“Pelirrojo”
11 de septiembre de 2025, 21:33
Había una chance que no había considerado antes. Y es que Shanks el pelirrojo venía a conversar con el gran Barbablanca.
Los nuevos carteles de "Se busca" con la nueva recompensa de los Sombreros de Paja era la señal de que Ace estaba por encontrarse con Teach.
Esta era mi oportunidad dorada para hablar con él. ¿Cómo podía convencerlo?
Cuando en el Moby Dick corrío la noticia que el vendría para conversar con el viejo, el barco se puso patas arriba. Después de unas cuantas horas el capitán me llamó a su despacho.
—Aloise, qué bueno que apareces.
—¿Me has mandado llamar?
—Así es. Siéntate y espérame un momento.
Cuando llegué sin Ace al Moby Dick, todos se sorprendieron. Confronté a Marco acerca del plan y él estaba convencido de que había pensado lo mejor para mí. La noticia llegó a los oídos del capitán que me había mandado a llamar para explicarle sobre qué había ocurrido.
Al principio me sentí muy intimidada y avergonzada, pues me había encomendado al cuidado de Ace pero al parecer él también había pensado que el plan de Marco no estaba mal.
Le explique lo que había sucedido sin entrar mucho en detalles de mi objetivo real. Obviamente, eso hacía que mi declaración tuviera huecos difíciles de llenar.
—¿Entonces hiciste todo eso por esos barriles llenos de dientes de leon?
—Así es.
—¿A quién quieres sanar? —preguntó aquella vez.
—A Ace capitán. En el futuro lo necesitará.
Inmutable, permaneció en silencio.
—¿Cómo estás segura de que lo necesitará?
—Pues... —¿Qué podría decirle? Creo que se percató de mi incomodidad que lo dejó pasar.
—Te preocupas mucho por mi hijo —sonrió y cualquier temor que podía estar oculto en mí se desvanecieron ante aquel rostro de padre orgulloso.
—Lo siento. — dije y me arrepentí al instante. No parecía entender por qué lo sentía.
Quisiera salvarte, sin embargo eso debe suceder.
—Cuéntame un poquito más sobre ti.
Asentí.
—No eres de aquí, ¿verdad?
—¿Por qué lo dice?
—He viajado por todo el vasto mar y conocido un montón de lugares y personas, pero tú... eres diferente. Tu forma de vivir y ver tu alrededor... —le miré extrañada. Se aclaró la garganta — Marco me habló de cuando apareciste por primera vez en el barco y la conversación que tuvieron cuando despertaste. No pareces comprender las leyes, reglas y riesgos que conllevan este mundo sin embargo tienes bastante coraje para plantarte ante cualquiera o valentía ante cualquier situación. Creo que no dimensionas a quién tienes en frente ahora mismo.
—Bueno... yo...
—¿Por qué arriesgas así tu vida niña?
Me mordí el labio inferior. Me gustaría decírselo todo. Necesitaba ayuda, un consejo, un apoyo... pero no iba a negar que me atemorizaba—Quiero salvarlo capitán.
—Mmm —dice acercandose el sake a los labios —¿Entonces tu objetivo en la vida es sólo salvarlo?
No dije nada.
—Te he estado observando Aloise. ¿Por qué actúas como si todo esto no tuviera que ver contigo? Te involucras lo suficiente pero te preparas para escapar.
Porque esta tripulación poco después se disolverá.
Me observó un momento y sonrió. —Cuando estés lista, puedes hablarlo conmigo. Ya eres uno de nosotros. —tomó el sake frente a él — Y estoy interesada en tu historia.
—Sí capitán.—sonreí agradecida — No sabe cuanto lo aprecio.
—Acércate directamente a mí si necesitas algo. — asentí. Era su manera de despedirme de su despacho.
—Sí capitán.
—Una cosa más Aloise. — me detuvo antes de salir — No tengas miedo en crear vínculos pues son esos lo que te sostendrán a partir de ahora. Anímate a conocer a cada uno y aprende a apreciarlos.
No entendía a qué venía todo esto, pero asentí.
—Puedes retirarte.
—En realidad — me atreví apenada— hay algo que me gustaría pedirle.
Esperó a que ordenara mis ideas atentamente. Se tomó todo el sake que se había servido de una.
—¿Podría conseguirme un momento con Shanks el pelirrojo cuando se presente al barco?
Sus mirada sostuvo a la mía expectante. Parecía escéptico a la idea. Quizás el hecho de que Shanks aparezca en el barco era más difícil de creer que exclamar que—
Al percatarse que no diría nada una risa que terminó volviéndose una carcajada me dejó helada, volvió a servirse otra vasija de sake. —¿Shanks? ¿El novato de Gol D Roger?
—Así es capitán.
—Tonterías.
Tragué el nudo en mi garganta.¿No lo verá como un tipo de traición verdad?
Asentí.
