Capítulo 2
11 de septiembre de 2025, 18:50
La lámpara del consultorio parpadeaba.
Una chispa irregular de luz blanca iluminaba el rostro de un niño pequeño que no dejaba de mirar sus propias manos, como si esperara que algo, lo que fuera, ocurriera. Izuku Midoriya tenía cuatro años. Tenía la nariz manchada de mocos secos, las mejillas encendidas de ansiedad y las uñas mordidas hasta sangrar.
Lo siento, señora Midoriya _ dijo el doctor, su voz plana, aburrida, casi rutinaria, examinando a la omega frente a él, luego al niño, como esa cosa podía ser hijo de su jefe, era una decepción _. El escáner es claro: su hijo no tiene un Quirk. No hay hueso adicional en el meñique. Es… Quirkles _ Izuku se tensó
Pero…
No digas nada _ Dijo Sue en su cabeza _ ese hombre trabaja para nuestro padre si el sabe de nosotros papá te hará cosas malas, deja que piense que no hay nada
Izuku miró al hombre, no sabia como sus hermanos sabían eso, pero no dijo nada. Guardo silencio y bajó la cabeza sin notar la mueca de desagrado de parte del beta, lo que si vio Inko con enojo.
… ¿Izuku? —preguntó Inko, inclinándose hacia su hijo que parecía desanimado, el niño subió la mirada y le sonrio a su madre, no le importaba ser Quirkles o no tener quirk el sabia que eso no era cierto
Me siento… cansado —murmuró Izuku, a su madre quería irse lejos de ese doctor, Inko asintió y salió llevándose a su hijo, prometiendo no volver con ese estúpido beta.
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Caminaron en silencio por los pasillos del hospital, la madre con paso apurado y el niño con la mirada clavada en el suelo. Cada paso retumbaba más fuerte que el anterior.
Y dentro de la mente de Izuku, voces.
Siete pares de ojos lo observaban la pantalla en donde podían ver la tristeza de su madre uno en particular, con un brillo plateado, se acercó al centro.
Mamá esta triste _ dijo Yako sintiendo el dolor de su madre
Es por culpa de esa escoria _ dijo Yamikumo con enojo.
Fue mejor no decir nada _ dijo Sue, con calma, sentado en un uno de los cojines _ Si padre se entera que ese experimento que hizo funcionó y que Izuku es lo que el tanto ha querido podría dañarlo, o dañar a mamá y Tomura por llegar a nosotros.
Izuku no respondió. Sus dedos temblaban.
No estás solo _ murmuró otra voz, más cálida. Yuna, ojos dorados y sonrisa serena, se inclinó frente a él como una figura de paz _. Ya no. Estamos contigo, y tenemos a mamá, a Tomura y Katsuki.
Y si alguien se atreve a decir algo más… —gruñó Yamikumo desde una esquina, su silueta difusa y su voz rasgando como cuchillas _ Me los voy a <b>comer</b>.
¡Yami, por favor! _ Amor apareció como una explosión de color, tirando corazones al aire _. ¡No es momento para amenazas! ¡Zu necesita amor, no violencia!
Yo necesito silencio _ musitó Kuma desde el rincón más oscuro. Sus ojos azul profundo no se despegaban del niño que se abrazaba a sí mismo _. Todo es demasiado fuerte…
Shh… _ dijo Misu, casi imperceptible, mientras se deslizaba entre todos, etéreo _. Mamá está triste. Eso nos afecta a todos.
Yako no dijo nada. Solo lo observaba. Sus ojos blancos como perlas parpadeaban, analíticos, como si tratara de resolver un rompecabezas invisible.
Gracias _ susurró Izuku en voz baja, dentro de su mente, apenas audible en el mundo real.
Inko lo miró.
¿Qué dijiste, cariño?
Nada, mamá _ mintió, con una sonrisa hueca.
Pero sus ojos verdes ya no estaban solos.
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Katsuki Bakugou tenía los dientes cubiertos de chocolate y los ojos llenos de orgullo cuando le dijo a su mejor amigo:
¡Yo ya sé qué Quirk tengo! ¡Puedo hacer explosiones con mis manos, y cuando crezca haré explotar cosas! ¡Voy a ser el héroe más fuerte de todos!
Izuku lo miraba desde su pupitre, con sus piernas colgando sin tocar el suelo, balanceándose en silencio. No había alegría en su rostro. Ni risa. Ni admiración. Solo una mezcla de miedo y vergüenza que se tragaba a sí mismo.
Kacchan… yo… _ tragó saliva _. No tengo Quirk.
