ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 110

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James se sube a la camioneta y su padre maneja hasta la entrada de la finca, donde ambos se bajan con varita en mano. El frio atraviesa sus huesos, salir de la cama cálida, de la paz que Regulus le otorga. No es que desconfíen del elfo, es que los Black podrían estar cerca. -¡Este lugar odia a Kreacher!- se queja el elfo- Kreacher intentó cumplir la orden, pero los hechizos estúpidos de los Potter lo rebotaron como una escoba vieja. ¡Bah! ¡El señor Potter podría al menos avisar que tiene un castillo encantado!- exclama molesto.  James sonrie divertido. -Un gusto conocerlo, Kreacher. Gracias por hacer esto. En serio- James extiende su mano, el elfo lo mira confundido. Fleamont se agacha a examinar los baúles. Todos están pulcramente sellados, aunque uno tenía un leve rasgón en el costado, como si lo hubieran apurado al empacar. -¿Walburga se enteró?- pregunta Fleamont, mirando al elfo. Ambos se conocen, cuando casi mata a Walburga, el elfo estaba en la casa Black. -No, señor Potter- responde algo miedoso- ¿el amor Alphard se encuentra bien?- pregunta. Fleamont asiente. -Muy bien, yo lo cuido. -¿Alguien lo vio?- pregunta James, pasando sus dedos por las letras de uno de los baúles "R.A.B" -No pero los amos siempre están un paso adelantados- responde. -Te golpearon- se lamenta James, agachándose a su altura para examinarlo- lo siento mucho, Kreacher, ¿cómo puedo ayudarlo? -No fue gran cosa. Kreacher ha pasado por peores. Además, Kreacher hace esto porque quiere. El señor James cuida al amo Regulus. Y Kreacher... recuerda cuando el amo Regulus lo cuidaba a él, ahora merece que cuiden del amo Regulus. -Con mi vida, lo prometo- habla James. -Eso basta y sobra para Kreacher. Deséele buen cumpleaños al amo Regulus de mi parte- hace una reverencia y chasquea los dedos, desapareciendo. Fleamont y James examinan el entorno, buscando algún indicio de Walburga u Orión, alguna trampa. No hay nada. -Revisa los baúles- exige Fleamont. -Kreacher no le haría daño a Regulus- habla James, seguro. -No hablo del elfo, James. Walburga es inteligente, muy astuta. Abre los baúles o los revisaré yo. -Son sus objetos personales, papá- vacila James. -¿Qué puedo ver de raro? ¿boxers? ¿un consolador? por favor, James- rueda los ojos- entiendo tu punto pero esto va más allá de la vergüenza sobre los objetos personales. Allí podría haber algo oscuro, algo que los ayude a infiltrarse en casa. Sabes que significaría eso. James asiente. Bajo un lumus, James revisa cada prenda de los baúles. Encuentra diarios personales, relojes de bolsillo, joyas, libros, cosas adicionales que Kreacher decidió mandar. Supone que son todas sus cosas ya que hay como cinco baúles. -Todo limpio- responde James, luego de inspeccionar manual y mágicamente cada objeto/prenda. -Genial, te ayudo a cargarlo- sonrie Fleamont, apretando el hombro de su hijo. Ambos cargan los baúles en la parte de atrás de la camioneta y conducen de regreso a la mansión (no sin antes cerrar la cerca). James se baja primero, abre el garaje y Fleamont estaciona la camioneta dentro. -¿A dónde te ayudo a llevarlos?- cuestiona Mont. -Hace frío asi que envolveré los baúles con papel de regalo en la sala, junto a la chimenea. -Es que sí, eres el único que sale así en medio de la noche- señala a su hijo, que lleva una remera manga corta, la del pijama. -No quise hacer mucho ruido, Regulus está durmiendo y se despierta fácilmente. -Okey. -¿Qué hacen?- pregunta una voz, en la puerta que conecta el garaje con el living. Ambos voltean. -Alphi, mi amor- sonrie Fleamont- que susto, cariño. Fuimos a buscar los baúles de Regulus. -Te dije que no hagan eso, Fleamont- lo mira mal- ¿ellos no están cerca?