Capítulo 26
20 de julio de 2025, 23:56
-¡¿QUE ES ESTO?!- grita Walburga, con la prueba de embarazo en la mano, Regulus abre los ojos cansado, mientras su madre le grita- ¡ERES PEOR QUE TU HERMANO! ¡¿UN SUSTO DE EMBARAZO?! ¡CON RAZÓN!- lo toma del cabello, arrastrándolo de regreso a las mazmorras. Luego lo tortura hasta que se aburre.
-No hice nada, lo juro- llora Regulus, su madre ya se cansó, entonces es su padre el que lo golpea ahora.
-¡ERES UN MALDITO ASQUEROSO!- grita Orión.
-Mi prima me hizo hacer la prueba, pero yo nunca hice nada con James, lo prometo- llora, abrazándose a sí mismo.
-¿No con Potter? ¿fue con alguien más entonces?- pregunta Walburga. Regulus traga duro y niega con la cabeza, asustado.
-Debimos quedarnos con Sirius- suspira Orión- él por lo menos tenía chicas desnudas en su habitación y no chicos.
-Ya está, hay que arreglar a este- suspira- pero luego, es hora del desayuno- extiende su mano, su esposo la toma y ambos suben las escaleras, mientras su hijo llora desconsoladamente.
Regulus logra dormirse luego de tanto llorar. Una hora más tarde, el sol lo despierta, pero no es el sol que le gustaría que lo despierte.
"Buenos días, James" piensa, asomándose por la pequeña ventana llena de barrotes de la mazmorra, aún temblando de frío.
[...]
James bosteza y parpadea pesadamente, mientras se quita las mantas.
-Que calor- se queja en voz baja, mientras se acerca a la ventana, para abrirla y sentir el aire fresco.
"Buenos días, Regulus" piensa Potter, mirando el sol.
-Hey, James- saluda Sirius, saliendo del baño- ¿listo para el entrenamiento?- cuestiona, James suspira pesadamente y asiente- hoy es mi retorno y quiero jugar el próximo partido, ve a cambiarte, ¿sí?
Potter asiente y mira el cielo por unos minutos más. Sirius suspira y sale de la habitación.
-Buen día- saluda Remus, sentándose a su lado- ¿preocupado?- James asiente, su primo toma su mano y la aprieta en forma de apoyo.
-¿Como puedo ayudarte?- pregunta Lupin.
-No puedes, yo tampoco puedo ayudarlo- suspira y se levanta- no por ahora.
[...]
Regulus limpia el piso de la casa con un trapo, a mano. Ese es aparentemente su castigo. Sus heridas fueron curadas por Kreacher, quien recibió un par de golpes por eso.
El menor de los Black canta una melodía en francés, la canción de cuna que Sirius cantaba para él cuando eran pequeños, esa que lo calmaba.
Sonríe, hundiéndose en sus pensamientos. O mejor dicho, alucinando por la fiebre, el dolor, el hambre, la sed y el frío.
-Es una linda canción- escucha la voz de James, un poco más gruesa- a él le gustará- Regulus lo mira a los ojos, aunque él no es ese Regulus, parece verlo desde afuera. Potter acaricia el estómago abultado del Regulus en la visión.
-¿Eso crees?- pregunta Regulus mirando a James. Regulus adolescente los mira desde una esquina.
-Sí, claro. La amará, te amará, nos amará- besa la mejilla del otro Regulus. Aún así, el calor inunda su cuerpo, llenándolo de alegría, como si estuviese conectado con el Regulus embarazado.
-¿Vas al trabajo?- pregunta Regulus, suavemente. James, que ahora lleva barba y un par de años más, asiente.
-¿Necesitas que me quede? puedo hablar con papá y faltar hoy- acaricia la mejilla del Regulus mayor.
-No, está bien. Dora vendrá a hacerme compañía.
-Genial- piensa- ¿me quedo tranquilo o me preocupo?- pregunta divertido- ya sabes, Dora.
Regulus ríe y asiente.
-Estaremos bien, estoy protegido por tu magia. Nadie puede hacerme daño.
-Sí, recuérdame reforzar los hechizos alrededor de la finca ¿sí?
-Okey, por ahora pensaré nombres para el bebé.
-Claro, cariño- roba un beso de los labios de Regulus- luego lo discutimos, ¿quieres que traiga algo de regreso?
