Capítulo 7
11 de septiembre de 2025, 15:45
Cómo todo Rey debía ser alguien de mente fuerte, pero en esos momentos simplemente no podía ser alguien fuerte, solo podía sentir una gran presión y carga en sus hombros la cual se volvía cada vez más pesada.
Había pasado exactamente nueve meses desde la Coronación y cuatro meses desde el baile invernal del cual, aunque obtuvo un acuerdo para abastecimiento de alimentos de parte del Reino Kim, desde esos meses parecía que el mundo se había puesto en su contra por todas las malas noticias que llegaban al castillo.
Ya sea desde los impuestos no cobrados, los robos a la Corona, los reinos enemigos que podrían atacar en cualquier momento, las diferentes reuniones que debía organizar para hablar con los reinos amigos para entablar sus negocios y sobre todo la escasez de alimentos que estaba empezando a asechar al reino nuevamente además que aquello no podía pasar ya que rompería su acuerdo de abastecer al Reino Kim en la llegada del invierno en ese lugar.
— Prometo buscar una solución a este problema – Jongseong estaba nervioso mientras tenia frente suyo a los consejeros de alto rango mirándolo con obvia decepción de sus resultados.
— Eso esperamos – dijo uno de ellos mientras los demás veían algunos documentos.
— No queremos tener que quitarte tu puesto como Rey – Ante aquellas palabras Jongseong miro a sus contrarios con una clara expresión de sorpresa ante esa declaración.
— No pueden hacer eso, yo soy el heredero – el lobo del pelinegro estaba enojado ante aquello, pero Jongseong buscaba guardar la compostura.
— Pero está en nuestro derecho hacerlo si vemos que el Rey no está cumpliendo con su deber – recordó uno de ellos a la vez que mostraba uno de los muchos documentos que especificaba aquello.
— Buscaré la solución...
— Majestad... - Heeseung entro felizmente al estudio de su alfa buscando poder hacer que saliera para poder pasar tiempo juntos.
— Heeseung, lo siento estoy ocupado – Ante aquello el omega se acercó hasta el escritorio donde vio como Jongseong no alejaba la vista de los documentos.
— Pero Majestad no ha salido en dos semanas y no ha comido... – Pronuncio el omega preocupado debido a que con solo observar el rostro de su contrario sabia lo mal que la estaba pasando.
Las grandes ojeras bajo sus ojos, su rostro más delgado debido a la falta de alimentos, su piel morena que se encontraba pálida debido a las faltas de sueños y el hambre además la expresión de dolor de estar sentado todo ese tiempo.
— Heeseung debo terminar esto para mañana y ya siento demasiado estrés – Volvió a hablar Jongseong buscando tener paciencia ya que sentía que iba a explotar.
— Pero Majestad... – solo basto esa palabra para derramar el vaso lleno.
— TE HE DICHO QUE ESTOY OCUPADO — aquel grito hizo eco en la habitación y Jongseong miro a su menor dándose cuenta de lo que había hecho.
Le había gritado a Heeseung siendo que había prometido jamás hacer aquello.
Y supo que había hecho mal cuando escucho el llanto del menor el cual buscaba silenciar.
— Heeseung yo...
— Perdóneme Majestad, es solo que... — Heeseung mordió su labio para evitar que sollozos salieran en vez de palabras — Me preocupa su salud, no podrá hacer sus cosas si no come o duerme... Todas las noches vigilo que vaya a dormir y jamás lo hace... Solo quería poder cuidarlo
— Pequeño lo lamento... – El alfa se acercó con delicadeza y abrazo el cuerpo contrario mientras acariciaba su cuerpo para calmar los sollozos – No quise gritarte... Es solo que... Esto está yendo de mal en peor... No sé si estoy haciendo un buen trabajo como rey, yo no quiero que piensen que soy mediocre para gobernar.
— Es un buen Rey, además usted está aprendiendo, no crea que podrá lograr todo en unos días o noches... – Heeseung observo el rostro de su Majestad el cual estaba lleno de lágrimas debido a la presión que estaba sobre sus hombros así que beso sus mejillas buscando calmarlo como el alfa hizo con el – Los problemas se resuelven a diferentes tiempos dependiendo la situación... Sé que está estresado... Pero también debe buscar tranquilidad en su mente para lograr encontrar la mejor solución.
