ID de la obra: 774

Hasta Que La Muerte Nos Una

Gen
R
Finalizada
0
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22 páginas, 7.191 palabras, 9 capítulos
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Capítulo 9: Epílogo - Hasta Encontrarte

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Dos meses pasaron. Dos meses de un sol que no calentaba y de días que no tenían luz. Para Harry Potter, el mundo se había reducido a un trozo de mármol blanco en un cementerio privado en Francia. Cada día, sin falta, aparecía junto a la tumba de Draco. No importaba si llovía a cántaros o si el sol azotaba la tierra; allí estaba él, arrodillado sobre la tierra húmeda, hablando con una lápida. "Lo siento, Draco. Otro día sin ti. Todo sabe a ceniza. Ron y Hermione intentan ayudarme, pero no entienden. Cómo van a entender que mi alma se fue contigo." Acariciaba el nombre grabado en la piedra fría: Draco Lucius Malfoy. Amado Hijo. Encontrado Paz. "¿Encontraste paz, Draco? Porque yo no. No la encontraré jamás. Te fallé. Te dejé solo. Y ahora... ahora esto es todo lo que me queda." Sus lágrimas regaban la tierra donde yacían las gardenias que había plantado alrededor. Flores que, irónicamente, florecían espléndidas y sanas, alimentadas por su dolor. Una noche, Ron y Hermione, destrozados por la preocupación, fueron a su pequeño departamento en Londres. No había respondido sus llamadas por lechuza en tres días. La puerta estaba cerrada pero no sellada con magia. Un mal presentimiento les heló la sangre antes de siquiera entrar. El interior estaba inmaculado, demasiado ordenado. Y entonces lo encontraron. En el sofá, como si estuviera durmiendo, yacía Harry. Pálido, tranquilo, con una expresión de paz que no había tenido en vida desde la muerte de Draco. En una mesita baja, a su lado, había un frasco vacío y un pergamino doblado con su nombre. Hermione gritó, un sonido ahogado y desgarrado. Ron cayó de rodillas junto al sofá, tocando la mejía fría de su mejor amigo, negando con la cabeza, una y otra vez, incapaz de aceptar lo inevitable. Con manos temblorosas, Hermione tomó la carta. La letra de Harry era firme, decidida. La última decisión que tomaría.

Queridos Ron y Hermione, mis hermanos,

Si están leyendo esto, es que por fin me he reunido con él. No lloren por mí. Por favor, no lo hagan. Esto no es una tragedia, es una elección. La única elección que tenía.

Los amo a ambos más de lo que las palabras pueden expresar. Gracias por ser mi familia, por ser mi hogar. Pero mi hogar ya no está aquí. Mi hogar se fue hace dos meses y me dejó a la intemperie, con un frío que nada puede calentar. Ni su amor, ni su amistad, que son tan grandes y valiosos, pueden llenar el vacío que dejó Draco.

Vivir sin él es una agonía constante. Cada respiro es un esfuerzo. Cada latido de mi corazón es un recordatorio de que el suyo se detuvo por mi culpa. No pude salvarlo. No pude estar allí para él cuando me necesitaba. Le rompí el corazón y provocé su muerte. Eso es un peso que no puedo cargar.

No quiero cargarlo más.

No soy fuerte como ustedes. No tengo su capacidad de seguir adelante. Mi historia siempre estuvo ligada a la suya, desde el primer día en Madam Malkin. Y no puedo, no quiero, vivir una historia donde él no esté.

Por favor, no se culpen. Ustedes hicieron todo lo que pudieron. Fueron los mejores amigos que alguien podría pedir. Este soy sólo yo, eligiendo mi propio final. Mi propio camino de vuelta hacia él.

Tengo una última petición, la más importante que les haré jamás. Por todo lo que hemos vivido, por todo nuestro amor, por favor, asegúrense de que me entierren a su lado. En Francia. Junto a Draco. Es el único lugar al que pertenezco.

Los llevaré siempre en mi corazón, hasta en la eternidad.

Con todo mi amor, Harry

~~~~~ Cuando Harry abrió los ojos, ya no estaba en su sofá. Estaba en un lugar de una blancura cegadora y pacífica, un espacio infinito y cálido que parecía hecho de luz pura. Y allí, de pie, con una sonrisa que no tenía rastro de dolor o enfermedad, estaba Draco. Estaba radiante. Llevaba ropas sencillas y blancas, y su sonrisa era la que Harry recordaba de sus momentos más felices, libre de toda arrogancia y amargura. Harry no lo pensó. Corrió hacia él, sus pasos no haciendo ningún sonido en la nada blanca, y se arrojó en sus brazos. Draco lo recibió con una fuerza que había olvidado, abrazándolo tan fuerte como si nunca fuera a soltarlo. "¡No tenías derecho!" sollozó Harry contra su cuello, aferrándose a él. "¡No tenías derecho a irte! ¡Eras mío! ¡Eras mío y te perdí!" Draco rió suavemente, un sonido melodioso y lleno de amor. Acarició el cabello de Harry con infinita ternura. "Tonto," murmuró, sus labios cerca de su oído. "Siempre fui tuyo. Desde el principio y hasta el final. Y más allá. Siempre seré tuyo, Harry Potter." Harry alzó la vista, sus ojos verdes nadando en lágrimas de alivio y de un amor que ya no tenía barreras. Draco miró hacia esos ojos que tanto amaba y, lentamente, cerró la distancia entre ellos. El beso fue como volver a casa. Fue el perdón, la promesa, la explicación y el epílogo que nunca tuvieron. No hubo prisa, ni dolor, ni miedo. Solo una paz absoluta y un amor que había vencido a la misma muerte. Cuando se separaron, Draco tomó la mano de Harry. "¿Estás listo?" preguntó, su voz serena. Harry miró hacia atrás, hacia el mundo que dejaba, y supo que Ron y Hermione estarían bien. Ellos tenían el uno al otro. Él tenía a Draco. Asintió, entrelazando sus dedos con los de su amor. "Sí. Estoy listo." Y juntos, Draco y Harry, se dieron la vuelta y caminaron hacia la luz blanca, hacia su eternidad, finalmente unidos, finalmente en paz. El amor que los había matado era el mismo que los había salvado, reuniéndolos en un lugar donde nada, ni siquiera la muerte, podría separarlos de nuevo. ~~~~~~ Me dolió escribir ésto, debo admitir que llore al escribir la carta de Harry... Espero que les guste. Atte: C. Sanchez ✨
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