“Aprehensión”
11 de septiembre de 2025, 21:17
Tenía que darle las gracias a Bakugo.
No podía creerlo.
Se llevó una mano al pecho suspirando mientras miraba la habitación que poseía. Habían preparado una habitación especial para ella; las ventanas estaban muy altas, no tenía muchas pertenencias, nada que pudiera atentar contra su vida.
Tenía sus lápices y un espejo, pero antes de que pudiera hacer algo, la cámara que la estaba grabando mandaría un aviso de su intención.
—¿Puedo salir? —preguntó a la cámara . —Iré a visitar a Recovery Girl.
Esperó una señal, pero parecía que nadie la estaba escuchando. Volvió a sentarse en la cama y observó cómo colgaba sus pies.
No era tan alta. Y su cabello... Se tomó un mechón. Parecía pálido. Sin vida.
—Debo de dar pena. —dijo ella riéndose.
Escuchó la puerta abrirse y al director Nezu aparecer. Estaba vestido con un traje y la sonrisa que solía poseer había desaparecido.
—Perdona, Katrina. Debo hacer esto.
—Te había dicho que no quería usar mi quirk.
—Lastimosamente tus padres se encargaron de que tengas que utilizarlo. Al parecer en sus prácticas se esforzaron bastante para que los tuvieras de forma permanente... Lo siento Katrina pero estas manifestaciones no van a desaparecer. Tendrás que aprender a manejarlos.
—Sólo manejaré la telequinesia, ese sí es mío. Lo demás son de ellos.
—Tus alas aparecerán pronto, sabes que es esencial que tengas... autocontrol.
—¿Autocontrol? —bufó. —¿Acaso estoy loca?
—No me refería a eso Katrina...
—¡Déjame ir con Recovery Girl! ¡Ahora!
—Recovery Girl estará custodiando los exámenes del aula 1-A. Ahora mismo no podrá...
—¿Puedo verlos? Quiero ver de qué se trata.
—Necesitan concentrarse, además debo ir yo también.
—Entonces... ¡ponme en una sala aparte! Pero quiero verlo. No molestaré a nadie. No haré tonterías. Por favor.
—Está bien, te llevaré. Te llevaré si sólo prometes alimentarte mejor y tomar tus vitaminas. Estás perdiendo mucha sangre.
—¡Sí! Lo prometo.
Siguió al director fuera de su jaula, porque así lo sentía. Le quedaba bien el nombre, sabiendo que ella se asemejaba a un ave.
.
.
.
¡La habitación estaba vacía! Bueno, había una silla y el monitor por la pared.
—Estoy dándote una oportunidad Katrina. No me decepciones. Te quedas aquí.
Ella asintió y observó el monitor. Los profesores se encontraban reunidos conversando.
—No puedo oírlos.
Después de unos minutos, apareció el director. Parecía dar indicaciones a cada uno.
Iba a poder ver a Bakugo pelear...
Se sentía emocionada. Bakugo sabía sacar provecho de cualquier situación.
Era inteligente, sólo que nadie lo reconocía por su imprudencia. Lo contrario a Midoriya; que era un chico muy atento y siempre premeditado lo que hacía enfurecer a Bakugo.
Los vió llegar a cada uno y empezó a animarlos en silencio. ¡Ojalá y a todos les vaya bien!
¡Ahí estaba Bakugo!
—Katsuki. —dijo para sí, riendo después al verlo fruncir el ceño enojado.
Se estaban separando en parejas y... ¿Qué?
¿Midoriya y Bakugo?
—Oh, rayos. Esto será divertido. —dijo ella esperando que pronto pudiera verlos pelear.
En la pantalla apareció el orden de los encuentros. Se ahogó un grito al saber que pelearían contra All Might.
—Fuerza chicos... — ojalá y Bakugo dejara su arrogancia de lado para que pelearan en equipo.
Mucho pedir. Podía ver cómo se alejaba de Midoriya al instante en que el primer grupo entraba al campo.
¿Era el mejor momento de hablar con él?
En vano se lo preguntaba, no había buen momento para hablar con él.
—Voy a ir a...
—¿A dónde vas? - preguntó el director al abrir la puerta.
Él sí que era rápido.
—Q-Quería agradecer a Bakugo por llevarme a la enfermería.
