Capítulo 120
20 de julio de 2025, 23:56
Regulus masajea la espalda de James mientras él suspira.
James nota como las manos de Regulus se esfuerzan en masajear sus músculos.
-Ya está, cariño- habla suavemente.
-¿Seguro?- pregunta Regulus, cansado.
-Sí, bebé- asiente James. Regulus se acuesta a su lado y lo mira, lleva su mano a la mejilla de James y la acaricia.
-Te veías más sexi con barba- molesta, sonriendo divertido. James abre los ojos y lo mira con una ceja arriba.
-Te hace daño- murmura con su voz gruesa, ya medio dormido.
Regulus sonrie de lado y se sienta para tomar las mantas y taparlos a ambos. Luego se acurruca contra el pecho de James, quién lo abraza por la cintura y juntos se duermen.
[...]
Martes.
James despierta primero, con Regulus entre sus brazos y Lib saltando en la cama.
-Basta Lib- murmura cansado, aferrando sus manos a la cintura de Regulus y volteando junto a él.
-Tengo hambre, tengo hambre- repite una y otra vez, mientras salta por la cama.
Regulus se despierta por el ruido y se sienta, parpadeando para acostumbrarse a la luz.
-Ahora vamos, Lib- responde James, acurrucándose contra la parte externa del muslo izquierdo de Regulus.
-¿Qué pasa, Lib?- pregunta Black, restregándose los ojos mientras bosteza.
-Tengo hambre- responde, saltando en la cama.
-Déjame ir a hacerle el desayuno- pide Regulus, tratando de quitar la mano firme de James que está entre sus muslos, abrazando su pierna izquierda.
-Un momento más- pide James, la piel suave de Regulus está calentita y necesita un momento para despertarse.
Regulus suspira.
-Lib, ahora voy ¿sí? bájate de la cama- pide, mirándola serio. La niña se baja de la cama y bufa, sentándose en la silla.
-James- insiste Regulus- la niña tiene hambre.
Potter suspira y lo suelta.
-Tu quédate, yo le preparo el desayuno- habla medio dormido, levantándose de la cama- es temprano- bosteza.
-No, yo también voy. Primero ve al baño- pide Regulus, levantándose de la cama- vamos Lib- sonrie Black, tomándola en brazos.
[...]
Regulus agrega los huevos a la masa de pancake mientras Libra bate.
James baja las escaleras ya con el pantalón del traje y la camisa blanca, aún en pantuflas y medio dormido.
-Buenos días- saluda James, sentándose en la barra de desayuno, frente a Regulus y Lib, quienes están cocinando.
-Buenos días- responde Regulus- sigue batiendo aquí, Lib- pide y va por una taza para servirle café a James.
-Despacio, Libi- habla James, observando a la niña batir rápido la mezcla.
Regulus deja la taza de café frente a James, quién levanta la mirada y le sonrie agradecido.
-Gracias cariño, no era necesario, yo podía servirme luego.
-Bebe el café, James- sonrie y vuelve a cocinar con Lib.
[...]
-Hoy en la tarde voy a ir a ver como está papá- habla James, mientras Regulus bebe de su té negro con miel.
-Merlín quiera que todo esté bien- suspira.
-Sí, además le llevaré ropa a papá, seguro necesita y no quiere molestarnos. Supongo que papá Alph va a querer seguir con el embarazo y se va a quedar internado hasta que deje de ser riesgoso o...
Regulus suspira.
-Me veo reflejado en él- murmura- tengo pánico de que me pase algo así, por eso ahora estoy comiendo ¿es demasiado tarde?- pregunta, sus ojos se aguan. James niega con la cabeza.
-Tu cuerpo es diferente, Reg. No responderá igual, además eres joven, no es tarde.
-Lamento haber dicho eso- se disculpa Regulus- este es el momento de preocuparse por tus padres no por mi.
-Siempre me preocupo por ti- se estira y besa su mejilla- tengo suficiente preocupación para todos- habla con gracia, Regulus responde con una sonrisa.
-¿Les gusta mi peinado?- pregunta Lib, quién llega corriendo.
