ID de la obra: 741

Personalidades Multiples

Slash
NC-17
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planificada Mini, escritos 37 páginas, 12.982 palabras, 5 capítulos
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Capítulo 1

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La lluvia caía sin cesar aquella noche en Musutafu, con los estruendos retumbando y la lluvia golpeando fuertemente la ventana No puedes hacer esto _ dijo la omega al alpha frente a ella Inko Midoriya, una omega de veinticuatro años, hermosa, pequeña, una omega que ha rechazado múltiples alpha por su fidelidad hacia el hombre frente a ella, no es que lo amara, pero como omega lo respetaba y no le gustaba la sensación de ser infiel. Hizashi, un alfa diez años mayor que ella, ya tenía el abrigo puesto y las llaves en la mano. A sus pies, una maleta y el pequeño Tomura, de diez años, lo esperaban con los ojos bajos, no era capaz de mirar a su madre, no despues de decirle que se iría con su padre ya que ella no podía hacer nada por él. Le dolió mucho decirle eso a la mujer que lo ama tanto y que no le tiene miedo por su quirk, pero tenia miedo que si se quedaba no podría controlarlo y terminaría lastimándola a ella y a su lindo hermano menor. Tomura miró a la pequeña versión de su madre que dormía en brazos de esta, él lo quería mucho porque a diferencia de él que se parecía a su padre, Izuku era tan cálido y hermoso como su madre, no quería lastimar ese pequeño ser. Por eso se iba. Sabía que ese niño no serviría. Cuatro años y sigue sin mostrar señal de tener un Quirk. Y para colmo, es omega que ya es la perra de alpha _ Tomura apretó los puños ante las palabras de su padre hacia su hermano, el no tiene la culpa de que encontrara a su destinado el mismo día que nació, tampoco tiene la culpa de que fuera marcado a los tres años, de hecho, le alegra que su hermano si consiguiera un alpha que lo amara, no uno como su padre _ Patético _ Tomura contuvo un gruñido cuando su madre soltó un sollozo Inko no respondió. Tenía a Izuku dormido en brazos. Apenas cuatro años, aun oliendo a leche y sueños, con el cabello verde revuelto y una pequeña mordida en la manga del pijama que había estado chupando antes de quedarse dormido. No es su culpa _ dijo finalmente, con voz baja pero firme. _ Es un niño. Y tú no tienes derecho a hablar de él así. Tienes razón _ dijo el alpha _ es tu culpa _ acusó el peliblanco _ ese niño es tu maldita copia, tienes un quirk tan débil que es casi inexistente, eres una perra que solo supo abrir las… Grrrr _ los padre miraron al niño de diez años que miraba a su padre con los ojos enrojecido mientras que el olor a ceniza llenaba el lugar Tu… ¡Largo! _ Tomura miró a su padre ¿Qué? Quiero que te largues y que no te acerques a nosotros _ dijo el alpha menor, a la mierda con que su padre puede controlarlo, buscará otra manera, pero no permitirá que este estúpido alpha de mierda le hable asi a su madre, la mujer más amable y hermosa que conoce. Tú, te irás con... ¡No! _ el alpha menor caminó y se puso frente a su madre y su hermano _ no iré a ningún lado con un alpha como tú Eres inestable, mataras… Buscaré una manera de controlarlo sin ti _ dijo el menor el Hizashi miró a su hijo mayor, luego a su esposa y su hijo menor, luego otra vez al mayor y sonrio Cuando los mates ven a buscarme _ dijo el alpha antes de tomar su maleta e irse dejando atrás a su esposa e hijos El portazo retumbó como un disparo. Inko no lloró. Solo bajó la cabeza y abrazó más fuerte a su pequeño, que seguía dormido, ajeno a que la mitad de su familia acababa de desaparecer. … Tomura apretó