ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 32

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Regulus va caminando junto a su mejor amiga por los jardines de Hogwarts mientras Dora le cuenta algún dato random. Regulus deja de responder, James corriendo por el campo de quidditch es más interesante que de donde viene el color rosa. James está concentrado en correr y saltar los obstáculos que puso en el pasto, va sin remera a pesar del frío y está enfocado en su entrenamiento. Los ojos grises están fijos en Potter, repasando cada detalle. -¿Nos sentamos?- propone Regulus, señalando las gradas. Pandora mira hacia el campus y sonrie. -Sí, ya estoy cansada de caminar- asiente con la cabeza. Regulus mira a James, anoche no lo vio en la cena y hoy no lo vio en el desayuno ni en el almuerzo "¿estará comiendo?" se pregunta Regulus, preocupado. Pero no se acerca, ni hoy ni mañana, simplemente lo observa de lejos. [...] Lunes 27 de febrero de 1978, una semana después de el partido de quidditch. -Que bueno que pasaste el final de quidditch para después de semana santa- habla Sirius, mientras lee sus apuntes. -Sí, así ya estaremos más relajados- asiente James, concentrado en su tarea. -¿Ustedes estudiando?- molesta Lovegood, pasando junto a ellos- va a llover. -Hey cookie ¿cómo va?- pregunta James, sonriente. Regulus los mira desde el sillón en la ventana, muriendo de celos. -Bien, espero a Marlene, tenemos el proyecto de encantamientos juntas- sonrie, abrazando su libro- oh y debo tomar un libro, adiós chicos- saluda, caminando hacia las estanterías. -No sé como la dejaste ir- habla Sirius- es linda y te entiende, debes controlar los celos. -Mira, Moony está besándose con un chico- molesta, señalando a un punto muerto. -¡¿Dónde?!- exclama volteando rápidamente. James se ríe alto y despeina el cabello de Sirius. -¿Celoso yo?- se burla. -Es que... me gusta el chisme, no es porque esté celoso- mira sus manos. -Ajá- sonrie James- y cookie no era para mi, la quiero como una amiga, ella luce muy feliz con Diggory y él la cuida. -Agradece que no estaba cuando le gritaste porque escuché que el capitán de ravenclaw pasó una semana en la enfermería y hasta el día de hoy no se atreve a dirigirle la palabra. -Sí, me hubiese golpeado y tendría razón, fui un imbécil- suspira. -Sí, no comprendo que te sucede, estás... distinto ¿por qué? -Las personas cambian, Sirius. Ya casi cumplo dieciocho y... no sé, estoy un poco desanimado, mis inseguridades están casi siempre a flote y... ya sabes. Sirius se levanta y corre a sentarse a su lado abrazándolo fuerte mientras apoya sus piernas sobre los muslos de James, manteniendo su trasero en el banco. -Te quiero, te quiero, te quiero- recuerda abrazándolo fuerte mientras aprieta la mejilla izquierda de James con su mejilla derecha- eres increíble y el mejor del mundo. James sonrie divertido. -Gracias Pads, hueles a Remus- huele su cabello y lo mira con una ceja arriba. -¿Yo?- tartamudea y luego niega con la cabeza- nada, solo... supongo que lo saludé hoy y se me quedó. -Sirius, admite que estás perdidamente enamorado de Remus. No tiene nada de malo, eres libre ahora de decidir con quién salir. -Pero... es...- suspira- somos amigos ¿y si no le gusto? ¿y si lo arruino? ¿y si arruino la amistad? no quiero perderlo, Remus es importante para mi. -No lo perderás, Pads. Solo dile que lo amas y ya. -No sé si lo amo porque no sé que es amar- suspira, James besa su mejilla y lo abraza fuerte. Regulus rueda los ojos y se levanta, "buscando un libro" cerca de ellos. -Ya aprenderás, amar a alguien es...