James y Regulus se miran y sonríen divertidos. La niña tiene un moño en la cabeza y dos tranzas mal hechas.
-Hermoso- responde James.
-Quiero ir al parque- pide Libra.
-Mañana, Lib. Mañana tengo la tarde desocupada, vengo temprano y vamos al parque, tomamos un helado y paseamos ¿qué te parece?
-¡Yo quiero ir hoy!- se queja, comenzando un berrinche. Berrinche inconsciente por la preocupación de no ver a sus padres.
-Vamos mañana, cariño- habla James, suavemente. Ven- la llama, tomándola en brazos. La niña se mueve erráticamente, tirando la taza de café al suelo.
-¡QUIERO A MIS PAPÁS! ¡QUIERO A PAPÁ ALPH!- grita, bajándose de James.
Potter suspira y cierra los ojos. Libra sube corriendo las escaleras.
Sirius justo se asomaba por las escaleras, asi que asiente, dejándole saber a su hermano que él se encarga. Regulus responde con una media sonrisa y mira a James.
-Tranquilo- pide Regulus caminando hacia James para abrazarlo.
-La entiendo, yo también los extraño- murmura- debí regañarla, pero...
-Se entiende, James, tranquilo- susurra, acariciando su cabello. Potter lo toma por la cintura, sentándolo sobre él.
-Esto está siendo más difícil de lo que pensé- se queja James- seré un mal padre- se lamenta, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
-No digas eso, cariño- pide Regulus, James se aferra fuertemente a su cintura mientras inhala el aroma de su cuello.
-Soy malo en eso, no tienes que negarlo.
-Eres muy bueno- asegura Regulus- tienes un campo y una mansión a tu cargo, también a Lib y... es mucho James, de nada a todo es mucho. No es lo mismo que casarte, embarazar a tu esposo, pasar nueve meses haciéndote la idea de que serás padre y tener un hijo propio, no es lo mismo que cuidar a Lib.
James suspira triste y asiente.
-Supongo que tienes razón- murmura James.
-Anda, sigue desayunando- pide el pelinegro, alejándose un poco para besar su mejilla- en la noche te lavo el cabello- promete, bajándose de las piernas de Potter para tomar la varita sobre la barra de desayuno y limpiar la taza y el café con un hechizo.
-¿Esa es mi varita? ¿la encontraste?- pregunta James.
-Sí- asiente Regulus, sentándose frente a él.
James asiente y unta una tostada con dulce de leche que su padre trajo de su último viaje a Argentina.
Un poco de dulce de leche cae sobre su camisa, James mira la mancha y suspira.
-Mierda- se queja.
-Quítatela, te la lavaré.
-No- niega James- luego la lavo yo, tu no tienes que lavar ni limpiar nada.
-Está bien, me gusta hacerlo- sonrie Regulus, estirando su mano para que le de la camisa.
-No- niega James.
-James si lo piensas porque mis padres me hacían limpiar...- suspira- estaba obligado, no quería, pero me gusta limpiar este hermoso hogar o lavar la ropa de la gente que realmente quiero, además ahora sé hacerlo bien y la ropa queda con un gran olor.
James se mantiene firme, negando con la cabeza.
-Luego la lavo yo- responde y termina de comer su tostada para subir a cambiarse la camisa y ver como está Lib.
[...]
-Papá se aferra al bebé por la bebé que perdió antes de mi nacimiento- comenta James, mientras Regulus abotona su camisa.
-Eso es tan triste- suspira Regulus- me gustaría verlo.
-Puedes acompañarme, Sirius podrá cuidar un rato a Lib- habla, medio inseguro.
-¿Eso crees?- pregunta Regulus, divertido.
-Él maduró bastante y se propuso ser un buen futuro esposo y padre, creo que la responsabilidad le vendría bien. No es lo mismo jugar a lo loco mientras estás tu que él tenga el control y sea su responsabilidad cualquier cosa que pase.
Regulus asiente.
-Creo que está bien- acepta bostezando.
-¿Por qué no vuelves a dormir?- pide James, metiendo sus manos debajo de la camisa de Regulus para acariciar su cintura.
