Capítulo 4
30 de julio de 2025, 20:28
La inacción estaba matando lentamente a rhodey. No de manera literal. Pero le carcomía la conciencia el saber que no estaba haciendo nada. Debido a que cuando rechazó la oferta del general Ross las puertas al ejército se habían cerrado en la cara. Técnicamente aún estaba catalogado como consultor independiente, pero ya no lo llamaban como antes. Su acceso a información confidencial se había cerrado pero nadie lo trataba de manera irrespetuosa. Sospechaba que en caso de que se quisiera unir a la plantilla de futuros vengadores las puertas no se le habían cerrado por completo.
Rhodey Meditó por días ¿qué era lo que aún podía hacer? y la respuesta era obvia. Si él no estaba dispuesto a asumir el manto de Ironman, lo menos que podía hacer era guiar al siguiente candidato de la lista. Pero ya que Pepper había dejado en claro que no estaba interesada en asumir el manto, lo lógico sería buscar al siguiente en turno. El pequeño joven brillante de Tennessee.
Aunque no conocía su nombre, sabía que él estudiaba en el MIT con la beca Stark. Con lo cual pudo rastrearlo.
Gracias a Pepper encontró todo lo referente al chico en minutos, su expediente era ejemplar: buenas calificaciones, actitud y condición física. Su diagnóstico psicológico decía que tenía un optimismo inquebrantable y un ardiente deseo por ayudar a la humanidad.
Rhodey sabía que él expediente no era la persona. Así que decidió visitarlo. La última vez que lo había visto fue durante el funeral de Tony. En ese momento no era lo suficientemente adulto como para brindar en honor del fallecido. Aún no lo era. Aún así ahora lamentaba no haber hablado más con el niño. Quizás comprender porque él se encontraba más alto en la lista que el propio Spiderman.
El MIT ya era la institución educativa y de investigación líder en el mundo, conocida por su enfoque en la innovación y el desarrollo de soluciones prácticas para problemas globales desde antes de la muerte de Tony. Ahora era la meca para cualquier aspirante a ingeniero. Desde las donaciones filantrópicas de Tony, la universidad había mejorado enormemente en personal y equipo. Y aunque iba en contra de los deseos de su amigo y su esposa, la universidad había construido una estatua de dos metros de acero de Tony vestido de traje sosteniendo una réplica del reactor ark que se encendía con luz cegadora a plena luz del día.
Dentro de la universidad Rhodey no sobresalía en absoluto. Ni siquiera con sus piernas biónicas ya que gracias a Stark prosthetic; los corazones, piernas, brazos y ojos biónicos eran cada vez más comunes.
Una vez más gracias a Pepper, Rhodey tenía acceso libre por el campus ya que el actuaba como agente de la beca Stark para inspeccionar los resultados de las donaciones. Lo que lo ayudó a encontrar a Harley Keener en menos de 15 minutos.
Harley lo reconoció enseguida. Al chico le dió gusto ver al amigo de su mentor en ese lugar. Fueron a la cafetería a conversar más tranquilamente, el chico habló sin parar acerca de lo que había aprendido ahí y de lo genial que era su vida como universitario. Rhodey se dió cuenta de porque Tony había tomado tanto interés por aquel niño; era un chico agradable, inteligente, seguro de sí mismo.
-¿y cuáles son tus ambiciones? -pregunto Rhodey mirándolo a los ojos.
Harley un poco avergonzado apenas sostuvo la mirada antes de apartarla- quiero… ser el tercer ironman… señor
El “tercer” le llamó la atención- ¿quién sería el segundo?
-usted señor. ¿Quién más que usted?- eso lo perturbó. Era normal que Tony no supiera lo que le estaba pidiendo pero este niño sí debería saberlo. Lo que es peor, él le estaba pidiendo lo mismo. Él, un adulto le pedía que asumiera la responsabilidad que él mismo no tenía el valor de asumir. Avergonzado, cambió de tema acerca de su tesis para graduarse.
Su tesis era una serie de nanobots que pudieran ser almacenados dentro del cuerpo humano sin que los anticuerpos los ataquen. A Rhodey le sorprendió que no eligiera hacer un traje de Ironman. Este le explicó que el MIT era muy estricto en cuanto a plagio y dado que un alumno ya había estado trabajando en esa tesis por los últimos cuatro años, esto hacía imposible basar su tesis en una armadura de Ironman.
Algo así no debería suceder. El chico debía volver a sus clases pero antes de separarse Rhodey le entregó su tarjeta en caso de que quisiera contactarlo. Una vez separados, Rhodey empezó a investigar a aquel alumno. Después de unas llamadas y una rápida búsqueda de su expediente, Rhodey quedó horrorizado al ver lo que encontró. La chica había recaudado la financiación del MIT de los últimos dos años para poder construir su propia versión de la armadura de Ironman. Había evidencia de que ella había estado retrasando su graduación a propósito para seguir obteniendo el dinero de la beca Stark, también había evidencia de que ella vendía proyectos a otros estudiantes así como tareas y exámenes. Cuando confrontó a los directivos de la universidad solo escucho frases como: “el fin justifica los medios”, “se imagina si un estudiante se gradúa con un traje funcional de Ironman” y su favorita “Tony le día a la gente en algo en que creer, pero ella nos dará algo a lo que aspirar”. La directora de la universidad fue la que le recito aquella última frase, era una joven y hermosa mujer afroamericana, quizás por eso fue que casi fue convencido. Sin embargo, sin tener tiempo de responder, Rhodey sintió una vibración en el suelo de una explosión cercana.
Sus reflejos de veterano se activaron, puso su espalda a la pared más cercana y ordenó a los presentes que desalojaran el edificio. Al ver qué no se movían Rhodey reunió su más autoritaria voz y les gritó que se movieran. Eso los despertó.
