Capítulo 86
20 de julio de 2025, 23:56
James ordena el desorden de juguetes que Libra dejó antes de irse a la casa de los tíos, mientras Regulus se termina de bañar.
Black se coloca el pijama y arma sus rulos, escucha un ruido fuerte en uno de las habitaciones de arriba, asi que decide ir a ver, suponiendo que es James.
-¿Qué haces?- pregunta Regulus viendo a Potter entre los juguetes de Libra.
-Ordenar, Lib siempre deja un lío y es la razón principal del estrés de papá Alph- responde James. Regulus se arma los rulos, parado en la puerta.
-¿Y estás ayudando?- el menor sonrie enternecido.
-Sí, no me gusta que papá se estrese, le hace daño- suspira.
-Eres muy tierno, me dan ganas de morderte- bromea, James sonrie divertido.
-Puedes hacerlo, si quieres- coquetea- ¿dónde quieres morderme?- eleva una ceja.
-Quiero que te levantes del piso y vayas a bañarte, ya es algo tarde- señala la ventana, el sol ya se está yendo.
-Sí pero debo terminar. ¿Cómo junto todo esto si no me tomo mi tiempo?
-Pensar es gratis, James- suspira Regulus- eres un mago, uno sangre pura, creo que un hechizo de acomodar es tan fácil como parpadear ¿no?- eleva una ceja, haciendo scrouch en su cabello.
-¡Cierto!- sonrie divertido, levantándose del piso.
-Agradécele a Merlín que eres divertido, lindo y millonario- bromea, divertido.
-¿Entonces crees que soy divertido y lindo?- eleva una ceja, moviendo su varita para ordenar todo.
-Ajá, ve a bañarte que mañana tenemos que ir al colegio-habla Regulus, firme.
-¡Sí, su capitán!-hace el saludo militar y sale de la habitación.
[...]
James prepara la cena mientras Regulus guarda los platos secos.
La chimenea suena, dejando ver a Sirius, Remus, Alphard y Fleamont.
-Hola- saluda Regulus, dejando los platos- ¿cómo te fue?- pregunta, acercándose a su hermano.
Sirius asiente, sin responder concretamente.
-¿Charlamos solos?- susurra, mirando sus manos. Regulus asiente- a mi habitación- pide, ambos suben las escaleras.
[...]
-Me dijo que recordó que no te contestó lo del quidditch- habla Sirius luego de unos minutos de silencio- dijo que no, no hasta que la semana que viene volvamos y vea como vamos evolucionando.
-Oh- responde Regulus- bueno, hablaré con Evan mañana para que comience a entrenar un reemplazo- suspira- ¿qué diagnostico te dieron, Sirius?
-Él no lo dijo concretamente, pero llegué a leer sus notas, sabemos leer bien las caligrafías que no se entiendes, ya sabes...
-Sí, ¿y?
-Anorexia y bulimia.
-Oh... ¿qué?
-Bueno le dije que lo había leído y me explicó. Los atracones de comida que tengo desde niño, esos que me daba luego de que no comía ¿lo recuerdas?
-Sí, que me dabas el plato a mi y luego ibas a robar mucha comida a la cocina y luego te castigaban haciéndote vomitarla- recuerda Regulus. Sirius asiente.
-Él dijo que debía seguir su plan y tratar de no vomitar luego de comer o tendrían que internarme- los ojos grises se llenan de lágrimas, su hermano menor baja la cabeza, mirando sus manos. Sus ojos también se nublan.
-Estarás bien- habla Regulus, tratando de contener a su hermano mayor. Repite las palabras de James, esas que tanto bien le hacen- estaremos bien.
Sirius llora en silencio y asiente, pasándose la mano por los ojos para que Regulus no lo vea llorar.
-Sí, gracias- responde Sirius cortante.
-Puedes llorar- susurra, mientras las lágrimas caen por sus ojos- no serás menos fuerte y menor hermano mayor cool si lloras- sonrie de lado.
Sirius solloza, hundiendo la cara entre sus manos. Regulus se acerca para abrazarlo, su tacto ya no se siente tan externo.
-Se suponía que yo debía cuidarte- solloza Sirius sobre el hombro de su hermano, decepcionando de sí mismo.