los puños y sus ojos se aguaron, luego escucho un golpe y se volvió para ver a su madre de rodillas llorando, abrazando a su hermano menor El se acercó, pero se detuvo, no tocó a su madre o eso intentó antes de que esta lo tomara y lo abrazara, de inmediato Tomura se metió las manos a la chaqueta y dejo que su madre lo abrazara Gracias _ lloró Inko No agradezcas… mamá no se merece un alpha como el… Soy… Incluso si eres una omega, mamá te mereces a alguien que te ame por la persona que eres no por tu genero _ dijo Tomura, Inko lloró más _ Te protegeré, a Ti y a Izuku _ susurró _. No necesitas a otro alpha, Yo estaré aquí. Afuera, la lluvia no paraba. Pero dentro, el calor de una promesa ya se había encendido . . . ¡Inko! ¡Abran, idiotas! Me estoy quemando con el sol _ gritó Mitsuki desde la puerta, con una bolsa en una mano y a su hijo agarrado del cuello de la camiseta con la otra. Katsuki gruñía mientras era arrastrado por su madre, sin dejar de protestar con los mofletes inflados y los brazos cruzados. ¡Te dije que podía venir solo! _ dijo el pequeño alpha rubio ansioso, quería venir desde la noche anterior pero su padre que era un omega no lo permitió debido al clima. ¡Y yo te dije que no me importa! ¡No confío en un tren lleno de feromonas de omegas callejeras o de otros alphas idiotas que pensaran que porque eres joven eres un buen punto para robar omega! _ replicó Mitsuki, y golpeó la puerta con la suela del zapato. Incluso si Izuku era su escogido, podían robarle a su omega, claro eso causaría la muerte de ambos, pero podían hacerlo. El silencio del interior le dio mala espina. Cuando finalmente la puerta se abrió, Mitsuki dejó caer su expresión burlona al instante. Tomura estaba de pie en el marco, de malgenio, con los ojos enrojecidos. Oye niño ¿y tu madre? ¿no deberías estar en la escuela? Tía _ la mujer miró a uno de sus seudo sobrinos, lo vio triste, soltó a su hijo y se inclinó ¿Qué pasa pequeño cenicero? _ asi le decía Mitsuki al niño, pero no le temía Papá… _ los ojos de Tomura se aguaron y Mitsuki frunció el ceño ¿Que hizo ahora este idiota, mala imitación de alpha? _ Mitsuki odiaba ese alpha con todo su ser, era tan machista, incluso algunas veces lo vio golpear a Inko, quería matarlo, pero su amiga no lo permitió Él… él se fue _ dijo el niño, los ojos de los dos rubios se abrieron ¿Se fue? _ el menor asintió _ ¿Dónde está tu madre? En su habitación _ dijo el niño E Izuku... Lleva dormido desde anoche, no ha despertado _ dijo Mitsuki miró a su hijo Katsuki. Acompaña a Izuku, ¿sí? _ ordenó la mujer con tono bajo, mientras caminaba hacia el cuarto de su mejor amiga. Katsuki, que ya había sentido el ambiente raro desde que bajó del tren, no hubo falta que le dijeran nada, el camino hacia el cuarto que compartía con Izuku desde hace más de un año. La primera vez que lo olió, tenía solo unos días de nacido. Mitsuki había contado entre carcajadas que apenas lo pusieron en la cuna al lado de Izuku, el bebé alfa gruñó, se abrazó al otro y le chupó el cuello hasta dejarle una pequeña marca rosa. Tenía tres años cuando, jugando, lo volvió a morder. Esta vez fue más fuerte. Los doctores dijeron que era una marca de vinculación temprana, un "marcado por accidente", común entre alfas jóvenes que encontraban su pareja sin entender aun lo que eso significaba. Desde entonces, eran inseparables. Katsuki entró al cuarto, se quitó los zapatos, subió a la cama y se recostó junto a Izuku. Lo miró por unos segundos, frunció el ceño y, como hacía siempre, le acarició el cabello con torpeza. Estoy aquí, nerd. Yo te protegeré. Ya verás. _ dijo el rubio. Mientras