La historia de Rodrigo

La emoción de su reciente compromiso aún latía en sus corazones, y cada vez que se miraban, una chispa iluminaba sus ojos. "¿Te imaginas cómo será nuestra vida juntos?", preguntó Matteo, apoyando la cabeza en el hombro de Rodrigo. "Podemos hacer tantas cosas, viajar, vivir nuevas aventuras..." Rodrigo sonrió y acarició suavemente el cabello de Matteo. "Sí, y quiero que cada uno de esos momentos sea especial. Tal vez podríamos empezar por planear un viaje a ese lugar del que hablamos, la playa en Brasil." Matteo levantó la vista, sus ojos brillando con entusiasmo. "¡Sí! Siempre he querido ver esas playas de arena blanca y aguas cristalinas. Sería perfecto para celebrar nuestro amor." Mientras se dirigían a casa, Rodrigo tomó la mano de Matteo y le dio un suave apretón. "Quiero que hagamos algo especial para celebrar nuestro regreso", sugirió. "¿Qué te parece una cena con nuestros amigos más cercanos?" Matteo asintió emocionado. "Me encanta la idea. Podríamos invitar a Clara y a Leo, ellos siempre traen buena energía." Esa noche, organizaron una cena en su apartamento. Cocinaron juntos mientras escuchaban música y se reían de las anécdotas pasadas. El ambiente estaba lleno de amor y alegría. Cuando sus amigos llegaron, la casa se llenó de risas y abrazos. Clara trajo una botella de vino espumoso para brindar por la ocasión. "¡Por ustedes!", dijo mientras levantaba su copa. "Por el amor verdadero y por todos los momentos especiales que vendrán." Rodrigo y Matteo se miraron con complicidad antes de brindar junto a sus amigos. "¡Salud!", exclamaron al unísono. La noche continuó con historias compartidas, juegos y mucha risa. En un momento dado, Clara miró a Rodrigo y Matteo con una sonrisa traviesa en su rostro. "Entonces, ¿cuándo es la boda?" Ambos se sonrojaron al mismo tiempo, pero después de un instante de sorpresa, Rodrigo tomó la mano de Matteo con firmeza. "No hemos definido una fecha aún", dijo Rodrigo con sinceridad, "pero estamos muy emocionados por lo que viene." Matteo sonrió ampliamente al escuchar eso. La idea de compartir su vida con Rodrigo lo llenaba de felicidad. Más tarde esa noche, cuando sus amigos se despidieron y el apartamento quedó en silencio nuevamente, Matteo y Rodrigo se sentaron en el sofá. "Me encanta cómo hemos comenzado este nuevo capítulo juntos", dijo Matteo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Rodrigo. "Y apenas estamos empezando", respondió Rodrigo con una sonrisa soñadora. "Hay tanto por descubrir juntos." Matteo cerró los ojos por un momento, sintiendo el latido del corazón de Rodrigo junto al suyo. "Sí... nuevos horizontes nos esperan." Y así, rodeados del amor que habían construido juntos, se acomodaron en el sofá para disfrutar del cálido abrazo del otro mientras planeaban su futuro lleno de aventuras y sueños compartidos.