Capítulo 59
20 de julio de 2025, 23:56
-Vino añejo- comenta James, dejando el vino sobre la mesa.
-No tomo, gracias- sonrie Regulus, mirando su plato- se ve delicioso el pastel de.. ¿papa?
-Sí, exacto- sonrie ampliamente- ¿no tomas nada?
-No, desde aquella fiesta no. Tampoco es como si me encantara el alcohol- se encoge de hombros.
-Okey- asiente, sentándose frente a él- es mejor, de hecho.
Ambos cenan mientras charlan animadamente.
Más tarde, luego de lavar los platos, Regulus y James se tiran al sillón a ver una película muggle, allí se quedan dormidos profundamente.
[...]
La luz del sol despierta a James, quien parpadea pesadamente y bosteza. Regulus duerme sobre su pecho, luciendo tan increíble como siempre.
Potter espera pacientemente a que Black se despierte, aunque se aburre un poco, asi que juega con uno de sus rulos, con cuidado de no desarmarlo.
-Buen día- saluda James en un susurro cuando Regulus abre un poco los ojos- nos quedamos dormidos aquí, hay que volver a casa- comenta, acariciando el cabello de Regulus.
-Uhm, ¿qué hora es?- pregunta medio dormido.
-Son las...- se voltea a ver al sol- como las seis y media supongo- se encoge de hombros. Regulus asiente- ¿quieres seguir durmiendo o volvemos? porque papá se asustará.
-No, está bien- asiente Regulus- volvemos.
-Bien, primero debo ir al baño ¿sí?- pregunta, Regulus asiente- ¿pretendes acompañarme al baño o saldrás de arriba mío?- cuestiona divertido.
-Oh sí, lo siento- sonrie divertido, sentándose sobre su entrepierna y estirándose para luego pararse y caminar hacia la cocina.
James se levanta y va al baño.
[...]
-Wow, huele genial- sonrie James, abrazándolo por la cintura- ¿qué haces?
-Es como un pancake pero más delgados- comenta mientras voltea uno- se comen con miel, jalea, frutas- comenta- obviamente no me saldrán como los tuyos pero son ricos. Es una receta de Dora.
-Estoy seguro que son mejores que los míos- responde en su oído y besa su mejilla- haré té y café- avisa, mirándolo de perfil, Regulus asiente, concentrado en hacer bien los pancakes.
James lo suelta y prepara las infusiones, luego abre la puerta, saliendo a ver como está el día. Potter se apoya en una columna del pórtico y se lleva un cigarro a la boca, antes de que pueda prenderlo, Regulus lo interrumpe.
-James- llama Regulus, su voz suena dulce, Potter voltea.
-¿Sí, cariño?- voltea, Black vacila un poco antes de hablar.
-No alcanzo la miel- responde sonriendo de lado- oh y qué lindo día.
-Sí- sonrie James.
-Está lindo aquí- opina Regulus, antes de entrar a la casa.
-Si quieres podemos desayunar afuera- propone- ¿quieres?
-Eso suena bien- responde, siguiendo a Potter.
-Genial- sonrie.
James baja la miel de la alacena y luego camina a buscar la mesa de exteriores, para sacarla por la puerta.
-¿Qué haces?- pregunta Regulus, observando a James tomar la pesada mesa.
-¿Sacar la mesa para tener donde desayunar?- sonrie divertido.
-Puedes usar magia, eso es muy pesado
-Es la mitad de lo que cargo en los entrenamientos, bonito- responde, manteniendo su cigarrillo en la boca mientras saca la mesa por la puerta. Regulus lo mira, mientras su respiración se detiene.
Luego el pelinegro vuelve adentro, dejando que James coloque las sillas y limpie la mesa, sirve el desayuno y lo lleva afuera, donde Potter fuma, apoyado en la columna.
-Ven a desayunar- pide Regulus, James voltea y tira inmediatamente el cigarrillo, pisándolo.