—¿Planeas irte con él?
—No capitán. Mi deseo es quedarme con usted.
Volvió a beber un sorbo. Observó su vasija un momento y el silencio ensordecedor me hacía cargar mi peso de un lado a otro.
—¿Quieres armar una guerra mocosa?
—Le aseguro que no planeo hacer nada en contra de usted ni nadie de la tripulación capitán. Es sólo... ¿cómo lo digo?
—¿Me estás diciendo que ese mocoso pelirrojo vendrá a verme más adelante? — rió — ¿Qué es todo esto?
Sellé mi boca mordiéndome los labios. No iba a quebrarme frente a él.
Ahogó su risa—Bien. Si ese muchacho osa a venir a verme, te permitiré hablar con él.
Asentí dos veces incapaz de hablar. Sentía su aguda mirada desconfiada sobre mí mientras observaba el suelo evitándolo. No le gustaba la idea para nada.
—A cambio vendrás a verme todas las tardes y beberás sake conmigo. ¿Es un trato niña?
—Sí capitán.
—Bien. Ahora vete.
Esa había sido la ultima vez que me atreví a mencionar el tema y me alegra haberlo hecho porque poco después llegó el día. Lo veo decidirse por el sake antes de unirse a mi de vuelta.
Nuestras conversaciones hasta ahora fueron bastante triviales como no. Parecía muy interesado en la realidad que vivía y sus costumbres. Era uno de los temas que más le interesaba explorar. Poco a poco fui perdiendo el miedo de compartir con él y nos hemos hecho un poco más unidos. Aunque jamás le hablé sobre la historia de One Piece, el futuro de este mundo y mi carta de triunfo: la "fruta" que poseía. Quizás me atreví a hablar un poco sobre Ace con él... de nuestro viaje... sin tantos detalles...
—Como sabrás, el Yonkou Shanks ha venido a conversar conmigo tal y como me lo has dicho.
Esto significaba que Ace estaba a punto de encontrarse con Teach.
—¿Qué debo esperar de esta conversación? —continuó.
Era esa misma mirada astuta que utilizó en nuestra ultima conversación.Está probándome.
—Pues... yo creo de deberías escucharlo.
—¿Hmm? ¿Eso crees? ¿No me dirás nada más?
—¿Debería ayudarte a trasladarte afuera?
—¿Qué estás diciendo? No me trates como un viejo senil.
—Sólo estoy preocupada por ti.
Rió a carcajadas —Has aprendido a lidiar conmigo en tan poco tiempo.
—Me recuerdas a alguien que conocía es todo.
Me recuerdas a mi padre. Sobre protector a sus seres queridos. Perspicaz ante desconocidos.
—Cumpliré parte de mi trato mocosa. Intercederé con el Pelirrojo por ti.
—Gracias. —espero sea posible después de la discusión que tengan. Si no, arriesgaré mi pellejo en Marineford.
—Bueno, te llamé sólo para saber qué tenías para decirme y que el trato seguía en pie. —dice tomando con sus manos los porta sueros.
Me hice a un lado para dejarlo pasar. Una emoción confusa se formó en mi pecho —Espere.
—¿Qué?
—¿Por qué me deja hacer esto? No creo que permitiera a alguien de su tripulación confabularse con el enemigo.
Sonrió.
Me helé.
—Eres muy fácil de leer mocosa. Te dejaré hacer lo que planeas. — se burló de mi dejándome atrás. —Quédate aquí hasta que sea el momento o te desmayarás apenas él pise el barco.
Una manera de llamarme debilucha.—Bien.
Aunque me hubiera gustado presenciar su conversación.
.
.
.
En cuanto sentí el barco agitarse entendí que habían partido el cielo en ese momento. Era mucha ilusión mía que el viejo me entendiera en tan pocos días.
Se nota que lo crió él.
Escuché unos golpes en la puerta, luego vi a Marco asomarse. —Papá me mandó a buscarte.
Era el momento.
—Antes de que te larges mocoso —escuché su voz. — Hay alguien que quiere hablar contigo.
—¿Eh?
Me armé de valor y caminé hacia ellos que se encontraban rodeados por toda la tripulación. Me observó un momento y una sonrisa ladina surcó su rostro —¿Qué podría querer una jovencita de un viejo como yo?
—Qué simpático que digas eso. Se presentó ante nosotros como tu hija.
—¿Q-Qué? — Marco idiota no le cuentes eso. Algunos no aguantaron las carcajadas.
—Te has puesto roja — me murmuró Marco divertido.
—Cállate.
—Sea como sea, Aloise es mi hija ahora. Es parte de mi tripulación y está bajo mi cuidado.
Ambos pecadores de orgullo se observaron desafiantes hasta que Shanks fijó su mirada en mi.
—Te daré unos minutos. —dijo dirigiéndose a su barco.
Asentí y volteé a ver al viejo.Gracias.