- cuestiona, caminando hacia la ventana para mirar fuera. -No, cariño- niega Mont- además mi magia los aleja. Alphard lo mira con su mirada Black, esa fría, molesta. Fleamont baja la mirada. -Fue mi idea pa, no te enfades con papá- pide James- es que lo tuvimos controlado todo el tiempo y nuestra magia... -Fue muy riesgoso. -No lo fue, Kreacher bien sabe que yo soy capaz de matar a Walburga- habla Fleamont- no expondría a su ama a que venga a la boca del lobo. "Tiene un punto válido" piensa Alphard. -Igual, no quiero que nunca más se acerquen a la familia Black ¿me escucharon?- regaña molesto, ambos asienten asustados por su tono tajante. Alphard resopla y los mira, se casó con Fleamont asi que este tipo de cosas son esperables. No puede enfadarse con su hijo por querer ayudar al chico que le gusta ni con Fleamont por ayudar a su pequeño. -El fin de semana no invitarás a ningún amigo- habla serio, mirando a James- y ambos harán el jardín desde cero, quiero flores nuevas- suspira- y agradezcan que la magia Potter los cubre- entrecierra los ojos y vuelve al living. -Lo siento- se disculpa James- lo siento pa, yo... debí dejarte fuera de esto. -Claro que no, no lo hagas. -Pero papá se enfadó. -Sé que él prefiere que te acompañe a pesar de no estar de acuerdo con tus planes, ambos preferimos acompañarte, solo podría pasarte cualquier cosa. Sabemos que ya estás grande y sabes cuidarte solo, pero siempre serás nuestro niño, Jay- acaricia su hombro, James lo abraza. -Gracias pa, esto significa mucho para mi- sonrie, hundiéndose en los brazos de su padre.  Su abuelo sigue cuidando así a su padre, asi que supone que no es porque crea que es pequeño o inmaduro, es porque lo ama. [...] James y Alphard envuelven los baúles con papel de regalo. -No debí comprar tantas cajas- sonrie James, mirando las cajas sin usar. -Las guardaremos, servirán para algo- responde Alphard, encogiéndose de hombros. -Lo siento pa- se disculpa James, mientras pega el moño- sé que fue riesgoso. -Lo comprendo- suspira Alphard- estás enamorado y sé que Regulus sufre al no tener su ropa, yo también soy apasionado por la moda y sé que Monty hubiese hecho lo mismo en tu lugar. Solo que... tengo miedo de que te pase algo ¿sabes? Eres mi hijo y quiero cuidarte. -Lo sé, papá- asiente James- lo siento. -No te disculpes por amar demasiado, esto es un acto de amor e hiciste muy bien en pedirle ayuda a papá, es lo que debes hacer. Nosotros podemos ayudarte siempre, debes confiar en nosotros. -Sí pero siento que te enfadaste con papá-señala a Fleamont quien llega de la cocina y le extiende una taza de té a su esposo, quién, junto a James, están sentados sobre los almohadones del sofá, en el piso. -Lo resolveremos, no te preocupes- responde Alphard, bebiendo un sorbo de té. -Sé que solo quieres cuidarnos, pa. Lo siento por eso.  -No olvides que para cuidar a alguien, también debes dejarte cuidarte tú- recuerda Alphard, repitiendo la frase que su suegra le ha dicho en muchas ocasiones a Fleamont. -Tienes razón- asiente James, tomando más papel de regalo. La tranquilad de la madrugada los envuelve, frente al fuego que los calienta, los tres terminan de envolver los baúles. A eso de las cuatro y media de la mañana James vuelve a la cama. Regulus voltea, dormido, y se acuesta sobre su pecho. [...] Regulus despierta primero y mira a James. Es su cumpleaños y no podría imaginarse en un lugar mejor que los brazos de Potter. Black acaricia su mejilla y pasa la yema de su dedo índice por el tabique del ex gryffindor. -Es hora del trabajo, Jaimie- llama, mirando los labios rojizos debajo de la barba. Esa que sigue irritando su mejilla pero ya no se queja, porque nada