-Se ve delicioso- sonrie James sentándose en la punta de la mesa- gracias.
-No hay de qué- responde Regulus, colocándole miel a su té negro.
James bebe de su café mientras mira al horizonte.
-Es un lindo día- opina- este campo me encanta.
-Es hermoso, sí- asiente Regulus- me gusta esa área que tiene flores.
-Sí, a mi también- opina Potter.
-Me gustaría pintarlas- suelta Black, mirando hacia allí.
-Hazlo si quieres, es temprano- bosteza- llegaremos para el almuerzo familiar.
-¿Crees que Sirius y Lupin vengan?- pregunta, llevándose el tenedor a la boca.
-No lo sé, están muy juntos últimamente; los comprendo, están enamorados. Aunque me preocupa que Sirius se siente mal- toma de su café.
-Yo realmente no creo que esté embarazado, Sirius es... muchas cosas, pero sabe cuidarse- opina Regulus.
-Esperemos que no, es joven, somos jóvenes- suspira James, tomando la miel y las fresas- me encantan los niños y muero por ser padre, pero creo que falta un poco de camino por recorrer ¿no crees?- Regulus asiente- sé que Remus también quiere construirse una linda casa, que quiere conseguir un auto muggle, que quiere viajar y... con un bebé es más complicado. Además Sirius acaba de salir de esa casa y a penas puede mantenerse estable él mismo.
-Sí, es muy pronto- opina Regulus y se mantienen un momento en silencio, admirando el sol saliente- ¿a qué edad tendrías hijos?- pregunta, curioso.
-Entre los 21 y los 30, supongo- se encoge de hombros- también depende mucho de la persona que sea mi pareja, no puedo obligarla u obligarlo a que quede embarazado cuando yo quiero, se va dando- se lleva el tenedor a la boca. Una ráfaga de viento pasajera hace temblar a Regulus, asi que James se levanta y va por su abrigo, colocándolo sobre los hombros de Black.
-Gracias- susurra, agradecido. James le responde con una sonrisa.
[...]
Black pinta mientras Potter inspecciona el campo, pensando en donde construirá los establos, el depósito y todo lo necesario.
Dos horas después James vuelve.
-¿Cómo vas?- pregunta.
-La terminaré luego, no la mires- pide, escondiendo el lienzo.
-Claro, como gustes. Pero hay que volver- avisa, jugando con la varita entre sus dedos.
-Hay que volver, sí- asiente Regulus y comienza a guardar.
-Iré guardando la comida en las bolsas ¿sí?- comenta, caminando hacia la casa. El menor susurra un simple "sí, claro"
Luego de terminar de guardar sus cosas de arte, Regulus entra a ayudar a James.
-Yo termino aquí, tu entra la mesa- pide Black. James asiente, siguiendo sus ordenes.
Luego de entrar la mesa, James comienza a subir las bolsas y todo lo que trajeron al auto.
-¿Listo?- pregunta James, mirando la mejilla de Regulus, que tiene sarpullido.
-Guardaré los platos primero- avisa.
-¿Qué te sucedió ahí?- pregunta, señalando su mejilla.
-Creo que fue tu barba- responde Regulus, tapándose el sarpullido- es que es muy rasposa.
-Lo siento mucho- se disculpa sinceramente y luego camina hacia el baño, para afeitarse.
Unos minutos después, Regulus termina de secar y guardar los platos de anoche y los del desayuno.
-¿James? ¿dónde estás?- llama. Potter sale del baño, ya sin barba.
-Quitando lo que te hace daño- responde, secándose la cara con una toalla.
-No era...- suspira enamorado- no era necesario, es tu barba; tu decides si tenerla o no.
-Si te hace daño no estará- habla firme- probablemente te dormiste pegado a mi mejilla y te irritó la piel, no sacrificaré dormir contigo por una boba barba- se apoya en el marco de la puerta. El corazón de Regulus late con fuerza, emocionado por sus palabras.
