Juramento
Por el árbol sagrado que nos une, y por las flores que anuncian la primavera, juramos lealtad a lord Kazekage. Nuestra vida es tan efímera como una flor de cerezo, pero nuestra lealtad es eterna. Protegeremos al Kazekage y a su familia con la fuerza de nuestras raíces y el coraje de cada pétalo. Así lo juramos, por el honor de los Haruno
🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸 Desde la fundación y creación de Sunagakure, El Kazekage como uno de los seres más fuertes de los tiempos aún peca de tener enemigos, y es por eso y el clan Haruno surgió. Ninjas y kunoichis renegados que encontraron la redención en proteger con sus vidas a la familia del Kazekage como a su vez al jinjuriki del shukaku... Generación tras generación, aquel clan se estabilizó como una de las más antiguas de suna, sus miembros, médicos y ninjas que daban su vida para proteger a los seres queridos de su líder y contener al biju de una cola era su estilo de vida y propósito. Para los políticos y el consejo, guardianes fieles que no dudarían en cortarse las lenguas si se lo ordenan, ninjas sin cerebro o espíritu independiente perfecto para seguir órdenes, Y para los aldeanos no eran más que perros falderos y lamebotas de los altos mandos. Sin saberlo, para los Haruno el sacrificio y la devoción absoluta se convirtió en el pan de cada día, relatando todo como si fuera un gran honor... Y con esos mismos relatos Sakura se enamoro perdidamente de ese objetivo casi a la obsesión. En la corta vida de la pelirosa, siempre hubo una gran fascinación inculcada por el deber de su clan, que la había metido en problemas, como desde muy joven acosar a los hijos del Kazekage o en muchas ocasiones lastimarse y reventar sus huesos en intensos entrenamientos bajo el sol, Solamente para este propósito. Entonces cuando Se volvió oficialmente una kunoichi de la arena y le asignaron su misión casi grita de la alegria saltando de la emoción. 🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸 El frío en suna era un infierno, aunque el sol del día te cocinaba la piel, en las noches sentías como el viento frío te congelaba hasta la médula osea. Pero Sakura tenía que admitir, que la noche era su momento favorito, por qué las estrellas eran preciosas. Y allí estaba ella, sentada erguida en el borde de uno de los edificios, estaba contemplado las estrellas en espera a conocer a subaku no Gaara, El último hijo del Kazekage, Fue una de las órdenes directas del consejo de Sunagakure, proteger y cuidar al jinjuriki del shukaku, la verdad estaba algo asustada, en todo el registro de la arena el ninja que había provocando más muerte era Gaara y temia que su nuevo amo... La intentará asesinar, a su madre casi se le fue el color de la cara cuando se enteró, lloro por horas, Pero cree que fue por exageración ¿Que tan sádico podía ser? Verdad. Pudo escuchar la arena detrás de ella, su corazón empezaba a latir con fuerza como si quisiera salirse de su pecho. ¿Acaso así saludaba? se preguntaba mientras volteaba suavemente la cabeza observando aquellos ojos aquamarina mirando fijamente su alma no emitió ningún sonido... Sentía el cuerpo rígido una enorme estaca de arena está justamente detrás de ella lista para atacarla. -no voy a hacerte daño- se limitó a decir la joven mientras se levantaba suavemente rodeando aquella estaca y acercándose cara a cara contra su atacante - De hecho estoy aquí para protegerte, creo que en tu habitación te hubiera llegado un informe al respecto ¿no? soy Sakura Sakura haruno... Gaara al respecto solo se limitó a mirarla como si fuera un bicho raro observando con frialdad Cómo la mano de la joven se alzaba suavemente en forma de saludo no entendía porque su muñeca y sus dedos temblaban como si estuviera viendo al mismísimo diablo, tuvo que suspirar para calmarse y agarrando con fuerza su propio muñeca Sakura se arrodilló ante Gaara -¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó algo irritado, sería mejor matarla y dejar el cadaver en el desierto donde los buitres podrían probar su carne pero algo dentro de él muy en el fondo le gritaba que no hiciera nada y que tomara la mano de aquella chica tan extraña de pelo chicloso -si esto es algún truco- -No es un truco-exclamó rápidamente, Sakura interrumpiendo las palabras de su superior, antes de que pudiera tocar tan siquiera la mano de Gaara una pared de arena se formó, esto sería algo molesto si no fuera porque la arena la protegía y le facilitaría su misión. finalmente la kunoichi decidió hacer algo arriesgado para que entendiera que estaba hablando en serio, hizo una gran reverencia con la frente pegada justamente en ser que los pies de Gaara y empezó a pronunciar con una voz sedosa -Yo Sakura haruno del clan haruno encargado de proteger a la familia del que se cague de todo mal, juro por mi vida, por mis principios y por mis creencias que te protegeré a ti y a solo a ti subaku no Gaara de cualquier mal que intente lastimarte... no importa mi cuerpo ni mi mente viviré para servirte, seré tu confidente, tu sombra, tu guardián.... y tu mascota- subió levemente la mirada intentando buscar algún sentimiento en la mirada de aquel chico. Gaara no perdería la oportunidad y se arrodilló a su nivel, tomando con fuerza su mentón, acariciado suavemente los labios de la contraria con la yema de sus dedos -Si tu insistes ~ sa~ku~ra -Embosco una sonrisa sádica sellando el pacto con un beso clavando sus uñas en la piel de porcelana. Sakura se sorprendió claramente Pero no se atrevido a alejarse, no ahora, no con el, su joya, su amo... Su Gaara. A su vez, Gaara guardo la arena en su calabaza y se levantó empujando a Sakura al suelo -Que esperas... Vámonos La kunoichi asíntio algo desorientada, diciendo a Gaara hacia la oscuridad Ya no hay vuelta atrás.