Capítulo 60
20 de julio de 2025, 23:56
-James, ¿todo está bien?- pregunta Fleamont entrando a la casa.
-Sí, Regulus se cortó mientras cortaba tomate- explica, caminando hacia él- terminaré la leña- ambos salen de la casa, caminando hacia la leña.
-Oye hijo- suspira Mont deteniéndose- creo que fui muy duro contigo, yo... pasamos una noche muy fea y estaba muy preocupado por ustedes. Sé con certeza que cuidas bien de Regulus pero tu también debes cuidarte, te amamos y no queremos que te pase nada, que les pase nada.
-Lo sé, pa-asiente James- sé que quieres que aprenda, que sea un buen hombre, yo... solo nos dormimos, te lo prometo.
-Lo sé, cariño. Sé que eres responsable y...- voltea a ver hacia la casa, donde Regulus los mira desde el pórtico- él confía en ti, al igual que yo.
James sonrie y lo abraza.
-Gracias papá.
-Bien, ahora dime por qué tienes tantas ojeras si te quedaste dormido- señala su cara.
-Ay papá, no comiences con eso- sonrie divertido, tomando un gran tronco entre sus brazos.
-Es la típica, "fuimos a cenar" y vuelves con un hambre atroz o "fuimos al cine" y vuelves con el cabello mojado. Me sé las técnicas, James Potter- bromea, codeándolo.
James ríe y niega con la cabeza.
-No te preocupes, no es ninguna técnica. Serás el primero al que le pida consejo cuando lo necesite y lo sabes, confío mucho en ti- deja el tronco.
Fleamont lo abraza.
-Lo sé, campeón- suspira- lo sé. Pero, deberás pensarlo un poco porque- saca su varita y le tira agua- podría salir con eso- sonrie divertido.
James y Fleamont corren tirándose agua con magia, mientras Regulus los observa con una sonrisa en el rostro, apoyado contra la columna del pórtico. Realmente envidia la relación padre e hijo que tienen.
Dé repente Fleamont y James se convierten en una versión adolescente del niño ese tal... Harry y James adulto, corriendo y riendo de la misma forma.
Regulus parpadea varias veces, intentando volver a la realidad.
-El tiempo es relativo pero el amor no- susurra una voz conocida, la misma que lo trajo a tierra ayer en el campo- abre los ojos, Regulus. ¡Abrelos!
Black vuelve en si mismo, mientras Charlus lo observa.
-¿Te sientes bien, querido?- pregunta el abuelo de James.
-Sí, señor Potter. Buen día- responde Regulus, observando a James y a Fleamont por última vez antes de entrar.
-Wow esto es increíble- habla Dorea, mirando uno de sus cuadros sobre la mesa- ¿quién es la niña con el color de cabello de James cuando era pequeño?
Regulus frunce el ceño.
-¿Ese era el color de cabello de James?- pregunta.
-Sí, luego se oscureció pero sí, ¿cómo estás, querido? buen día.
-Buen día, señora Potter- saluda de regreso.
-¿Tu pintaste esto?- pregunta.
-Sí- suspira- ambos.
-Oh este es el campo en el que James quiere construir su finca- habla Alphard llegando al living.
-Le queda mucho por terminar, a pena estoy en los colores base, yo... lamento que haya visto eso- se lamenta, tomando el lienzo.
-No, está realmente hermoso. ¿Y esa niña? se parece a ti- sonrie Alphard, mirando a la pequeña niña- la nariz de los Black- señala.
-Sí- se encoge de hombros- solo la pinté, la vi en mi mente y la pinté.
-Bueno, es hermosa y el cuadro es precioso, quizá puedas tomar clases de arte si quieres y cuando tengas tiempo- propone Alphard.
-Eso sería increíble señor, me encantaría- sonrie Regulus emocionado.
[...]
Regulus sube las escaleras perezosamente mientras bosteza.
-Ey- lo alcanza James, subiendo el bolso de Regulus.
-Hola- sonrie, caminando escaleras arriba.
-¿Te gustó la comida?- pregunta, siguiéndolo a su habitación.
-Sí, estuvo exquisita- sonrie Regulus.