El pelinegro sonrie enternecido y se acerca a besar su mejilla.
-Ahora está mejor- opina, pasando las yemas de sus dedos por las mejillas de Potter.
James le responde con una sonrisa y Regulus se aleja, va al baño.
-Te espero en el auto, bonito- avisa Potter, saliendo.
Regulus sale del baño luego de unos minutos y toma la cámara de fotos sobre la mesa. Sale y camina hacia el auto, donde lo espera James. Regulus sonrie y le toma una foto.
-Hey- saluda Regulus- ¿cierro yo la puerta?- pregunta.
-Mierda, que susto, Reg- suspira James, tirando el cigarrillo al pasto- iré a cerrar, no te subas hasta que se vaya el olor- pide, bajándose del auto.
[...]
-¿A donde vamos? este no es el camino a tu casa- habla Regulus. Potter sostiene la volante con firmeza.
-Pasaremos por el pueblo- acomoda sus lentes de sol- a Lib le gusta comer helado de postre- bosteza, mirando hacia delante, concentrado en el camino.
Regulus asiente.
-Ya comienza a hacer calor- comenta, jugando con la manga de su suéter, que en realidad es de James.
Ambos charlan amenamente hasta llegar.
-Yo te abro- habla James, saliendo del auto y corre a abrirle la puerta a Regulus.
-Gracias- sonrie Regulus, tomando la mano que le extiende Potter.
-Ven, primero necesito ir a la farmacia y luego iremos a la heladería- señala, están en frente.
Regulus asiente.
Ambos entran a la farmacia, el menor recorre, observando los productos muggles mientras que el de lentes va a la caja.
-¿Quieres algo, bonito?- pregunta James en voz alta. Regulus niega con la cabeza y se acerca.
-Estoy bien así- responde.
-¿Cuánto sería?- pregunta Potter.
-Un prueba de embarazo- pide Regulus. James asiente, recordando que Sirius debe hacerse una.
La cajera los mira y luego les extiende una.
James paga y ambos salen de allí.
-¿Vamos por el pan?- pregunta James- no sé si compraron- Regulus asiente.
-La prueba de embarazo la pedí para Sirius- comenta Regulus- no para mi.
-Lo sé, siento tu magia, supongo sentiría un gran cambio si estuvieses embarazado- responde James, tranquilo- por los hechizos- comenta- aunque debo admitir que te quedaría muy bonito- sonrie ampliamente mientras entran por la puerta de la panadería.
Regulus se mira en un espejo de la panadería, allí se lleva las manos al estómago. La imagen cambia abruptamente de un Regulus actual y joven a uno un poco mayor y embarazado. El del reflejo lleva a un bebé en brazos y una gran panza.
-¿Algo más?- escucha una voz desconocida.
-Espere, Regulus- la voz de James lo llama- ¡Regulus! ¿te sientes bien?- pregunta, sacándolo de su mente.
-Si- tartamudea- lo siento, ¿qué decías?
-Si quieres algo, elige algo- pide dulcemente, tomando su mano y besando sus nudillos.
Sabe que James insistirá, asi que señala unas galletas; pensando también en Libra.
-Esas, para Lib- pide el pelinegro.
-Oh esas le encantarán, buena idea- sonrie James- deme dos docenas de esas galletas.
-De inmediato, señor- asiente el empleado.
Luego de salir de ahí van en búsqueda del helado, donde James deja a Regulus elegir sus sabores favoritos y luego pide los de su familia, llevando varios kilos.
-Ahora sí- suspira James, subiéndose al auto, Regulus ya se subió y lleva su cinturón. Potter bosteza y se estira, tronando su cuello.
-Estás cansado- se lamenta Regulus, pasando su mano por el cuello de James, buscando algún nudo- y necesitas masajes.
-Sí- asiente James- pero yo era el que hacía masajes en el grupo.
