“Atentado”
11 de septiembre de 2025, 21:17
—¿Cómo?
Al voltearla a ver vio cómo las alas comenzaron a surgir e incrementar su tamaño. Tenía que hacer algo porque el pasillo en que se encontraban era muy angosto para ella.
Podrían acabar enterrados si no salían pronto.
—¡Tú! Haz hecho una tontería —le escupió.
—¿Será? ¿Por qué mejor no me la entregas y salimos de este pasillo a salvo?
—¡Bakugo!
Ah, maldición. No le daban un segundo para pensar.
—¿Hay alguna salida cercana? —preguntó y sintió como ella lo soltaba.
La vio correr hacia el lado contrario del pasillo.
—¡Katrina esper— una intensa ráfaga de viento lo empujó haciéndolo colisionar contra la encapuchada y lanzándolos fuera del recinto.
Bakugo aprovechó y la tomó de los hombros, encestando un golpe a su estómago dejándola sin aire. La joven lo agarró de la ropa y acto seguido lo empujó al suelo haciéndolo barrer el suelo. Él se incorporó rápidamente y saltó de vuelta contra ella.
Katrina llegó al final del pasillo y se detuvo. Miró para atrás y observó sus alas extendidas por todo el pasillo detrás de su espalda. ¿Podría cerrarlas? En el intento de atraerlas sus alas golpearon las paredes.
—Demonios.
Bakugo y esa joven se encontraban peleando atrás, no podía retroceder a ciegas hasta donde estaban y el pasillo hacia delante continuaba a la derecha, no había forma de girar sin que sus alas se atoraran. ¿Qué debía hacer?
—¡Katrina!
—¿Midoriya?
Con cuidado, se acercó a observar si había sido él quien la había llamado.
—¡Midoriya! ¡Por aquí!
Midoriya dio un salto y se detuvo frente a ella. De repente, su fuerza se había ido —¿Estás bien?
—¡Sí! Bakugo se encuentra en combate ahora mismo. No puedo moverme.
—Eh... — Sus ojos quedaron anonadados de lo gigante que eran sus alas —No te preocupes, te ayudaré. ¿Intentaste recogerlas?
—¡Sí! Pero... —y al hacerlo, agitó sus alas causando que el establecimiento se agite.
—Familia, familia, oh qué gran familia... Todos juntos, todos juntos vamos a jugar.
La piel se le erizó al instante.
—¿Quién está ahí? —antes que Midoriya pudiera ponerse en guardia, Katrina lo abrazó—¿Katrina?
Contrajo sus alas presionando las paredes que en consecuencia retumbó por todo el recinto. Sujetó a Midoriya y él, volteándose de la impresión, quedó estático observándola.
—¡Katrina! ¡Estás destruyendo todo el lugar!
—Katriiina...
No había forma que ellos pudieran estar aquí. Tenía que salir de aquí.
Un terror la sacudió por completo y casi se sintió desfallecer. La dejó tan aturdida que no podía oír las advertencias de su amigo a su lado. No iba a pasar de vuelta todo ese sufrimiento, no volvería a vivirlo.
—¡Katrina! ¡Hay que salir de aquí!
Midoriya la vió reaccionar a su voz, pero seguía estando blanca como el papel. Al pestañear varias veces pareció ubicarse a la situación.
—Hazme camino —y diciendo eso lo sujetó de la cintura para proyectarse hacia el techo.
—No puedo.
—¿Por qué?
—Mi fuerza se ha ido.
Bakugo se limpió la boca y la observó furioso.
—Vaya, qué miedo. ¿Con ese rostro estás seguro de ser héroe?
—Cállate. Voy a matarte pero primero haré que me digas quiénes son ustedes.
—Oh —se burló de él— es una pena que Katrina no les haya hablado de su familia antes.
¿Familia?
—¿Para qué? Si son todos una mierda — aunque en realidad Bakugo sí se sentía curioso al respecto.
—Bueno, no la culparía. Luego de todo lo que sus padres se divirtieron con ella cualquiera se mandaría al silencio.
Bakugo apretó los dientes —Te voy a destruir.
Se lanzó hacia ella y encestó su puño contra sus brazos cruzados en equis. Tomó su muñeca y con una patada golpeó su estómago. La villana quedó sin aire y aún así aprovechó sujetando con su mano libre su pierna tirándolo al suelo. Bakugo pateó su rostro lanzándole lejos.