— Tienes razón ... Realmente lo siento
— No se preocupe... – Heeseung mostro una brillante sonrisa que contagio a Jongseong que se encontraba limpiando aquellas lagrimas traicioneras – ¿Ahora comerá algo?
— Está bien, comeré, pero aquí... – Ante aquello el omega acepto con tal de que comiera algo – Quiero terminar esto y luego iré a dormir
— ¿Y qué harás? – Yeonjun miro aquel mapa donde estaba plasmado cada uno de los reinos que existían como también de los diferentes puntos importantes de los alrededores.
— No lo sé – Jongseong suspiro sintiendo la frustración recorrer todo su cuerpo. — Si alguien se entera de la escasez los reinos enemigos podrían atacar y nuestros aliados podrían abandonarnos...
— ¿Ha pensado expandir el reino?
— Donde lo haríamos? Ya tenemos gran territorio
— Está el reino caído de Kang... – Menciono el contrario señalando una parte que estaba cerca del Reino Park – Fue conocido por sus buenas cosechas además de que hay florecen grandes árboles frutales, la vegetación es buena... Podríamos tomarlo como nuestro... Ha estado abandonado por diez años.
— Podríamos usarlo para restablecer un poco nuestra producción y evitar escasez, pero... – Jongseong miro aquel lugar en el mapa, aunque era una excelente opción debía analizarlo bien — ¿Y si algún enemigo busca ese territorio?
— Tenemos nuestros mejores soldados. – Yeonjun sonrió orgulloso ya que el Reino Park era conocido por sus grandes soldados.
— Quiero que reclutes más gente y que los que lleven más tiempo vayan a aquel territorio – menciono Jongseong.
– Está bien su Majestad – Asintió el pelinegro realizando una reverencia para luego dirigirse a la puerta, pero deteniéndose al escuchar la voz de su Majestad.
— Y... llama a Heeseung – Yeonjun pronuncio un suave y claro "A sus órdenes" para luego salir de la habitación dejando solo a Jongseong que tuvo una idea que no sabía si sería buena o una muy mala idea.
Pasaron unos pocos minutos hasta que se escucho el suave golpeteo en la puerta y luego de un "Adelante" se encontro con la imagen de Heeseung y sonrio.
— ¿Majestad? — El mencionado se levanto de su asiento y se acerco a su concubino tomando su mano.
— Necesito que me acompañes a él Reino Lee...
— ¿Para que? — pregunto el menor con curiosidad ya que en ese tipo de viajes debia ir el Rey con su mano derecha aunque tampoco le molestaba acompañar a Su Majestad.
— Necesito pedir un favor
— Lo que su majestad ordene — Heeseung hizo una reverencia para luego acercarse y besar la mejilla de su mayor.
Rapidamente los sirvientes empezaron a empacar las cosas para el pequeño viaje del Rey y del concubino real hasta que ahora ambos jovenes se encontraban en el carruaje yendo hacia el Reino Lee.
— Majestad ¿ha pensado en reclutar soldados omegas?
— No pequeño, no es posible. — Jongseong suspiro ya que aunque le gustaba la idea tristemente su padre jamas habia permitido aquello y dudaba que los consejeros quisieran tomar su orden.
— Pero sería bueno además sería más fuerte sus ejércitos — Menciono el menor mirando a su mayor.
— Necesito alfas que puedan con la misión
— También puede reclutar Mujeres alfas, ellas también son fuerte y Omegas hombres...
— Cuando era más pequeño los omegas ayudaban en todo tipo de cosas, ellos pueden además tendrá un buen entrenamiento, el reino es conocido por su gran entrenamiento a los soldados – Menciono Heeseung lo cual Jongseong acepto que era una verdad, pero, aunque siempre quiso enlistar a mujeres alfas y hombres omegas en sus líneas, debido a toda la presión tenía miedo de volverse a equivocar
— Lo pensaré... — Heeseung sonrio orgulloso y satisfecho de esa respuesta porque conocia perfectamente al mayor.