-¿Y nadie te hacía masajes?- pregunta, ladeando la cabeza.
-Remus tiene fuerza sobrehumana, prefiero alejarlo de mis huesos- sonrie divertido- Sirius terminaba haciéndome cosquillas y a Peter no le gustan los masajes.
-Yo puedo hacerte masajes luego si quieres- propone Regulus.
-Eso es muy dulce de tu parte- sonrie James, estirándose para besar su mejilla- pero no quiero que te canses por mi culpa- vuelve a su posición y se coloca el cinturón de seguridad antes de prender el auto.
-No soy de cristal, Potter- rueda los ojos.
-No es lo que quería decir, lo siento- se disculpa James, mirando el retrovisor para salir- ¿pones música?- pide, Black asiente, estirando la mano.
[...]
A eso de las 11 AM, James y Regulus llegan a la finca Potter. Fleamont, que prepara la carne asada, se coloca frente al auto, deteniendo a James, quién se baja, viendo la expresión de enfado de su padre.
-¿Qué crees que haces? ¿sabes lo peligrosa que es esa demente? dijiste que volverías ayer en la tarde, ¿qué mierda te pasa, James?- lo mira mal, frunciendo el ceño.
-Yo lo cuido, pa- eleva las manos, nunca había visto a su padre tan enojado.
-¿Y si te hace daño a ti? ¿qué hacemos nosotros? ¿un funeral para nuestro hijo? estábamos preocupados James. Tu padre no pudo dormir de la ansiedad, le di mi voto de confianza de que regresarían sanos y salvos porque confío en ti James, pero no vuelvas a hacer eso. ¿Sabes qué? no volverás a salir sin nosotros hasta nuevo aviso. Es la segunda vez este mes que nos desobedeces.
-Comprendo tu enfado pa, porque están preocupados, pero no me estaba drogando o matando gente, estábamos pasando un lindo día en el campo. Nos quedamos dormidos, tomé una copa de vino y Regulus estaba cansado, nos quedamos dormidos viendo una película.
-Haz hecho lo mismo, Fleamont- se mete su abuelo, apareciendo a su lado- no seas tan duro con el niño, tu magia los protege, mi magia los protege también. Él es muy capaz y cuidaría de Regulus mientras se mantiene a salvo ¿no, James?
James asiente.
-Conozco a mi hijo, papá. Sé que él saldría sin varita a combatir a Walbuga y Orión.
-James ¿tu varita?- pregunta Charlus, James la saca de su bolsillo delantero- ¿ves? la tiene. No arruines un romántico fin de semana para tu hijo- exige, mirando a Fleamont.
-Mi esposo no pudo dormir, padre- recuerda Fleamont- tu jovencito le debes una disculpa a tu padre- toca el pecho de su hijo con un dedo- el próximo fin de semana que vengas te quedarás ayudándome con el campo y en el verano no iremos donde tu quieres. Y la primera semana no saldrás de tu habitación.
James suspira y asiente, tomando el castigo.
-Lo siento, no fue con intención, no quise que se pongan mal, solo nos quedamos dormidos y no pensé en eso- se disculpa.
-Bien, ahora ve y lleva el auto al garaje- suspira Fleamont- baja lo que tengas que bajar, ayuda a Regulus como el caballero que sé que eres, discúlpate con Alphard y luego ven, me ayudarás a mover esa leña que acabo de cortar- señala la gran pila de leña.
James asiente sin chistar y vuelva al auto, donde Regulus espera cabizbajo.
-Haz hecho cosas peores, Mont- suspira Charlus, mirando a su hijo- el problema de esto no es que lo regañes, es que Regulus se sentirá culpable y terminará teniéndote miedo.
-No es contra él, papá. Obviamente que no lo es, solo quiero enfocar a James, convertirlo en un hombre responsable.
-Lo sé pero él no lo tomará así. Además James es muy responsable- miran el auto pasar.
