ID de la obra: 757

Ace’s Path I — “Cambiaré tu destino” — Portgas D. Ace

Het
NC-17
Finalizada
0
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
181 páginas, 50.533 palabras, 25 capítulos
Descripción:
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“¡Encuentro Inesperado! Aparecí en el Moby Dick”

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—¡Ay! —caí de rodillas — ¿Eh? Todos los ojos se posaron sobre mí al instante. Podía ver como sus mandíbulas caían hasta el suelo o algunos por el susto soltaron lo que tenían en sus manos. —¡¿Q-Qué?! —¡¿Quién eres tú?! ¡¿Qué haces aquí?! —¡Señor Marco! ¡Venga a ver esto! —¿Eh? —volví a musitar. ¿Estoy en un barco? Estaba soñando sobre una obra de teatro antes de caer aquí, ¿qué— —¡¿Qué sucede ahora?! —apareció Marco de la nada. ¿Marco? Un momento... —¿Quién eres? Era Marco... ¡¿Es Marco?! —¡Un momento por favor! ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí? Me había dormido viendo el último capítulo de Levely ¿estoy soñando? ¿Me influyó inconscientemente? —Quizás sigo soñando —murmuré. Solía soñar lúcido pero ahora era demasiado real. Observé a los lados y todos estaban alejados de mí. Podía sentir los ojos de Marco perforándome en cada movimiento. —¿Y ahora qué? Esa voz... Volteé rápidamente hacia donde me pareció oírlo y lo vi caminando hacia mí. —¿Tú cómo llegaste hasta aquí? Ace... ¡Portgas D. Ace! ¡Estaba vivo! ¿Entonces...? —Yo... eh... ¿estoy en el barco de Barbablanca? —¿Qué buscas? ¡Responde! —grita alguien. ¡Maldición! Van a matarme si no hago algo. —¡Yo... soy la hija de Shanks! La caras de todos demostraba que había dicho algo insólito. Sí, claro. No van a creerme, pero me ganaré unos minutos.

—¿La hija de Shanks dices? —Marco se veía muy escéptico. No se me pudo ocurrir algo mejor. —Necesito hablar con Portgas D. Ace. Ace me miró asqueado —¿Y qué asuntos puede tener la "hija de Shanks" conmigo? Cállate y sólo ayúdame. Lo fulminé con la mirada. —¿Llamamos a papá? —No lo molesten, aún no se siente bien. Lidiaremos con esto nosotros —declaró Marco. —Pero es la hija de Shanks— —Cállense. Es obvio que está mintiendo. Vamos Ace. Habla conmigo. Ace desafiaba mi mirada con el ceño fruncido, no parecía tener algún interés en mí. —Es sobre Luffy. Ahora sí no podrás negarte. Achinó los ojos y soltó una risa seca —Bien, hablemos. ¡Bien! Lo logré. —Pero si me estás mintiendo... Pude sentir cómo se erizaba mi piel ante la energía asesina que sentía de él. Asentí. Me puse de pie y me limpié las rodillas con las manos. ¿No hubiera sido mejor caer en el barco de los Sombreros de Paja? Me limpié los brazos, sacudí mis man— Sentí vértigo de repente. —¿Eh? —Eh — Luffy se detuvo y me observó detenidamente —¿Quién eres tú? No de nuevo. Al parecer me encontraba en el Going Merry esta vez. Zoro se encontraba observándome con sus katanas posando por sus hombros, atento a mi respuesta. Pude ver a Sanji y Nami girar hacia mi. Mi corazón volvió a dar un vuelco por segunda vez en este sueño. Sentía cómo disminuía el aire que llegaba a mis pulmones. —¡Ah! ¡¿Quién es ella?! — me apuntó Usopp. Pude ver a Chopper detrás de él. —H-Hola. Soy Aloise. —¡De verdad estaba con los Sombreros de Paja! —¿Cómo llegaste aquí? —dice confundido Luffy cruzándose de brazos— Estamos en el medio del mar. ¡Gracias a Dios por cómo eres Luffy! Sonreí al verlo despreocupado. —¡Lo siento! —dije cerrando los ojos y uniendo las manos— Mi cabeza volvió a doler, seguido de una punzada en el corazón que desvaneció mis fuerzas. Me desplomé sobre mis rodillas de vuelta. —¡Señor Marco! ¡Ha aparecido de vuelta! Ace estaba frente a mí furioso. —¡Sujétenla y no dejen que se escape! Con fuerza, me tumbaron por la cubierta boca abajo sujetándome las muñecas. