Capítulo 34
20 de julio de 2025, 23:56
Martes.
La lluvia cae con fuerza, mientras Regulus se prepara para la cena con su prometida. Realmente no se encuentra en el reflejo del espejo.
La puerta del baño suena, es su madre tocando fuertemente.
-Ya llegaron, baja ahora mismo- exige la mujer.
Regulus suspira entrecortadamente y sale del baño, bajando las escaleras.
[....]
Sirius sonrie a su reflejo mientras acomoda su cabello.
-Estás hermoso- sonrie Remus.
-¿Tú crees?- pregunta Sirius, volteando a verlo.
-Muy- responde James, acostado en la cama de Sirius mientras juega con un cubo de Rubik, sigue sintiendo esa presión en su pecho, esa que no puede explicar.
Sirius amplia su sonrisa, mirando nuevamente su reflejo, conforme por verse siendo él mismo, con su delineador y brillo labial, con su joyería y la ropa que le gusta.
-¡A comer!- llama Mont abriendo la puerta- ya está la cena, campeones.
-Sí pa, ya vamos- asiente James, levantándose de la cama.
[...]
-Hablen- exige Walburga, mirando a los adolescentes. La madre de la prometida de Regulus asiente y rueda los ojos, ya harta de esperar que interactúen.
-Hola- saluda Regulus, mientras come su tercer bocado.
-Hola-"Necesitamos el dinero de los Black" recuerda la madre de la chica, en su mente- te ves muy bien.
-Gracias, tu también.
-Hemos decidido que hoy mismo harán al próximo heredero de la familia Black- avisa Orion.
-Será la firma de nuestro trato- asiente el padre de la chica.
-Pero padre a penas tengo catorce- se queja la chica, su padre la mira muy mal.
-Dejarás la escuela y la amable familia de tu prometido te acogerá en esta hermosa mansión- sonrie su madre, insistiendo..
-Yo no lo haré- se niega Regulus.
-Walburga, encárgate- exige Orión. Ella asiente, moviendo su varita.
-Imperius- suelta Walburga, haciendo que Regulus camine escaleras arriba, mientras llora, negándose. La madre de la prometida de Regulus hace lo mismo y ambas suben junto a los adolescentes.
-¿Un trago?- propone Orión, caminando hacia su oficina.
-Claro, para celebrar- sonrie el padre de la prometida de Regulus.
[...]
-Maldito niño- se queja Walburga, moviendo su varita- acaba de una vez dentro así puedo ir a dormir- le grita pero no logra nada. Sí, están haciendo los movimientos que sus madres los obligan a hacer con una maldición, pero no puede correrse, su cuerpo no quiere y su mente tampoco.
Regulus solo piensa en un escape, lo que sea.
Walburga se distrae por un momento y Regulus logra zafarse del hechizo, corriendo de la habitación. Walburga lo sigue, pero Regulus ya bajó las escaleras y salió por la puerta principal, corriendo debajo de la lluvia y lleno de baba de su prometida en los lugares donde no le gustaría que esté, corre lejos, lo más rápido que puede mientras llora.
La lluvia lo moja integro y el viento está helado, pero él solo piensa en correr, en buscar un refugio, el primer instinto del ser humano.
No sabe hacia donde va, su magia lo lleva, asi que él solo corre, confiando en su magia.
Dé repente aparece frente a la entrada de la finca Potter, se detiene por un momento, recordando que su madre matará a James y a Sirius si se junta con ellos, pero el asco de si mismo y el pánico de que le hagan repetir esa horrible escena lo lleva a escalar por las rejas y meterse allí.
Dentro del terreno, a pesar de que está mojado, triste, asqueado y todas las emociones que siente, su magia se relaja, sintiendo la magia protectora de los Potter. Regulus camina hacia la puerta y toca, esperando que alguien le abra, porque es tarde son casi las dos de la mañana.
-¿Quién puede ser a esta hora?- pregunta una voz dentro, Regulus mira hacia atrás impaciente..
-Toma tu varita- exige otra voz.
Fleamont abre la puerta.
-¿Sirius?- pregunta Fleamont, mirando al menor de los Black- ¿no estabas en la cama?