-Somos un equipo, Sirius. Ya no soy el niño que debías cuidar a toda costa, cueste lo que cueste, ahora somos más grandes y podemos apoyarnos en el otro, ahora tenemos una familia que nos quiere, ahora puedes bajar la guardia. Llorar no te hace débil, mi psicomaga me lo dijo, llorar es bueno.
-Tu eres la mitad de mi mundo, Regulus. Eres mi hermano, yo te amo- recuerda Sirius- lamento haber estado tanto con James en Hogwarts y menos contigo. Lamento no haber insistido más para acércame a ti.
-Lo hiciste mucho, de hecho, insististe mucho- suspira Regulus- pero yo no quería, estaba cegado por las ideas de padres, quería ser suficiente para ellos. Y no me daba cuenta que eso no me llevaría a la felicidad.
-¿Te sientes feliz ahora?- pregunta Sirius, alejándose de su hermano, tampoco quiere invadirlo demasiado.
-Sí- asiente Regulus, ambos sonríen- este lugar es increíble, los Potter son increíbles, James es increíble- susurra lo último, mirando sus manos.
Sirius asiente. James y Remus escuchan desde afuera, estaban preocupados por los Black.
-Sí, James es genial- sonrie de lado.
-¿Ya mejor?- pregunta Regulus, las lágrimas de ambos se detuvieron.
-Sí- suspira Sirius- te amo, hermanito- recuerda, mirándolo a los ojos.
-También te amo, Sirius. Eres como mi padre- sonrie, abrazando sus propias piernas.
-Estaremos bien- habla Sirius.
-Sí, estamos juntos. Estaremos bien- comenta Regulus.
-Aunque tengo miedo- agrega Regulus- tengo mucho miedo a ella, a él y... tengo miedo de recuperarme también- su voz se quiebra. La magia de James vuelve a estar en alerta.
-Sí, es difícil pensar en engordar cuando ellos nos exigían que no debíamos comer más de seis bocados- agrega Sirius, sintiendo sus ojos nublarse, nuevamente.
-Tengo miedo- repite Regulus- tengo miedo a comer- susurra, mirando sus manos.
-También tengo miedo- asiente Sirius, mientras las lágrimas vuelven a caer por sus mejillas-tengo miedo de que ella vuelva y nos encuentre- Regulus asiente y solloza, escondiendo la cara entre sus rodillas-tengo miedo de curarme, ganar esos kilos y ya no gustarle a Remus - Lupin frunce el ceño, detrás de la puerta y decide entrar.
Los Black se asustan, volteando a ver quién viene. Remus abraza a su novio, besando su cabeza.
-Te amo, Sirius- afirma Remus- nunca dejarás de gustarme- asegura Lupin. Sirius asiente y solloza.
-Quiero bañarme- lo mira, Remus asiente, tomándolo en brazos para llevarlo al baño.
James mira a Regulus desde la puerta, no sabe si debe acercarse o no.
Regulus se levanta y corre a sus brazos, hundiendo su cara en el pecho de James.
-Todo estará bien- promete James- ellos no pueden hacerte daño aunque yo esté lejos- asegura- ya tienes mi magia, ya es parte de ti, ya no te pueden hacer nada- besa su cabeza.
-No quiero cenar- susurra Regulus- no tengo hambre, no quiero comer.
-Lo haremos juntos ¿sí?- pide, besando su frente- un bocado a la vez, un paso a la vez. Si no quieres comer en el comedor podemos comer solos, en mi habitación.
Regulus asiente.
-Eso sería lo mejor, solo por hoy- susurra, su voz sigue entrecortada.
-Bien, cariño- suspira James, apoyando su mejilla en la cabeza de Regulus. Cada día piensa como ayudarlo y cada día se decepciona a sí mismo sin saber como. Ahora tiene el tratamiento del médico y él se encargará de que Regulus lo cumpla, para sentirse mejor- ¿sabes que hice de cenar?- cambia de tema. Regulus se aleja un poco para mirarlo y prestarle atención- carne con puré de papas y esa ensalada de espinaca con tomate y limón que te recomendó el médico.
-¿Ya hiciste una cena del plan nutricional?- pregunta, sorprendido. James asiente.