- suspira- no sé como explicarlo pero lo sabes, sabes cuando amas a alguien- habla James, Regulus los escucha atento. Sirius asiente. -Quizá lo ame- esconde su cara en el pecho de James, mientras Potter acaricia su espalda- y me da miedo. -Tener miedo está bien, Sirius- Regulus mira sus manos, pensando en las palabras de James. -Sí pero... con miedo, ¿cómo?- pregunta su hermano, entre lágrimas. -Hazlo con miedo, pero hazlo- aconseja James- no sabes todo lo que puedes perderte por tener miedo, mejor que salga mal a quedarte estancado en el mismo luga r- insiste, sabiendo que Regulus los está escuchando. No es bobo, lo vio venir a buscar un libro y está bastante cerca. -¿Seguimos hablando de Remus?- frunce el ceño, levantando la cabeza. -Sí, claro- asiente. -Bien- se encoge de hombros- seguiré estudiando, no quiero decepcionar a tus padres. -Ellos nunca se decepcionarían de ti, Pads. Aunque si me matas quizás si- sonrie divertido. -Nunca podría matarte, ¡eres mi Prongs!- exclama, volviendo a abrazarlo fuerte. Regulus rueda los ojos y vuelve a su lugar, sumergiéndose nuevamente en su libro. [...] Jueves 16 de marzo. James fuma apoyado en la pared, mientras ve a los alumnos caminar en el jardín. Regulus lo mira desde lejos, atento a cada cigarrillo que saca de su caja. Ya contó ocho y está preocupado. No puede decir nada y no debe decir nada, asi que solo vuelve su mirada a Barty, escuchando la última cita que tuvo con Evan y como le pidió ser oficialmente novios. -Bien pero no te embaraces, tu padre no lo permitiría y es antinatural. -Regulus no vengas con eso, si pudieras te embarazarías de Potter ahora mismo- sonrie divertido- intentar ser como tu madre no te funciona, eres tu y te gustan los chicos y debes aceptarte a ti mismo. -¿Qué harás cuando tu padre se entere de que sales con Evan?- cambia de tema. -Bueno, madre me apoyará supongo- se encoge de hombros- yo... no puedo decirle que no a mi corazón solo porque mi padre no lo aprueba- correré el riesgo. -¿Por qué? -Porque un mago no puede vivir lejos de su alma gemela, Reg. -¿Cómo sabes que es tu alma gemela? -Lo siento en mi magia, ella se volvió completamente melosa, uniéndose con la de Evan como si ambas danzaran juntas, complementándose perfectamente- sonrie, Regulus se atraganta con su propia saliva, tosiendo- ¿estás bien, Reg? Regulus asiente, buscando nuevamente a James con la mirada. Potter aparta la mirada de él y mira a Peter, que corre hacia él. -Hola Wormy- saluda James- ¿por qué corres? -Nada, nada, no es como que planeamos una fiesta sorpresa o algo así- sonrie nervioso. -No quiero ninguna fiesta, Peter- habla serio, tirando el cigarrillo al suelo y pisándolo. -No, no, nosotros no...- niega con la cabeza. -No quiero ninguna fiesta ¿oíste? cancelen todo, Peter- exige mientras camina de regreso adentro. -Pero prongs, ya casi es la hora- se queja Peter, siguiéndolo. -No quiero, en serio. ¿Sabes qué? me iré a dormir ahora mismo. -Pero son las cinco de la tarde y todavía no cenaste- habla Peter, caminando a su lado. -Sí, no tengo hambre- asiente. Y así lo hace, se hunde en su cama y toca la guitarra hasta las ocho, luego lee su libro de quidditch y a las diez ya se durmió. [...] Viernes -Puedes mentirle a todos James, menos a mi- comienza Remus- ¿qué sucede? ¿por qué aquél fin de semana que quisiste quedarte aquí te caíste? ¿qué sucedió? -Nada, Rem- responde James, moviendo su café con la cuchara. -No haz parado de fumar y eso es malo, James. Nunca fumaste así, no asististe a tu fiesta sorpresa de anoche tampoco, ¡tú! ¡el rey de la fiesta! -Primero, es mala suerte festejar tu cumpleaños antes y segundo, vengo diciéndoles desde hace un mes que realmente no quiero fiesta. -Pero James a ti te encantan las fiestas. -No quiero una. -Cumples 18, prongs. -Cuando cumpla veo si lo festejo con ustedes en casa quizá- se encoge de hombros- pero no quiero ver a doscientas personas, de las cuales conozco a veinte, quiero disfrutarlo este año, quiero estar con mi familia y mis amigos, extraño a Lib, extraño a mis papás y a Ruperto. -¿Quién es Ruperto?