ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
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En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 119

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La chimenea suena, Fleamont aparece solo. -Papá, ¿y papá Alph?- pregunta James, levantándose de la silla. -Es de riesgo- suspira Mont, restregándose los ojos- la doctora sugirió.... -¿Y?- insiste James. -Papá no quiere- responde, dejándose caer en el sillón. James intercambia una mirada rápida con Regulus antes de acercarse a su padre y sentarse a su lado. -¿Qué pasa, pa?- pregunta James en voz baja. -Es muy riesgoso para él. Él ha tenido su gran desnutrición de pequeño y su cuerpo... fue demasiado ya con tenerte a ti y Lib fue prácticamente un milagro. -¿Él lo sabe?- cuestiona James. -Sí- asiente Fleamont, exhalando despacio- lo sabe... y quiere tenerlo, y luego no, y luego otra vez sí. Está abrumado. Tiene miedo. Y yo... -se lleva una mano a la frente, con los ojos cerrados- yo no quiero presionarlo. Quiero que él decida. Sobre su cuerpo, sobre lo que siente. -Sí pa, comprendo- asiente James- él decide sobre su cuerpo pero tu eres su esposo y puedes hablarle suave y explicarle que sucede, además tienen a Lib pequeña y yo estaré siempre con ustedes, ya tienen la familia que ambos soñaron, yo... creo que arriesgar la vida de papá no es bueno. -Lo sé- suspira Fleamont- yo tampoco creo que deba seguir con el embarazo pero... sé que él en parte de ilusionó, ambos quisimos siempre una familia más grande, él... miraba a su hermano con tres niñas y también quería unas trillizas, no lo sé, no sé como explicarlo. -Yo comprendo- asiente James- sé que él pasó por demasiado y que nos ama. Eso no quita que no desee más niños. -No podemos tener más niños, es riesgoso. La obstetra dijo que... -James asiente y abraza a su padre por los hombros- él quiere tenerlo pero me gusta nada la idea si eso lo pone en riesgo. no si lo lastima. Él ya sufrió mucho con su cuerpo ya. Lo amo, quiero verlo bien y saludable. -Debes decirle esto, pa- aconseja James- no dejes que se ponga en riesgo. ¿Dónde está ahora? -Siguen haciéndole estudios, me dijo que venga a ver como están ustedes, Cygnus está con él. James asiente. -Estamos bien, ¿comiste?- pregunta. -No, le di de comer a Alphard y luego seguimos con los estudios. -Reggie hizo una comida exquisita, te calentaré un poco. -No te preocupes, campeón- suspira Fleamont- muchas gracias por todo. Regulus, que escucha la conversación, sirve un plato de comida y lo calienta con magia. -Es un placer, pa. Yo los ayudaré en todo lo que pueda, sea cual sea la decisión de papá. Porqué más allá de opinar, nadie puede decidir por él. -Exacto- asiente Mont- aprendiste muy bien- aprieta su hombro. -Señor Potter- llama Regulus, colocando el plato de comida en la mesa del comedor- ¿gusta probar la carne con verduras?- sonrie. -Anda, come- pide James, palmeando su espalda. Mont asiente, mirando un punto ciego mientras piensa en su esposo. [...] -Estoy preocupado por ellos- susurra James, apoyado en la pared mientras abraza a Regulus, ambos miran a Fleamont desde la cocina. -Lo sé, Jaimie- responde Regulus- yo también lo estoy. Ellos no merecen eso, han pasado por mucho, la vida debería darles todo lo que quieren- opina. -Sí, pienso igual- asiente James- la vida es injusta. Regulus asiente. -Si puedo ayudar en algo solo dilo- pide el menor de los Black. James asiente y besa su cabeza. -Gracias por tu apoyo, cariño- agradece James. [...] -Es muy maduro de tu parte ponerte el trabajo al hombro y tomar el puesto de tu padre- comenta Regulus, mientras James firma unos papeles. -No podría hacerlo sin ti- sonrie, mirándolo. -Te has convertido en un hombre- sonrie Regulus- Ya no eres el bobo y egocéntrico león que hacía bromas con sus amiguitos. -Eso no puede durar para siempre- responde James, terminando de firmar el último papel- ya duró como seis años. ¿Cómo vas con eso?