James, que viene del baño, con un cepillo de dientes en la boca, mira a Regulus.
-¿Regulus?- pregunta James, preocupado por su apariencia. La voz de Potter llamándolo es todo lo que necesita para correr a sus brazos, todavía llorando desconsoladamente.
James tira el cepillo de dientes al piso y lo sostiene firmemente.
-Reg- llama James- ¿por qué lloras? ¿que pasó?- pregunta preocupado.
Regulus no habla, solo llora, escondiendo su cabeza en el cuello de James.
-Regulus, ¿quieres bañarte, cariño?- pregunta Alphard, tocando su espalda
-Déjame, no me toque por favor, no me toque- pide Regulus- no me toque, no me toque- pide entre lágrimas.
-Regulus- llama Fleamont- ¿vamos a San Mungo?- intenta solucionar, Regulus niega con la cabeza y se mantiene entre los brazos de James
-¿Por qué no te sientas con él, James?- pide Alphard- así se calma, iré por una toalla, Mont- habla, mirando a su esposo. Fleamont asiente y sale por la puerta, para asegurar los hechizos de protección al terreno.
Alphard trae una toalla y la coloca sobre los hombros de Regulus, luego se asoma a ver como va su esposo con los hechizos de protección.
Luego ambos entran por la puerta y se van a la cocina, dándoles privacidad.
Veinte minutos después, Regulus sigue llorando, sin explicarse.
-Bonito- llama James- necesito saber que sucede, por favor- Regulus niega con la cabeza. James suspira- bueno pero debes bañarte y ponerte ropa seca, porque te enfermarás- Regulus niega con la cabeza- Regulus, hablo en serio- habla con su tono firme. Regulus asiente, su cuerpo y magia responden a James- bien, vamos, te prepararé un baño.
Regulus se niega a soltarlo, asi que lo lleva, subiendo las escaleras con Regulus entre sus brazos.
James abre la canilla de la bañera de su baño y se sienta en el borde, con Regulus sobre él, a esperar que se llene.
-Debes soltarme si vas a bañarte, debes bañarte porque te refriarás.
Regulus baja la mirada, humillado y asiente.
-Okey- susurra con voz rota.
-Iré a buscarte ropa, la dejaré sobre mi cama, ¿sí?- pregunta, acariciando su mejilla. Regulus asiente, todavía llorando- realmente quiero saber que te pasa, Regulus- Regulus niega con la cabeza y mira la tina, llenándose-Bien- suspira- iré a buscar toallas y los productos para el pelo que usa papá.
-Gracias- susurra Regulus, sin levantar la mirada.
James vuelve al minuto, dejando los productos y dos toallas para Regulus.
-Dejaré tu ropa sobre mi cama, ¿okey?- Regulus asiente.
-Muchas gracias, James- agradece, parece ido, parece traumado, asi que James no sigue insistiendo, solo sale del baño, cierra la puerta y va a la habitación de Sirius por un pijama y ropa interior.
Sirius duerme profundamente, abrazado a Remus.
James los mira, sintiendo la magia del amor allí, toma lo que busca y se va, dejando la ropa sobre su cama y bajando las escaleras.
-¿Dijo algo?- pregunta Alphard, preocupado.
James niega con la cabeza.
-Seguro fue Walburga- habla Fleamont, negando con la cabeza.
-Debe haber sido muy grave para que él venga a nosotros.
-¿Estaba golpeado?
-Solo algunos moretones en la cara y brazos, pero no, hay algo más- suspira preocupado, dejándose caer en la silla junto a Fleamont y esconde la cabeza entre sus manos.
-¿Hasta donde podría llegar Walburga?- pregunta Fleamont, mirando a su esposo.
-Muy lejos- responde Alphard, James levanta la cabeza, mirándolo
-¿Qué tan lejos?- pregunta James.
-Cualquier cosa por la sangre y el dinero.
James aprieta los dientes y golpea la mesa con los puños, imaginándose lo peor.
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Hola mi gente, diganme que opinan del cap, es fuerte i know pero unx de ustedes me dió la idea en comentario de wattpad y me debo a mi publico xd.