duele tanto cuando él está cerca. -Hoy no voy- responde entre sueños- anclando sus manos en la espalda baja de Regulus, sobre la ropa. El pelinegro se muerde el labio al tenerlo tan cerca. -James- insiste Regulus pero, nuevamente, no logra despertarlo. Asi que se rinde y vuelve a dormirse, algo incómodo por sentir algo duro en sus muslos. [...] A eso de las nueve y media James despierta por el sol golpeando su cara. El frío que sentía anoche al estar fuera sin abrigo hoy es reemplazado por el calor del cuerpo de Regulus, quién duerme acurrucado sobre él. James sonrie ampliamente y besa su cabello. -Laisse-moi dormir encore un peu- se queja Regulus, entre sueños. -No hablo oui oui- sonrie James, divertido. -Uhmm- resopla entre sueños. James logra despertarlo luego de un rato.  -Feliz cumple- felicita nuevamente. -Es la quinta vez que lo dices en las últimas horas- bosteza, sentándose. James se queja en un gemido. -Necesito ir a orinar- explica, avergonzado. -Claro- se talla los ojos mientras se sienta en la cama. James entra al baño y él se levanta, abriendo la ventana. El sol brilla suavemente, se escuchan los cantos de las aves, algún que otro "muu" de las vacas y múltiples ruidos propios del campo.  Escucha a James salir del baño y caminar hacia él. Sus brazos lo rodean. - Que los cumplas, feliz - comienza a cantar suave, bajo, íntimo-  que los cumplas, Reggie, que los cumplas feliz - murmura, en español. Regulus sonrie ampliamente y siente los labios de James besar su cuello. -Gracias- responde el pelinegro- supongo que fue la canción de feliz cumpleaños en español, ¿no? -Exacto- asiente James. -Es un lindo día- sonrie, mirando el cielo azul- ayer nos contactamos con mis amigos para invitarlos a mi cumpleaños- comenta- vendrán. -Eso es increíble, bebé- sube sus besos hacia su mejilla derecha y lo mira- tengo una sorpresa para ti. -El pastel fue más que suficiente- responde, girando para rodear el cuello de James con sus brazos. -Para mi no- responde, uniendo sus frentes- te espera abajo, ¿bajamos?- extiende su mano, abandonando la cintura de Black. Regulus asiente. -Iré al toilette primero- avisa, James asiente y se aleja. Regulus entra al baño y James se sienta en la cama, a esperarlo. [...] -¿Era necesario traerme en brazos?- sonrie Regulus mientras James lo deja en el piso. -Sí, lo es- responde James, divertido y mira a sus padres, quienes espían desde la cocina- es tu cumpleaños, debes sentirte como un príncipe. Regulus responde con una sonrisa. -¿Todo esto es para mí?- cuestiona impresionado, James asiente. -Ábrelo, vamos- pide James, emocionado. Regulus se va a arrodillar en el piso, pero James lo detiene, tomando un almohadón del sofá y colocándolo para que se arrodille y no se haga daño. Regulus se sonroja levemente ante su caballeroso acto. La sonrisa de Regulus se congela en su rostro al ver su baúl. Voltea a ver a James y abre el baúl, la sonrisa se deshace. Está feliz de ver su ropa pero... -James- llama Regulus, mirándolo preocupado. -No te enfades, por favor- pide Potter, arrodillándose a su lado- tuve mucho cuidado, Kreacher lo envió fuera de la finca, papá me acompañó en todo momento, yo no pisé la casa Black. -¿Sabes lo arriesgado que es esto?- pregunta. -Tuve mucho cuidado- repite- papá Mont me acompañó en todo. Yo... yo no quería que sigas sufriendo por tu ropa, es tuya y te pertenece, la necesitas contigo. Yo... sé que dijiste que no haga nada pero... no quiero verte triste, Reg. Quiero que sonrías, quiero hacerte feliz.  