—El joven Bakugo estará con Midoriya en estos momentos.
—No, estoy segura que no. ¿Podría ir a hablarle unos minutos?
—Escuché que tuviste un problema con él antes.
—Evitaré pelear con él. Lo prometo.
Podía ver como el director lo pensaba un segundo, suspiró y luego sonrió —Creo que se harían bien ambos.
¿Cómo?
—Bien. —dijo él. — Puedes irte. Pero antes de que comience su encuentro debes estar aquí.
—¡Sí!
Salió disparada en busca del rubio ceniza. Los buscó por todas partes hasta que lo encontró sentado bajo un árbol, pensando. Se encontraba con su traje que lo hacía ver más salvaje y mucho más fornido.
Fue en el momento que se había puesto a su lado que Bakugo la miró. —¿Qué?
Iba a saludarlo, pero al parecer Bakugo no tenía tiempo para ser cortés.
—Quería darte las gracias — se sentó a su lado. Bakugo la miró queriendo saber qué pasaba por su mente como para hacerlo. — por llevarme a la enfermería.
Bakugo la miró con el ceño fruncido y no dijo nada. Prefirió apartar la vista y mirar más allá.
—¿Vas a pelear con Midoriya? — Katrina intentaba hablar con él, no tenía que perder los estribos por su prepotente actitud.
—¿Cómo lo sabes? —dijo él observándola y apartandose un poco.
—Lo sé porque vi por un monitor. Estaré viendo el exámen.
—Genial, así verás cómo trapearía contigo cuando peleemos.
¿Qué todo para él era eso? Suspiró —¿Es que sólo piensas en pelear?
Bakugo chasqueó la lengua y dejó de prestarle atención.
Katrina prestó atención a su proximidad. Sus brazos cerca, sus manos, las piernas de él una extendida y otra medio recogida, sus hombros por rozarse... Quería abrazarlo.
Quería acercarse a su cuello y olerlo.
Quería darle un beso en la mejilla.
Suspiró, no se arriesgaría a tocarlo. All Might le había dicho que hasta por emociones su quirk podría manifestarse.
Sonrió debilmente. Podía tener esa máscara que lo hacía parecer brutal, pero para ella en cambio le parecía muy tierno.
—Bakugo. —No le respondió. -¿Qué piensas de los que no tienen quirk?
Bakugo volteó a verla analizando su rostro y acciones. ¿Qué era esa pregunta? ¿Tenía que ver con Midoriya? ¿Sabía de sus peleas con él?
—¿Y esa pregunta?
Estaba terriblemente arrepentida de habérselo preguntado. Ya sabía qué pensaba de los que no tienen quirk.
—Olvídalo. No importa. Creo que ya es momento de que me vaya. —dijo ella con una sonrisa, tratando de restarle importancia. — El director debe estar esperándome.
Bakugo la vió ponerse de pie y sacudirse. Ésta chica le estaba mintiendo otra vez. Ya era la segunda.
—¿Para qué quieres saber qué pienso de los que no tienen quirk? —decidió soltarle.
—Te dije que lo olvidaras.
—¿Tú no quieres tu quirk?
—¿De dónde sacaste eso?
—Lo oí en la enfermería, cuando hablabas con Recovery Girl. ¿En serio crees que puedes huir de tu quirk? Si es así eres mucho más idiota de lo que pensaba.
Katrina ignoró su insulto. Así que la oyó esa vez... bueno, no importaba.
—¿Qué más sabes? ¿Qué más escuchaste?
Bakugo decidió que era mejor ignorar esas preguntas, al parecer ella estaba tratando de crearse una nueva mentira para él. Y si no sabía qué es lo que él sabía, podría sacarle más información.
Le sonrió.
Katrina no sabía qué decir. Bakugo estaba jugando con ella.
Genial, fue un enorme error el haber hablado con él. Decidió dar dos pasos hacia atrás, asustada, y luego caminar hacia su "jaula".
No volvería a hablar con él. Nunca más.
Pero antes que pudiera alejarse más de él, Bakugo se puso rápidamente de pie y la tomó de la muñeca jalandola hacia él.
Ella dió un grito del susto y se encogió del miedo frente a él cuando impactó sobre su pecho.
