ID de la obra: 754

“Alas de la Calamidad” — Bakugo Katsuki

Het
NC-17
En progreso
0
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 80 páginas, 21.146 palabras, 19 capítulos
Etiquetas:
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

“Noche mágica”

Ajustes de texto
Y fue exactamente lo que sucedió. Todos quedaron anonadados ante la unión de manos que apareció luego de abrirse la puerta pero nadie quiso cuestionar ni bromear al respecto. —¿Me necesitaban? —Sí, ven — Uraraka despertó y la arrastró hasta el centro. Katsuki se hizo a un lado y volvió a recostarse por la pared donde anteriormente estaba mientras observaba a Katrina emocionarse al ver a Hawks asistiendo a su fiesta de bienvenida. Kirishima fue a su lado sin decir una palabra pues sólo quería acompañarlo. —Sucedieron cosas — farfulló. —Sí, eso está bien — atinó a responderle sorprendido sin haber comprendido bien. No esperaba que le hablara sobre eso. —¿Nadie va a hablar de cómo Baku— Ashido le encestó un golpe a Mineta. —Esto es del curso para ti — Iida le entregó una caja de regalo. Le conmovió que la caja fuera tan grande, podía rodearlo por completo con sus brazos. Jamás recibió algo así. —Oh Dios, no tenían por qué — Katrina tomó la caja y lo apretó a su pecho. Estaba muy emocionada, no podía sentirse más amada. Tanto tiempo pidió, pidió y pidió por lo que hoy estaba recibiendo. Espero tanto, demasiado para conocer a estas personas... La clase entera se sobresaltó al verla gimotear evitando derramar lágrimas. —¿Katrina? ¡No! ¡No llores! — Ashido la abrazó. —Gracias, con todo mi corazón. Gracias chicos. Perdónenme por llorar. Se miraron unos con otros impotentes al verla así y ella lo sentía muchísimo. No quería ponerlos en esa situación pero se había quebrado por completo. Había querido una familia normal, amigos de verdad, una vida tranquila como cualquier otra y, aunque sabía que no podía remediarlo lo quería. Siempre soñaba si tan sólo se pudiera. Podría no tener la familia que ella quería, o al menos una familia a la cual pertenecer, mas sí tenía amigos. Estos increíbles amigos que se convertirían en héroes y salvarían vidas. Salvarían su vida. No, ya la habían salvado con conocerlos. —Los quiero mucho —dijo entre sollozos. Uraraka se unió al abrazo de Ashido e Iida posó su mano por su hombro. —La clase 1-A no te abandonará jamás, siempre estará contigo. Mineta se acercó con intención de abrazarla, sin embargo se detuvo al ver caer esos ojos rojos de terror sobre él. —Eres parte de esta familia — añadió Todoroki. Katrina asintió. —Bueno, abre el regalo. — Kaminari se revolvió emocionado. Ella se acercó a una mesa dejándolo frente a ella, luego levantó la tapa y reveló para sí el regalo. ¡Habían un montón de cosas! Auriculares, gafas divertidas, una bufanda en conjunto con una gorra, hebillas y gomas para el cabello, maquillaje, snacks dulces y salados, entre otras cosas. —Cada uno aportó algo para ti en esa caja pero también nos pusimos de acuerdo en regalarte lo que hay más abajo. ¿Había más abajo? Separó las serpentinas y todos los objetos a un lado y sintió una cajita, explorando más sintió un cristal al lado de él. Contempló que la forma era cuadrada y, con mucho cuidado con los demás regalos, los retiró del fondo. Eran un cuaderno, una cajita envuelta como regalo y una fotografía de ellos que en un costado se leía: "Para Katrina, de la clase 1-A ️" —¿All Might y el profesor Aizawa? —Lo estábamos haciendo durante una clase entonces ellos también quisieron formar parte — explicó Tokoyami. Katrina abrazó la foto —¡Me encanta! La pondré en mi habitación. Tomó el cuaderno y lo abrió en la primera página. —¡NO! — Katsuki saltó hacia ella y se lo quitó de las manos —¡Leelo cuándo estes sola! —¿Qué? ¿Por qué? —¡Cada uno te ha escrito algo! — Yaoyoruzu dio saltitos en su lugar — Tienes que leerlo después. —En privado — sentenció Katsuki. Ella rió ante su vergüenza. Tomó el último regalo y lo agitó, escuchando como algo se golpeaba dentro de la cajita. ¿Qué más podrían haberle regalado? Rompió el envoltorio y se encontró con una cajita blanca, la abrió y observó muda el objeto dentro de ella. —No puede ser. —Queríamos que estuvieras en contacto con nosotros más seguido y, bueno, hablamos con el director y los profesores y los convencimos mientras sólo lo utilices para contactos dentro de la academia. Katrina tuvo que tragar varias veces para que su corazón no saliera de su garganta. Este voto de confianza significaba muchísimo. Buscó con la mirada a Hawks esperando que se lo confirmara. —¿En serio lo permitieron? —¿Quieres ser parte de la U.A. no es así? —dijo él mientras bebía un vaso de gaseosa cerca de los bocadillos. —¡Sí! —Entonces no hay por qué dudar. Sujetó la caja que contenía al celular con fuerza por su pecho. Confiaban en ella. Estaban dando un voto de fe y no los decepcionaría. No dejaría que nada arruinara esto que se estaba construyendo debido a sus esfuerzos, debido a su corazón. Sus padres no le quitarían jamás lo que había conquistado. —Gracias. Me siento la persona más afortunada del mundo. Katsuki suspiró al verla abrazar