Capítulo 55
20 de julio de 2025, 23:56
James trota junto a su equipo, entrenando.
-Estoy un poco cansada- se queja Marlene, hablando con Frank.
-Baja el ritmo- aconseja- pero no digas nada, me dio miedo James siendo poco estricto con los entrenamientos.
Un trueno se escucha, James a penas lo nota, concentrando en entrenar, quiere ganar el partido. Comienza a llover, pero James no se detiene, solo toma su varita y hechiza el campus, un techo invisible detiene la lluvia. Los gryffindor's siguen corriendo.
-Ya, James- se queja Marlene, mirándolo.
-Solo quedan dos minutos, vamos- exige Potter, su mente se calla cuando entrena y adora eso.
-JAMES- grita Regulus corriendo debajo de la lluvia hasta llegar a él y tirarse a sus brazos.
-¿Qué pasó, Reggie?- pregunta, deteniéndose. Los leones se detienen, agradecidos de que Potter esté distraído.
-La tormenta, yo estaba...- señala Hogwarts- y un trueno y, y- tartamudea, llorando desconsoladamente.
-Terminamos por hoy- James concluye el entrenamiento.
-Gracias Merlín por escuchar mis plegarias- agradece Marlene, dejándose caer en el piso- debería ser ilegal entrenar con James mientras estoy en mi segundo día de período.
-¿Por qué no lo dijiste antes?- pregunta Frank- James te dejaría faltar.
-Reg- llama Sirius, acercándose a ellos- ¿puedo ayudarte?- pregunta suavemente. Regulus niega con la cabeza, Sirius suspira triste.
-Yo me encargo- afirma James, tomando a Regulus en brazos- ¿me llevas el bolso?- pide, mirando a su mejor amigo, Sirius asiente y los observa alejarse.
-Estás conmigo- recuerda James, haciendo el hechizo de paraguas para pasar del jardín a Hogwarts, sosteniendo a Regulus con un solo brazo, como si fuese de papel- nadie te hará daño- repite- estamos caminando de regreso a Hogwarts, mira, un sapito- trata de distraerlo, pero Regulus llora, sin escucharlo- ¿a tu habitación o a la mía?- pregunta Potter suavemente.
-Evan y Barty tenían una cita- responde entre lágrimas- no quiero ver eso.
James sonrie divertido.
-Sí, yo tampoco- entra a Hogwarts y baja su varita, guardándola en el bolsillo trasero de Regulus, que es lo más a mano que tiene.
-No quiero que mueras- habla Regulus. Las manos de Potter se ajustan en su trasero, afirmando su agarre.
-No moriré- promete, besando su cabeza- estoy aquí para tí. Estás conmigo ahora, yo te cuido. Nadie te hará daño, no me pasará nada- recuerda nuevamente mientras camina hacia gryffindor. Ambos se mantienen en silencio, mientras Regulus sigue tratando de calmarse y olvidar la imagen de James muerto bajo la lluvia, junto con sus otros traumas. Potter pronuncia la contraseña "limón" y entra a gryffindor, los leones presentes lo observan, Regulus lleva el suéter de slytherin, asi que son colores que llaman la atención en la sala común de los leones. Potter no dice nada, solo sube las escaleras, rumbo a su habitación.
Allí no hay nadie, asi que James suspira agradecido, quiere que Regulus se sienta cómodo.
Se tira en la cama, aún con Regulus entre sus brazos y se quedan allí un rato. Black hunde su cara en el pecho de Potter, escuchando los latidos de su vivo corazón, eso logra calmarlo. La lluvia cesó, eso lo ayuda muchísimo.
-Hueles horrible- habla luego de una hora, ya solo quedan lágrimas en sus mejillas.
-Es que estuve entrenando, bonito- explica.
-Báñate- pide Black, soltándose de su agarre.
-Claro, ahora mismo- se levanta.
-¿Me acompañas a slytherin primero?- pide. James asiente, escuchando que ya no llueve, asi que... solo se levanta- ¿tus amigos?