tanto, en la sala, Tomura estaba sentado mirando por la ventana, estaba pensando en como iba a proteger a su madre y hermanito, no solo del exterior, también debía protegerlos de su padre y más importante de él mismo. . . . Oscuridad. Silencio. Y luego, la sensación de flotar. Izuku abrió los ojos y parpadeó. Estaba sentado en medio de una sala llena de cojines una enorme pantalla, libreros y juguetes. No había puertas, ni ventanas, pero era un lugar cálido grande y cómodo. Frente a él, siete niños idénticos a él lo observaban. Cada uno tenía algo diferente: uno con ojos grises, otro con ojos dorados, uno con perlas blancas, uno con púrpura, otro con fucsia, uno más con un negro profundo como el carbón, y otro con un azul intenso, casi doloroso de mirar. El de ojos grises fue el primero en moverse. Caminó con paso lento y seguro, con las manos entrelazadas tras la espalda, como si llevara siglos esperando este momento. Hola, Izuku _ saludó, con una voz suave pero firme _. Soy Sue. Izuku lo miró sin saber qué hacer, como si su voz se hubiera quedado atrapada en la garganta. Sin embargo, Sue parecía no necesitar preguntas para responder. Esto que ves… somos nosotros. Tus otras partes. Tus hermanos. ¿Hermanos? _ susurró Izuku finalmente, con los ojos bien abiertos. Sue asintió. Yo solo tengo un hermano _ dijo el menor, Sue suspiró y se sentó frente al niño, si bueno, todos eran niños, pero Sue era el que tenia el conocimiento, el inteligente, mucho más inteligente que cualquiera en el mundo. Tú no tienes un solo hermano Izuku _ dijo Sue _ tienes ocho hermanos ¿Ocho? ¿Sabes lo que es una camada? _ Izuku negó Es cuando una omega tiene más de dos bebes en su solo embarazo, mamá era una omega que estaba dispuesta a dar a luz una camada con ocho cachorros, perolo que ella no sabía es que ese alpha malvado que es nuestro padre, estaba experimentando con ellas con la intención de que uno de nosotros pudiera convertirse en su sucesor y tener su poder al hacer eso nuestros cuerpos fueron absorbidos por ti al ser la persona que padre esperaba, lo que él no esperaba es que nuestras conciencias no murieran si no que nos quedáramos contigo. ¿Entonces Papá los metió dentro de mí? _ interrogó el menor Se podría decir que si _ Sue decidió dejar las explicaciones complicadas para cuando su hermano fuera mayor y entendiera la gravedad de lo que hizo su padre. Se arrodilló frente a él, tomándole la mano con gentileza _. Padre nos abandonó, Izuku. A ti, a madre, a Tomura… a nosotros. No por lo que eres si no porque no pudo tener lo que esperaba, por eso intento llevarse a Tomura, pero nuestro hermano decidió quedarse con nosotros y proteger a madre. Padre no era el alfa destinado para ella. Solo fue un accidente... que dejó una herida muy profunda, pero madre es valiente y se quedó por nosotros. Izuku frunció el ceño, sin entender del todo, pero por lo que le decían, su padre no era bueno, aunque eso el ya lo sabía, su padre siempre le decía malas palabras o lo llamaba perra como a su mamá, no le pegaba a él, pero si a su madre y la culpaba por dar a luz una persona inútil, siempre decía que se irías y los abandonaría para que ellos murieran de hambre, despues de todo que podía hacer una omega con hijos que no termino ni siquiera la secundaria que abrió las piernas a un alpha que se encontró en la calle. Asi que no le importaba que su padre se fuera, eso seria mejor asi su madre no lloraría. ¿Y tú cómo sabes todo eso? Sue sonrió, apenas, con una chispa de arrogancia. _ Porque yo lo sé todo. _ Antes de que pudiera preguntar más, otro niño se le acercó. Este tenía los ojos amarillos