-Estoy bien- responde, atando la corbata de James- no te ensucies esta vez- sonrie divertido. James sonrie de lado y lleva su mano a la mejilla de Regulus.
-¿Necesitas que compre la crema? iré a hacerte una receta y compraré otra.
-No, todavía tengo- sonrie de lado- me lavaré con los productos especiales que me dio la dermatomaga y colocaré la crema. Tu ve.
-¿Seguro? eres más importante que la junta, puedo... cancelarla, no sé.
-Estoy bien, James.
Potter asiente y las yemas de sus dedos viajan hacia las ojeras prominentes entre la piel blanca como la nieve.
-Descansa, Reggie- pide- por favor.
-No me volveré a dormir pero... ¿vienes a dormir la siesta?
-Si vamos a visitar a mis padres... no- niega James- me quedaré hasta la tarde.
-Espera, no tienes comida- habla escandalizado- te prepararé algo- trata de alejarse pero James lo retiene, apretándolo contra él.
-Comeré algo en la cafetería- promete, besando su mejilla- tu tranquilo ¿sí? toma todo lo que necesites- señala su armario- si quieres gastarte la botella entera de perfume hazlo, pero trata de dormir un rato en la siesta ¿sí? te has esforzado demasiado.
-Tu también.
-Pero este es mi deber, tu solo me acompañas y eres tan increíble- suspira James, enamorado. Regulus responde con una sonrisa.
-También es mi deber, es mi familia ahora.
James sonrie ampliamente y reparte besos por su cara.
-Claro que lo es, Regulus Potter- habla feliz, tomando sus manos.
-Suena genial- murmura, bajando su cabeza.
-Estamos llegando tarde- habla la voz de Remus desde el pasillo- James.
-Sí, ya voy- responde Potter.
[...]
-Te prometo que el fin de semana cabalgaremos y prepararé algo lindo para nosotros- promete antes de pasar por la chimenea, Regulus sonrie sonrojado y baja la mirada, el anillo de sol brilla entre sus dedos.
-Me dan diabetes- se queja Barty sentado en el sillón.
-Hola, no noté que estabas ahí, ¿recién te despiertas?
-No, el berrinche de la niña me despertó- suspira cansado- además Lupin y Black ayer estuvieron a los besos en el sillón hasta tarde, te prefiero a ti y a Potter, que por lo menos no se besan cada medio segundo.
-Regañaré a Sirius luego- promete- ¿quieres desayunar ahora?
-Sí, pero yo me sirvo, tranquilo. Y a Evan también- señala Barty- se levantó recién- sonrie emocionado.
-No Barth, el doctor no lo deja- niega Regulus.
-Pero hice el hechizo tres veces y... compartimos magia anoche en la habitación donde estamos durmiendo- señala la habitación de abajo. Lupin lo llevó a Evan allí y...- se sonroja.
-El medimago dijo que no, Barty- suspira Regulus- ¿no podías meterte los dedos por una semana?- resopla, cansado.
-Pero él no se movió, yo hice todo, le di de mi magia, lo dejé entrar a mi cuerpo ¿qué más absorción de magia que eso?
Black hace una mueca de asco.
-No me cuentes más- suspira- que se quede quieto, le mandaré una nota al médico para que venga- niega cansado, él quería cambiarse y lavarse la cara. Ahora debe escribir una nota y recibir, con mucho miedo, a una persona externa.
-Lo siento- se disculpa Barty, siguiendo a su mejor amigo- nos... no lo pensé demasiado, yo... me entenderás cuando tengas novio, yo... casi lo perdí y él tenía ganas, no me voy a negar a-
Regulus lo detiene.
-Está Lib en casa, ya sé de qué se trata no debes decir eso.
-Él en serio no se movió- insiste Barty- yo me senté sobre él y...- Regulus tapa la boca de su mejor amigo con su mano.
-Aprende a comportarte, aquí no es una fiesta, es una casa de familia bien y hay una niña que podría bajar las escaleras y escucharte, ya lo hemos hecho, sé de que se trata el acto- habla serio, mirándolo mal.
