliente, que por eso eran valientes y no tenían paciencia. Era lo que los ofuscaba, en Quidditch y en el campo de batalla ¿Pero él? Él siempre había tenido la sangre y la mente fría antes de cada asesinato. “No” pensó “¡no puedo volver a fallarle a Lily!” Siguió caminando mientras su sangre se helaba en sus venas.***
Nota del Capítulo: Llegando al final se pueden empezar a notar varios de los cambios en comparación con el canon; ya no solo que los eventos se hayan retrasado o modificados, pero algunos ya están totalmente ausentes. El más notorio es probablemente el del dragón Norberto. Más allá de que se mencionó bastante en este capítulo, Harry no tuvo nada que ver al respecto y solo se enteró posteriormente. Hubieron dos formas que me estuvieron dando vuelta en la cabeza de como podría pasar, la que acaban de leer y la que se parece al canon con Hagrid avisándoles que iba a nacer el dragón. Esa última me gustaba ya que iba a ser divertido y parecido, incluyendo que Malfoy se enteraba. A diferencia del canon, Malfoy convencía a Daphne de que convenza a Hagrid de que le deje ver el nacimiento del dragón y de hecho ayuda a cuidarlo ¿Por qué? Porque siento que sería razonable ¿nunca les pareció extraño que Malfoy en todos los días que supo en el canon nunca dijo nada? Al menos hasta que decidieron llevarse al dragón. La única razón es que me imagino que Malfoy tenía lástima por el dragón y que lo mataran si las autoridades se enteraban. Siento que esto va en línea con Malfoy tomando de electiva Cuidado de Criaturas Mágicas; la tomó porque estaba interesado y le gustan los animales, no sabía que Hagrid tomaría ese profesorado ni que compartiría clases con Harry. Iba a mostrar otro lado de Malfoy, y Harry y Draco forzados a interactuar por una meta común. Al final, decidí no tomar esa ruta que ya había imaginado, ya que en el canon Hagrid no les dice explícitamente al trío que iba a criar un dragón, se enteran mas por curiosos, y finalmente decide confiar en ellos. Si Hagrid prefería no decirles nada en el canon, no veo a Hagrid informándole o confiando a Harry en Slytherin y mucho menos a otra Slytherin. Y desde que Harry va a visitarlo menos acá que en el canon; simplemente no se entera. Por supuesto, esto causa que Harry, Hermione, Neville y Draco no sean atrapados y enviados al bosque prohibido como castigo. Esto ya está totalmente ausente en este fanfic ¡y es un gran cambio! Ya que Harry ni se vuelve amigo de Firenze el centauro, ni es casi atacado por Quirrell/Voldemort, ni tampoco se entera que Voldemort está intentando regresar (y está escrito en las estrellas) o querer matarlo. Como me gusta escribir desde múltiples perspectivas, podemos ver por lo que Snape tuvo que pasar en el canon para proteger a Harry y a la piedra. La diferencia es que Harry ya no está sospechando de Snape y se nota ligeramente ese cambio. Podemos también apreciar como las interacciones entre Snape y Harry son distintas, como a Snape le está costando odiar a Harry, y como Harry en general, puede temerle pero se comporta alrededor de Snape como Harry en el canon se comporta alrededor de McGonagall. Finalmente ¡Quidditch! Por supuesto, Harry lamentablemente sigue sin jugar :( Acá el cambio más grande es como terminé cambiando inclusive los ganadores de las copas anteriores. Ahora, sé que dije que todo lo que venía antes del primer capítulo de este fanfic sería igual al canon, pero es que no me parece que tiene sentido. Siento que pusieron que Gryffindor no había ganado en mucho tiempo porque iba bien para la trama de derrotar a Slytherin, el archirrival de Harry en el canon ¿Por qué? Porque hay grandes buscadores como Diggory, que estaría en 3ro en la Piedra Filosofal, y como Charlie Weasley que se supone que era tan bueno como para jugar profesionalmente. No tiene lógica que el año antes de que Harry llegara, en el que juega Charlie, Fred y George y Oliver Wood, no ganaran la copa. Así que hice algo que tuviera más sentido, si bien irónicamente ahora parece que es por el bien de la trama de Harry en Slytherin.