-Ya deben haber terminado su cita, Evan se mantiene estricto a sus horarios y ahora tiene que ir a un club de tejido que se inventó Dora- responde Regulus, mirando sus manos, James le extiende una mano, levantándolo de su cama.
-¿Te llevo?- pregunta, colocando sus manos en la cintura de Black. Regulus levanta su triste mirada gris y niega con la cabeza.
-Caminaré- habla, luego salen de la habitación de James, bajo la mirada de los leones
[...]
Hora de la cena.
James observa a Regulus revolver su comida, Black a penas escucha las conversaciones de sus amigos, que quieren incluirlo. Potter, luego de un rato de no observarlo revolver la comida y no cenar, se levanta y camina hacia la mesa de slytherin, sentándose junto a Regulus.
-Hey- susurra Potter en su oído, bajo la mirada de todas las serpientes. Regulus levanta la cabeza, mirándolo a los ojos.
-¿Qué haces aquí?- pregunta, observando a su alrededor, no solo las serpientes los miran, todo el gran comedor los mira.
-¿No puedo sentarme aquí?- eleva el tono de voz, mirando a los alumnos y profesores.
Sirius frunce el ceño, mirándolos.
Lovegood observa que todos los miran, asi que decide captar la atención, a pesar que no le gusta. Se levanta de la mesa de ravenclaw y se tira al piso.
-Auch, auch- se queja, los alumnos la rodean- ella me puso el pie- señala a la slytherin que anteriormente discutió con Regulus- profesor Dumbledore- llama, el hombre, que ya iba llegando la mira- fue ella, se lo juro- se fuerza a sí misma a llorar.
-¡Yo no hice nada!- se defiende la slytherin, elevando las manos.
-Claro que sí- asiente la chica- siempre hace problemas, como cuando molestó a Black y luego se hizo la víctima, ¡yo la vi!
-Esta vez no hice nada, se lo juro, señor.
-Lo discutiremos en mi oficina, necesito a los jefes de slytherin y ravenclaw- llama Albus, los profesores se levantan de inmediato y lo siguen. Minerva queda a cargo de los niños.
La ravenclaw, antes de irse mira a James y a Regulus, quienes notan el destello de complicidad en su mirada. Regulus asiente, comprendiendo lo que acaba de hacer.
La atención ya no está en ellos, asi que, una vez que los profesores y las alumnas implicadas salen del gran comedor; los presentes siguen charlando y riendo, como si nada.
-Eres estúpidamente valiente-Regulus cambia de tema, negando con la cabeza- esto será un escándalo mañana.
-¿Por qué?- pregunta James, en el mismo tono de voz.
-Porque... que yo me siente en gryffindor se puede justificar por mi hermano, pero que vengas aquí... mañana me llamarán zorra- suspira, recordando las palabras de aquella chica.
-Tu dime quién lo dijo y no volverá a hablar en su vida- responde Potter, alejando el plato con comida fría y sirviéndole comida nueva a Regulus- come un poco, anda- pide dulcemente, mientras coloca su mano en el muslo derecho de Black.
-No golpees a nadie, James Potter- exige, mirándolo serio.
-Quizá lo haga, quizá no lo haga- se encoge de hombros- pero tu debes cenar, aunque sea un poco, hasta llenarte ¿sí?- pide suavemente, mirándolo a los ojos.
Regulus asiente y toma el tenedor, enrollando algunos espaguetis y llevándoselos a la boca.
James sonrie, orgulloso de él.
-Potter- llama Barty. Evan cubre su boca.
-¿Cómo van los entrenamientos?- completa Rosier, sintiendo la lengua de su novio chupar su mano.
-Oh bien, ¿ustedes?- responde James moviendo su mano para acariciar el muslo de Regulus.
-Bien- responde Evan.
-Les ganaremos- acota Dorcas, competitivamente.
-Eso se verá cuando juguemos- calma Evan- pero el equipo de James es un buen rival- asiente, busca paz en la mesa y no llamar la atención, Regulus se ve triste y decaído.
Barty muerde su mano y Evan la aleja, frunciendo el ceño.