-Claro, debes cumplir el plan y comer rico, lo mejor para mi chico- aprieta su cintura, Regulus se muerde los labios para no sacar el gemido de sorpresa ante el agarre. "Mi chico" se repite en la mente de Regulus, una y otra vez.
Gracias James- susurra Regulus, parándose de puntas de pie para besar su mejilla- haré mi mayor esfuerzo- promete.
-Saldremos de esta- sonrie Potter, devolviendo el beso en su mejilla- juntos- desliza su mano y toma la de Black, apretándola suavemente- ¿quieres ir a mi habitación? le pediré a papá que nos lleve la cena.
-Sí- asiente Regulus- ¿falta mucho? porque tengo sueño- bosteza, hundiendo su cara en el cuello de James, aún de puntas de pie.
-Un ratito nada más, dejé la carne haciéndose bajito para que sea más tierna y fácil de digerir- besa su hombro.
-Oh, está bien- asiente Regulus- ¿cómo vienes con el estudio?- pregunta.
-No tan bien- suspira James.
-¿Quieres que estudiemos hasta que esté la cena?- pegunta. James asiente.
-Sí- responde, sintiendo los suaves labios de Regulus contra su piel- vamos- afirma su mano en la cintura de Black y lo lleva hacia su habitación.
[...]
-No sé por qué dices que no lo recuerdas, lo sabes muy bien- habla Regulus, sentado sobre sus piernas.
-Es que tu sabes explicar, me tienes paciencia y hueles bien- sonrie, apoyando la espalda contra el respaldar de la cama. Sus manos siguen firmes en la cintura de Regulus.
-Gracias, solo me baño- responde divertido. James suelta una carcajada y apoya su mentón en el hombro de Regulus.
-Gracias por ayudarme. Cada vez falta menos para los exámenes y ya voy por la mitad- sonrie emocionado.
-Te ayudaré, esta semana yo te ayudaré a estudiar cada día, ¿sí? solo necesito un poco de cooperación de tu parte, pero yo te explico.
-Eres menor que yo y tu debes explicarme- suspira- que poco inteligente que soy- niega, decepcionado de sí mismo.
-Claro que no, no digas eso- pide Regulus, acariciando su cabello- yo siempre voy avanzado y aprender lo que tu estudias me ayuda para mantener mi cabeza lejos de los pensamientos feos. Me gusta ayudarte, James.
-¿Sí?- pregunta Potter, alejándose un poco, los brazos de Regulus se mantienen en su cuello.
-Sí- asiente Black- ¿cuándo son los exámenes?- pregunta, mirando sus labios. James se muerde los labios, pensando en las fechas.
-Este fin de semana no, el otro hay partido de quidditch, antes del partido de quidditch los profesores deben cerrar las notas porque luego quedan como tres o cuatro días en los que deben preparar el baile y todo eso- suspira.
-¿Dos exámenes al día?- James asiente.
-Un día me toman tres- responde, cansado- las materias opcionales este año fueron obligatorias- comenta. Regulus suelta su cuello y besa su mejilla.
-Tu puedes, león- afirma, palmeando su pecho- confío completamente en que te irá bien, eres inteligente y estás estudiando bien- sonrie, mirándolo a los ojos.
-Sí, aunque si repruebo alguno...- suspira mientras sus ojos se llenan de lágrimas- me egreso igual, los EXTASIS determinan las oportunidades laborales, como ser auror, trabajar en el ministerio... pero yo tengo la empresa y...- mueve las manos ansioso.
-Está bien, James- calma Regulus, llevando sus manos a las mejillas de Potter- no importa si desapruebas.
-No estarías orgulloso de mi si desapruebo- sonrie de lado.
-Claro que lo estaría porque te esforzaste, porque lo intentaste y yo no soy como mi madre, no importa si sale bien o mal, tu pones todo tu empeño en estudiar.
-Nunca diría que eres como ella, bebé- suspira James, mientras las manos de Regulus acarician sus mejillas, deja caer su cara allí, más tranquilo- si repruebo alguno... ¿todavía sería suficiente para ti?- pregunta, acariciando su cintura.
-Claro que si- asiente- y Merlín, que rápido te crece la barba ¿Cuánta testosterona tienes?- pregunta divertido, apretando sus mejillas. Siente la barba de James entre sus dedos.
-No sé- sonrie divertido- los genes de papá Mont, supongo- se encoge de hombros.