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas ¿Cómo había vuelto aquí? Me sentía terrible. Gruñí, lo que causó que me presionaran la cabeza con fuerza. —Llévenla adentro, hablaré con papá sobre esto —dijo Marco mientras se alejaba de mi vista. No entiendo qué esta pasando. Hubiera preferido unirme a los sombreros de paja que aquí. Total, ya sé que se desintegraran luego de la muerte de Ace y el pirata Barbablanca. Parpadeo varias veces intentando hacer pasar el malestar que sentía. Un momento... Encerrada desde hace un buen tiempo muriéndome de hambre, al fin escucho cómo abren la puerta. Para mi sorpresa, Ace entra en la habitación y tengo un poco de fe de que las cosas pueden ir bien. —Espero que lo que tengas que decirme valga la pena de que intercediera por ti al viejo — se sienta frente a mí con las piernas cruzadas. Viendo a Luffy en el Going Merry, significa una cosa. —Uno de su tripulación piensa traicionarlos. Ace levanta ambas cejas, me mira atento. Genial, parece interesado. —¿Ah sí? ¿No me ibas a hablar de Luffy? —También. Escucha —no sé que tan bien funcione esto— puedo ser tu benefactora. Si intercedes por mí a formar parte de la tripulación de Barbablanca, puedo ayudarte a futuro. —¿Benefactora? —Sí, haré todo lo que esté a mi disposición para ayudarte. —¿Oh? ¿Y cómo puedes ayudarme? Ahora mismo parece ser tú quién necesita ayuda. Maldición. ¿Cómo puedo convencerle? —Sé sobre el futuro. —¿qué más da decírselo? Acabo de venir de un sueño a otro. Probablemente este no dure mucho. Considerando que salté al Going Merry hace un rato— Se lo que ocurrirá en el futuro —más bien qué sucederá con los Sombreros de Paja pero ni modo, influye a la era pirata— por lo que puedo ayudarte a mejorar ciertas situaciones. —Pruébalo. —Teach matará a uno de sus tripulantes para hacerse con la fruta Yami Yami. Ace no se inmutó. ¿Por qué? ¿No debería sorprenderse? —¿Eso es todo? —¿Eso es todo? ¿No debería preocuparte ya que no permiten asesinar a un compañero de la tripulación? —¿Hay otra cosa más? Si no hay nada más, me aseguraré de que te tiren por la borda. — dice incorporándose. ¿Por qué no le importó? ¿Acaso ya había sucedido? Teniendo en cuenta que Chopper ya se encuentra en el barco... Demonios ya sucedió. —¡Espera! —¿Tus últimas palabras? Vayamos al inicio —Sé que Garp los llevó a la isla Dawn, estaban bajo el cuidado de Dadan y solían ir a cazar con Sabo —su rostro se arrugó— y juntaban dinero robando. Poco después llegó Luffy— —Cállate. —Sé quién es tu padre. —¡Dije que te callaras! —Ace, necesito tu ayuda para evitar una tragedia. Tu muerte. No puedo creer que considere esto. Ni siquiera estoy segura de cómo podría salvarlo. —¿Qué tragedia? —No puedo decírtelo. —Qué conveniente. Hace unos segundos no tenías problemas para hablar. No voy a decirte que vas a morir siendo atravesado por el almirante Akainu protegiendo a Luffy. Está fuera de discusión conversar sobre su propia muerte siendo él tan impredecible ahora mismo. —Ace yo — Mi pecho se contrajo y caí al suelo. Traté de respirar pero me era imposible. —Oye... Cerré los ojos y me invadió de vuelta el vértigo. —Qué raro... hace un momento estuvo aquí —vi a Luffy mirar hacia el mar. —Olvídalo Luffy, no tiene sentido pensar mucho en ello —escucho a Zoro lejos. —Aloe se llamaba ¿no? Qué nombre tan raro eh... —Luffy — digo tratando de alcanzarlo. —¿Me escuchas? Las imágenes de Luffy caminando hacia mí se superponen con la de Ace, hasta que sólo queda él. Lo veo ponerse de cuclillas frente a mí. —¿Estás bien? Despierta. Cerré mis ojos con fuerza y la voz de Ace se desvanece con la oscuridad. . . . —¡Ah! — enderezo la espalda. El dolor se ha ido. Veo que estoy envuelta en sábanas y con vías puestas. ¿Qué demonios pasó? —Sí, por ahora, evita que Ace se reúna con papá. —Veo como abren la puerta. Marco aparece con algunas hojas en su mano.— Veo que ya estás despierta. —¿Sigo en el barco? Me siento diferente. Hay algo que no es normal. Observo mis manos, las abro y cierro varias veces. Esto... ya no parece un sueño. ¿Realmente estoy aquí? ¿No volveré? ¿Y mi vida? ¿Mi familia? —Hey, hey! ¡Respira! ¡Tranquila! ¡Despacio! —Esto tiene que ser mentira. No puedo seguir aquí. —Ten, bebe esto —me ofreció un té. —¿Qué es...? —Te ayudará a relajarte. ¿Marco no iba a matarme, verdad? Tomé de su mano indecisa y lo bebí. No sabía tan mal, al menos no moriría con un sabor amargo en la boca. —Estás pensando en que si soy capaz de envenenarte. —lo miré sin disimular mi sorpresa— ¿Por qué lo haría cuando estoy cuidando de ti? ¿Ves las vías? —¿Qué me pasó? Marco suspiró —Sufriste un paro cardíaco y tu cuerpo no soportó. Falleciste por unos minutos. —¿Morí? —Sí. ¿Eso significa que... en la vida real...? Escuché unos golpes