-Gracias, ustedes también son un gran rival- responde Potter.
-El partido en el que ganaron solo por tus anotaciones fue legendario- sigue la conversación Dorcas, comprendiendo que no es el momento para discutir.
-Costó bastante- sonrie James, tomando el plato frío que alejó de Regulus y moviendo su mano libre para calentarlo, logrando hechizarlo sin varita.
Los slytherins lo observan, sorprendidos.
-Wow, tu lograste calentar la comida sin varita- habla Pandora, acercándose al plato, para inspeccionar la comida.
-Si, hechizos básicos-se encoge de hombros.
-¿Con qué entrenas?- pregunta Evan, volviendo al tema de conversación anterior luego de unos minutos de silencio. Barty sonrie divertido y va a soltar algún comentario fuera de lugar, pero Rosier aprieta su cintura con fuerza, callándolo.
-¿Pesas? tengo una marca que me gusta, hacen pesas muy buenas. Es en Londres muggle pero no recuerdo la calle.
-¿Como haces para ser siempre tan activo?- pregunta Dorcas, mirándolo.
Barty se muerde el labio, tratando de no hablar sobre "ser activo"
-Siempre lo fui, desde pequeño- responde Potter, Regulus cena, distraído por la conversación, asi que come más de seis bocados, tranquilo de ver la buena relación entre sus amigos y James tengo campo asi que, siempre ayudé a papá, cuidamos el ganado, lo alimentamos, hacemos la cosecha...- se encoge de hombros- y luego cabalgamos.
-A Reggie le encanta cabalgar- suelta Barty, Evan rueda los ojos. Regulus lo mira mal.
-Sí, hacía equitación, como Sirius- resuelve James, buscando una buena intención en sus palabras- es muy normal, mi papá también hacía equitación de joven.
-¿Es desubicado si pregunto que se siente tener dos papás?- pregunta Dorcas, curiosa.
-No, está bien- asiente James- ellos son los mejores del mundo, son muy cariñosos y divertidos. Puedo hablar de lo que sea con ellos y contar siempre con que estarán en cada paso que de.
-Que cursi- opina Barty.
-Un poco- sonrie James divertido mientras se lleva el tenedor a la boca, mastica y traga- tienen una relación muy linda, mi meta en la vida es tener algo como lo de ellos.
Regulus lo mira, mientras sus ojos brillan.
-Tienes una hermana ¿no?- pregunta Evan.
-Sí, Libra. Tiene seis.
-Oh, recuerdo a Dora cuando teníamos seis- sonrie Evan. La conversación fluye, integrando a James mientras charlan, para que Regulus se sienta cómodo.
[...]
-Él no es tan bobo como pensé- opina Barty, mientras se quita la camisa- definitivamente te entiendo, Reggie- sonrie divertido- siempre te gustó lo dulce.
-Tu comes limón como si fuese una fruta, asi que no me puedes juzgar, demente- sonrie divertido, mientras lee un libro.
-No me refería a eso pero tienes razón, prefiero lo amargo. Aunque el limón se vuelve dulce cuando te acostumbras.
-Dijo nadie nunca- responde Black.
-Hablo en metáforas- rueda los ojos Crouch.
-Déjale eso a Dora que le sale mejor- bosteza, dejando el libro en la mesa de luz.
-Cher- llama Evan desde el baño- ya está calentito aquí, ven a bañarte conmigo.
Barty abre el cajón de Evan y toma un condón antes de quitarse el boxer y caminar desnudo al baño.
-HECHIZO- recuerda Regulus en un grito. Escucha la voz de Evan pronunciar el hechizo silenciador y suspira tranquilo, abrazándose al peluche que le regaló James.
[...]
Regulus despierta por un trueno que suena muy fuerte, su mente corre a la imagen de James muerto y sale corriendo de la habitación, mientras las lágrimas caen por sus ojos. Mientras corre a gryffindor, los recuerdos de él corriendo semidesnudo debajo de la lluvia lo inundan, deteniendo su respiración.