"Benditos sean" piensa Regulus.
-Luego debes afeitarte, mi piel sigue brotada- señala su mejilla.
-Sí- asiente James- debes volver a la dermatóloga.
-Tienes razón- suspira Regulus, dejando caer su cara en el hombro de James.
-Sacaremos turno para mañana- James besa su cuello, sacándole una risita.
-No, mañana tienes entrenamiento luego de clases- bosteza.
-Tu eres más importante- afirma James.
-Ajá pero debes encontrar un reemplazo para Sirius, ayer estuvo muy mal luego del entrenamiento y el médico dijo que no podíamos jugar hasta nuevo aviso- comenta- recién lo sabe y sé que no quiere defraudarte.
-Sí, tranquilo- besa su mejilla- yo lo resuelvo, buscaré a algún buscador, valga la redundancia- sonrie divertido, Regulus sonrie también. Ambos guardan silencio por unos minutos
-Estás preocupado- habla Regulus, sintiendo la magia de James alterada- te ayudaré a encontrar un buscador, pueden hacer pruebas y yo puedo calificarlos, pensé en hacer eso con mi equipo también.
James besa su cabeza.
-Estoy preocupado por ti y por Sirius, la salud es primero, Reggie. ¿Quiero ganar el partido? sí, ¿el partido es más importante que tu y Sirius? claro que no- recalca.
Regulus sonrie en respuesta. La puerta suena.
-Cariño ¿te traigo la cena o bajan?- pregunta Alphard, desde afuera.
-¿Puedes traerla, papi?- pide James.
-Sí, de inmediato. Subirá papá a traerla ¿sí?
-Okey, muchas gracias pa- sonrie James, aunque no puede verlo.
-Estoy cansado- suspira Regulus, dejando caer su mejilla en el pecho de James, escuchando el latido de su corazón.
-Ya casi, cariño- el mayor besa su cabeza- hay que cenar un poco y luego dormiremos.
-Tu corazón se escucha muy bonito- menciona Black- el mío se escuchaba más rápido en esos estudios.
-Estarás bien- promete Potter, abrazándolo firmemente. La puerta suena, Regulus no tiene intenciones de alejarse- pase- responde James.
-Permiso, chicos- sonrie Mont, entrando con una bandeja en mano- la comida se ve muy rica- sonrie- buena idea la de cocinarla para que se desmeche- habla con James.
-Gracias por terminar la cena, papá-agradece James- y traérnosla.
-Muchas gracias, señor Potter- agradece Regulus.
-También se la llevaré a Sirius y a Remus, fue un día largo.
James asiente.
-Fue un día largo- suspira, hundiendo su nariz en el cabello de Regulus.
-Cenen y luego lávense los dientes antes de dormir, buenas noches- saluda, saliendo de la habitación.
[...]
Regulus mastica lentamente mientras James le recuerda lo lindo que es.
-Y me encanta tu cabello, es hermoso- sonrie, hundiendo su nariz en el hombro de Regulus, quién está todavía sentado sobre él, apoyando su espalda en el torso de James.
-Cuéntame- Regulus cambia de tema ya que está sonrojado- ¿a quién piensas para reemplazo de buscador?
-No lo sé- suspira James- debo hablar con Marls, quizá ella pueda reemplazar a Sirius y creo que se llamaba Angie la otra chica, podría reemplazarla a Marlene.
-Si necesitas ayuda, yo puedo ayudarte- voltea a verlo y besa su mejilla- por favor aféitate- pide.
-Sí, ahora, antes de dormir- afirma el mayor.
-Puedes afeitarte mientras ceno, sé cenar solo, Jaimie- sonrie el pelinegro, llevando su mano sobre la de James, que descansa sobre su muslo.
-Dilo otra vez- pide Potter, mientras sus ojos brillan.
-¿Puedes afeitarte mientras ceno, sé celar solo?- repite el slytherin.
-Lo que sigue- insiste el gryffindor, llevando su nariz al blanco cuello.
-Tu dijiste "dilo otra vez"- disimula Regulus.
-Eso nooo- se queja, dejando pequeños besos en su cuello, Regulus ríe levemente, con cosquilla- dilo otra vez, dime así- pide, Regulus niega con la cabeza- por favooor.