al marco de la puerta, ya que ésta se encontraba abierta, pero no me atreví a mirar —¿Cómo está? —Aún en shock. ¿Cómo te llamas? —Aloise Donnell —respondí. Era mi nombre real. El nombre que me dieron mis padres. —Donnell-san— Recogí mis piernas a mi pecho ocultando mi rostro—Sólo dime Aloise. Cayó el silencio en la habitación. Marco suspiró. —Recibes mucho cuidado para ser una intrusa —comenta Ace. —Mantén tus piernas extendidas. Ace, déjala en paz. Con vergüenza enseñé mi rostro ya empapado con lagrimas. Las limpié rápidamente. —¿Puedes darnos más detalles sobre ti? ¿De dónde eres? ¿De dónde era? De ningún lado. Sólo había caído aquí. No pertenecía a ningún lado, estaba sola. Me encogí de hombros —No tengo respuesta para eso —dije y encontré los ojos fijos de Ace sobre mí. Ace me observó un buen rato y luego volvió a golpear el marco —Es de la isla Dawn, de donde yo crecí. Marco me observó un buen rato, viendo cómo no quitaba los ojos del imbécil ese y asintió. No estaba convencido pero seguro lo dejaba pasar por Ace. —¿Y?... ¿cómo llegaste aquí? Me llevé la mano a la cabeza. ¿Por qué debía estar en el barco de los Piratas de Barbablanca? Eran buena gente, pero no había empezado bien con ellos. —No lo sé. Marco volteó hacia Ace y éste desvió su mirada de mí al techo —Cuida de ella. Te la encargo. —¿Qué? —Pidió por ti apenas llegó así que sus asuntos son contigo. —Giró a mí— Si sientes algún dolor de vuelta, avísame. Los dejo hablar, aún tengo que lidiar con lo de Teach. Se levantó sin decir nada más y cruzó la puerta. Ace no se movió de allí. —¿Planeas ir detrás de Teach verdad? —¿Ahora lees mentes? Suspiré. Este chico iba directo a su tumba. —¿Cómo supiste lo de Teach? —Ya te lo dije. Conozco el futuro, bueno, hasta cierto punto. No había terminado de verlo. Ni siquiera sé que sucede en Wano o Egghead. Eso me estaba poniendo inquieta. Si iba a vivir en este mundo, al menos me gustaría saber dónde no estar para no morir en el caos que se avecinaba. Es obvio que Luffy va a poner al mundo de cabeza. —En realidad sé qué es lo que hará Luffy. —¿Luffy? ¿Sabes sobre el futuro de Luffy? —Así es. —¿Y? ¿A dónde crees que irá? —Alabasta. —Así que le llegó el mensaje —sonríe para sí. —¿El mensaje que dejaste en Drum? —En realidad no le llegó. No pensaba decírselo tampoco. —¿No debías estar en camino para allá también? ¿A Alabasta? —Pensaba salir pero me retrasaron —dijo reprochándomelo. Tomó el lugar donde estaba sentado Marco junto a mí. —Lo siento. — debía de ser un buen momento entre hermanos y ahora lo había modificado. Esperaba no hacer muchos cambios. —¿Y si vamos juntos? —¿Disculpa? Yo viajo solo. Me detuve a observarlo mejor en ese momento. Estaba manteniendo una conversación con Portgas D. Ace, uno de los personajes de los cuales me había enamorado. Pero no esperaba tanto mal genio. —Vamos Ace, no te molestaré. Lo prometo. —Sabes que estoy buscando a Teach, por lo tanto sabes que es peligroso. No puedo ir cuidando de ti. —Entonces enséñame a defenderme. Se cruzó de brazos —¿En qué momento accedí a todo esto? —Desde el momento en que no me dejaste morir. —Ese fue Marco. —De igual manera, sigo aquí. Por lo que significa que accediste a mi ayuda. —Ni siquiera creo la mitad de lo que dices. —Con eso es suficiente. No me meteré en tus planes. — por ahora.— Sólo te conozco a ti y a Marco, por favor. Te ayudaré a detener a Teach. Suspiró harto —Bien. Si puedes ayudarme con lo de Teach, puedes venir conmigo. —¡Gracias! Ace se recuesta por la cama apoyando el codo con el rostro en su mano para mirarme —Tu actitud ha cambiado, ya no eres tan insolente. Volví a mirar mis manos. Bueno, en aquel momento pensé que iba a saltar a otro sueño rápidamente pero ahora estoy... —Creo que perdí la conexión con mi mundo. Ace levantó una ceja —¿Qué significa eso? —No puedo volver a dónde vine. Voy a quedarme aquí para siempre. — digo cayendo para atrás. Sentí como se revolvía en su lugar al ver mis ojos humedecer, así que me calmé. —Te traeré algo para comer, consultaré a Marco primero. —Gracias. Se pone de pie y camina para salir, su espalda tatuada hace que reconozca que esto es una realidad... y ya que estoy aquí pienso salvarlo.
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