como el sol, y una sonrisa tan cálida que le recordó a su mamá cuando lo arropaba por las noches. No te preocupes, Zu _ le dijo, sentándose a su lado y abrazándolo por la espalda _. Nosotros cuidaremos de mamá. Siempre. ¿Quién eres tú? _ interrogo Izuku Yuna. El que mantiene todo brillante por fuera. _ dijo sonriente el de ojos amarillos casi dorados. Yamikumo quiere matarlo —anunció una voz más ronca, más baja, casi gutural. El dueño de la voz apareció por detrás de los demás. Sus ojos eran completamente negros, sin luz, sin fondo. Como un abismo. Tu padre. Cuando lo vea. Voy a matarlo _ declaró sin emoción, como si fuera un hecho inevitable. No solo lo hacía por abandonarlos, también por el trato a su madre una mujer amable y linda que no era nada comparado a ese monstro que los puso en esta posición. Izuku se encogió un poco, incómodo. No digas eso… No te preocupes, no haré nada aún. _ Yamikumo sabia de las múltiples habilidades de su padre y no era el único, todos ellos lo sabían, han visto al monstruo cuando los despertaba a media noche, el, Sue, Yuna y Misu fueron siempre quienes despertaron, no podían permitir que Kumo fuera víctima de ese hombre debido a su frágil estado emocional que siempre es alimentado por las duras palabras de su padre, no pueden permitir que Yako, Amor e Izuku conozcan esa parte de ese monstruo, asi que ellos cuatro siempre protegían a los más pequeños, soportaron torturas, palizas, experimentos y todos para que sus hermanos estuvieran bien, ellos cuatro eran los que más odiaban a su padre. El ambiente se volvió pesado por un segundo, pero fue interrumpido por una carcajada. Un niño de ojos fucsia se lanzó encima de Izuku, tumbándolo al suelo con un abrazo demasiado largo y ruidoso. ¡Zu! ¡Eres más lindo en persona! ¡Yo soy Amor! ¡Y te adoro! _ dijo con una voz cantarina, mientras le llenaba la cara de besos y risas, Izuku no puedo evitar abrazarlo. ¡¡Bájate!! _ gritó otro, de cabello revuelto y ojos morados _. ¡Déjalo respirar, idiota! _ dijo a su hermano amoroso ¡No le hago daño! _ dijo Amor para luego ser apartado y otro se pusiera frente a Izuku con una sonrisa pícara. Yo soy Misu _ dijo el de ojos morados, cruzado de brazos _. Y estoy rodeado de imbéciles. _ dijo mirando a Yuna, Sue y Yamikumo Otro se le acercó gateando, con una expresión tranquila, dulce. Tenía los ojos como perlas blancas y un aura que calmaba todo alrededor. Yo soy Yako. No te preocupes, Izuku. Todo estará bien ahora _ dijo el de ojos perla con una sonrisa amable Durante lo que parecieron horas, Izuku jugó con ellos. Reía con Amor, corría con Yuna, escuchaba los sarcasmos de Misu, y se relajaba en los silencios de Yako. Pero Sue y Yamikumo siempre estaban cerca, observándolos. Y había uno, de ojos azules oscuros, que no se había acercado en todo ese tiempo. Estaba sentado solo, lejos. Mirando el suelo. Con una sombra sobre los hombros que no lo dejaba levantar la cabeza. ¿Quién es él? _ preguntó Izuku. Kuma _ susurró Sue _. Él es muy depresivo. Aún no está listo para hablar contigo, dale algo de tiempo. Izuku tragó saliva, sin saber por qué su corazón se apretaba al verlo. Todo era extraño. Pero se sentía bien estando con sus hermanos que recién conoció. Y entonces, como si alguien lo jalara desde otra dimensión, sus ojos se cerraron de golpe. Despertó. El techo de su cuarto lo recibió con familiaridad. A su lado, Katsuki dormía boca abajo, con la boca entreabierta y una mano aferrada a su camisa. Izuku lo miró, y por primera vez sintió algo más allá del calor, se acercó a Katsuki y lo abrazó con fuerza.
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