El silencio se sintió eterno. Katsuki lo miró, confundido y no fue el único, los cuchicheos de sus compañeros no se hicieron esperar, Katsuki frunció el ceño
¡¡CALLENSE MALDITOS!! _ gritó el pequeño alpha, para luego caminar hacia su omega y abrazarlo, dejando que sus feromonas con olor a caramelo cubrieran al menor que olía a pan de canela
¿Cómo que no tienes? _ hablo con voz suave y cuidadosa a su omega
El doctor lo dijo. No tengo hueso adicional. No hay energía. Soy… normal. _ Katsuki frunció el ceño y empezó a acariciar sus cabellos verdes.
Izuku bajó la mirada.
Entonces no importa —dijo serio el pequeño alpha inclinándose un poco hacia el cuello de su amigo y omega para dar pequeñas mordidas, descubrió que esa era una manera de calmar a Izuku cuando se ponía triste _. Te voy a proteger, Deku. Asi que no tienes que preocuparte
Pero… asi no puedo ser un héroe _ lloró el menor, Katsuki se separó y lo miró con una sonrisa
No se necesita una peculiaridad para ser héroe Deku _ dijo Katsuki _ solo espera buscaremos una solución y seremos compañeros, y si no puedes ser mi apoyo _ dijo al alpha y el omega lloró antes de abrazar al rubio quien lo consolaba con suabes caricias y palabras dulces. Los maestros y estudiantes estaban acostumbrados a ver el comportamiento de ambos y sabía que si interferían el pequeño alpha terminaría golpeando al intruso.
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Recreo. 10:07 a.m.
El patio trasero estaba lleno de risas, juegos, y arena en los zapatos. Katsuki había corrido al baño después de beberse dos cajas de jugo en menos de cinco minutos.
Izuku estaba solo. Dibujaba en su cuaderno. Soñaba, como siempre, con ser héroe. Aunque el mundo le dijera que no podía, Katsuki y su hermano le habian dicho que podía hacerlo, Tomura dijo que él podría y que lo ayudaría, por eso Tomura mismo habia decidido ser un héroe para que su hermano tuviera quien lo apoyara cuando fuera su turno.
Estaba tan concentrado en su dibujo que no se percato de la llegada de tres intrusos hasta que fue tarde para huir.
Oye, Deku inútil _ dijo uno. Tenía un quirk de burbujas _. ¿Nos dibujas algo? ¿Tal vez una porquería como tú?
No molesten, váyanse _ dijo el niño poniéndose de pie empezando a recoger sus cosas
Los niños lo miraron y rieron. Uno le empujó haciendo que callera de nuevo y se pelara las rodillas haciendo que los ojos de Izuku se aguaran. Otro niño le quitó el cuaderno y arrancó las hojas. Otro, el más grande, le arrojó arena en la cara.
Izuku gritó y empezó a sobarse los ojos, sintió como lo pateaban y un golpe en su cabeza, luego ya no hubo dolor y sintió un cálido abrazo y la familiar voz de Yako que intentaba calmar su llanto. Tembló en los brazos de su hermano eso le dijo que estaba en su conciencia y significaba que otro de los chicos tomo su lugar.
Luego gritos llegaron a sus oídos, intentó separarse de Yako, pero este lo abrazó con fuerza, mientras escuchaba la voz de Yamikumo y golpes.
“Débil…”
“Patéticos…”
“Están equivocados si creen que los dejare salirse con la suya…”
“¿Dónde está su cerebro basuras?”
“voy a matarlos”
Izuku abrazó a Yako con fuerza ignorando lo que su hermano malvado haría.
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<b>Patio trasero – Jardín del parvulario – 10:20 a.m.
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Katsuki escuchó los gritos mientras salía del baño. Al principio pensó que era parte de algún juego. Hasta que notó el silencio repentino. Como si todos los niños hubieran dejado de moverse.
Corrió.
Y lo que vio, lo congeló.
Izuku. De pie. Con la ropa manchada, rapones y sangre goteando por su frente. Un bate de madera escolar, partido por la mitad, goteando rojo. Tres niños tirados en el suelo.Sin moverse. Con las cabezas… en posiciones que no deberían ser posibles.
Katsuki tragó saliva, miró al rededor asegurándose de que nadie más había llegado aún. Solo ellos. Su sombra y la del chico que se suponía era débil.
Izuku giró lentamente.
Sus ojos… no eran verdes.Eran negros. Negrura líquida. Carbón sólido. Un abismo.
Katsuki dio un paso.
Deku… ¿Qué hiciste?
El niño lo miró con la cabeza ligeramente ladeada, como si procesara si debía responder o no.
No soy Izuku _ dijo Yamikumo
Su voz no era la de Izuku. Era más grave. Más… tranquila. Con un control que ponía los pelos de punta.
¿Qué…?