Black se detiene en seco, cansado. Pero la voz de su madre retumban en su cabeza, tan alto que voltea a ver si está allí "lo mataré" "si él muere tu volverás" "él morirá" esto lo impulsa a correr nuevamente, llegando a gryffindor y exclamando la contraseña antes de correr a la habitación donde estuvo esta tarde. Sigue medio dormido, asi que a penas puede diferenciar lo que hay a su alrededor.
James duerme en ropa interior. Regulus lo observa y se acerca, moviéndolo.
-James- susurra entre lágrimas, Potter abre los ojos, sintiendo gotas caer sobre sus mejillas- estás vivo, gracias a merlín- susurra.
-Reg, cariño- susurra James- ¿qué sucede, bonito?- pregunta, abrazándolo. Regulus no responde, solo solloza contra su pecho- oh, está lloviendo- escucha, una vez que se despierta un poco más- estoy aquí, no me pasó nada, no te pasará nada- promete- estoy contigo, estamos juntos. Regulus enreda sus piernas con las de James, buscando estar lo más cerca posible de Potter, porque su magia lo hace sentir seguro.
-Escuché su voz en mi cabeza tan fuerte que pensé que estaba aquí- comenta, mientras llora desconsoladamente.
-Ella no puede entrar aquí, Dumbledore lo prohibió. Igual ella no puede hacernos daño- recuerda James.
[...]
-No los despiertes Sirius- susurra Remus.
-Es hora de ir a clase, ¡y están durmiendo juntos! ¡James no lleva ropa!
-Siempre duerme en ropa interior, cariño. No es nada raro.
-Espero que no haya hecho nada, porque lo golpearé.
-Estoy seguro de que no, conocemos a James, Sirius. Él no se aprovecharía de tu hermano- Sirius mira el suelo, buscando alguna señal -¿qué haces?
-Nada, solo...- suspira.
-Estás muy alterado, cariño- toca su frente- ¿te sientes enfermo?
-Me enferma no poder ayudar a mi hermano, me enferma no poder abrazarlo. Eso me enferma- estornuda.
-Seguro tomaste frío ayer en el entrenamiento- suspira Remus- te llevaré a la enfermería, vamos.
-No, no- niega Sirius- quiero saber que le pasó a mi hermano, esperaré hasta que se despierten.
-Pero tenemos clases, bebé- besa sus labios.
-Con más razón deben levantarse.
-Anoche llovió, seguramente Regulus tuvo un episodio y James lo ayudó a calmarse. Tu realmente sabes que James nunca se sobrepasaría.
-Es que yo... me siento reemplazado, Moony. Por mi hermano con mi mejor amigo y con mi mejor amigo por mi hermano. Antes era yo el que me pasaba a la cama de James cuando tenía miedo, antes era yo el que abrazaba a Regulus cuando llovía.
-Sirius, cariño- suspira, abrazándolo, mientras Black llora en su pecho- la magia de James lo hace sentir seguro por el pacto.
-Es que no creo ser suficiente- solloza, odiándose a sí mismo- si es del lado de Regulus, ¿por qué James está tan pegado a él?
-¿Prefieres que James ignore a Regulus y llore solo, se haga daño y... termine en algo feo?- Sirius niega con la cabeza, asustado.
-No digas esas cosas nunca más.
-Si no tiene el espacio seguro que le permite llorar y puede calmarlo, se rendirá, tu sabes de eso- besa su frente.
-Sí, lo sé- asiente Sirius- soy egoísta, no quise compartir con mi hermano- se queja, abrazándose a sí mismo para pasar sus uñas en su propia piel, en señal de castigo- soy el peor hermano del mundo, y el peor mejor amigo y probablemente también el peor novio- llora desconsoladamente, mientras Remus lo abraza con fuerza. Los ojos de Lupin se llenan de lágrimas, sintiendo la angustia de su novio.
-No digas eso, cariño- pide entre lágrimas, mientras besa su cabeza- y abrázame por favor, no te hagas daño. Y eres un gran hermano, el mejor amigo del mundo y el mejor novio del universo. Sirius, te amo, realmente eres la mejor persona que conozco y no puedo esperar para pasar el resto de mi vida contigo, junto a ti. Casarme contigo, tener hijos juntos- suspira enamorado- ¿te imaginas a un mini Sirius corriendo con su pequeños rulos por toda la casa?