-Que no, ya déjame- frunce el ceño, pellizcando el dorso de la mano de Potter.
-Sí, lo siento- suspira, dejando caer su cabeza sobre el respaldar, abandonando el cuello de Black.
El corazón de Regulus comienza a latir rápidamente, aleja el plato de comida y se tira sobre el pecho de James.
-Mi corazón está haciendo eso otra vez- susurra, tocándose el pecho.
-Tranquilo, estás bien- habla suavemente, besando su cabeza- todo está bien- lleva su mano sobre la de Regulus, alejándola para tocar su pecho. El calor, la magia de Potter logra calmarlo, otra vez.
Regulus suspira profundamente, recuperando el ritmo normal. Siempre pensó que su corazón lata así era de lo más normal, hoy la doctora que le hizo el estudio dijo que no era normal y que tenía arritmia.
[...]
Miércoles
Regulus se despierta primero, James duerme aferrado a su cintura, sus manos se mantiene firmes en su estómago y siente la respiración pesada en su nuca.
Black logra deshacerse de su agarre y camina hacia su habitación, se viste, colocándose el uniforme que Alphard lavó anoche. Regulus toma los regalos que compró para James y, escribiéndole una pequeña nota, camina hacia la habitación de Potter, dejándolos sobre la cama, en el lugar donde antes estaba acostado. Luego baja las escaleras.
-Buen día- saluda Regulus, sonriente.
-Hola cariño- saludan los Potter, al unísono.
-¿Cómo dormiste?- pregunta Alphard.
-Bien, muchas gracias por preguntar- sonrie acercándose a las puertas de vidrio que dejan ver el exterior.
-¿Cómo te sientes, campeón?- pregunta Fleamont.
-Bien, gracias- suspira, el sol de la mañana lo abraza suavemente. Fleamont se levanta de su lugar y deja la taza de té negro con una cucharada de miel entre sus manos.
-No hay nada como mirar el amanecer mientras bebes algo calentito- sonrie, guiñándole un ojo. Regulus sonrie en respuesta y se lleva la taza a los labios, para soplar el té antes de beber un buen trago.
-¿Desayunarás pancakes, cariño?- pregunta Alphard, desde la cocina.
-Sí, señor, muchas gracias- sonrie- aunque no tengo mucha hambre- susurra.
-¿Quieres esperar a James o comenzar a desayunar?- pregunta.
-Esperaré a James- sonrie de lado.
[...]
Potter despierta y estira su mano, buscando a Regulus.
-¿Reggie?- susurra, buscándolo. Se levanta de inmediato al no encontrarlo.
A su lado hay una caja de regalo grande, junto a una nota. Se coloca los lentes y lee:
"Escuché que no recibiste muchos regalos y tu mereces muchos.
Feliz cumpleaños atrasado.
Regulus
Posdate: No me fui, no te vuelvas loco, sigo en la casa"
James suspira tranquilo y camina hacia las escaleras, se asoma y observa a Regulus tomar su té mientras mira por la puerta de vidrio.
Ya más tranquilo, vuelve a su habitación y desata el lazo, luego abre la caja. Lo primero que encuentra es una camisa a cuadros, de esas que él usa y Regulus odia. Sonríe ampliamente, su corazón late con fuerza, enamorado. Luego descubre un paquete, el papel de regalo de renos navideños lo hace reír levemente, abre el paquete y se queda boquiabierto ante el mordillo de león. No sabe que pensar, su mente se dirige a la idea de "tengamos hijos juntos" pero está claro que no es eso, asi que se queda pensando por un par de minutos más.
10 minutos después, James logra volver a la realidad y mira la caja para cerciorarse de que no queda ningún otro regalo. Pero está equivocado, en el fondo, entre el papel, se encuentra una caja negra de joyería. Allí se encuentra con una cadenita de plata con un dije de estrella. La observa detalladamente, notando el "Regulus" detrás. Debajo del colchoncito de la caja se encuentra con una folleto "Estrella Regulus, la estrella más brillante de la constelación del León"
James sonrie ampliamente, si se podía sonreír aún más y se coloca la cadenita en el pecho.
Luego de ver que no hay nada más, se coloca la camisa, toma el mordillo, guardándolo en su bolsillo y baja las escaleras.
