Capítulo 2
24 de julio de 2025, 13:28
Nueva York se había convertido en la ciudad que más deprimía a Rhodey. En cada esquina había un imitador de Tony Stark que en antaño hubiera sido un imitador de Elvis, en cada pared había un mural que representaba un momento icónico de la vida de Tony. Los civiles hacían esas demostraciones de devoción para no olvidar el sacrificio de Stark. Pero para Rhodey solo le recordaba que su amigo había muerto.
Rhodey no comprendía porqué Pepper había decidido mudarse de nuevo a esta ciudad llena de recuerdos.
Habían pasado meses desde la última vez que había visto a Pepper, principalmente porque había tenido mucho trabajo desde el blip. Ambos, ella se mantenía ocupada en sus proyectos de caridad y él se mantenía ocupado en misiones que requerían cierto “músculo”, por lo cual, al estar frente a la puerta del apartamento de Pepper sintió un arrebato de culpabilidad. Ella había sido su amiga y él no le había dedicado una visita, una llamada, ni siquiera un mensaje de texto. Pero ahora necesitaba de su ayuda.
-TIO JAMES- gritó Morgan entusiasmada al momento de abrir la puerta
-MORGAN- la sorpresa de ver a la niña tan sonriente y llena de vida golpeó fuertemente a Rhodey. Para demostrar su cariño tomó a Morgan y la alzó lo más alto que pudo.-¿ más alto?
-MÁS ALTO- rhodey la lanzó apenas unos centímetros por encima de su cabeza- MÁS ALTO-
Rhodey obedeció y la siguió lanzando para alegría de la niña. Hasta que Morgan no pudo pedir más alto a causa de la risa que la altura le causaba.
-rhodey. ¡Qué sorpresa!
La voz de Pepper sonaba cansada. Pero amable, Rhodey bajó a Morgan y esta corrió hasta su madre.
-pepper. Te ves bien.- no era del todo mentira. Seguía siendo hermosa, si, pero su mirada estaba cansada, sus ojos parecían haber llorado recientemente. Estaba ligeramente sonrojada y su sonrisa era falsa.
-pasa.
El interior de su apartamento estaba pulcramente limpio, pero se sentía no vacío, pero si que faltaba algo. Pero ambos sabían que era. El apartamento de Pepper era modesto. No era lujoso pero tampoco era humilde. Podría ser el hogar de una secretaria o un maestro de universidad, uno no esperaría encontrar ahí a la mujer más rica del planeta, mucho menos ahora que se había cambiado de nombre y pintado su cabello de negro.
-morgan. Se una buena niña y ve a jugar con tus legos
-¿El tío James puede jugar?
-no. El tío James tiene que hablar de cosas de adultos con mamá.
-bueeeno~. -con una sonrisa de oreja a oreja le señalo-Te enseñaré mis carros antes de que te vayas- y salió corriendo a su habitación
-Se parece a su padre. Ama construir cosas y los autos, de cualquier tipo.- dijo mientras se dirigía hacia la licorera. Había cierto tono melancólico en su voz- le compro sets de ponys y animales y ella los convierte en naves especiales.
-Es algo temprano para beber ¿No crees?
-Es una ocasión para celebrar. No me llamas, no me mensajeas, no visitas, no desde…
-lo se.- Pepper tomó de un trago su copa de vino e inmediatamente llenó hasta el tope su copa- ¿como lo llevas?
-Bien, bien. Soy rica, tengo una increíble hija, el trabajo de caridad me mantiene ocupada.- había estado contemplando la botella de vino vacía que no notó como Rhodey se había escabullido para abrazarla. Eso fue suficiente para romper las barreras emocionales que había forjado durante los últimos meses.
-Esta bien. Estoy aquí.- Pepper le devolvió el abrazo. Rhodey sintió como se humedece su pecho con las lágrimas y aliento entrecortado de su amiga. Sin duda ella había aprendido a llorar en silencio en los últimos meses.
Pasaron varios minutos así hasta que se separaron, ella debió recordar que su hija estaba en la otra habitación, una vez recompuesta, su expresión facial se mostraba más triste pero más genuina. Y cuando sonrió al secar sus lágrimas con la manga de su camisa, por un momento, Rhodey recordó cómo era ella antes de la muerte de Tony.
-¿que te trae por aquí? Dudo que fue solo para ver cómo estaba
-de hecho, solo vine a eso.
-¿y tu trabajo en el ejército?
-Estoy semi retirado. Ahora solo soy un “consejero” y puedo ir y venir como me plazca.
Pepper volvió a sonreír, está vez menos triste. Continuaron hablando, poniéndose al día el uno con el otro; Pepper se desahogó con él por lo difícil que es vivir en el anonimato mientras le enseñaba a su hija a paradójicamente estar orgullosa de su padre al mismo tiempo que ocultaba su apellido del resto del mundo. Rhodey solo comento de los avances de las prótesis cibernéticas y de el hueco que Steve había dejado en la moral del ejército norteamericano.