-¿Dormirás un rato?- pregunta James, mientras Black abre la puerta de su habitación, dándole permiso de entrar.
-Me gustaría, sí- asiente- aunque primero me quiero bañar.
-Sí, yo también- deja el bolso en el piso- iré a bañarme y... si me necesitas llámame, ya sabes- se rasca la nuca.
-Ven a dormir conmigo- suelta Regulus.
-Claro, volveré de inmediato- sonrie James, saliendo de la habitación.
[...]
-Oye Reg- llama James, entrando en la habitación, Regulus lleva el pijama rosa, hace calor, asi que se puso el pijama corto.
En los blancos muslos de Regulus resaltan heridas, las mismas que lleva en los brazos. Regulus abre los ojos grande y toma la bata, colocándosela.
-¡¿No sabes tocar?!- se queja, exasperado- ¡vete!
-Lo siento mucho, tienes razón- suspira James y sale de la habitación, dejando la crema para el sarpullido en la mesa de luz de Regulus.
Black camina de un lado a otro, pensando en qué hacer, como explicar sus heridas y... tiene verguenza.
Cuando logra callar un poco a su cabeza toma la pequeña caja que James dejó en la mesa de luz.
"Crema para el sarpullido facial, piel sensible" lee en el empaque, junto a un nombre científico.
Regulus suspira y se deja caer en la cama, sentándose. Luego de un rato se cambia el pijama por uno largo y se coloca la crema en la mejilla. Sale de su habitación y camina hacia la del mayor.
-James- llama, tocando la puerta de Potter.
-Pasa- responde, el pelinegro entra y cierra la puerta. James está sentado en la cama, con las piernas abiertas, apoyando los codos en las rodillas y la cara en las manos, en posición pensativa.
-Yo...- comienza Regulus, sin saber que decir.
-No quise molestarte- habla James.
-Lo sé- asiente, sentándose a su lado- lamento que...
-No, eres hermoso y me gusta verte- habla James- solo...
-Ya sé que te preocupo pero... desde que estoy aquí ya no quiero herirme, James- admite- yo... era mi forma de escape, mi mente y mi corazón dolían más que las heridas externas y... odio mi cuerpo; si mis padres lo herían y lo insultaban ¿por qué yo no?
-Eres hermoso, Regulus- susurra James- y Merlín, eres increíble- suspira- yo... comprendo la situación pero quiero que sepas que eres hermoso, tu, tu cuerpo, todo tu.
-No puedo tomar halagos, no siento que... los agradezco pero...
-Eres malditamente hermoso, Regulus- recuerda, mirándolo a los ojos- Merlín, ¿no lo ves? tus ojos son increíbles, tu cabello es espectacular, tu sonrisa es hermosa y... Sirius me golpeará si sigo describiendo tus atributos- sonrie divertido, contagiándole la sonrisa a Regulus.
-Sí, quizá- ríe levemente.
-Quiero decir, que cualquiera moriría por estar contigo- habla James- no sabes cuanto te miran los chicos.
-¿Ah sí?- eleva una ceja, divertido.
-Sí, hay que golpearlos, yo me encargaré.
-No golpees a nadie, James Potter- empuja suavemente su hombro.
-Lo haré si quiero- responde entrecerrando los ojos, de forma desafiante, Regulus lo empuja sobre la cama, con fuerza.
-Hazme caso- exige.
-Oblígame- sonrie James, tomándolo por la cintura para cambiar de posición y acorralarlo contra el colchón.
Regulus se mueve rápidamente, volviendo a voltear a James, quién realmente no está haciendo nada de fuerza porque no podría moverlo si James no quiera.
Black entrecierra los ojos y lo mira, sentado sobre él. James sonrie divertido.
-¿Tomaste el sombrero, Reggie?- coquetea, colocando sus manos en la cintura de Black, apretando suavemente.
El pelinegro rueda los ojos, viendo a James lamerse los labios.
-Quizá sí, ¿qué harás al respecto?- pregunta, devolviendo el coqueteo. James abre los ojos grande y se obliga a detener la situación, que está escalando demasiado rápido.
James vuelve a voltearlo y se mete entre sus piernas, apoyando sus manos junto a la cabeza de Regulus.