-Chocolate y helado, por favor.
-Chocolate y helado serán- sonrie ampliamente, ambos Regulus suspiran enamorados. Regulus mayor voltea hacia donde está, frunciendo el ceño.
-¿Escuchaste eso?- pregunta, tomando la varita del bolsillo de su esposo.
-No, ¿qué?- pregunta James, viendo hacia donde su esposo mira. Regulus sabe que es su esposo porque ambos llevan un hermoso anillo de casamiento.
-Escuché algo allí- señala al adolescente, aunque es invisible para los ojos de ambos.
-Me quedaré- afirma James- ¿me acompañas a casa de mis padres? iré a avisarle a papá.
-Sí, claro- asiente Regulus mayor. James lo toma por la cintura y camina hasta la chimenea. Ambos desaparecen.
Volver a la realidad se siente como un baldazo de agua fría, aunque realmente lo es, porque su madre acaba de tirarle el agua sucia en la cabeza y lo está regañando en francés.
Regulus suspira y asiente a todo lo que dice, con miedo de que lo vuelven a encerrar.
-¡Y volverás a Hogwarts solo porque sino sospecharán! pero no quiero que te acerques ni a Potter ni a Sirius ni a Lupin ni a ninguno de esos ¿entendiste? Y de esto ni una palabra a tus estúpidos amigos.
-¿Volveré?- pregunta, la esperanza brilla en sus ojos- ¿cuando?
-El lunes, pero te mantendré vigilado, asi que ya sabes; si te acercas a alguno de ellos, los mataré. Eso incluye a todos los gryffindors y cualquiera que no sea de tu circulo cercano.
Regulus asiente, en slytherin no hace tanto frío como en las mazmorras de casa, tiene cobijas, tiene los chocolates y snacks que le regaló James, tiene a sus amigos y tiene comida. También tiene las clases, que le encantan, ama aprender, ama poder demostrar que él es inteligente. Asi que sí, no importa si no puede acercarse a ellos, ya es suficiente con salir de casa.
-Lo prometo- asiente Regulus. No pondrá en peligro a James ni a Sirius, asi que hará caso, seguirá las instrucciones.
-Muy bien, mejor así. El lunes vuelves asi que, si quieres comer, limpia todo ese desastre, pórtate bien y deja de ser rebelde, ¿oíste?
Regulus asiente.
-Sí, madre- asiente, mientras se deja caer en el piso, agotado.
[...]
Pandora suspira, observando la ropa de Regulus.
-Ay Reggie- sonrie de lado, viendo las antiguas prendas de Sirius, el top y la falda que le regaló James- ¿cuándo lograrás aceptarte a ti mismo?- se lamenta, cerrando el armario. Camina hacia la mesa de luz y abre el primer cajón, que tiene algunas cosas random, entre ellas las fotos de Sirius, que él tomó como propias. El segundo no lo investiga porque ya sabe que tiene y abre el tercero, encontrándose con los regalos que le hizo James- ojalá ambos dejen de ser tan ciegos y acepten el destino antes de que sea tarde.
Luego cierra el cajón y va a desayunar, junto a sus amigos.
[...]
James y Sirius corren por el campo de quidditch, entrenando.
-No es un mal tiempo para un lisiado- se burla James, cuando se detienen. Sirius se sienta en el pasto, intentando recuperar su respiración- descansa, otro día seguimos.
-No, quiero recuperarme para el próximo partido.
-Es a mediados de febrero, hay tiempo.
-Ya casi termina enero, James, esta es la ultima semana- recuerda- slytherin juega contra hufflepuff el fin de semana que viene y luego jugamos nosotros contra el que gane, que conociendo a mi hermano, ganarán las serpientes.
-Sí, Regulus es bueno montando- asiente James, tomando agua. Sirius lo mira mal.
-No lo digas así, suena feo- suspira- sigo preocupado con él a pesar de que sé que seguir las órdenes de madre es lo que él quiere. No sé- mira sus manos- me gustaría que mi hermanito esté conmigo, a salvo, libre.
-Eh hablado con él pero se niega- habla James, sentándose a su lado.
-Lo sé, Regulus siempre fue terco.
-Tu también lo eres, asi que no lo digas así- defiende.
-Oh, ¿ahora defiendes a mi hermano?- eleva una ceja.