Sirius sonrie entre lágrimas.
-Probablemente esté haciendo una travesura- se lo imagina- con tus ojos, tu bella sonrisa y mi cabello.
-Pido a Merlín que él salga con tus hermosos ojos grises- susurra Remus, besando sus labios.
-Hagámoslo- pide Sirius- puedo aguantar dos meses aquí, hagamos uno.
-No cariño- suspira, besando sus labios- debemos conseguir una linda finca, que nos guste a ambos, el auto y hay que trabajar mucho para poder darle todo lo que necesita.
-Pero Moony...- hace un puchero.
-Esta ocasión no caeré ante los ojos de cachorro y el puchero, cariño- besa sus labios.
-Entonces practiquemos- mete su mano entre los pantalones de Lupin, tomándolo por sorpresa- así sale muy muy lindo.
Remus suspira, sintiendo la mano fría de su novio tocar la punta de su pene, erizándole la piel.
-Tenemos clase- recuerda, el calor inunda su cuerpo y su sangre baja hacia allí.
-Igual deberás bajar eso- sonrie ampliamente, quitando su mano.
Remus lo toma por la cintura y lo tira a su cama, cerrando las cortinas. Sirius mueve su varita, pronunciando un hechizo silenciador.
[...]
Regulus despierta por la luz del sol. James lo abraza firmemente, con su cabeza apoyada en el pecho de Black y sus manos aferradas a su espalda baja, una más cerca de la cintura y otra sobre su trasero.
-James- llama Regulus, moviéndolo suavemente.
-¿Uhm?- pregunta Potter, deslizando su nariz a hasta el cuello de Black, para llenarse del exquisito aroma.
-Tenemos clase- recuerda Regulus, alterado.
-Probablemente las perdimos- responde medio dormido- luego hablaré con Minnie y nos hará una justificación.
-¿Y por qué mi hermano y Lupin siguen aquí?- pregunta Regulus, observando el cabello de su hermano por una abertura entre las cortinas, James frunce el ceño y se levanta, abriendo las cortinas de la cama de Remus. Sirius duerme sobre Remus, ambos desnudos. Regulus abre los ojos grande.
-Ellos sí tendrán problemas- señala James, divertido y estira su mano, empujando el hombro de Sirius- ey- llama.
-Mhm, estoy cansado, si vas a empujarme que sea contra la pared, Moony- responde Sirius, entre sueños.
Regulus hace una mueca de asco.
-¡CHICOS! ¡MINNIE VIENE!- grita Peter, abriendo la puerta. Sirius y Remus se levantan rápidamente, aún dormidos, buscan la ropa para cambiarse. Regulus abre los ojos grande al ver a su cuñado completamente desnudo.
-Ey- llama James, chasqueando los dedos frente a los ojos de Regulus, celoso- la vista aquí- se señala a sí mismo.
-Oh, ¿te miro a ti semidesnudo?- pregunta, señalándolo. James baja la mirada y susurra en español quejándose por los procesos naturales de su cuerpo y va al baño a orinar, no sin antes tomar ropa.
-Señores Potter, Black y Lupin-llega McGonagall y los mira. Remus y Sirius a penas pudieron vestirse, colocándose el pijama.
-Nos quedamos dormidos, profesora- bosteza Sirius, mirándola.
Minerva inspecciona el lugar, observando los uniformes en el piso, un lubricante sobre la cama y un condón usado.
-Hay reglas claras sobre mantener relaciones sexuales en la escuela, señores. Y está prohibido- aclara.
-Nosotros no...- niega Sirius, sonrojándose.
-No nací ayer, señor Black y debería bañarse antes de presentarse frente a una profesora. Sirius se mira al espejo, tiene semen seco en la comisura de sus labios y el cabello más desordenado que nunca.
James sale del baño y los observa.
-Les quitaré puntos, llamaré a sus padres y tendrán un castigo.