Mi nombre es Yamikumo. Soy su hermano. _ Bajó el bate, lentamente, Katsuki lo miró y luego a los tres niños
¿Tu hiciste eso? _ Yamikumo asintió.
Esos insectos pensaron que podían tocarlo. Humillarlo. Reírse de él, asi que vine y los maté _ dijo
¿Él? _ interrogó Katsuki
Ellos golpearon a Izuku _ Katsuki vio como el omega se llevaba la mano a la cabeza y hacia una mueca de dolor, el pequeño alpha frunció el ceño y miró a los niño
Malditos _ dijo el alpha y Yamikumo sonrio.
Katsuki sintió el enojo llenarlo, no sabía quién era ese, pero estaba cuidando a su chico, su madre le decía que Izuku era su omega, por lo cual su deber era hacerlo feliz y protegerlo, e incluso si su madre no se lo dijera el lo haría, asi que si alguien lo lastima es su deber deshacerse de lo que dañó a su omega
Katsuki miró al omega y se acercó a él.Le quitó el bate de las manos, sin que Yamikumo opusiera resistencia.
Y, sin dudar, lo sujetó con ambas palmas. Concentró su energía.
<b>BOOM.
</b>
El bate estalló en una lluvia de cenizas, humo y calor.
Yamikumo lo miró. Sin sorpresa. Pero con atención.
Katsuki, con los ojos entrecerrados, aun jadeando por el esfuerzo, le tendió la mano.
Ven. Vamos al baño.
Silencio. Denso. Inesperado.
Yamikumo observó su mano extendida. La piel quemada. La expresión decidida. El fuego aun latiendo en su pulso, sonrio este era el alpha que les tocó a ellos.
…Tonto _ susurró Yamikumo, con una sombra de sonrisa _. Deberías haber corrido.
Pero aceptó su mano.
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<b>Baño masculino – 10:20 a.m.
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Katsuki cerró la puerta con seguro. Abrió la llave. Mojó papel, jabón, toallas.
Sin hablar, empezó a limpiarlo. Las manos de Yamikumo estaban frías, cubiertas de sangre. Los nudillos morados. Reviso su herida, pero no estaba
No hay heridas
Kuma nos cura _ dijo Yamikumo y Katsuki lo miró
¿Quién es ese?
Los ojos negros pasaron de negro a grises y Katsuki se alejó sorprendido
Hola Katsuki soy Sue
¿Qué esta pasando? ¿Dónde está Deku?
Sue lo miró, luego empezó a desabotona su camisa para quitársela, para despues hablar y empezar a explicarle lo que habia hecho su padre, sobre todas las personalidades con diferentes quirk dentro de Izuku y como todos eran hermanos y su omega.
Katsuki a pesar de su corta edad lo entiendo, lo que hizo feliz a Sue de tener un alpha inteligente.
Me alegra que mi alpha no sea solo fuerte si no también inteligente _ dijo el niño de cabellos verdes y ojos grises, que no tardaron en volverse negros que lo miraron preguntando si estaba satisfecho con su respuesta.
…No eres Izuku _ dijo Katsuki finalmente, sin mirarlo directamente.
No _ admitió Yamikumo.
Una pausa. Larga. Incómoda.
¿Vas a decirlo? _preguntó Yamikumo, con una tensión en el cuerpo que no era miedo… era <b>recelo</b>. Cautela asesina.
Katsuki lo miró.
Eres mi omega, y los idiotas no solo dañaron a Deku, si no a todos, porque estoy seguro de que todos siente el dolor _ Katsuki miró a Yamikumo que volvió la mirada_ asi que no, no diré nada
Yamikumo parpadeó.
Yamikumo lo miró. Fijamente.
Tú… no nos temes.
No. Pero si lo vuelves a hacer delante de otros, te voy a romper la cara. ¿Entendido?, debes tener en cuenta que no serás al único que culpen de asesinato si te pillan _ dijo el rubio
Yamikumo rio. Bajo. Grave.
Katsuki Bakugou…
¿Qué?
Eres nuestro, no lo olvides _ dijo el de ojos negros
Katsuki frunció el ceño.
¿"Nuestro"?
Sí. Nuestro alpha, soy celoso asi que no deje que otra persona te tenga _ dijo Yamikumo
Katsuki chasqueó la lengua, le dio un último golpe con la toalla en la cabeza, y abrió la puerta.
Solo límpiate mejor la próxima vez, bastardo. _ Yamikumo sonrió.
Y en el reflejo del espejo, por una fracción de segundo, los ojos negros cambiaron a fucsia.
Y luego… a verde.
Izuku parpadeó. Su respiración se aceleró.
¿Ka… Kacchan?
Katsuki lo miró. Sonrió de lado.
Ya estás de vuelta. _ dijo el alpha a su omega.