-Lo siento- se disculpa James, mientras entran al garaje- lamento que hayas tenido que escuchar eso, es que mi papá se preocupa por nosotros- explica, deteniendo el carro.
-No hay que salir- concluye Regulus, abriendo la puerta para bajarse él solo.
-Reg- llama James, bajándose rápidamente y siguiéndolo- ven cariño- pide, caminando detrás del pelinegro. Regulus no voltea, sus ojos están llenos de lágrimas culpables.
-Lo que menos quiero es que te metas en problemas por mi, James- habla cuando Potter lo alcanza y abraza por la espalda.
-Está bien, no pasa nada- susurra James, acariciando el estómago de Regulus- entiendo el punto de mis padres y también tenemos un punto, no lo hicimos apropósito. No tienes que sentirte culpable.
-Sí pero no iremos a donde quieres de vacaciones y deberás juntar esa pila enorme de leña- se lamenta, volteándose para hundir su cara en el pecho de Potter.
-No hay problema, ya conozco allí y la leña... debo hacer pesas, asi que es lo mismo. Por favor no llores- pide, sintiendo las lágrimas mojar su camisa.
Alphard abre la puerta del garaje y los mira.
"Perdón" lee en los labios de su hijo "necesita un momento" Alphard asiente y le sonríe cálidamente a pesar que lleva unas pronunciadas ojeras debajo de sus ojos.
Alphard vuelve a la cocina y James abraza a Regulus por un par de minutos más.
-¿Mejor?- pregunta James, Regulus asiente- me encanta abrazarte y estar super cerca de ti, pero el helado se derretirá, bonito-sonrie, acariciando su cintura.
-Tienes razón- se aleja de James- lamento que te hayan regañado- se disculpa- yo te ayudaré con la leña.
-No, no lo harás. Lleva el helado al freezer si quieres ayudarme- pide, besando su frente. Regulus asiente, caminando al auto para tomar la bolsa con los helados- llévalo en dos tandas, es muy pesado, habla suavemente tomando dos bolsos.
-Sí, será mejor- asiente Regulus.
-Hola pa- saluda James cuando llega al living- lamento mucho no haber avisado, nos quedamos dormidos anoche- explica, abrazando a su padre.
-Gracias a Merlín- suspira Alphard, abrazando fuertemente a su hijo- no vuelvas a asustarnos así, James Potter- exige- pero que bueno que estén bien- besa la mejilla de su hijo- hola cariño- sonrie soltando a James para ir a abrazar a Regulus, pero se detiene recordando que no puede tocarlo- ¿cómo la pasaste?- pregunta, Black asiente.
-Muy lindo señor, gracias- sonrie el menor de los Black.
-Los ayudaré a bajar las cosas, ¿compraron pan?- pregunta Alphard.
-Sí, pa- asiente James, caminando al auto para tomar el resto de las cosas.
[...]
-Tienes los ojos un poco rojos, ¿haz estado llorando?- pregunta Alphard suavemente mientras corta vegetales junto a Regulus.
-Si, yo... han regañado a James dos veces por mi culpa y me siento mal por eso.
-No es tu culpa, cariño. James conoce las reglas y se las salta siempre, queremos formar un buen hombre, un hombre de palabra ¿entiendes?
Regulus asiente.
-Sí pero siento que es mi culpa porque él me lleva a pasear y no lo hacemos apropósito, señor. Nunca pensaríamos en molestarlos, yo los respeto mucho y sé que James también.
-Lo sé, cariño- sonrie Alphard- pero somos sus padres y nos preocupamos por ustedes. La magia Potter los protege pero aún así nos preocupa. Lo comprenderás cuando seas padre, si es que quieres serlo.
-Creo que sí- asiente, cortando el tomate para la ensalada- aunque no sé si seré buen padre y no quiero ser como Orión o Walburga- aleja su vista del tomate, perdido en sus pensamientos.