- pregunta, cambiando de tema. -Los diseños ya están, debo hacer los moldes pero necesito cartón. -Iré a comprar- se levanta de la silla, Regulus lo detiene, tomándolo de la mano. -Hoy no, otro día. Libra te estoy viendo- habla, Libra está detrás de Regulus, por hacer alguna travesura. -Ufa- se queja la niña- ¿cómo ves sin voltear? -Es que Regulus sabe mucho de todo- sonrie James- ¿por qué no vas a jugar al maquillaje con Sirius? -¡Sí!- exclama la niña y sale corriendo. James se mueve rápido y toma a Regulus por la cintura, sentándolo sobre él. -Necesito un abrazo- murmura, abrazándolo con firmeza. -Todos los que quieras- responde Regulus, hundiendo su cara en el cuello de James- ¿tienes más trabajo o quieres que te prepare un baño de burbujas? -Debo seguir un rato más, ya firmé todo eso pero me faltan los informes aquellos- señala- pero acabaré antes de la cena y yo la cocinaré. -Tu céntrate en lo tuyo, yo me encargo de la cena- habla Regulus- -No, no te esfuerces demasiado. -James, ya basta- exige Regulus- me siento bien, solo quiero aprender esto, quiero practicar. -Bien- sonrie Potter, besando su mejilla- pero te ayudaré con la cena y mandaré a pedir el cartón para que hagas tus diseños. -No- niega Regulus- hoy no quiero diseñar, ya fue suficiente de eso por hoy. En un momento levantaré la remera que tendí de Lib y charlaré un rato con los chicos- señala a Evan y Barty, quienes hablan despacio y se besan cada tanto. -Oh ¿lavaste?- pregunta, leyendo un informe. -Sí- asiente Regulus- ¿necesitas que te lave algo? -No bebé, gracias- sonrie. Regulus asiente y vuelve al silencio, suponiendo que James necesita silencio para leer los informes. Aún así, Black se mantiene sentado sobre Potter, abrazándolo y dándole su apoyo moral. [...] Regulus se despierta confundido, no sabe cuando se durmió pero dé repente está en el jardín, -Papá, ¿qué haces?- escucha la voz de Libra. -Destiendo tu remera, Lib- responde James. -¿Y por qué llevas a Regulus? -Porque se quedó dormido y no quiero despertarlo- responde- baja la voz, ¿sí? -Okey- responde la niña. James camina hacia la mansión abriendo la puerta para Lib, luego entra él con Regulus en brazos. La chimenea suena. -Hola- saluda la voz de Lupin- ¿Cómo están por aquí? -Terrible- responde Sirius- mira mi maquillaje- señala su cara. -Estás hermoso, como siempre- sonrie Lupin y besa los labios de Sirius- ¿James?- habla, caminando hacia ellos- ¿necesitan ayuda? -No, ahora haré la cena- responde, dejando caer su mentón sobre el hombro de Regulus. -Yo la haré, tu ve a acostarlo y báñate ¿sabes algo de tus padres? -No, solo que el embarazo es riesgoso y estaban haciendo estudios. -Papá me dijo que Alph se quedará allí esta noche con tu papá, que te avise. James asiente. -Está bien. -Yo me quedaré también ¿quieres? te ayudo un poco. -Sí, claro- asiente Potter- Regulus hoy me ayudó demasiado- comenta, caminando a la cocina junto a Remus- no solo cuidó a Lib, sino que cocinó un delicioso almuerzo. -¿Sí? James asiente. -Ahora tiene su cuaderno de recetas, quizá se inspiró con eso. -Quizá, ¿qué hago de comer? -Haz algo fácil, mete un pollo al horno con una ensalada. Remus asiente. -Tu ve, te ves cansado. -Sí- suspira James- el puesto de jefe en la empresa no es nada fácil. -Claro que no, además tienes poca experiencia, nuestros padres llevan años en esto. -Temo hacerlo mal. -Eres bueno, James. Lo harás bien- sonrie Remus. -Gracias hermano, subiré a dejar a Reggie y a bañarme. -Sí, relájate- sonrie Lupin, apretando el hombro de su primo. James sube las escaleras con Regulus en brazos. -Estoy despierto- habla Black- te prepararé el baño de burbujas. -No, está bien- suspira James- tu también estás cansado- lo deja