-Cosquillas- susurra divertido y mueve sus manos hacia el estómago de Regulus haciéndole cosquillas. Regulus ríe fuerte y trata de detenerlo.
-Ya basta, ya basta- pide, tomando las manos de James- paz- pide, Potter asiente.
-Hay que dormir un rato- se tira a su lado, Regulus voltea, dándole la espalda. James lo abraza por la cintura, atrayéndolo a él.
-Gracias por la crema- susurra Regulus tomando la mano de James.
-Controlaré el tema de la barba, lo prometo- susurra de regreso, besando su cabeza. Regulus sonrie sintiendo su corazón latir, emocionado y ambos terminan durmiéndose.
[...]
Tres horas después...
-Así no es como te defiendes de un crucio, James- habla Lyall. Alphard le pidió que entrene a James para que pueda tener una mejor defensa- recuerda que un crucio es una maldición imperdonable, uno de los hechizos más poderosos. Si yo te lanzo uno tu debes estar preparado.
-Vamos devuelta, tío- pide James, colocándose en posición.
Regulus se despierta de la siesta.
-¿James?- llama, mirando a su lado. Potter no está, asi que se levanta rápidamente y corre escaleras abajo, buscando a James.
-Hola, ¿vio a James?- pregunta Regulus, mirando a Cygnus, quién prepara el té.
-Afuera con mi esposo, cariño- responde suavemente.
-Gracias- sonrie y camina, ya más tranquilo, hacia el jardín trasero. Ni bien sale ve a James retorcerse en el piso, mientras que Lyall explica algo. Su corazón se acelera rápidamente y toma su varita, desarmando a Lupin- ¡¿QUÉ LE PASA?!- grita, corriendo para colocarse delante de James. Lyall sonrie.
-Practicamos defensa contra las artes oscuras- explica Lyall, levantando las manos.
-Sí, estoy bien- James se levanta del piso.
-¿Seguro?- pregunta Regulus, colocando las manos en las mejillas de James, buscando heridas- no hagas eso, el crucio duele.
-Lo sé, lo sé- asiente- no te preocupes, el tío estudió eso, no me hace un daño insoportable.
Regulus voltea a ver a Lyall, que se mantiene callado, esperando a que Black se calme.
-Oh, lo siento, no sabía que... era solo un entrenamiento. ¿Para qué entrenas?
-Si debo enfrentarme algún día con tus padres, quiero estar preparado- toma su mano y besa sus nudillos- fue idea de papá Alph y tiene mucha razón- sonrie cálidamente.
-No quiero que te enfrentes a ellos, ellos te matarán- habla, ansioso.
-No, no lo harán- niega Lyall- por el acuerdo de sangre.
-Créame, mi madre preferiría morir pero cumplir su cometido que vivir sabiendo que tiene dos hijos "descarrillados"- mira a Lyall y luego a James- no te sobre esfuerces y no quiero que te lastimes por mi. Crucios no- exige, mirando a Lupin.
-Es el primer hechizo que usarán, Regulus- habla Lyall- o el imperius, pero querrán hacer daño.
-Lo sé, los conozco, son mis padres- responde moviendo las manos- los usan conmigo desde que tengo memoria, asi que sé lo que duele uno de esos y no quiero que James lo sufra, no; no por mi- se cruza de brazos, en posición de defensa, frente a James.
Lyall sonrie, viendo al pequeño Black defender a su ahijado, es algo que Cygnus ha hecho con él y se veía igual de gracioso.
-Nunca le haría daño a mi sobrino, Regulus. James es como un hijo para mi. Si aprende a controlar esto, los que realmente querrían dañarlo, no lo lograrán, ¿comprendes?
-Sí, pero- trata de negarse, las manos de Potter sobre su cintura lo paralizan en su lugar.
-Quiero entrenar, bonito- susurra James en su oído, con su voz seria- no me hará gran daño, lo prometo ¿sí?- besa su hombro.
-Caes muy bajo pidiéndome las cosas con ese tono- eleva un dedo molesto y camina de regreso a la casa.
James sonrie divertido y lo sigue, tomándolo de la mano para atraerlo a él y abrazarlo con firmeza.
-Yo estaré bien- promete, besando su frente- ve a comer algo y a tomar un té- pide, acariciando su mejilla.