Barty eleva las manos en forma de paz.
Regulus escribe la nota, la manda y luego corre escaleras arriba para cambiarse rápido antes de recibir al médico. No recibirá al doctor en short rosa, una remera de James y una bata. Primero porque ahora hace frío, segundo porque no es su forma de vestir ante el público y tercero porque... no quiere que otro hombre lo vea así, lejos de su mejor amigo o su hermano, quiere que... que solo James pueda verlo así porque sabe que él nunca lo miraría con morbo,
[...]
-Al parecer funcionó- asiente el médico- la magia se recompuso casi por completo -sonrie- la magia del amor si cura mucho al parecer- comenta, pasando su varita sobre el cuerpo de Evan para revisarlo. Eso sí, usted se va a sentir cansado por uno o dos días, ¿se siente cansado?- pregunta el doctor mirando a Barty.
-No importa, solo quiero que mi Evan esté bien. Yo puedo dormir.
-Sí, duerma- asiente el médico- revisaré su brazo y quizá mañana ya pueda caminar un poco, al baño por lo menos, señor Rosier.
-Eso es increíble- sonrie el rubio, emocionado.
-Siga tomando las pociones que eso ayudó mucho también, si no siente dolor su magia trabaja más rápido ¿entiende?- explica, Evan asiente.
Regulus espera a que el medimago termine de atenderlos y luego lo despide cordialmente, aunque su varita se mantiene en su mano derecha, con miedo de... cualquier cosa.
-Esta vez les salió bien- habla Regulus- pero hagan caso ¿sí?- pide, mirando a la pareja- ayúdenme, ya tengo suficiente con Libra y la casa, James ya tiene suficiente con el trabajo y la casa porque hoy sí o sí debe ocuparse del campo, el hechizo que colocó ayer ya no es suficiente para que los animales sobrevivan.
Barty asiente.
-Sí, lo siento- se disculpa- no era nuestra intensión molestarte, Reg.
-Yo comprendo que quieran tener intimidad, que se amen, que se deseen, yo... yo también deseo y amo a alguien pero... es una situación delicada. Si hubiese salido mal quizá Evan...
-No me moví- asegura Rosier.
-Lo sé Evs pero seamos prudentes ¿sí?
Evan asiente.
-Lo siento Reg, sé que estás con mucho- se lamenta Barty, agotado por tener muy poca magia- ¿nos quieres contar?
Regulus se sienta en la cama y los mira mientras suspira preocupado.
-Ocurrió lo de ustedes que me morí de susto y ahora lo de Alphard que está en su embarazo de riesgo y, además de estar preocupado yo mismo por Alphard y obviamente por ustedes, siento el dolor de James en su magia, su preocupación y frustración. Si cooperan conmigo realmente estaré agradecido- pide suavemente.
Evan asiente.
-No lo volveremos a hacer y seguiré las instrucciones del médico al pie de la letra- promete. Regulus asiente se levanta.
-Barty traerá el desayuno, yo iré a lavarme la cara. Y "ensuciaron" quiten las sábanas- pide Black. Barty le ha contado que tanto semen tiene su novio y "no entra" ni en sí ni en el condón asi que....
-No, lo tragué a lo que sobraba- sonrie Barty. No es mentira pero le gusta molestar un poco a su mejor amigo.
-Basta Barty- pide Evan, sonrojándose.
Regulus mira mal a Crouch y luego sale de la habitación.
-Yo creo que está embarazado, por eso el mal humor- bromea Barty- quita esa cara, solo bromeo- suspira- tendría otro brillo si Potter se la hubiese metido, es compartir magia de otra forma, te hace brillar más.
-Cher- suspira Evan- no ayudas a la situación con los chistes.
-Solo busco distraerme- murmura, dejando de sonreír- ¿crees que es fácil no pensar en mi suegro tratando de abusar de mi, el hueso de mi brazo salido o tu cuerpo en el piso prácticamente sin vida? trato de sobrellevarlo.
Evan suspira triste y asiente, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
-Realmente lamento eso- se disculpa- mi padre fue... una mierda.