en el piso y camina hacia el baño. -James Potter- habla serio, cruzándose de brazos. James se detiene en seco- te prepararé el baño de burbujas y lavaré tu cabello- avisa, empujándolo suavemente para pasar por la puerta del baño. -Bien- asiente James, sabe que no debe discutir con un Black. Regulus abre la canilla/ llave y coloca jabón para burbujas mientras busca los productos del cabello de James en el armario del baño. -Ya puedes venir- habla Black, mirando el shampoo. James entra al baño y lo abraza, besando su frente. El menor nota que James ya se quitó la camisa. -Gracias por todo- sonrie James, enamorado- hoy no habría podido sin ti. -Seguro que sí- mueve la mano, restando importancia. -No, no podría- asegura James mientras se acerca, los labios de Regulus lucen tan apetitosos que... -James- llama Libra, desde la puerta de la habitación- Reggie. James se aleja de Regulus mientras este va con la niña. -Hola Lib, ¿sucede algo, cariño?- pregunta Regulus, agachándose a su altura. -¿Me lavas el cabello?- pide. Regulus asiente y mira a James. Potter cierra la canilla y vuelve a colocarse la remera. -Sí, claro. Vamos- sonrie Regulus, estirando su mano para que Lib la tome. -Iré a ayudar a Remus- avisa James, saliendo detrás de Regulus- llámenme cualquier cosa. -No porque eres malo lavando mi cabello- responde la niña- pero igual te quiero- sonrie y entra a su habitación. Regulus sonrie divertido y mira a James, quién le tira un beso. Black se sonroja, un poco más de lo que ya estaba al estar tan cerca de James y entra a la habitación de Lib. [...] -¿Cómo sigues, Evan?- pregunta James, sentándose frente al rubio y apoyando sus codos en sus rodillas. -Me sigue doliendo- tuerce la boca y señala su corazón, donde está la herida. -Mierda, olvidé ir por las pociones- resopla, regañándose a sí mismo. -Las buscas mañana, no importa- niega Evan- puedo aguantarlo. -No, tienes dolores, no puedes estar así- se levanta del sofá y camina a la chimenea- ¡VOY A LA EMPRESA A BUSCAR LAS POCIONES PARA EVAN!- avisa en un grito, tomando la receta. -No grites-pide Sirius, saliendo del baño. -Lo siento- sonrie James, tomando un puñado de polvos flu para luego desaparecer. Sirius camina hacia la cocina y ayuda a Remus a cocinar (besa al cocinero) y Evan mira a Barty. -Regulus está en buenas manos- comenta el rubio, Barty asiente. -Sí, aunque sigue siendo un bobo- sonrie divertido. [...] -¿James?- llama Regulus, saliendo de la habitación de Lib- ya terminé de lavarle el cabello a Lib, ¿dónde estás?- pregunta, bajando las escaleras. -Fue a buscar las pociones para Evan- responde Barty, acariciando la mano de su novio. La chimenea suena, James aparece con una caja. -Ey, ahí estás- sonrie Potter, besando la mejilla de Regulus al pasar- ¿terminaron con el cabello? Regulus asiente. -Ella termina de bañarse y se viste, luego le armaré los rulos, pero tengo tiempo ¿vamos? -No creo que Potter dure tan poco en el sexo- bromea Barty, encontrándole el otro sentido. James y Regulus voltean a verlo. -Cierra la boca Crouch- exige Black, mirándolo mal. James mira a Evan y deja la caja frente a él. -Ten, esta es la de la noche- extiende el frasco de la poción para el dolor. -Iré por un vaso de agua- habla Barty, caminando a la cocina. -Discúlpalo- pide Evan, mirando a James- él solo bromea. Potter asiente y mueve la mano, restando importancia. -Prácticamente me halagó, asi que...- se encoge de hombros- iré a bañarme. Regulus lo sigue, Evan sonrie. [...] Regulus toca el agua, también muere por bañarse, está cansado. James nota su sentimiento y piensa en algo. -Si me dejo el boxer, ¿te metes a la bañera conmigo?