-Oh y a cambiarme el pijama- señala su vestimenta- que verguenza.
-No hay problema, tu ponte lo que quieras- sonrie, tomando su mentón con suavidad para inspeccionar su mejilla- debes replicarlo cada cinco horas, ya casi.
-Sí, lo reaplicaré. Tu detén esto cuando te canses ¿okey?- pide, mirándolo.
-Sí, claro- asiente divertido.
-Seguiré con el cuadro del paisaje del campo- avisa- ¿necesitas algo?- pegunta, mirándolo a los ojos.
-Un beso- responde James- en la mejilla- aclara, nervioso.
-Claro que no, está tu familia- se niega- me refería a agua o algo así.
-Ah no, estoy bien. Gracias igual- sonrie soltándolo para que vuelva a la casa.
James vuelve a enfocar su atención en Lyall, quien lo mira divertido, con una ceja arriba.
-No me gusta- aclara, sabiendo que va a decirle.
-Yo no dije nada- amplía su sonrisa.
-Es el hermanito de mi mejor amigo- señala.
-Se nota que es platónico- molesta, James le tira un hechizo, el cual repele rápidamente.
-Sigamos- pide James.
-Bien, sacaremos la ira Potter de ahí adentro- eleva su varita, Regulus los mira desde la ventana de su habitación y suspira. Le da miedo encariñarse tanto con James, le da miedo que sus padres puedan hacerle daño, le da miedo; tiene miedo.
-Hola Reg- la voz de Libra lo asusta- ¿qué haces?
-Miraba por la ventana- responde, bajando la mirada, el anillo que le regaló James brilla bajo el sol que entra por la ventana.
-¿Crees que puedas pintar conmigo? porque papá está haciendo jardinería con la abuela, el abuelo toma té con el tío Cyg y papá Mont deja que Cissy lo peine mientras Andy charla con él de quidditch y Bella lee un libro. Oh y James y el tío Ly están haciendo hechizos; Remus y Sirius están en la habitación de Sirius aplaudiendo pero no entiendo por qué- ladea la cabeza, confundida. Regulus abre los ojos grande y vacila antes de contestar
-Tengo que terminar un cuadro, si quieres podemos colocar los materiales de arte en la mesa de afuera y pintar juntos.
-Eso suena genial, ¡gracias Reggie!- sonrie la niña.
-Me cambio y bajo, ¿sí, Lib?- sonrie, la pequeña asiente.
-Te espero abajo entonces- cierra la puerta y escucha sus pasos correr, alejándose.
Luego de cambiarse, Regulus coloca nuevamente la crema en su sarpullido y baja las escaleras.
[...]
Dos horas después...
-¿En serio?- pregunta Regulus divertido mientras Libra le cuenta alguna anécdota divertida. La niña asiente con la cabeza.
-Sí, estaba llena de lodo- hace una mueca de asco mientras mueve su pincel, imitando los movimientos de Regulus.
Black mira cada tanto hacia donde están James y Lyall practicando. Alphard y Dorea ya están junto a Cygnus y Charlus, tomando té, en la mesa, junto a ellos.
-Coman algo, chicos- pide Alphard, mirando a sus chicos- el té solo no llena.
-Sí señor, no se preocupe- sonrie Regulus, agradecido.
-Claro que me preocupo, coman- señala el plato.
Regulus toma una galleta y come mientras mira a James vencer a Lyall. Rato después se acaba el entrenamiento.
-Lo haz hecho genial, James. Terminamos por hoy- sonrie Lyall, abrazando a su sobrino.
-Gracias, tío- responde Potter y camina hacia la mesa, sentándose junto a Regulus.
-¿Como estás?- pregunta Regulus.
-Bien, un poco cansado- suspira y se apoya contra el respaldar de la silla, abriendo un poco las piernas. Regulus lo mira de arriba abajo.
-No te sobresfuerces, James- pide Regulus.
-Estoy bien, cariño- responde mirando hacia Libra- que dibujo tan bonito, ¿qué es?
Libra y Regulus lo miran frunciendo el ceño.
-James es literalmente una flor, hasta un mono podría adivinarlo- aclara Regulus, señalando la hermosa pintura- bueno, son dos flores pero son flores.