a Yaoyorozu de la alegría. Las chicas se lanzaron sobre ellas dos en un abrazo grupal que a los chicos los alegró mucho. Aún le costaba creer que de confesarle telepáticamente su deseo de morir a verse dichosa y comprometida a vivir había transcurrido tan solo unos cuantos meses. Y, podría admitir, que le gustaba saber que había ayudado (quizás más indirectamente que directamente) a este cambio. Katrina giró a verlo y sonrió. Bakugo Katsuki había cambiado por completo su vida. . . . —¡Nos vemos Katrina! — se despidió por último Ashido al cerrar la puerta. Katsuki se ofreció a llevarla de vuelta a su habitación que se encontraba en el otro punto del campus, cerca del edificio de profesores. Hawks se había instalado junto a ella para cuidarla y protegerla, además de seguir educándola con respecto a sus alas. —¿Crees que Hawks ya esté en su habitación? —Quizás. — respondió Katsuki distraído observándola frente a la puerta. Katrina se removió nerviosa bajo su mirada. No sabía qué hacer o decirle ahora. Se llevó un mechón detrás de la oreja. —¿Nos vamos? — dijo Katsuki rompiendo el silencio. —Sí — bajó los escalones y se percató de la mano extendida de Katsuki hacia ella. Tomó su mano evitando mirarlo y caminaron juntos en silencio un buen rato. Katsuki no estaba muy seguro de qué decir o hacer ya que era la primera chica con la que compartía. Nunca le había interesado el romance ni había querido una relación... pero ahora mírenlo. Se encontraba muy avergonzado. Katrina no podía dejar de morderse los labios para evitar desfigurar su rostro con la sonrisa que cada vez crecía y crecía más. Quería ponerse a bailar y también salir corriendo, una cosa era ensoñarse con un momento así y otro vivirlo. Había conocido a chicos cuando estaba con sus padres pero sólo había interés de un lado y ella no se había animado ni a acercarse. Así que el poco coraje que tenía lo usaba con Katsuki. Los dos eran demasiado cobardes como para preguntarse sobre la situación que estaba ocurriendo entre ambos. —¿Me ayudarías a configurar mi celular mañana? Katsuki miró los pies de ella incapaz de verla a la cara —Sí, cuenta con eso. Aunque podría ayudarte antes de que entres así lo tienes para quedar mañana. No vamos a tardar mucho. Ella asintió. —Katsuki. —¿Sí? ¿Podía decírselo no? Ya se encontraban tomados de las manos —¿Recuerdas la primera vez que hablamos? Se lo pensó un momento —Ah... ¿Cuándo me mentiste sobre que no querías decirme nada? —¿Mentirte? —Esa vez del pasillo en la que me citaste para hablar. —Sí, aquella vez... Pero no te mentí. —Ajá, sí claro. No eres muy buena mentirosa. Eso la indignó — ¿Qué? Sí sé mentir. No iba a decir nada más porque no le convenía, mejor que siguiera creyendo eso —¿Y? ¿Qué tiene esa vez? —En realidad iba a decirte algo. —Katsuki chifló — ¡Es que no parecías tener mucha paciencia y entonces te mentí! —Bueno —sí, le había sacado de quicio ese día con su titubeo— ¿Y qué ibas a decirme? Katrina se mordió el labio. Estaba a punto de dejar en evidencia que gustaba de él hace bastante tiempo. —Ah, no me digas que empezarás a dudar de vuelta. Eso la molestó —Katsuki eres un ciego. —¿Qué? Por discutirse todo el camino llegaron más rápido de lo que esperaban. Se sentaron en las gradas de la entrada y Katsuki le exigió el celular. Ella se lo dio. Observó entendiendo a medias lo que él estaba haciendo. Lo vió poco después agendar su número y enviarse un mensaje. —Ya está. Te pasaré esta noche o por la mañana los contactos de los demás. —Okay —respondió. Observó su chat mientras Katsuki guardaba su celular en el bolsillo. Le envió un sticker. Katsuki sintió vibrar su celular y la miró de reojo. La vio reír expectante a su mensaje. Sacó su celular y abrió el mensaje. Era un osito lanzándole un corazón. Sintiéndose impotente ante su timidez la acercó a su pecho, abrazándola por encima de sus alas y Katrina correspondió abrazándolo por el torso. Tenía su frente apoyada a su cuello. —Creo que hoy se corona como mi día favorito en toda mi vida. Katsuki apoyó su mentón sobre su cabeza. La paz que ella le transmitía lo hacía suspirar profundamente. —Gracias Katsuki. No le respondió. Se separó para verle el rostro sin soltarse del abrazo y se encontró con una mirada que la hizo tragar nerviosa. Katsuki estaba embelesado por ella, sus ojos recorrieron cada facción suya y con una mano peinó sus cabellos que estaban fuera de lugar. Enternecida, ella sonrió levemente y se inclinó despacio para darle un beso en la mejilla y permaneciendo ahí. Katsuki dio un apretón a su hombro tratando de contener los sentimientos que se arremolinaban dentro de él. La tiró de vuelta a sus brazos sujetándola más cerca. —Te quiero Katsuki. El besó su cabeza y, por milésima vez en el día, suspiró profundamente — Yo también. Katrina volvió a darle un beso en la mejilla y lo abrazó del cuello. Separándose lo suficiente lo tomó de las mejillas —Nos vemos mañana. Él se dejó estar —Nos vemos. Viéndola ingresar al edificio, Katsuki permaneció un rato más en el lugar asimilando todo lo que había sucedido.
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)