Regulus mira su camisa favorita y luego suspira, mientras piensa. -Eres un bobo- sonrie de lado, levantando la mirada- te dije que no lo hicieras. -Soy un bobo, lo sé. Solo quería hacerte feliz, si es por mi por favor no te preocupes, siempre estuve acompañado por papá. Eres muy importante para mi, Reg. Quiero que seas feliz. Regulus deja sus cosas y se tira sobre James, abrazándolo. -Gracias- murmura luego de un rato. El hecho de que Fleamont lo haya acompañado en esto lo deja tranquilo- no vuelvas a acercarte a ellos, por favor- pide. -Sí, lo siento- se disculpa, besando su hombro. -¿Kreacher te ayudó?- cuestiona. James asiente. -Sí, él lo hizo por ti, no parece que yo le agrade mucho. -Es que es Kreacher- sonrie divertido. Cuando en la mezcla de emociones de Regulus predomina la felicidad por tener su ropa vuelve a mirar sus baúles y desenvuelve uno por uno. -¡Mi cuaderno de recetas!- chilla emocionado, mostrándole el libro a James- mira, estas son las que me enseñó Kreacher. -Wow, hay que prepararlas algún día- sonrie aunque patas de conejo a la vinagreta no suena nada rico- ¿podemos hacerlo sin matar conejos?- pregunta, viendo la página del libro que se muestra cuando Regulus lo abrió. -Sí, esa receta no me gusta mucho- sonrie divertido- ¡Oh, mis joyas!- exclama emocionado, luego de hurgar entre su tercer baúl. Mientras Regulus abre sus cosas Sirius baja las escaleras. -¿Por qué tanto ruido?- se queja el mayor de los Black, sentándose en el sofá. -James trajo mis cosas devuelta- responde Regulus, feliz. -No fui allí, las trajo Kreacher, papá me acompañó en todo- resume James, ante la mirada de su mejor amigo. -Oh, okey- asiente- te retaría pero sé que seguro fue eso lo primero que Regulus hizo. James asiente y se sienta a su lado, levantándose del frío piso. Creo que esto es tuyo- habla Regulus, extendiéndole una pequeña guitarra a Sirius. -Oh, mi guitarra- sonrie emocionado- creí que nunca más la vería- comenta, sacando su varita de su cabello para volverla al tamaño original. James se levanta del sofá y camina hacia la cocina, esta mañana su padre fue a buscar el desayuno sorpresa que encargó ayer para Reg. -Feliz cumple hermanito- felicita Sirius levantándose del sofá, no quiere presionarlo a que lo abrace pero allí está su movimiento. Regulus se levanta del suelo y lo mira sonriente. -Gracias- agradece, abrazándose a su hermano mayor. -Eres el mejor hermano del mundo- murmura. Regulus se muerde los labios para no llorar. -¿El mejor? ¿el mejor en serio? ¿mejor que tus amigos? -El mejor- repite, besando su frente. Regulus lo abraza nuevamente. El contacto físico molesta cada vez menos, asi que disfruta de abrazar a su hermano. -¿Me ayudas a abrir los regalos?- pide Regulus, Sirius asiente. -Sería un honor. -¿Podemos ir?- pregunta Alphard, viendo a su hijo prender la pequeña vela que lleva el pequeño cheescake de frambuesas. James asiente. -Feliz cumpleaños, cariño- saluda Alphard, caminando hacia él. Regulus se levanta del suelo y abraza a Alphard. -Muchas gracias, señor Alphard- agradece feliz de recibir sus felicitaciones. -Feliz cumple Reg- sonrie Fleamont, uniéndose al abrazo. Al separarse, mira a Regulus- que quede claro que nadie nunca corrió peligro, ¿sí? James solo quería regresarte tus cosas. -Gracias, señor- agradece. James sale de la cocina con la bandeja de desayuno entre sus manos. Los presentes comienzan a cantarle el feliz cumpleaños, mientras los ojos grises brillan emocionados. -Feliz cumple, Reggie- repite James mientras coloca la bandeja a su altura, para que sople la vela. Regulus sonrie ampliamente y sopla.  -¿Qué es esto?- pregunta. -El desayuno sorpresa de cumpleaños, una tradición Potter- responde James- con tus cosas que te gusten, obviamente. Tienes el cheescake, las galletas, el té negro con miel, unos sándwiches...- habla, mirando la bandeja. -Oh lo compraste en el café de Hogsmeade- sonrie emocionado. -Sí, la señora Rosa me preguntó como nos preparábamos para ser padres- sonrie divertido. -¿Qué?