-Es que también parece una estrella, perdón Lib, mala mía- se disculpa.
-Hola- saluda Sirius, sentándose frente a James.
-Luces horrible- molesta James- ambos lucen horribles.
-Papá- se queja Sirius.
-James- regaña Alphard.
-Es la verdad- sonrie burlonamente.
Remus suspira cansado y se estira para tomar el café y servirse.
-¿Quién cumple años?- pregunta la niña luego de un rato.
-Nadie cariño, ¿por qué?- pregunta Fleamont.
-Es que Sirius y Remus estaban cantando el feliz cumpleaños creo, aplaudían- ladea la cabeza, pensando en eso- en un idioma raro.
Remus y Sirius cierran los ojos fuerte y bajan la cabeza, totalmente sonrojados.
-Ah es... el cumpleaños de... del cabello de Sirius- intenta arreglar James.
-Mary, una amiga de los chicos cumple hoy y seguramente Remus y Sirius trataban de mandarle un vociferador-resuelve Regulus, manteniendo la compostura.
-Oh, ¡feliz cumple a Mary!- exclama emocionada y luego vuelve a su cuadro a ultimar detalles.
Fleamont, Charlus y James ríen en silencio, tentados. Dorea rueda los ojos y Alphard susurra en francés, hablando con Cygnus.
-Ya basta- exige Regulus entre dientes, golpeando el brazo de James.
-Lo siento, baby Black- se disculpa en un susurro, tapándose la cara para dejar de reír- es que es muy gracioso.
-Cállate, puede pasarte a ti- exige Sirius, molesto.
-No lo haría, ni los hechizos silenciadores podrían callar al de abajo, y de hecho no lo hicieron-sonrie egocéntricamente y se cruza de brazos.
-Es que parecía que la exorcizabas en vez de hacerle el amor- responde Remus, manteniendo un tono bajo.
-Era muy sensible al tacto- explica James.
Regulus frunce el ceño molesto y cambia de tema.
-Entonces... ¿cómo sigues, Sirius?- pregunta Regulus. Sirius se queda en silencio.
-Vomitó tres veces hoy- habla Lupin, viendo que su novio no va a hablar.
-James- llama su padre, cortando la conversación- ¿me haces el favor y te vas a dar una vuelta por el campo para ver que todo esté en orden?
-Sí, claro- asiente, levantándose- ¿vienes?- invita, extendiéndole una mano a Regulus.
Regulus mira a Fleamont quien sonrie y asiente. El menor de los Black toma su mano y se levanta de la silla, caminando junto a James hasta el establo.
-Ay mi niño, luces terrible- habla Alphard, mirando a Sirius- vamos a San Mungo, ¿sí?
-No, no- se niega Sirius. Alphard se mueve de lugar, sentándose a su lado para abrazarlo- ¡por favor no! ¡no quiero ir a San Mungo!- exclama, mientras su mente se nubla.
-Está bien- asiente Alphard.
Remus toma a su novio en brazos y lo abraza firmemente.
-Estás bien, amor. Nadie te llevará a ningún lado que no quieras- susurra en su oído, besando su cabeza- aunque estamos preocupados por ti, ¿qué sientes, Sirius?
-Raro, me duele el estómago- responde Black, llorando contra su pecho.
-¿Qué tan raro?- pregunta Lupin, Sirius se encoge de hombros.
[...]
-¡Oye no!- se queja James- hiciste trampa.
-Eres tú el que cabalga como un anciano- molesta Regulus, sacándole la lengua.
James lo dejó ganar la carrera, le gusta ver esa sonrisa victoriosa.
-Sí, no soy tan bueno cabalgando- molesta, mirándolo divertido.
Regulus rueda los ojos.
-¿No haces otra cosa que pensar en sexo?- resopla.
-Solo bromeo, es la clase de chistes que tenemos en nuestro grupo de amigos.
-No soy parte de tu bobo grupo de amigos.
-No te hagas el santo, Regulus- se baja del caballo, secándose el sudor de la frente con su propia camisa- te he visto mirándome- habla, elevando la mirada. Regulus aleja sus ojos de inmediato, bajándose del caballo.