Por su experiencia supuso que la explosión provenía del ala este del edificio. En su camino accionó las alarmas de incendios. La marea de estudiantes hizo que cruzar el pasillo fuera como nadar a contracorriente en un río de lodo. Sin embargo, persistió.
El olor a quemado le confirmó que se estaba acercando. Con su camisa hizo un filtro improvisado para el humo. ‘Casi no servía de nada pero cualquier ayuda sirve’ pensó.
El lugar de la explosión era un laboratorio de mecánica. Vio que las llamas salían por la puerta y ventanas, a un lado de la puerta habían dos personas acostadas que habían sido arrastradas fuera del laboratorio. Sin dudarlo, Rhodey entró cubriéndose el rostro de las llamas. La cortina de humo negro le quemaba los ojos y le impedia ver más allá de 3 metros de distancia. No tuvo que caminar mucho antes de tropezar con el primer cuerpo.
Incluso a través de ese humo que le picaba los ojos y el cuerpo cubierto de hollín y quemaduras. Rhodey podía reconocer a Harley Keener inconsciente en el suelo. Al intentar levantarlo se dió cuenta que él estaba aferrado a otra víctima inconsciente. El humo lo estaba mareando, pronto se desmayaría ahí.
Rhodey hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para cargar a ambos y salir. Cada paso era una tortura, cada aliento era una tentación a la inconsciencia. El laboratorio se sentía mucho más grande que al entrar. Siguió dando un paso tras otro, hasta que sintió una bocanada de aire fresco que se dió el lujo de colapsar.
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‘Harley Keener no debía de haber estado en ese lugar en ese momento.’ se repetía una y otra vez mientras veía cómo los paramédicos se llevaban al niño en una ambulancia. ‘su clase de física termonuclear era cerca pero no en ese laboratorio’ sin pedir permiso a la escuela él entró al servidor de la escuela, gracias a unas gafas de sol que en realidad era una supercomputadora con su propia inteligencia artificial integrada, no tardó en encontrar la grabación de cámaras de seguridad del laboratorio minutos antes de la explosión.
La campana de las clases sonó en la grabación. Casi 20 segundos después entró un profesor, durante los siguientes 18 minutos el profesor caminó de un lado a otro continuamente revisando su reloj de muñeca. Hasta que entró una joven de trenzas largas hasta la cintura.
-llegas tarde.- dijo el profesor con los brazos cruzados
-soy una joven lista y negra. No llego tarde, los demás llegan temprano- la arrogancia de la chica era típica de una estudiante del MIT de su edad.
-no voy a tener la misma conversación contigo- su mano fue hacia su sien, como si le doliera la cabeza.
-Es que un perro viejo no aprende trucos nuevos. Si quiere reunirse conmigo a las 3:00 entonces debe citarme a las 2:20.
-Te llame porque la batería de tu traje se está calentando
No hubo una respuesta sarcástica está vez. Fue directamente hacia dicha batería y tras un rápido vistazo ella se alejó de la batería sin advertencia. No dijo nada hasta salir del laboratorio. El profesor confundido se acercó a la batería para averiguar el motivo del comportamiento de la chica. La batería que parecía una placa de aluminio se hincho y enseguida explotó lanzando al profesor unos metros por la fuerza expansiva.
Minutos después entró Harley.
-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Un gruñido le respondió. Eso fue suficiente para que el chico arriesgará su vida para sacar al profesor. Entró una segunda vez más para sacar a una señora de limpieza que estaba petrificada del miedo, pero en su tercer intento las llamas se habían propagado y sólo pudo arrastrar varios metros a una chica que había escuchado música antes de ser golpeada por la explosión. El resto rhodey lo recordaba muy bien.
-computadora. ¿Quién es esa chica?
En respuesta la inteligencia artificial realizó un reconocimiento facial y buscó en varias bases de datos lo referente a esa chica. La IA de Rhodey no tenía nombre, no lo necesitaba. Se limitaba a exponer información lo más corta y sencilla posible.
“Riri Williams. 20 años de edad. Beneficiaria de la beca Stark por 4 años. Pieza clave en el conflicto wakanda/atlante. Creadora del rastreador de vibranium. Nombre de usuario de tik tok: heartofiron69⁵. Nota…”
-muéstrame videos de heartofiron69- interrumpió a la voz robótica
‘En la actualidad los chicos y chicas podían incriminarse voluntariamente por unos cuantos likes.’ Pensó rhodey. No sé equivocaba.
El video más reciente era de ella misma en su habitación “acabo de bombardear a un grupo de policías. Jamás me he sentido tan viva” una pantalla auxiliar mostró una noticia que concordaba dicho ataque. Se reportó que una persona con un exoesqueleto abierto tipo Ironman había matado a varios policías. El vídeo continuó con ella haciendo un baile de victoria.
Asqueado siguió indagando, otro vídeo se encontraba ella junto con otra joven al aire libre “tu amiga la va a petar más que jobbs, más que Gates, más que Pym, más que Stark, juntos.” Era progresivamente más energética, agresiva y arrogante por cada palabra que decía.
Otro vídeo era un metraje con música rap con ella narrando “a ver, ¿creéis que Tony Stark sería Tony Stark si no fuera multimillonario?”
Había visto suficiente. Ya no quería ver más. En ese mismo momento les mando un mensaje privado para los directivos del MIT. O expulsaban de inmediato a riri Williams o él se encargaría que el MIT no volverá a ver un centavo de caridad por el resto de la eternidad.
Está chica quería usurpar el legado de su mejor amigo. Y lo peor es que no lo hacía por respeto, deuda o por querer ayudar a los demás. Lo que ella quería era fama y adoración. No sé lo iba a permitir