-No lo serás, cariño. Eres bueno, amable y una increíble persona- sonrie Alphard.
-¿Cree que soy suficiente para alguien bueno? no sé, como... ¿James?- susurra, el cuchillo se desliza erróneamente y, antes que Alphard pueda responder, Regulus se corta- ¡Auch!- se queja, viendo la profunda herida en la yema de sus dedos.
James, quién estaba llevando un pedazo de árbol, lo deja rápidamente y corre adentro, su magia lo tira hacia Regulus.
Fleamont y Charlus fruncen el ceño.
-¿A donde fue ahora?- pregunta Mont.
-No sucede nada, ven, pondremos agua- pide Alphard, tomando suavemente la mano de Regulus pero el pelinegro la aleja abruptamente- lo siento, lo olvidé- se disculpa, pon el dedo debajo del agua- pide.
-Reg, bonito- llama James, llega agitado por la fuerza de juntar la leña y la maratón que hizo desde el bosque hasta la casa- ¿qué pasó?- pregunta Regulus voltea a verlo, algo abrumado por la sangre que sale de su dedo.
-Me corté sin querer- responde, caminando hacia la canilla y colocando el dedo debajo del agua que abrió Alphard.
-Déjame ver- pide James, llegando a su lado- permiso papá- Alphard asiente y se aleja- mierda, es profunda- se queja James, inspeccionando la herida.
-¿Cómo supiste que me había hecho daño?- pregunta Regulus.
-Estamos más conectados de lo que crees, son hechizos fuertes- responde- iré por el botiquín, quédate aquí, ¿sí?- pide besando su mejilla izquierda.
Regulus asiente, sonrojándose y James corre a buscar el botiquín.
[...]
-Tranquilo- pide Black, acariciando su cabello, mientras James desinfecta la herida- estás sobresaltado, respira tranquilo- habla suavemente. James eleva la mirada y le sonrie.
-Me preocupé, fue un cambio en la magia- explica Potter- y no quiero que te suceda nada.
La chimenea suena, dejando ver a Remus y a Sirius.
-Hey- saluda el mayor de los Black- ¿qué pasó?- cuestiona, viendo el botiquín.
-Solo me corté un poco mientras preparaba las guarniciones con el señor Potter- explica Regulus.
-Y James probablemente hizo un drama- sonrie Remus.
-Efectivamente- responde Regulus, divertido.
-Trata de no herirte, Reggie- pide Sirius- si pierdes sangre te hará daño.
-Fue sin querer, no es que quiera herirme ahora- mira a su hermano a los ojos. Sirius asiente.
-¿Ahora?- pregunta Remus.
-Lib te extrañaba, Sirius- cambia de tema James- ¿por qué no la van a saludar? creo que está en el cuarto de juegos con la abuela.
-Sí, de inmediato- asiente el mayor de los Black- ponte una camisa, está mi hermanito- le tira una camisa de James que está sobre el sillón.
-Estaba acomodando la leña y me dio calor-explica.
-Ponte camisa- exige Sirius, serio.
-Tiene las manos limpias, Sirius. No molestes. Si toma otra cosa que no esté esterilizada deberá lavarse nuevamente las manos. Solo es un abdomen, como si no hubiese visto hombres desnudos o semidesnudos- rueda los ojos.
Sirius eleva una ceja y luego recuerda a Barty.
-Ni me lo recuerdes. James ponte camisa- exige.
-Ya basta Sirius- se queja Regulus.
-No peleen- pide Potter colocándose la camisa- ¿contento?- pregunta cansado mirando a su mejor amigo.
-Sí, gracias- asiente Sirius, caminando al cuarto de juegos, Remus lo sigue.
James suspira y se lava las manos.
-A mi no me molesta verte semidesnudo- suelta Regulus- ¿yo dije eso en voz alta?- abre los ojos grande.
James sonrie divertido.