-Me encontré con Sam hace una semana.- dijo Rhodey mientras bebía de su copa
-¿con el cap?- dijo con una sonrisa pícara, estaba sonrojada por el vino y no mostraba signos de querer ocultarlo
-Sam no es capitán- respondió un poco molesto. Rhodey estaba harto de explicarlo- Sam llegó a tener el rango de sargento técnico de primera. Sirvió en la fuerza aérea, no en el ejército.
-ya se, ya se. Me gusta molestarte. ¿Entonces él ya decidió usar las mallas azules?
-me citó justamente para discutir acerca de eso. Después de todo por un tiempo fui una mezcla de Ironman y Capitán América (Iron Patriot).
-Si-admitió mientras su mirada se desviaba a una pared vacía, como si viera una escena de su pasado.
-me dijo que él no puede ser el siguiente capitán América
-¿por qué?
-su color de piel
-oh… ¿estás de acuerdo?
-si. Alguien que le da tanta importancia al color de piel no debe ser capitán América.
Ambos rieron sin saber bien por qué.
-Hace tiempo que no la pasaba tan bien. Deberíamos hacer esto más seguido.
- me encantaría. Eres bienvenida a mi hogar en cualquier momento.
-¿En serio? ¿Dónde vives?
Rhodey estaba a punto de beber el último trago de su copa pero se arrepintió. Vio la expectativa en su mirada, además, recordó que ella ya sabía dónde estaba su apartamento.
-Lo sabes ¿verdad? Acerca de la casa en Malibú.
-por supuesto. Soy la albacea de Tony. Además de que no teníamos secretos
-Entonces sabes de su última voluntad.
-Así es. Lo discutimos juntos. Estoy de acuerdo con su decisión. Eres el mejor candidato para portar el nombre y el traje.
-¿Había más candidatos?
-unos cuántos: tú eras el primero en la lista, obviamente. Yo era el segundo. El tercero era un niño que Tony conoció cuando se enfrentó al mandarín, actualmente estudia en el MIT con la beca Stark. Y por último spider-man.
-no sabía lo que me pedía. Ser Ironman no es solo un disuasor nuclear. Ahora es un símbolo, un mesías, un… un…
-una responsabilidad. Te entiendo. De veras te entiendo. Después de todo, yo soy la segunda en la lista para ocupar su lugar.
-estas diciendo que…- se había quedado sin palabras. Básicamente era un ultimátum
-no, diablos, no.- dijo mientras reía entre labios- yo ya tengo una responsabilidad mucho más grande.
Dicha responsabilidad entró a la cocina maniobrando una nave espacial hecha de legos de bananas y haciendo efectos de sonido.⁴
-mira tío james. Una nave espacial de monos del espacio.
Le revolvió con su mano el cabello a la niña mientras admiraba su trabajo, para su sorpresa la nave era residente, simétrico, tenía una buena combinación de colores y era asombrosamente aerodinámico.
-Es la mejor nave espacial que he visto. ¿La hiciste tú sola?
-si~-dijo con una gran sonrisa satisfecha. Se giró para mostrársela a su madre- mamá. ¿Volviste a tomar jugo de uva? Te va a dar sueño
Pepper y Rhodey cruzaron miradas. Por un instante que pareció eterno.
-no te preocupes por eso cariño. Ve a lavarte las manos. Ya vamos a cenar.
-¿el tío james cenará con nosotras?
-no. El tío James ya se va.
Decepcionada, la niña se despidió con un beso en la mejilla. Salió de la cocina arrastrando los pies. cabizbaja.
-pepper…
-no. Cállate. No soy una alcohólica. No descuido a mi hija.- respondió a la defensiva
-Pepper…
-Solo bebo un par de copas por la noche. El vino me ayuda a dormir.
-Pepper.
-¿Quién te crees para juzgarme? No eres mi esposo. No eres su padre. No eres…
-PEPPER. Solo te iba a decir que me llamarás cuando quieras tomar un trago.
-oh. Lo siento. Yo…
-Esta bien. Yo también lo extraño.
Quedarse más tiempo habría sido inapropiado. Se despidieron con un abrazo y con la promesa de reunirse de nuevo.
De vuelta en la soledad de su hogar. Rhodey no volvió a sentirse como antes de visitar a Pepper. Saber que había más candidatos para portar la máscara y el estandarte de una nueva generación tranquilizaron enormemente a Rhodey. Mientras se quitaba sus prostéticos para dormir mejor. Él volvió a pensar en la última voluntad de su amigo, él había dejado su testamento sin saber que se sacrificaría para salvar al universo. Pero, de haberlo sabido ¿Igualmente le hubiera pedido tomar su lugar como Ironman?