Volvió a sentarse y Marco fue a acomodarle las vías. Lo seguí a cierta distancia hasta que Yassop me ayudó a cruzar a su cubierta. Ingresé dentro de su cabina para tener más privacidad.
Se sentó frente a su mesa suspirando. Parecía preocupado y cansado. Supongo que le agravaba mucho la situación que se avecinaba.
—Disculpe por molestarlo Sr. Shanks pero necesitaba hablar con usted urgentemente.
—Hmm, supongo que es así. De no serlo el viejo Barbablanca no lo hubiera permitido. ¿Quién eres tú? ¿No eres mi hija verdad?
Reí —No lo soy. Soy Aloise Donnell. Me he unido a la tripulación hace meses.
No parecía muy interesado en mí. No me sentía intimidada como con Barbablanca cuando lo conocí. Shanks lograba que me sintiera relajada en su presencia.
Aquí vamos.
—Tiene relación con Ace y Luffy.
Su mano que se había puesto sobre sus ojos por frustración reaccionó ante el nombre, liberándolo para verme. Se había sumido en la confusión.
—¿A qué te refieres? ¿Conoces a Luffy?
—Podría decirse. Sé parte de su futuro.
Tengo que ser honesta para conseguir su ayuda. Sólo le diré qué necesitaré porque de todas maneras...
—No quiero saber sobre eso. — dijo evasivo y mis suposiciones fueron acertadas. Shanks no me iba a pedir decírselo.
—Necesito su ayuda respecto a ello. Quiero ayudar a Ace y Luffy. Sólo usted puede hacer algo.
Me observó cuestionándose si creerme o no. Dio unos golpecitos a la mesa analizándolo.
—¿Tiene que ver con Teach no es así?
Asentí.
—Hmm.
—Sé que el viejo dijo que le daría una lección a Teach por romper la regla más importante de su barco, que era su responsabilidad pero esta por cometer un grave error—
—¿Sabe tu capitán sobre lo que estás diciéndome Aloise? ¿No deberías apelar a él?
—Sr. Shanks, el gran Barbablanca desconoce de que puedo predecir el futuro y que poseo el poder de una fruta. Es un hombre al que admiro y he decidido seguir, sí, aún así me veo obligada a tomar las decisiones y sacrificios necesarios para lograr mi objetivo que es salvar a Ace y que Luffy no sufra la pérdida de su hermano. Será por culpa de Teach que él —
—Suficiente.
—Sr. Shanks—
—Barbablanca negó mi consejo Aloise. Esto puede generar una guerra si intervengo. Por más que quisiera hacer algo no hay mucho que pueda hacer.
—Sí puede.
—Aloise.
—Sólo escuche lo que tengo que decir por favor.
Exhaló. Me dejó continuar.
—Cuando sea el momento y aparezca frente a usted, ayúdeme con Ace. Por favor.
Negó con la cabeza. —Dios.
—Cuando llegue ese momento, usted ya no temerá a la posibilidad de una guerra pues ya habrá acabado una.
Sus ojos se abrieron desconcertados. Se puso de pie ante mis palabras.
—¿Qué quiere decir eso?
—Ya nadie puede detener el fin de esta era ¿no?
Se puso pálido. —¿Entonces...?
—No voy a confesarle el futuro. Sin embargo, como ya lo he dicho, hay una vida que sí deseo rescatar que no debió morir ese día y usted, que inevitablemente se verá envuelto, quiero que me ayude en el momento crucial de mi plan que es la razón que me lleva a estar frente a usted hoy. Lo que hagamos ese día quedará entre usted, yo y quién usted crea confiables. Esto jamás podrá revelarse hasta que llegue el momento. Esto jamás debe llegar a oídos de Barbablanca, su tripulación y por sobre todo Luffy. ¿Me entiende?
—¿Qué intentas hacer?
—En estos días Ace encontrará a Teach y se enfrentarán en combate. Debido a la fruta que posee, Ace está en desventaja y Teach lo vencerá. Será entregado al Gobierno Mundial a cambio de ser un Guerrero del Mar. Desde aquí todo irá en picada. Sólo te digo esto para que confíes en mi palabra y, cuando nos volvamos a ver, aceptes darme una mano.
Procesando la información que acababa de confesar, se fue para atrás tomando su silla. No deseaba perturbarlo.
—Entienda que a este punto estoy desesperada. Lo necesito como aliado. Por Ace. Por Luffy.
Unos golpes en la puerta antes que alguien se excusara para entrar. Barbablanca había ordenado mi regreso.
—Considérelo y, cuando nos volvamos a ver, dígame su respuesta. —me despedí.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
¡Hola! Aquí la autora!
Gracias por leer este fanfic🫶🏻
¿Qué tal les parece que va a hasta ahora? ¿Les gusta? Dejenme sus comentarios que me motivan a seguir❤️