-Claro que no- niega con la cabeza- volvamos adentro, está por nevar- señala el cielo y luego se levanta, extendiéndole una mano.
Sirius asiente y toma la mano de James, para levantarse.
-¿Crees que Moony nos guardó algo de desayuno?- pregunta Sirius.
-Seguro sí, ya debe estar en la segunda hora de DCAO.
-Él tiene potencial allí- opina, tomando su bolso- ¿no crees?
-Sí, le encanta.
-Yo creo que debería estudiar para ser profesor, que no se meta en el ministerio como su padre.
-Sí, mis padres siguen contando lo horrible que fue para los Lupin cuando Remus fue mordido.
-Fue culpa de Lyall, ¿no?
-Sí, Hope murió luego, ella también se sentía culpable y no pudo con eso. Luego Lyall conoció a Cygnus, quién fue todo para Remus. Lyall se había convertido en una persona depresiva, muy callado, muy perdido y luego vió la luz en Cygnus, en el crush de su adolescencia.
-Hay que hacerle caso a nuestros sentimientos en la adolescencia dijo tu papá, nunca se sabe si puede ser tu alma gemela.
-Pasaste mucho tiempo con papá Mont- sonrie divertido, mientras entran a Hogwarts.
-Hay que subir a bañarnos, yo canto primero- sonrie Sirius, corriendo escaleras arriba.
-¡No, yo!- se queja James, siguiéndolo.
-Bien- se detiene cansado, esperando a que las escaleras terminen de moverse- juntos entonces- se encoge de hombros.
-¿Dices de bañarme contigo? no, eso es raro.
-Pero si nos hemos bañado juntos un montón de veces, digo, es solo un pene- se encoge de hombros- no me gustarás por verte desnudo.
-No, no. Yo espero.
-¿Qué pasa?- frunce el ceño, caminando a su lado- ¿qué pasó contigo? hace como dos meses que estás así. Seguimos siendo mejores amigos ¿no?
-Si, claro que sí, pero...
-Oh, te gusta alguien- sonrie divertido- y te guardas la intimidad solo para ella, ¿cómo se llama? ¿o volviste con Lovegood como su amante?- bromea.
-¿Eh? ¡no! ¿crees que podría ser amantes de alguien? ¿cómo dormiría en las noches sabiendo que soy una basura de persona que separa parejas?
-Ay, solo bromeaba, James- resopla- eres un exagerado. ¿Quién es la nueva chica?- pregunta y luego dice la contraseña de gryffindor.
-Nadie, en realidad. Pero... ¿por qué asumirías que es una chica?
-Oh... bueno, ¿un chico? ¿cómo se llama?
-No me gusta nadie, ve a bañarte- abre la puerta de la habitación para Sirius, quién frunce el ceño- apúrate porque Minnie nos castigará si nos pasamos de la hora permitida. Quedan quince minutos.
-¿Qué? no terminaré en 15 minutos- se queja Sirius, quitándose la ropa.
-¿Ves como sí?- sonrie James, deshaciéndose de su propia ropa para correr a la ducha y abrir la canilla, mojándose rápidamente y pasándose su shampoo tres en uno por todo el cuerpo.
-Eso no se vale, iba yo- se queja Sirius, apoyándose sobre el marco de la puerta. James lo mira divertido y termina de quitarse la espuma.
Sirius es lindo, comprende por qué a todos le atrae. Su cuerpo es hegemónico y muchos podrían encontrar su personalidad como atrayente, pero para él no es más que un hermano, asi que no le interesa mucho. Piensa que la mejor parte de la buena genética se la llevó Regulus, él si es realmente atractivo para los ojos de James.
Potter toma una toalla y sale de la regadera.
-¿Ves? así- molesta, empujándolo con el hombro.
Black rueda los ojos y camina hacia la ducha, James cierra la puerta del baño y sale en búsqueda de su uniforme.
Luego sale rumbo a DCAO, donde se sienta junto a Remus.
Lupin le extiende el sándwich que trajo para él y le guiña un ojo. James sonrie y lo toma, comiéndolo con hambre.
[...]
-Señor- llama Krecher, Regulus come desesperado las sobras que sus padres dejaron en los platos.
Regulus se limpia la boca con la manga y lo mira.
-Yo no estaba haciendo nada- sonrie de lado, ya está paranoico.
-Prepararé comida para usted- avisa.
