Yoshiden Week

Sábado por la tarde, estaba soleado, con pocas nubes en el cielo y la brisa del aire era agradable. La definición de un día perfecto para tener una cita en el parque. Yoshida lo había invitado a salir por el día de San Valentín, aunque compro chocolate como regalo para la fecha, no esperaba que su novio planeara todo un itinerario para el día. Fueron a comer, al parque, a un evento y todavía les faltaba una función de cine, no le molestaba para nada que lo consintieron, pero no podía evitar sentir que era demasiado bueno para él. Podría decir que hasta llegaba a ser agobiante recibir tanto de Yoshida y no corresponderle al mismo nivel. Ni siquiera habría pensado en hacer tantas cosas en una sola cita. —¿Te sientes bien? Luces preocupado —dijo Yoshida mientras se acurrucaba en el hombro de Denji. —No sé, no quiero sonar grosero. —¿Crees que voy a enojarme si lo dices? —Algo así, creo —Denji dudó por un momento y tomó aire para continuar—. ¿Por qué gastas tanto dinero en mí? Sé que somos pareja, pero no recuerdo haber hecho algo que mereciera tanta atención de tu parte. La sonrisa en la cara de Yoshida desapareció al escuchar eso, se sintió triste. Había pasado un tiempo desde que empezaron su relación y pensaba que Denji había superado las inseguridades que tenía sobre estar juntos. —¡No te desanimes! Me gusta que hagas cosas lindas por mí, solo quiero saber la razón por la que te gusto —aclaro Denji de inmediato y nervioso—. Me expliqué muy mal al inicio. —Entonces, ¿quieres saber por qué me gustas? —preguntó Yoshida. —¡Sí!, solo me preguntaba el motivo, eso es todo. El buen humor de Yoshida regresó y volvió a mostrar su característica sonrisa. Se sintió aliviado por escuchar a Denji preguntarle por qué lo amaba. —De acuerdo. Yoshida se acercó y enlazó sus dedos con los de Denji. —Me gusta porque eres tú, no en el sentido literal. Si no en que eres auténtico y no tienes miedo al decir lo que piensas. —Eso… es raro. Yoshida jugueteo con el cabello del rubio y lo acerco para que recostara la cabeza en su hombro. —La última vez que dije lo que pensaba libremente una persona importante para mí terminó muerta. Además, todos me dicen que no tener un límite al decir lo que pienso era un defecto. —Tal vez todos te hayan dicho que eso era un defecto, pero yo lo veo como una virtud —dijo Yoshida. —Aún no lo entiendo, pero supongo que no importa. Tampoco es como si fuera tan malo si crees que es algo positivo en mí. Denji se acurrucó sobre el pecho de Yoshida, este lo abrazó y estuvieron disfrutando del calor del otro por un rato. —¿Te puedo preguntar algo más? —Claro —respondió felizmente Yoshida. —Dejemos la película para otro día. No pudo evitar soltar una risa nerviosa al decirlo y Yoshida no sabía cómo responder. Denji se levantó juntando las manos pidiendo por favor. —Dejémoslo para otro día, quiero hacer algo lindo para ti, también solo necesito tiempo para planearlo. Yoshida sonrió y asintió con la cabeza. —Está bien, tú vas a planear nuestra siguiente cita. Victorioso hizo feliz el signo de paz hacia Yoshida y decidieron pasar el resto del tiempo en el parque.