-No te miro- responde Regulus- solo... estás ahí, estorbando mi vista al bello paisaje- señala el campo detrás de él.
-Allí está la cosecha- sonrie divertido- puedes mirarme, no me molesta- saca un cigarrillo de su bolsillo y toma la varita del bolsillo trasero de Regulus, prendiéndolo- otra vez perdí el encendedor- explica, con el cigarrillo en la boca. James se aleja junto al humo y Regulus acaricia la cabeza de los caballos.
[...]
Dos horas después...
James se tira boca abajo, solo lleva un pantalón corto de pijama. Regulus está sentado en su cama, leyendo un libro.
-Es interesante- opina Regulus.
-Ujuhm- responde James
-¿Por qué esta página está marcada?- pregunta y toma el marcador, que es una foto de James y su ex novia.
-Ustedes- comienza Regulus- se veían muy bien juntos- suelta, bajando la mirada.
-Sí, ya quedó en el pasado. Es una gran amiga ahora y estoy feliz por ella, su relación con Diggory es genial, asi que- se encoge de hombros y se estira, mientras sus huesos crujen.
-¿Entonces no la amas?- cuestiona, curioso.
-No, es mi amiga- se deja caer nuevamente en la almohada.
-¿Quieres unos masajes?- propone, cerrando el libro con la foto dentro.
-¿Hablas en serio? eso sería genial- bosteza.
-Permiso- pide Regulus, sentándose sobre el trasero de James. Potter asiente, Regulus comienza a masajear y el de lentes abraza a la almohada, hundiendo su cara, relajado.
-Uhm, Reg, sí- suspira, sintiendo un gran alivio en su espalda- no pensé que fueras tan bueno con las manos. ¿Qué digo? si eres un gran pintor, olvídalo.
Fleamont y Alphard, que vienen de la habitación de Libra se miran al escucharlos, abriendo los ojos grande.
-Quédate quieto- pide Regulus- está muy duro aquí- toca una parte de su espalda.
-Más fuerte, Regulus, no tengas miedo de usar todo tu peso. Sabes que puedo aguantarlo, vamos- pide James, los masajes en la espalda se sienten muy bien, hace desde cookie que no recibe uno.
-No tengo más peso- responde cansado por hacer fuerza, que suena diferente para los Potter, que los escuchan afuera- ¿qué quieres? ¿qué salte sobre ti?- sonrie divertido.
-Es una buena idea- sonrie James, sintiendo las palmas de Regulus incrustarse en sus huesos- uhm no, usa más los dedos, me haces daño.
-Es que no es suficiente- responde Regulus- estás muy tenso.
-Mierda sí- gruñe James- necesito esto más seguido.
-Bueno, soy bueno en esto, puedo ayudarte cuando quieras- sonrie el pelinegro.
Los Potter se miran, pensando en qué hacer.
-¿Crees que...?- susurra Alphard
-Nos odiarán si los interrumpimos- responde Fleamont.
-Sí pero no tienen hechizo y Sirius podría escucharlos, se armará un gran drama.
-¿Y qué hacemos?- pregunta Mont.
Alphard toca la puerta.
-James, hijo- llama Alphard.
-¿Sí, pa?
-Coloca un hechizo, los chicos están durmiendo- pide.
-¿Un hechizo por qué?- pregunta James.
-Te pones tenso y no puedo seguir, relájate- exige Regulus.
-
¡Solo coloca un maldito "silencio" y usa condón!
- exclama Fleamont en español.
James sonrie divertido.
-Nos vamos a dormir, diviértanse- habla Alphard- no demasiado, son muy jóvenes- mira a su esposo- soy malo en esto.
-Sí, muy- sonrie divertido y luego caminan a su habitación.
-No entendí- se queja Regulus, tomando de la crema que encontró en la mesa de luz de James, para masajes.
-No es nada, solo mis padres siendo mis padres- se encoge de hombros, Regulus vuelve a colocar sus manos en la espalda de Potter- oh sí, ahí me duele.
Rato después, James cae dormido y luego Regulus sobre su espalda, aunque en algún momento de la noche logra rodar hasta la cama y abrazarse a James como si su vida dependiera de ello.