ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 15

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-No, James- niega Fleamont- ¿estás loco? ellos literalmente te matarían si hicieron eso con su propio hijo, ¿por qué tendrían piedad de ti? ¿no ves como lo intentaron matar a Sirius? -Pero Regulus... -Sirius dijo que le insistió en que venga con él y Regulus se negó, cariño- habla Alphard, mirándolo con tristeza, logrando descifrar los sentimientos de su hijo. -Sí pero yo soy bueno en DCAO, tengo la capa de invisibilidad y soy bueno escabulléndome. -James- suspira Alphard, tomando sus manos- primero, eres mi hijo, Walburga me odia. Segundo, aunque vayas y logres salir ileso ¿realmente crees que Regulus, el hermano de tu mejor amigo, un compañero con el que casi no hablas, aceptaría escapar contigo? James niega con la cabeza, mientras suspira profundo. -No, su ego es más grande que eso. Pero él me salvó la vida, quiero ayudarlo a salvar la suya. -Walburga no mataría a su, ahora, único heredero- anima Alphard- necesita sucesores y toda esa estupidez que sacó de mis padres. -Sí pero pa- se queja James. -No es no, James- afirma Fleamont, serio. Nunca está serio, asi que su hijo lo mira- no irás a la casa Black, puedes ver a Regulus en una semana, cuando vuelvan a Hogwarts luego de las vacaciones por navidad. -Sí, puedes invitarlo a una cita si tanto lo quieres ver- sonrie Alphard, James abre los ojos grande y tartamudea nervioso, mientras niega con la cabeza. -Yo no, no, no- niega- no me gusta Regulus, solo quiero devolverle el favor y ayudar a Sirius, a mi me gustaría que Sirius salve a Lib si ocurriese algo así. -James... -Papá, por favor- ruega, juntando sus manos. -No puedes cariño, lo siento- se disculpa Alphard, sabiendo el gran riesgo que correría James si se mete a esa casa. -Podrás verlo la semana que sigue- anima Mont, acariciando el hombro de su hijo. -Bien- suspira James, volviendo a la habitación de Sirius. -Me pasó lo mismo con Cygnus, ¿recuerdas?- habla Alphard- duele mucho no poder ayudar porque no quieren que los ayudes. -"No puedes salvar a quién no quiere ser salvado"- lo abraza Mont, besando su mejilla. -Él terminará dándose cuenta de que merece más, cada uno tiene su propio ritmo. -Sí, seguro lo hará. -Además, es el heredero de la casa Black- recuerda Alphard- está en la hoja de James, ellos terminarán juntos- sonrie. -Hay que dejar que James se de cuenta solo, ya sabes. -Sí, le costará, es un Potter- molesta, mirándolo. Fleamont sonrie divertido y besa su mejilla, haciéndole cosquillas con sus manos y su barba. -Tu también eres un Potter- recuerda Mont, deteniéndose luego de unos segundos de cosquillas. -Mierda, sí- frunce el ceño- esta vez ganaste tu- suspira, "molesto" -Claro, Alphard Potter- besa sus labios, ambos sonríen en el proceso. [...] -Le insistí mucho, James- suspira Sirius, cansado de explicarle una y otra vez la situación a su mejor amigo- él no quiso venir, dijo que yo era el problema o algo así- se encoge de hombros- quiero chocolate, Moony- pide, suavizando su tono de voz. Remus asiente, dándole su tableta de chocolate, esa que no comparte con nadie. -Pero debiste obligarlo- habla James, ignorando el resto. -¿Cómo podría obligarlo? no sabes lo poderoso que es Regulus, él también podría maldecirme con los ojos cerrados- responde a James y vuelve a mirar a Remus- gracias, Lupin- sonrie coqueto. Remus sonrie en respuesta y mira sus manos, nervioso. -Yo no me iría de ningún lugar sin mi hermana- opina James, cruzándose de brazos. -¿Y qué pretendías que hiciera? ¿que me quede a LITERALMENTE MORIRME ahí? él médico dijo que hubiese muerto si no venía y mis padres no me traerían aquí, probablemente estaría agonizando en la mazmorra en este momento. Estoy muy agradecido contigo y tus padres, si buscas excusas para que no me quede contigo