-Se apoyó contra mí, Evan, yo sentí su.. sobre la ropa, yo... tengo pesadillas con aquel día- suspira mientras sus ojos se llenan de lágrimas- yo... debí volver a mi casa pero mi padre me echó- murmura, mirando sus manos.
Evan llora en silencio mientras Barty se acuesta a su lado, abrazándolo.
-Lo siento tanto, realmente lo siento- insiste el rubio- tampoco sabía que tu padre te sacó de tu casa.
-Vio la marca en el cuello de la última vez que te visité. Me golpeó y me dijo que si iba a ser "un enfermo" que lo fuese lejos de casa. Fui a "visitarte" con la excusa de que tus padres quieren que salga con tu hermana por eso me dejan quedarme en tu casa, no sabía que hacer. Aún no lo asimilo e... esta es la primera vez que lo digo en voz alta: no tengo familia- solloza contra el pecho de su novio.
Evan llora, triste y lo abraza fuerte.
-Lo siento mucho, lamento todo lo que pasó- solloza, llorando desconsoladamente.
-No es tu culpa- suspira, tratando de calmarse- estamos juntos y vivos, es lo que importa.
-Te daré el mundo entero, Barty. Lo prometo- promete Evan, besando su mejilla.
-Tu eres mi mundo entero- murmura, inclinándose para besar sus labios, las lágrimas de Barty caen sobre las mejillas ya mojadas de Evan, sus lágrimas se unen en una danza triste y llena de temores pero juntas.
-Soy totalmente tuyo- susurra Evan- puedes matarme ahora mismo y no me opondría, yo vivo por ti, Barty, te pertenezco tanto como tu me perteneces.
Crouch sonrie y une sus labios, en un beso cargado de amor y tristeza.
-Te amo- murmura Barty- te amo mucho.
-Te amo más- responde el rubio.
[...]
Regulus lava la camisa de James mientras piensa en la conversación que escuchó de Evan y Barty.
-Papi- llama Lib, sacándolo de sus pensamientos- lo siento, Reggie.
-¿Sí, cariño?- pregunta, metiendo la camisa de James a la lavadora.
-¿Hoy podemos almorzar pastas? Sirius dijo que te ayuda a amasarlas.
-¿Sirius?- eleva una ceja, entre los dos no hacen uno con fuerza. Sonríe divertido ante el pensamiento- no tenemos mucha fuerza, Lib- se lamenta- pero puedo hacer pollo con puré de papas ¿quieres?
-Quiero nuggets de dragón- responde la niña- con puré de papas.
-¿Qué es eso?- pregunta Regulus.
-Papá tiene una receta- sale corriendo en busca del libro de recetas. Regulus coloca jabón en la lavadora y la prende, luego camina hacia la cocina.
Al final solo eran nuggets de pollo con forma de dragón.
[...]
Regulus prepara el almuerzo para Lib y decide hacer un pollo salteado con verduras para el resto ya que él debe comer eso según su plan nutricional y quiere seguirlo, quiere curarse, debe curarse.
Black sirve comida para todos y luego guarda una gran porción en un tuper para James.
-Iré a llevarle el almuerzo a James- habla Regulus, caminando hacia la chimenea con una bolsa en mano, allí lleva la comida, una botella grande de agua, pan, plato, cubiertos y un vaso- vigila a Lib- pide Regulus, mirando a Sirius.
Sirius asiente y Regulus pasa por la chimenea, rumbo a la empresa Potter- Lupin.
-¿Usted quién es? ¿tiene cita?- pregunta la secretaria.
-Soy un amigo de James, vengo a traerle el almuerzo.
-Lo siento, amigos no. El señor Potter está lo suficientemente ocupado como para recibir a amigos, vuelva otro día- responde la mujer.
-Soy su... novio- murmura nervioso, la comida se enfriará y es tarde, James necesita almorzar.
-Que tenga linda tarde- escucha la voz de James a lo lejos, Potter camina acompañando al inversor hacia las chimeneas.