Regulus niega con la cabeza una y otra vez.
-Ella te matará- susurra, señalando la pared de la cocina, que exhibe las cabezas de los anteriores elfos de la familia, los que han "desobedecido"
-Usted es mi amo, yo moriré por usted si es necesario, señor Black- hace una reverencia, Regulus ladea la cabeza.
-Pero ese es mi padre, yo solo soy el heredero.
-Usted es una buena persona, usted me trata bien, usted es mi amo- vuelve a inclinarse- haré comida rica y caliente para usted. Por favor vaya a bañarse, ya preparé su baño.
-¿Un baño caliente?- pregunta emocionado, Kreacher asiente, Regulus salta de emoción- ¡un baño caliente!- corre escaleras arriba, tropezándose algunas veces por la debilidad en sus músculos y los hematomas en sus piernas.
[...]
-Señor Potter- llama Dumbledore, el profesor de DCAO.
-¿Sí, señor?- traga el ultimo bocado y mira al profesor, nervioso.
Albus sonrie divertido.
-Me dice que hechizo usamos para protegernos de este- señala.
-Es una maldición imperdonable, señor, es casi imposible protegernos de ellas.
-Exacto, no podemos, para imperius se necesita de una mente muy fuerte y trabajada, para cruciatus a penas podemos reducir un poco el riesgo con los encantamientos defensivos y con avada kedavra es casi imposible.
-La magia del amor puede proteger a una persona contra la maldición de la muerte- se entromete Remus.
-Sí pero el protector moriría, gracias por la acotación, señor Lupin. Se ve que estudió, cinco puntos para gryffindor.
-Gracias, señor.
-Las maldiciones imperdonables los llevarán a Azkaban y directamente hasta la muerte o el beso del dementor. Por eso no deben ser usadas, hay otros métodos de defensa.
-¿Y si es contra alguien que te tiró una antes? ¿puedo usarlas? - pregunta James, sus compañeros voltean a verlo.
-Ambos irían a Azkaban, señor Potter.
-¿Sí pero si es de vida o muerte y la otra persona está torturando a alguien?
-Llame a los aurores.
-Pero si los aurores no sirven para nada, el ministerio está lleno de amiguismos- hace una mueca de asco, todos lo miran sorprendidos, hasta Dumbledore.
-Iría preso igual, señor Potter. En el mejor de los casos, digo, probablemente moriría ante su oponente antes.
James suspira y asiente.
-Gracias, profesor. Era hipotético, ya sabe. Por si hay guerra o algo así- sonrie nervioso.
-No vendrá ninguna guerra, asi que nadie debe preocuparse por esto- señala- solo es el temario, ni siquiera tendremos exámenes de esto. Serán mencionadas en un solo punto, en los finales, pero no más que eso.
Los alumnos asiente y la clase sigue.
Remus mira a James y niega con la cabeza.
-Ni se te ocurra- exige en un susurro- puedes convencerlo de otra forma, les avisaré a los tíos si sigues con esta idea.
James suspira.
-No haré nada, solo estoy aprendiendo.
-Ajá- responde Remus, mirándolo desconfiado.
Sirius aparece por la puerta y camina sigilosamente hasta Peter, sentándose a su lado.
-Hola chicos, ¿alguien me trajo algo para comer?- pregunta, Remus toma el otro sándwich y se lo pasa por debajo del escritorio, Sirius lo toma y sonrie agradecido- eres el mejor Moony, te amo- le guiña un ojo, sonrojándolo. Remus voltea, volviendo a poner su atención a la clase.
-Tiene buen culo- señala Marlene, sentada frente a ellos, volteando para hablarles.
-¿Quién?- pregunta James.
-Dumbledore- responde Marlene.
-Es gay, lo ejercita- sonrie Sirius, desde la mesa de atrás.
-De hecho sí- habla Albus, volteando- ¿por qué no ejercitan ustedes y van los cuatro a detención? El señor Potter por comer en clase, la señorita McKinnon por hablar del cuerpo de un profesor, el señor Black por todo lo anterior y llegar tarde, y el señor Lupin por traer comida al salón.
Los gryffindors se miran y asienten.
-¿Pero puedo terminarme el sándwich?- pregunta Sirius, sonriente- es que tengo hambre.
-Bien- acepta Dumbledore.
[...]
-Mamá, por favor- pide Regulus- ¿puedo terminarme el sándwich?