solo dilo, quizá Remus, Peter o Marlene puedan ayudarme. -No seas bobo, Pads- rueda los ojos- no es por eso, es que le debo un favor a tu hermano, él me salvó la vida, además sé que en tres meses tu estarás muy triste al no tener a tu hermano cerca, a mi me gustaría que salves a Lib si estuviésemos en la misma posición. -Lib tiene seis años, James. Regulus tiene 16- recuerda Sirius- Lib no puede tomar decisiones tan grandes, Regulus sí y no puedes obligarlo a salir de donde no quiere salir. Él también cree en la pureza de la sangre y toda esa mierda, mi madre no le hará daño ahora que es el único heredero de la familia Black. Remus levanta la cabeza, dándose cuenta de lo que eso significa. -Bien- suspira James- no haré nada, entonces. -Si, nadie se acercará a esa casa ¿entendieron?- mira a sus mejores amigos. -Sí, Sirius- responden al unísono. -Buenos chicos- sonrie divertido- ¿quién ganó en el ajedrez? es un juego tan aburrido que me quedé dormido. -James, pero hizo trampa. -Mentira, tu estabas distraído. [...] -No puedes quedarte, Remus. Se quedará Mont- explica Lyall, mirando a su hijo. -Yo no me iré de aquí, tendrán que sacarme a pedazos- se sienta en la silla, cruzándose de brazos. Alphard mira a la enfermera. -Podemos hacer una excepción- asiente la mujer, viendo la insistencia de Remus- es una habitación grande, asi que podría mover algunos hilos. -Bien, si hay que pagar algo solo dígalo- habla Fleamont. -Yo lo pago, es mi hijo el caprichoso- suspira Lyall. -No señores, ya han sido muy generosos, quizá pueda conseguirles unas camillas también, así duermen cómodos. -Remus dormirá conmigo- habla Sirius- nos gusta dormir juntos y me sentiré más protegido, la camilla sería buena para el señor Potter- señala a Fleamont. -Bien, veré que puedo hacer. -Muchas gracias, doctora- agradecen los adultos. -Tu, luego hablamos- habla Lyall, mirando a su hijo. -Tu harías lo mismo si se tratase de mi, no seas duro- pide Cygnus, viendo a su esposo. El ruido de algo cayendo al piso los distrae. -Fue Lib. -Fue Andy. Alphard y Cygnus se miran cansados. Lyall mueve su varita, reparando el jarrón. -Bien, es hora de irnos- concluye Cygnus- ¿te quedas en casa? así no estás solo con los niños, ya sabes...- propone, mirando a su hermano. -Es una buena idea- asiente Mont- me quedaría más tranquilo. -Bien pero dormiré contigo, odio dormir solo. -Sí, es una gran idea, tengo mascarillas nuevas para probar. Los niños pueden dormir en el cuarto de Rem. -Sí, genial- sonrie Alphard. -Bueno hermano, te tocará dormir en el sillón- sonrie Fleamont, palmeando su hombro. -Sí, no tengo problema- bosteza Lyall, tomando la mano de su esposo- buenas noches. [...] Tres días después... -Bueno, ya en casa- sonrie Fleamont, dejando a Sirius sobre el sofá. -Muchas gracias por ayudarme, señores- agradece Sirius, mirando a Alphard y Fleamont- se los pagaré, lo prometo. -No, ni siquiera lo menciones, eres de la familia- sonrie Mont, revolviendo su cabello. -Tengo hambre- se queja James, caminando hacia la cocina. -Debemos hacer las compras, no debe haber nada- suspira Alphard, siguiéndolo. -¿Y si vamos por pizza con papá? -Es una buena idea, ¡Mont!- llama, desde la cocina. -Sí, ahora voy. ¿Quien viene conmigo? -Yo no, mi cabello se llena de olor- se queja Lib, sentándose junto a Sirius. -Yo voy- avisa James- ¿de que prefieres, Pads?- pregunta, él olvida ese tipo de cosas. -Cualquiera, me da lo mismo- sonrie, sin querer pedir demasiado. -No, tu dime. -La de pepperoni me gusta. -Genial, traeremos. -Yo quiero de jamón- pide Lib. -Bien, James recuerda eso- pide Fleamont, desapareciendo por la chimenea junto a su hijo. -Ellos lo olvidarán- concluye Alphard, volviendo al living. -Sí- asiente Libra. Sirius sonrie divertido, le gusta la dinámica familiar de los Potter
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