Regulus sigue tomando su té mientras mira a los caballos correr a lo lejos. James lo abraza por la espalda, colocando sus mano en el estómago del menor.
-Buenos días, cariño- susurra en su oído- muchas gracias por los obsequios- besa su mejilla. Regulus no se exalta, está tan en paz y tan acostumbrado a James, que solo sonrie.
-Me alegro que te haya gustado- responde en el mismo tono- quería regalarte algo que te guste.
-Me encantó, bonito- besa su hombro- ¿el mordillo es para nuestro bebé?- sonrie divertido.
Regulus responde con una risa leve. James saca el modillo de su bolsillo y lo coloca sobre el estómago plano de Black.
-Te hizo ilusión- comenta Regulus- yo fui cruel y... tu no te lo merecías, ¿sabes qué?- mira el mordillo sobre su estómago- la chica lo guardó para nosotros, este era el último que quedaba.
James sonrie y se endereza, apoyando su mentón sobre la cabeza de Black.
-Fue un detalle muy dulce- comenta Potter, suspirando- lo guardaré para el bebé.
-Sí, que probablemente salga igual a ti- sigue la broma, deja la taza en un mueble cerca y voltea, rodeando el cuello de James con sus brazos mientras siguen charlando en voz baja
-Bueno, yo muerdo- eleva ambas cejas, coqueto.
-¿Ah sí?- sonrie divertido- no sabía que los ciervos mordían.
-Bueno, este sí- sonrie mirando sus labios.
-En realidad sí lo sabía- corta Regulus, sin poder evitar compartir su conocimiento- pero no es algo común que muerdan, los ciervos son tímidos. Aunque la época de celo, los machos pueden volverse más agresivos y en general usan sus astas para atacar en lugar de morder.
-¿Dices que porque soy un ciervo en mi forma animaga me vuelvo agresivo durante el sexo?- sonrie James y eleva una ceja.
-Nunca dije eso, ¿escuchas bien, James Potter?- Regulus frunce el ceño. Potter sonrie divertido. Black mira su pecho, la cadenita brilla allí, baja sus manos, inspeccionando la estrella- te la colocaste- sonrie enternecido.
-Claro que sí, es hermosa- mira el dije entre los dedos de Regulus- como tu.
Regulus se sonroja y baja la cabeza, para que no lo vea.
-Hay que desayunar- susurra Regulus, empujándolo suavemente.
James asiente y lo suelta.
-¿Tu fuiste a comparar una camisa a cuadros?- pregunta, antes de que se aleje. Regulus asiente- ¿y como no te desmayaste de lo horrible que eran?- bromea.
-Es que a ti te gustan- se encoge de hombros- el regalo debe gustarte a ti, no a mi. Te acepto con tus horribles gustos, Potty- molesta, apretando su hombro. James se muerde el labio.
-Créeme, tengo un gran gusto- le guiña un ojo y camina hacia la cocina.
[...]
-Que cursi, Reg- sonrie Barty, mientras almuerzan- ¿por qué lloras, Dora?
-Ay rimaste- señala Dorcas.
-Es que es muy lindo, estoy muy emocionada- responde la rubia, llorando sobre el hombro de su hermano.
-Aww- chilla Dorcas- qué linda es la vida, ¿no?- suspira.
-Adivino, te arreglaste con Marlene- sonrie Evan, abrazando a su hermana para contenerla.
-Mejor, ¡estamos saliendo oficialmente!- exclama emocionada.
-Felicidades, Cass- sonrie Regulus- realmente estoy muy feliz por ti.
-Gracias Reg, vale mucho viniendo de ti-sonrie ampliamente.
-¿Y no te besó como agradecimiento?- pregunta Barty.
-Que no, pesado- suspira Regulus.
-Es que llevo esperando a que se besen desde que empezaron a coquetearse- bromea, cruzándose de brazos. Regulus se sonroja al ver que algunos de sus compañeros escuchan.
-Comparte una vida- responde Black, avergonzado. Barty deja de sonreír- lo siento- se disculpa Regulus, levantándose.
-Pero no haz comido nada, Reg- señala Barty- vuelve, yo solo bromeaba, lo siento- se disculpa.
-No, no es por ti, en serio- suspira y vuelve a sentarse- no tengo hambre- comenta- tengo anorexia- susurra, sus amigos lo miran- me dieron medicación, un plan de alimentación y más terapia.