— Es un placer tenerlos en nuestro Reino Majestad — Aquel hombre dueño de aquel Reino conocido por sus grandes ejércitos e increíbles estrategias en batallas además de poseer asombrosas exportaciones de mercadería marítima debido a ser un reino rodeado por el océano.
— Gracias a ustedes por aceptarnos
— Nuestro sirviente los llevará a la habitación donde se quedarán y en la noche tendremos la cena — La pareja observó a aquel beta tomando sus cosas con dificultad así que Heeseung se acercó para ayudarlo sorprendiendo al chico quien se sonrojo levemente al observar el rostro del Omega.
— No se preocupe, yo puedo llevarlo, sus manos se ensuciarán — Susurro el joven beta sin dejar de observar la belleza de su contrario, pero palideció cuando posó su mirada en aquellos ojos rojos del Rey visitante.
— No es molestia, yo puedo ayudar — Heeseung sonrío sin prestar atención al joven sonrojado como tampoco a su Rey quien mataba con la mirada a el pobre beta.
— Mejor vamos a la habitación — Comento Jongseong buscando controlar el volumen de su voz como también su aroma.
Luego de acomodarse en la habitación se dirigieron al salón principal para la cena la cual fue tranquila entre pequeñas charlas, aunque también las risas y balbuceos de los hijos del Rey y la concubina de ese Reino lo cual hizo que la cena no fuera tan silenciosa y asi poder posteriomente dirigirse a las habitaciones sin ninguna incomodidad de por medio.
Al otro día todo el castillo se encontraba en sus respectivos trabajos y tareas mientras los reyes y concubinos se encontraban en lugares específicos y pidiendo no molestar durante ese horario.
Mientras Jongseong hablaba con El Rey para pedir aquel favor, que se trataba de más soldados de rango medio para ayudar en la protección del Reino Caído de Kang a cambio de una parte de las mejores joyas del reino y abastecimiento de animales.
Recibiendo como respuesta un "Lo pensare y tendrás mi respuesta cuando vuelvas a tu Reino, debo charlarlo con los consejeros reales"
Por otro lado, estaba Heeseung quien fue llevado al jardín real donde se encontraban diferentes concubinas quienes lo invitaron a almorzar y entre charlas la concubina principal le prometió que si el Rey rechazaba ella se encargaría de cambiar su opinión.
Llegando la noche tanto alfa como omega fueron a la habitación donde se recostaron mientras se abrazaban buscando el calor contrario.
– es un hombre difícil – Jongseong suspiro levemente.
– La concubina principal me prometió que nos ayudaría con la decisión del Rey – Menciono Heeseung felizmente ya que aquella concubina, a diferencia de las otras presentes, era demasiado amable y dulce con él.
Le recordaba a Taeyeon y Tiffany.
– Hay que esperar lo mejor – Pronuncio Jongseong mientras miraba a su menor – Hay que descansar mañana nos espera un largo viaje
– Un viaje tan largo solo para una pequeña charla en vez de una carta – Heeseung hizo un pequeño puchero el cual hizo reír a Jongseong y se encargó de besar mientras dejaba caricias en sus suaves cabellos.
– Era mejor para que vean lo importante del asunto que solo una simple carta.
Luego de decir aquello ambos se dieron un dulce beso para posteriormente quedarse dormido en los brazos del otro.
– Gracias por la pequeña estadía en su reino y estaré esperando su respuesta – Dijo Jongseong con una sonrisa a la vez que hacia una reverencia en conjunto con Heeseung quien ahora se estaba despidiendo de la concubina principal.
– Gracias a ustedes por su presencia, que tengan un buen viaje – El rey junto a la concubina extendieron una pequeña caja con regalos desde joyas hasta frutas y comidas que solo ese Reino tenía en su poder.
Jongseong y Heeseung agradecieron felizmente para luego entrar en el carruaje para dirigirse devuelta al Reino Park con la esperanza de que tendrían aquel acuerdo.