-Señor Potter- llama la secretaria- aquí está su supuesto "novio"- sonrie divertida- aunque no creo que sea su tipo y realmente pienso que miente.
Regulus baja la mirada, realmente avergonzado. Que bobo fue en decir eso ¿quién pensaría que el gran James Potter saldría con alguien tan... desnutrido como él?
-Es mi prometido- habla James con seguridad, nadie humillará a Regulus, él ya pasó por demasiado- y hablaré con mi abuelo para despedirla, ¿coquetear con el jefe y luego burlarse de su prometido?- eleva una ceja molesto, cruzándose de brazos.
-Yo... yo no sabía- tartamudea la chica, nerviosa.
James se acerca a Regulus y lo abraza posesivamente por la cintura.
-Ahora lo sabes, tu y todos- mira a sus empleados- Regulus es parte de la familia y de esta empresa, él vendrá las veces que quiera y puede interrumpir cualquier junta o hora de trajo, solo basta con decir que él está aquí y yo vendré- habla firme. Los presentes asienten. -Ya pueden irse a casa, ya es tarde. Les pagaré esta media hora extra que se quedaron por la junta, muchas gracias a todos, vayan a almorzar con su familia, nos vemos a las cuatro de la tarde- habla James.
-Gracias, señor Potter- agradecen y se retiran. Una vez que solo quedan ellos dos, Regulus le extiende la bolsa con comida.
-No quería que se enfríe- murmura. James toma la bolsa y ve el tuper con comida- espero que te guste, ¿puedes calentarla?
-Ay amor- sonrie James, abrazándolo con firmeza por la cintura y levantándolo del piso- esto es lo más lindo que hicieron por mi.
-¿Traerte comida que tu pagas que hice en tu casa con tus cosas?- pregunta Regulus, elevando una ceja.
-Cocinarme algo y traerlo hasta aquí- responde, besando su mejilla- nunca nadie hizo algo así por mi- lo mira enamorado- y realmente siento lo que ocurrió, no tomes en cuenta nada de lo que dijo, tu eres hermoso ¿sí? sé que piensas, lo siento en tu magia.
-Sí pero... quizá...- se encoge de hombros.
-Eres hermoso y el mejor- sonrie y besa su frente- ¿te quedas a comer conmigo?
-No, Lib ha estado un poco inquieta y Sirius no es el mejor para calmar eso. Barty y Evan recordaron lo del otro día y lloraron, me encargaré yo de la niña.
-Iré ni bien termine, además la abuela debe estar por llegar y ella irá a ayudarte.
-Estoy bien- asiente Regulus- fue lindo que me defendieras- sonrie sonrojado.
-Siempre.
-¿Entonces soy el prometido de James Potter?- bromea, ambos sonríen divertidos- usaré eso para no pagar en el restaurante.
James suelta una carcajada y besa su mejilla.
-Quizá funcione- bromea.
-Iré a casa- señala la chimenea- termina de trabajar así vamos a ver a tu padre y luego dormimos juntos- sonrie Regulus estirándose para besar la mejilla de Potter.
-Eso haré- asiente James- te compensaré por todo lo que estás haciendo- promete.
-Solo acepto chocolates- responde con gracia- almuerza ¿sí? no quiero que pierdas los músculos- sonrie apretando los biceps de James sobre el saco del traje.
-Merlín- suspira James- no juegues con fuego gatito o te quemarás.
-Me gusta el fuego- sonrie divertido, entrando a la chimenea mientras toma un puñado de polvos flu- ¡que arda!- así desaparece por la chimenea.
"Él es tan icónico" piensa James y luego mira emocionado la bolsa. Le alegra no tener que comer comida de la cafetería de la empresa, la comida casera es mil veces mejor y Regulus cocina estupendo, asi que tiene un poco de motivación para seguir hasta las siete de la noche- "solo quedan seis horas más" piensa mientras suspira cansado.
Lo vale, lo vale por sus padres y lo vale por ver la emoción de Regulus al verlo volver, por abrazarlo y saber que en la noche ambos se abrazarán y dormirán juntos, como debe de ser.
Como la Profecía así lo pactó.