-Oh Reggie- se lamenta Pandora, abrazándolo. Regulus cierra los ojos con fuerza, luchando contra el tacto ajeno, pero no quiere alejarla porque ella intenta ayudarlo.
-No lo abraces mucho, Dory- comenta Evan, dándose cuenta.
-Oh claro, claro. Lo siento- se disculpa, alejándose. Regulus le sonrie.
-No podré jugar al quidditch hasta nuevo aviso- comenta, mirando a Evan- pero me encargaré personalmente de buscar un buen reemplazo.
-No te preocupes, tu salud es primero, no te estreses- pide el rubio, mirándolo con comprensión.
-Los amo, chicos- recalca Regulus- ustedes son muy importantes para mi, sé que no lo digo nunca pero... realmente los quiero mucho.
Los slytherins sonríen.
-También te amamos- recuerda Pandora.
-Y amaremos mucho tu fortuna cuando te cases con él- molesta Dorcas. Todos ríen levemente.
-Eso no pasará- afirma Regulus.
-Nunca digas nunca- habla la rubia, mirándolo con sus ojos profundos.
-A veces me das miedo, Dora- sonrie Black, algo nervioso.
-Sí, es nuestro don- habla Evan.
Regulus sigue charlando pero no toca su almuerzo, asi que James, que lo vigila desde la mesa de gryffindor, se levanta y camina hacia ellos, sentándose junto a Regulus.
-Ey- saluda Potter, mirándolos- ¿cómo están chicos?- coloca su mano en el muslo de Regulus, quien se siente más tranquilo de tenerlo cerca, asi que su apetito vuelve.
James habla con Evan, quién decidió dar la vuelta y sentarse frente a James, abrazando a su novio por la cintura, inconscientemente. Regulus almuerza, mirándolos.
Dorcas, Barty y Pandora se miran sonrientes al ver a su mejor amigo comer.
-Está siendo la peor temporada, te juro- resopla Evan.
-Sí, merlín, ¿por qué no entrenan más?- se queja James.
-Exacto- el rubio mueve su mano libre, molesto.
-Es solo un partido, un juego, carino, no te alteres- pide Barty, calmándolo.
-Hablando de partido, ¿jugamos un partido de futbol muggle?- pregunta James.
-Claro, di cuando y estoy- acepta el rubio.
-El viernes ¿qué te parece?
-Tengo el cumpleaños de mi suegra- tuerce la boca.
-Igual... me encantaría que mi familia nos aceptara Evan pero si vienes terminarás muerto, puedes jugar al futbol con ellos, yo me quedaré tranquilo si te quedas aquí- suspira Barty, triste.
-Oh, cierto- asiente el rubio- a veces lo olvido- se rasca la nuca.
-Pero volveré en la noche, lo prometo- besa su mejilla, sacándole una sonrisa a Evan.
-Entonces si, puedo- asiente el rubio- ¿a qué hora?
-Luego de las clases, quiero volver temprano a casa, debo terminar de estudiar para los EXTASIS.
-Bien, está perfecto- sonrie Evan.
-Le avisaré a Frank luego, a Marls, Andy y probablemente Diggory se una también- comenta James.
-Genial, listo- asiente Rosier.
James sonrie en respuesta y mueve su mano sobre el muslo de Regulus, acariciándolo.
-Ya me llené- susurra Black. Comió la mitad del plato.
-Entonces ya está, ¿te sientes bien?- pregunta, Regulus asiente.
-James- llama Marlene, levantando la mano y luego señala a la chica, reemplazo de Sirius.
-¿Te molesta si voy?- pregunta, Regulus niega con la cabeza- toma más agua, es importante que no te deshidrates ¿sí?- Black asiente- mantente sentado un rato- pide, Regulus vuelve a asentir- nos vemos luego de clases, la dermatolomaga te dio turno para las cuatro y media- se levanta.
-Sí, el señor Potter lo dijo en el desayuno- recuerda Regulus- ve, luego presta atención en clase.
-Prometo esforzarme- sonrie y le guiña un ojo antes de caminar hacia la mesa de gryffindor.
Regulus suspira enamorado y se sonroja, sabiendo que sus amigos lo están mirando.