-¡No!- pide Sirius, uniendo sus manos- no moleste a los señores Potter, por favor. Ya hacen demasiado por mi.
-No te dirán mucho- habla James- como si ellos no lo hicieran- se encoge de hombros.
-Sí pero son las reglas de la institución- señala Regulus.
-Mira, no me hagas hablar- amenaza Sirius, mirando a su hermano, quién se encoge en su lugar, sabiendo que Sirius estuvo con Barty también, asi que quizá sabe.
-Señor Potter, señor Black- mira a James y a Regulus- ¿por qué no asistieron a clases?- mira la cama de James, que luce normal.
-Le temo a las tormentas- habla Regulus- ¿los señores Potter le comentaron un poco sobre mi?
-Me temo que no se demasiado, señor Black- habla la profesora, caminando hacia él al ver sus ojos rojos- ¿quiere contarme?- pregunta. Regulus asiente- ¿quiere acompañarme?
-Solo si viene James- responde el menor de los Black.
-Claro, el señor Potter adora venir a mi oficina- sonrie divertida. James toma la mano de Regulus y ambos salen de allí.
[...]
-Ella no nos castigó- habla Regulus, mientras almuerza en el gran comedor, es tarde pero McGonagall pidió que le sirvan comida.
-¿Y por qué a nosotros sí?- se queja Sirius.
-Porque fue por la salud de Regulus, Sirius-habla James, cansado- no compares tu caso con el nuestro porque es obvio que los castigarán, además Minnie ha recibido quejas de tus gemidos y no ha dicho nada para no incomodarte.
-¿Cómo sabes?- pregunta Black.
-¿Recuerdas quien era mi novia?- sonrie divertido.
-Mierda, siempre tiene todo el chisme- se queja Sirius, tomando de su vaso de agua.
-Sí, no sé como se entera- se encoge de hombros.
-Espero que no llamen a tus papás- habla Sirius- me moriría de verguenza y realmente ya lo molesto mucho quedándome en tu casa.
-No tengas verguenza, es solo sexo- James se encoge de hombros mientras come un poco de puré- aunque no creo que los llamen, Minnie nos tiene mucho cariño y tu prácticamente le rogaste que no los llame- piensa- tampoco es la muerte de nadie- mueve el tenedor, despreocupado. De parte de mis padres y mis tíos no obtendrán un gran castigo.
-Claro que no pero escucharé dos veces más la charla y ya me harté de escucharla- suspira cansado.
-¿Qué charla?- pregunta Regulus, distraído.
-Sobre sexo, Reg- responde James, Regulus se atraganta con la comida, tosiendo el pedazo de carne- toma agua- pide James preocupado mientras palmea su espalda- ¿qué pasó?
-El señor pulcro no habla de sexo- habla Sirius, de mal humor.
-Solo no estoy acostumbrado- responde Regulus, tomando otro trago de agua- y eso fue muy brusco- golpea el hombro de James.
James sonrie divertido y aprieta su muslo, debajo de la mesa.
-No me siento bien- habla Sirius, dejando el tenedor y tocándose la cabeza.
-Sí, te ves enfermo, ¿qué pasó?- pregunta James.
-El entrenamiento de ayer, James Potter- regaña Remus- tomó frío ¡¿quién mierda entrena con lluvia, bobo?!- lo mira mal, sentando a Sirius sobre sus piernas.
-¡No le grites, Lupin!- exige Regulus mirando mal a Remus.
Los gryffindors se quedan en silencio, sorprendidos por ver a Regulus defender a James tan genuinamente.
-Es mi primo, no te preocupes- habla James, acariciando su muslo- yo también le grito y lo llamo bobo- calma y mira a Sirius, que está de espaldas a ellos, entonces aprovecha y besa la mejilla de Regulus- solo es Remus y su mal humor, ya sabes.
-Claro que va a tener mal humor, la luna llena está próxima y es un hombre lobo- señala el menor de los Black, obvio- pero eso no le da derecho a gritarte.
Los gryffindors se miran entre sí, sorprendidos.