- propone. Regulus voltea a verlo, sorprendido- es como meterse en la piscina pero también puedo lavarte el cabello- Regulus guarda silencio mientras se sonroja hasta las orejas- lo siento, ¿fue muy desubicado? Regulus niega con la cabeza. -Está bien pero... no me quitaré la ropa. James asiente. -No es lo que pretendía, solo quiero compartir, ya sabes- sonrie, quitándose la camisa. -Está... bien- acepta Regulus- iré por mis productos. -Yo te los traigo, tranquilo- sonrie, saliendo de su baño. Regulus asiente y se quita el abrigo que James le colocó antes de llevarlo con él afuera, los anillos, los zapatos y los calcetines. James vuelve con los productos para el cabello de Regulus, se quita el pantalón y se sienta en la tina/bañera, el agua está caliente, asi que suspira relajándose. Regulus lo mira, James mueve la mano, llamándolo. Black entra en la bañera y se sienta sobre Potter. Nada que no haya hecho antes. Toma el duchador y moja el cabello de James. Es un momento íntimo pero no sale del cariño, seguridad y confianza, allí no hay nada sexual. Regulus toma el shampoo de James y masajea su cabello. Las manos de Potter se posan sobre la cintura de Regulus. -La mejor parte del día, sin dudas- murmura James, los masajes de Regulus en su cabeza lo relajan. Black sonrie y besa su mejilla. [...] Mientras Regulus coloca el acondicionador en las puntas del cabello de James, este lo mira con detenimiento. Las mejillas de Regulus están lastimadas por su barba, el sarpullido es notable y rojo. James lo decide, se afeitará hoy. -¿Qué?- pregunta Regulus, pasando sus manos por el pecho de James, acariciándolo. -Te hice daño- se lamenta, pasando las yemas de sus dedos por la mejilla izquierda de Regulus. -Tranquilo, es mi piel la que es sensible, no es tu culpa- responde Regulus, tomando la esponja para colocarle jabón y lavar los hombros de James. -Me afeitaré hoy, lo prometo- habla firme. Regulus asiente- ¿Te puedo lavar el cabello?- pregunta Potter. -Bueno- asiente Black. James toma el duchador. -Cierra los ojos, cariño- pide y luego moja su cabello, pasando su meno derecha por el oscuro cabello mientras su mano izquierda sostiene el duchador. James toma el shampoo de Black y coloca un poco en la palma de su mano. -Debes emulsionarlo- explica, frotando sus manos como ejemplo- y solo colocarlo en la raíz del cabello, el resto se lava con la espuma que cae. -Okey- asiente James, siguiendo sus pasos. -Vas bien- halaga el pelinegro, no sé si necesitas ambas manos- sonrie divertido, manteniendo sus ojos cerrados. James ríe levemente, la palma de su mano abarca más de la mitad de la cabeza de Regulus. -Dime si te hago daño- pide Potter. Un rulo de Regulus se engancha a uno de sus anillos, haciéndolo gemir. -Ah- de queja Black- Auch, James- se queja, tocándose la cabeza. -Mierda, lo siento bebé. Sirius, que está fuera del baño a punto de tocar la puerta para llamarlos a comer, se queda estático, sin pensarlo demasiado, bajo la figura de hermano protector, abre la puerta. James y Regulus voltean a verlo. -¿Qué hacen?- pregunta Sirius, cruzándose de brazos. -Le lavo el cabello a Regulus- responde James. -Puede lavárselo solo- lo mira mal, Regulus es su hermanito y, más allá que confíe en James, va a cuidarlo- puede bañarse solo. -Sirius- suspira James, cansado. -Vamos, por lo menos díganme que son novios- resopla Sirius- me siguen mintiendo y yo... no me gusta que me mientan. -No somos novios- responde Regulus, saliendo de la bañera y tomando sus productos- tu tienes razón, puedo lavarme el cabello solo- suspira y camina hacia su habitación, luego secará el piso. Sirius mira a James. -Espero que lleves algo abajo. -Tengo el bóxer, Sirius- suspira James- ¿puedes dejarnos en paz? yo nunca te interrumpo cuando tu estás con Remus. -Pero Remus es mi novio- responde, moviendo la mano. -¡Porque tu eres suficiente! pero yo no y sé que no...- se calla. Sirius lo mira- vete, cierra la puerta. -James...