- frunce el ceño. -La mascota piedra que tenemos con Libra, actualízate Lupin. Remus suelta una carcajada, divertido. -Mala mía, perdón- James sonrie divertido. -Haz sido perdonado, Remus Lupin- habla con voz graciosa, de aristócrata, esa que usan Walburga y Orión. -Gracias, James Potter- responde de igual forma y ambos sueltan una carcajada, riéndose. -Hola chicos- saluda Sirius, sentándose junto a James, todavía no se declaró a Remus- ¿qué hacen? -Nada, charlábamos de Ruperto. -¡Oh, sí! le pusimos labial rosa, Lib escogió el color. -¿Ves? Ruperto- señala James, Remus niega con la cabeza, divertido. [...] Sábado 18 de marzo. -¿Me pasas la miel, prongs?- pide Sirius, James se la pasa. -¿Te negro con miel?- pregunta Mont, mirando a su nuevo hijo- pensé que preferías el café. -Es la bebida favorita de Regulus- sonrie de lado- y me hace sentir más cerca de él. De hecho yo le daba mi té cada mañana porque a él realmente le gustaba. -¿Kreacher no preparaba otro?- pregunta James. -En casa no se podía repetir- responde Sirius. -Y es obligatorio dejar comida en el plato, para que no piensen que comes demasiado- agrega Alphard, Sirius y James lo miran- pasé 16 años allí, sigue grabado en mi cabeza- asiente- era horrible- niega, recordando a su madre golpearlo en la mano cada vez que tomaba el tenedor. Fleamont lo abraza y besa su mejilla. -Estamos bien- recuerda- ellos ya murieron- besa sus labios- uhm, chocolate- sonrie divertido, sacándole una sonrisa a Alphard. -Eres un bobo- niega divertido. -Sí, pero soy tu bobo y me amas- susurra Fleamont, contra sus labios. -Te amo- asiente, besándolo. Sirius y James los miran con una sonrisa, enternecidos. La magia del amor se siente en el aire. -Giu- habla Libra, interrumpiendo el momento- ¿Hay más galletitas?- pregunta. -Ten, Lib- James le da su galletita. -¡Gracias, eres el mejor!- se para en la silla para besar la mejilla de su hermano. -No puedo creer que tengan 38 años- señala Sirius, charlando con James- se ven de 25. -Mentira, papá ya comienza a tener canas- señala el cabello de Mont -¿Quién?- pregunta Alphard, mirando a su hijo- ¿tengo canas? ¿donde? ¿por qué no me dijiste antes? -Hablo de papá Mont- señala James. -Ah, que susto. -¡Ey! solo tengo tres canas y son gracias a ti, que un día decidiste esconderte por seis horas seguidas, tuvimos que llamar a los aurores, a tus tíos, a tus abuelos, pensamos que los Black te habían secuestrado, luego Alphard casi termina conmigo porque había perdido a nuestro hijo y se me derrumbó la vida en media hora- entrecierra los ojos. -¿Cuando hice eso? -Como a los tres años- responde Alphard- y fui un poco dramático cariño, lo siento- se disculpa con Fleamont otra vez- no podría vivir sin ti, lamento haberte intentado dejar, estaba muy alterado, era mi bebé y tu lo perdiste, yo lo hice dentro mío, estaba desesperado por encontrarlo. Sé que tu también y te sentías culpable pero era... -Sí, lo comprendo, cariño- toma su mano y besa sus nudillos. -No pueden ser tan cursis- sonrie James- yo quiero algo así. -Yo también. La chimenea suena, James y Sirius voltean a ver quien viene.
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