- pregunta Sirius, frunciendo el ceño. -Una vez vomité por eso de la enfermedad en el baño del café y la señora concluyó que estaba embarazado-explica Regulus, tomando una galleta. James deja la bandeja en la mesa ratona. -Eres muy joven para tener hijos- habla Sirius, serio. -Lo sé, Sirius- responde, tomando la taza de té que James le extiende- la señora lo malinterpretó- resopla, cansado. -Bien- asiente el mayor de los Black. -Por favor, tomen algo- pide Regulus, compartiendo su desayuno con su nueva familia. -Ya desayunamos, cariño- responde Alphard- pero gracias. -Yo quiero una galleta- pide Sirius, Regulus le extiende el pequeño plato. [...] James, Regulus y Sirius cabalgan paseando por el campo. El menor de los Black va con James, decidió dejarle su caballo a su hermano, el resto estaban comiendo. -Es una hermosa mañana- comenta Sirius. -Sí, lo es- asiente Regulus, el sol acaricia sus mejillas cargadas de protector solar. -Iremos a almorzar al restaurante de anoche- comenta- ¿o quieres ir a otro lado? -Ese me gusta, quiero probar la carne con verduras que comiste ayer, se veía exquisita. -Uy sí, lo era- asiente James. -¿Y cómo les fue anoche? ¿qué hicieron?-  cuestiona Sirius. -Cenamos, James me pidió un pastel y soplé las velas, paseamos un poco por el centro comercial de al lado y luego volvimos- resume Regulus. -¿Nada más?- pregunta Sirius, Regulus niega con la cabeza. -Nada más- afirma Regulus. Sirius asiente y observa a Regulus, apoyado sobre la espalda de James, cerrar los ojos en esa paz que no vez en sus expresiones desde pequeño. [...] Regulus saca su cámara y le toma una foto: -Reg- Lib tira de su brazo, moviendo la foto- feliz cumple- sonrie la pequeña mientras caminan hacia la mesa. -Gracias Lib- sonrie. -Estás muy bonito, me encanta lo que te pusiste. Regulus baja la mirada, observándose. -Oh, gracias- agradece. Alphard lavó un poco de su ropa para que pueda elegir que ponerse ahora. Llegan a la mesa y se sientan. James mueve la silla para que se siente Regulus. Black murmura un "gracias" y toma asiento. James se sienta a su lado y coloca su mano derecha sobre le muslo izquierdo de Regulus. -Feliz cumple, Reggie- sonrie Lib, extendiéndole un pequeño paquete. Regulus lo abre, es una pulsera de colores- ya hice yo. Regulus sonrie ampliamente, que la niña se haya tomado el tiempo de hacerle un regalo vale mucho para él. -Es hermosa, Lib. Muchas gracias. -De nada- sonrie la niña. Regulus se coloca la pulsera y luego voltea a ver a James, mostrándole su pulsera nueva. James responde con una sonrisa cálida. El almuerzo trascurre entre risas, propias de la familia Potter. Y un ambiente muy pacífico y familiar. Regulus toma una foto al lugar, es un hermoso restaurante. [...] James y Regulus pasean de la mano, detrás de su familia.  Lib va corriendo, Alphard charlando con Sirius y Fleamont persiguiendo a la pequeña, en un juego de carreras. Regulus camina distraído, tomando fotos al parque.  No nota cuando James se aleja. Un ramo de flores lo sorprende, sacándo su vista de la cámara. -Para ti- sonrie James, extendiéndole el ramo. -¿Para mi?- pregunta emocionado, sus ojos brillan de la felicidad. James asiente. Regulus toma las flores y las huele. -Huelen genial- sonrie- muchas gracias, James. -Por tu cumpleaños- sonrie nervioso, esa es su excusa. -Han sido muchos regalos por hoy, nunca recibí tantos regalos- sonrie, sonrojándose. -Oh, todavía quedan algunos- sonrie, besando su mejilla.  Regulus toma su mano y ambos siguen paseando por el hermoso parque. "Este es el mejor cumpleaños de mi vida" piensa Regulus, mirando a las flores y luego a James.
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