—¡Eres una debilucha! — le gritó el muchacho, sacudiendole la muñeca. —¿Vas a huir de lo que eres? ¿En serio serás tan cobarde?
—¡Suéltame Bakugo! —le rogó desesperada.
¡No podía tocarla! Ella aún no tenía idea de qué podría hacerle.
—¿Por qué tienes dos quirks? — le escupió él. —¿Por qué la escuela cuida de ti? ¡Eh!
—¡Por favor, sueltame! —Katrina no podía mirarle a los ojos. —No quiero hacerte daño.
¿HACERLE DAÑO? ¿A ÉL?
—¡¿En serio crees que puedes hacerme daño?! —le dijo mientras la volvía a sacudir.
—Bakugo... te he dicho... ¡que me sueltes!
Lo miró a los ojos y, en ese mismo instante, sus majestuosas alas blancas se extendieron detrás de ella haciendo a Bakugo retroceder. Eran el doble de grandes que su persona y estaban un poco empapadas de sangre.
Sus ojos marrones se volvieron más claros y su piel recobró color. Su cabello se tiñó de un rubio platino y se había alargado muchísimo más.
Bakugo se quedó sin palabras ante la magnífica y exótica ángel frente a él.
—Tú...
Katrina buscaba recoger todo el aire que podía, pero parecía imposible. Se sujetó de sus rodillas y pudo sentir las alas tras ellas.
No podía ser.
No podía ser.
—No, no, no, no. —dijo mirando las alas.
Era increíblemente hermosa. Majestuosa. Era un ser místico perfecto.
Bakugo no podía dejar de mirarla.
—¡KATRINA! — escuchó a All Might acercarse despertando de su encanto.
—¿All Might?
—¿El joven Bakugo? —dijo preocupado para sí. —¡Aléjate lentamente de ella!
—¿Eh?
—¡No te muevas Katrina! ¡No muevas ningún músculo!
Ella obedeció esperando un milagro.
—¡Quítenmelas! ¡Quítenmelas! —Bakugo la miró confundido —¡Mátenme!
Eso logró alarmarlo.
—¡Camina lentamente hacia atrás joven Bakugo!
Cuando los ojos de ellos dos se encontraron, él logro oírla en su cabeza.
Haz lo que te dice, por favor. Por favor, Bakugo.
Sin dejar de mirarla, dio varios pasos hacia atrás y, en cuanto estuvo a una buena distancia de ella, el profesor Aizawa la sujetó por completo. Sin ninguna posibilidad de movimiento.
Sus ojos completamente vendandos.
—Lo siento joven Bakugo, pero tendrá que irse de aquí. —dijo All Might acercándose a él.
—¿Qué ha pasado? ¿Qué es todo esto?
Observó cómo metía en la boca de Katrina cierto objeto.
—No es necesario que vea esto...—
—¡Cállate! — dijo y evadió a All Might que intentaba cubrir con su cuerpo su vista a la chica.
Katrina esperaba que atravesaran su corazón en cualquier momento o que su cabeza rodara en segundos.
Soy un peligro para este mundo.
Mátenme.
Bakugo no podía creer que ella aún podía usar telepatía. En su temblorosa voz logró percibir que estaba llorando.
Y en cuestión de segundos, Aizawa arranca ambas alas de su espalda. Los huesos quebrandose y el grito desgarrador que se ahogó debido al objeto en su boca hicieron a Bakugo brincar en su lugar. Se llevó la mano a la boca evitando provocar.
Aizawa la hace descender lentamente al suelo.
—Traigan a Recovery Girl, necesita tratarla urgentemente. No sabemos cuánto tiempo estará inconsciente.
—Joven Bakugo —escuchó la voz del director. —Debo pedirle que se retire ahora mismo.
—Pero...
—All Might.
—Sí, director.
All Might se acercó a Bakugo.
—¡Me iré! Pero... ¿ella...?
—Estará bien. Ahora vete y concéntrate para tus exámenes.
Bakugo asintió dudoso y se alejó sin antes echar una última mirada a la chica que estaba blanca como papel. Ojeras que marcaban sus ojos se hacían notables y se volvía más delgada.
Dejó de mirarla.
Maldición. Se clavó las uñas en las palmas de sus manos para calmarse. El miedo estaba tratando de dominarlo.
Esta escuela le debía unas cuantas explicaciones.