ID de la obra: 424

Cicatrices.

Slash
PG-13
Finalizada
5
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
4 páginas, 2 capítulos
Descripción:
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Capítulo 1

Ajustes de texto
Los últimos meses habían sido difíciles para todos. Desde la muerte Sirius, los problemas en el ministerio, e incluso las desapariciones ponían a muchos nerviosos, pero en medio del caos el nombre que resonaba en todos lados, siempre era uno, Harry Potter, pero con los eventos recientes, a su vez, resonaba el nombre de otros, la familia de Malfoy, los cuales estaban pasando por una crisis al exponerse que la cabeza de la familia, Lucius Malfoy era un mortifago, fiel seguidor del que no debe ser nombrado. Perder a alguien querido podía doler como el demonio, ser señalado como especial o de mala suerte, ¿Será que en esta situación podría estar más de uno en este momento sin saberlo? Aunque quizá es más fácil juzgar al otro. Era una tarde de octubre, los pasillos se iban silenciando con el fin de la última clase, los alumnos se distribuían para ir a pasar su tiempo libre con sus amigos. Algunos como Hermione iban a la biblioteca a leer o simplemente relajarse, otros tantos como Ron iban a la sala común a pasar el rato con los demás. Harry esa tarde había salido de encantamientos, estando entre pasillos junto con Ron hasta que se separaron, pues Harry dijo que iría a buscar a Hermione. Estuvo un rato caminando en silencio, yendo directo a la biblioteca, pero al pasar por uno de los baños, se detuvo, al escuchar a alguien sollozar, lo curioso en ello es que aquella “voz” sonaba de alguien conocido. Hubo un momento de duda al no saber cómo reaccionar, no creyendo que pudiera ser quien creía, era imposible, pero la curiosidad le ganó, comenzando a acercarse a paso lento a los baños, pensó en sacar su varita de su bolsillo izquierdo, pero justo cuando sus ojos comenzaron a acercarse a la entrada de los baños, lograron distinguir a alguien viéndose en los espejos. Aquel rubio de ojos tan grises como tristes, Draco Malfoy. La respiración del rubio era agitada, trabada, realmente casada y pesada, pero algo se distingue entre ello, sus lamentos. Esos lamentos apagados y tristes que no podían ser de nadie más. Era agobiante que todos lo señalaran, ardía en el infierno, solamente quería que todos ellos pagaran por tratarlo así, ¿Como podían? Incluso sus amigos soltaban rumores a sus espaldas, pensando que él no se enteraría, él ni siquiera quería esto, solo quería su vida de regreso, no una gran carga, pero aún podría volver a eso, los mortifagos confiaban en él, no podía fallar, no podía ser visto así también por ellos. “Es solo un niño, es igual de débil que su inútil padre” decían unos por aquí, “Seguro que él también es peligroso, no puedes confiarte de alguien como él.” decían otros. Creían que él no notaba cuando lo miraban, a veces lastima, a veces asco, ¿Qué más da? Todos ellos eran unos idiotas a su parecer, o al menos eso se decía a sí mismo para intentar calmarse en ese momento. Miraba su reflejo, su rostro manchado de lágrimas, con aquellas ojeras que comenzaban a marcarse de forma lenta bajo sus ojos, semanas en las que había podido dormir bien, la ansiedad lo estaba matando por dentro, se sentía como un cadáver en su propio cuerpo. Se había acomodado la corbata para respirar mejor, sentía que se asfixiaba con ella, a su vez, su suéter se encontraba arremangado, dejando ver sus brazos también, eran rasguños que él mismo se había provocado, por alguna razón sus brazos ardían, no sabía que carajos le pasaba, esto era una mierda. Se veía tan patético en aquel reflejo, ¿Ese era Draco Malfoy? Entonces unas pisadas llamaron su atención, ni siquiera lo dudó y sacó su varita, apuntando directamente a la entrada del baño, con su respiración volviéndose aún más intranquila, además de su corazón latiendo al menos tres veces más rápido. - ¿¡Quién es!? ¡Sal de ahí o te mataré! ... ¿Me oíste? - Apuntaba su varita a la entrada, temblando, no quería que nadie lo viera en este momento, ¿Que iban a decir de él? No iba a permitirlo, no hoy.
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