- insiste Sirius, quiere decirle que él es suficiente, que disculpe sus celos de hermano mayor, pero Potter le tira con el frasco de shampoo. -¡Que te vayas!- exige, molesto. El día fue duro y largo, está preocupado por su padre, está con mil cosas de la empresa y este era su momento para sentirse querido y desconectar con sus responsabilidades, ahora ya no lo tiene y está frustrado. -Lo siento- se disculpa Sirius- no sabía que ustedes no... creí que me estaban ocultando otra vez las cosas. James se queda en silencio, Sirius decide irse. Potter mira sus manos, aún llenas de espuma del shampoo de Regulus y suspira. Se odia a sí mismo por no ser suficiente para Regulus, por ser intenso, por ser insoportable. [...] Regulus revuelve la comida mientras los demás charlan. James no bajó a comer a pesar de que Remus fue a buscarlo tres veces. Regulus logra comer un par de bocados y luego levanta su plato y mira por la ventana de la cocina, las estrellas brillan. James se lamenta en silencio mientras fuma, con la ventana abierta. Hace frío y tiene el cabello mojado, pero necesita desahogarse, este es su tercer cigarrillo en unos 20 minutos. Ya no tiene barba, acaba de afeitarse. La puerta de su habitación suena. -Ya te dije que estoy cansado, Remus, déjame en paz, no tengo hambre- suspira James. -No soy Remus- responde la voz de Regulus, James se pone nervioso al instante- soy más lindo- bromea- ¿puedo entrar? -Bien- acepta James, apagando el cigarrillo para que Regulus no respire eso. Hace un hechizo de viento, sacando el olor de la habitación por la ventana. Regulus abre la puerta como puede, con una bandeja entre las manos. -Te traje la cena- sonrie, dejando la bandeja sobre la cama. -Estoy cansado- repite James- no quiero comer. -Ven a cenar, James- pide Regulus, tirando de su mano- yo... sé que mi hermano a veces es brusco pero... lo hace para cuidarme, no sé que te dijo o por qué estás enfadado pero por favor...- pide- no te enfades conmigo. James suspira y asiente. -Tranquilo, no estoy enfadado contigo ni con nadie, solo... estoy abrumado, hoy fue demasiado, yo... creo que no seré el esposo que quiero ser. -Eres increíble, James- recuerda Regulus, palmeando su pecho- mi psicómaga dice que todos podemos tener malos momentos, que eso no te hace menos bueno. -Lo sé lo sé pero... si no puedo resistir un día sin abrumarme ¿cómo haré cuando tenga mi propia familia? -Crecerás hasta ese entonces y aprenderás día a día. Además estás preocupado por tus padres y no es que tenemos a Lib sola, están los chicos y mi hermano que no ayuda al orden de la casa, es distinto, cuando tengas adolescentes de nuestra edad ya tendrás como cuarenta. James asiente, sintiéndose un poco mejor. -Quería esos mimos- murmura, avergonzado, quería descansar, pensé todo el día en la noche, cuando dormimos y me acomodas el cabello y... -Aún puedo hacerte masajes- propone- pero debes cenar. -No tengo tanta hambre. -Pero el postre no va antes que la cena- bromea, colocando sus manos en su cintura, como una taza. James eleva ambas cejas, sorprendido. -Te juntas demasiado conmigo- sonrie divertido, besando su mejilla. -Ya no hay barba- comenta Regulus, acariciando la mejilla de James. -No hasta que vea que no te irrita- responde Potter. -Me cuidas demasiado, es raro ¿sabes? porque estaba acostumbrado a que no me cuiden nada de nada y luego llegas tu y eres...- suspira- eres... eres increíble, te preocupas por mi, me consientes, me cuidas, es... raro. -Es lo que mereces, mereces que te cuiden Reggie. -Tu también, asi que déjame cuidarte- pide Black, sus ojos brillan como las estrellas, James sonrie enamorado. -Bien- asiente Potter- ¿qué debo hacer? -Come la cena y luego quítate la remera- exige. -Wow, ¿un cafecito primero no?- bromea Potter. -Bobo- responde Regulus, rodando los ojos. James sonrie divertido y besa su mejilla.
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