-No, y deja de llamarme mamá, no eres un niño. Soy madre o señora madre.
-Madre, por favor...- pide, uniendo sus manos- es que tengo hambre, tengo frío, me duele la cabeza, por favor solo déjame comer.
-Deja de quejarte, eres un hombre, sé un hombre y soporta. Te permito terminarte eso pero no saldrá barato, camina con su varita hasta la cocina, buscando al elfo.
-Madre no, por favor- pide Regulus siguiéndola- ten, ten mi sándwich, no lo quiero deja el plato en sus manos y se coloca frente al elfo- no le hagas daño, no le hagas daño- ruega- fue mi culpa, es mi culpa, no volveré a comer, lo prometo- une sus manos, rogándole a su madre.
Walburga lo mira y luego se va, Regulus cae de rodillas al suelo, mirando el anillo en su mano. Le da rabia ¿por qué James puede ser feliz, tener padres amorosos y él no? ¿qué hizo para que le tocara esa horrible familia? ¿es tan malo acaso?
-Lo acompaño a su recamara, amo- pide el elfo, tomando el plato con el sándwich- le llevaré otra jarra de agua y una poción para la fiebre.
Regulus niega con la cabeza.
-Manténgase al margen, no quiero que lo hieran por mi culpa. Es una orden- exige Regulus, levantándose con mucho esfuerzo.
[...]
-Gracias, señor- sonrie James, tomando el plato que le da el elfo- es que nos quedamos con hambre y todavía falta para el almuerzo, usted es muy amable.
-Un placer atenderlo, señor Potter- hace una reverencia y luego desaparece.
-Es solo un elfo- habla Sirius, encogiéndose de hombros- ¿por qué tanta formalidad?
-Es alguien que trabaja para que tengas comida, un ambiente limpio y ropa limpia, sé más amable, en casa lo hacemos nosotros mismos, ¿tratarías así a mis padres?
-Claro que no.
-Entonces piensa en lo que dices, todas las criaturas merecen respeto- deja una galleta entre sus manos, Sirius asiente.
-Sí, lo siento- suspira- las enseñanzas de mi madre siguen ahí, lo siento.
-Está bien, ya aprenderás- asiente- debemos ir al castigo.
-Sí, no lleguemos tarde- asiente, caminando más rápido.
[...]
-Me sorprende que no haya muerto- opina el medimago, tocando la frente de Regulus, quién acaba de desmayarse y Orión llamó al medico de la familia.
-No debe morir, es nuestro heredero.
-Con un par de hechizos y pociones estará mejor, insisto en llevarlo a San Mungo.
-Ya sabe que no, haga lo que tenga que hacer, el dinero no es problema.
El doctor suspira y asiente.
-Recuerde que nos debe favores- susurra Walburga, sonriendo con malicia.
-Sí, señora Black, lo curaré aquí.
-Que quede bien, será nuestro heredero y debe tener hijos.
-Sí, señora Black.
-Siempre siendo tan frágil- resopla Orión- no sé por qué hiciste hombres si iban a parecer mujeres- la mira mal y luego golpea su mejilla- para que aprendas a concebir bien- concluye, bajando las escaleras para ir por una copa.
-Podemos intentarlo, Orión- pide, siguiéndolo- puedo, podemos... ahora.
-Estás vieja, Walburga, ya no sirves para tener hijos. Arregla a ese niño y hazlo un hombre porque el apellido no se puede perder, ¿escuchaste?- habla, sentándose en el sofá.
-Sí, Orión, yo me encargo- asiente y sirve una copa de vino para su esposo-¿qué haremos con el elfo?
-Déjalo, si sigues matando elfos será sospechoso aún para nosotros.
-Sí, tienes razón.
[...]
Domingo.
Regulus pasa todo el día en su cama, recuperándose, sus padres ni siquiera van a verlo, no les interesa.
El único que viene a verlo y traer comida es Kreacher. Regulus pasa todo el día pensando en James, en sus lindos ojos y en su hermoso aroma. También piensa en Sirius, preguntándose como está su hermano, si ya está recuperado y como es su vida en la casa Potter.
"Potter" sonrie ante el apellido "es un lindo apellido" "James Potter" "Potter" "Regulus Potter" habla su mente, mientras se duerme.
James también se duerme pensando en Regulus, emocionado por verlo mañana.