Ella lo miró furiosa y escupió, su nariz estaba sangrando. Se puso de pie y la vio hablando bajo. ¿Por qué no podía usar sus poderes? Observó sus manos impotente. Necesitaba terminar con esto rápido para poder auxiliar a Katrina. Estaba muy preocupado por ella.
—¡Bakugo!
Escuchó la voz de Midoriya detrás de él. ¿Qué sucedía?
—¡Hazte a un lado!
El saltó hacia la derecha pero al ver las colosales alas saliendo de la pequeña puerta saltó sobre los árboles.
—¿Qué demon—
Katrina flexionó sus alas enviando una ráfaga de aire que con fuerza taló toda el área llena de árboles, saliendo ella despedida fuera del pasillo. Bakugo se hizo camino hasta ella y la tomó de la muñeca. Observó que su contaria se sujetó de sus tobillos.
—¡Muevelas ligeramente para afuera! —le gritó Bakugo y ella asintió. Abrió ligeramente sus alas y fueron impulsados hacia Midoriya que se propulsó hacia la villana, liberando a Katrina.
Bakugo la abrazó cuidando que no se lastimara cuando colisionaron contra el suelo. Frenó lo que pudo hasta que impactaron contra la pared.
—¡Bakugo! ¡¿Estás bien?! —Katrina tomó su rostro y palpó su cabeza en busca de heridas.
—¿Tú estás bien? —dijo él pestañeando varias veces.
Katrina estaba a punto de ponerse a llorar.
—Yo...
—¿Puedes recoger lentamente tus alas? Despacio.
Bakugo observó la batalla de Midoriya y se puso de pie. Katrina contrajo sus alas hacia su cuerpo lentamente, evitando destruir el fuerte donde había pasado los últimos meses. Pensó en sus profesores ¿se encontraban a salvo?
—Lo siento Bakugo.
—No hay nada por el que debas sentirte mal —se limpió el rostro—. Estamos aquí para ayudarte ¿no?
Sus ojos se humedecieron y asintió.
—¡Joven Bakugo! —exclamó y observo a All Might corriendo hacia ellos.
—¡Cuide de Katrina!
Corriendo hacia Deku observó a tres personas escapando del fuerte hacia la villana. Poseían un cohete para su movilidad.
—¡Regina! ¡Retirada!
—Maldición —murmuró ella sujetando su brazo del dolor. Saltó dentro de la cabina junto a sus compañeros —¡Se los voy a cobrar hijos de puta!
¿Regina? ¿Era ella? Katrina la miró consternada—¡¿Regina?!
La chica volteó a verla y le sonrió amable.
—¡Hawks! ¡Se escapan!
Vieron una sombra pasar sobre ellos —Yo me encargo.
El héroe fue detrás de ellos a máxima velocidad dejándolos atrás.
—Chicos, ¿están bien? —comprobó que Katrina estuviera bien. Ella le asintió.
—Estamos bien —dijo Bakugo y miró a Deku. Este asintió.
En ese momento sintieron cómo volvían sus dones. Bakugo hizo explotar la palma de su mano —Ahora que ya no lo necesito.
—Inhabilitaron los dones. Al parecer uno de ellos tenía esa capacidad.
—¿Qué pasó de los demás héroes? —preguntó nerviosa.
—Todos se encuentran bien. Katrina, quédate quieta mientras Tiny Big Man recupera la consciencia.
—¿Y mis amigos?
—Los tres están bien, rescataron a todos durante el atentado.
—Qué alivio — confesó Katrina aliviada—. Si alguien salía herido iba a ser mi culpa.
—No es así —le dijo Bakugo enseguida.
Katrina lo miró. Si él no hubiera estado aquí, si no hubiera sido tan terco con ella podrían habérsela llevado junto a sus padres. Gracias a que era un testarudo y un caprichoso...
—Bakugo —dijo y caminó hacia él despacio.
—Señorita Katrina, no se mueva mucho —comentó preocupado.
Bakugo la vió detenerse frente a él. Demonios, era condenadamente hermosa. Escudriñó todo su rostro y exhaló cansino. Ella debía estar de esta manera, libre.
—Gracias Bakugo por estar aquí —y lo abrazó.
Bakugo se quedó de piedra. Volteó a ver a Midoriya y éste ocultó su rostro para otro lado pero en vano. Él ya había visto su rostro estupefacto.
—Eso es lo que quiero preguntar — dijo All Might. Ambos chicos sudaron frío —¿Cómo es que están aquí?