La historia de Rodrigo

Un día, mientras Matteo y Rodrigo estaban sentados en el sofá, mirando el mar a través de la ventana, Rodrigo se volvió hacia Matteo y le dijo: "¿Sabes qué? Me muero de ganas de ir a la playa". Matteo sonrió. "¿Por qué no? Podemos ir este fin de semana". Rodrigo se emocionó. "¡Genial! Me encanta la playa". Así que, el viernes por la tarde, Matteo y Rodrigo se subieron al coche y se dirigieron a la playa. El viaje fue relajante, y disfrutaron del paisaje y de la música. Cuando llegaron a la playa, se sintieron como si estuvieran en un paraíso. La arena era blanca y suave, y el mar era azul y cristalino. Matteo y Rodrigo se cambiaron a sus trajes de baño y se dirigieron al mar. Se sumergieron en el agua y se relajaron, dejando que las olas los acariciaran. Después de un rato, salieron del agua y se sentaron en la arena. Matteo sacó una toalla y se secó, mientras que Rodrigo se tumbó en la arena y se puso a leer un libro. Matteo se acostó al lado de Rodrigo y se puso a mirar el mar. Se sintió relajado y feliz, rodeado de la belleza de la naturaleza y del amor de Rodrigo. "Me encanta estar aquí contigo", dijo Matteo, volviéndose hacia Rodrigo. Rodrigo sonrió y lo besó. "A mí también me encanta", dijo. Y así, Matteo y Rodrigo pasaron el fin de semana en la playa, disfrutando del sol, del mar y del amor que compartían. Fue un fin de semana que nunca olvidarían.