Relatos cortos

Despertar está bien, o lo estaba. Últimamente no tanto, el vacio en mi pecho no ha hecho más que empeorar. ¿Por qué?, ¿por qué no logro entenderme, a mí, mis pensamientos, mis sentimientos y mi yo interior? No entiendo, si siendo yo una "chica", no me siento como tal, ¿por qué, siendo yo una chica, me gustan "ellas"? Dios, si existes, responde, ¿por qué soy así? No me gusta ser así, detesto ser así, detesto el hecho de ver otra chica y que me guste, que quiera estar con ella y sostener su mano, verla reír y ser su "chico" especial, ¿Es que acaso no puedo ser normal? ¿No puedo simplemente querer ser una chica y tener a mi "chico" especial? Quiero ser normal. Normal, como "Dios manda", o como la sociedad manda o algunos familiares, que Dios sabe que me matarían si se enteran, o como aquellos que dicen bromas y ríen en su ignorancia, sé que no debería, pero por alguna razón se me atasca y enrosca en la cabeza hasta que me nublo y pierdo el control, trato de detenerme, pero ahí está cuando tengo el control, veo el rojo caer, dándome uno de los colores de esa bandera, que antes llevaba en la muñeca con "orgullo". No Importa, nada lo hace, de todos modos me iré a dormir como siempre. *Hoy* estoy cansado. Mañana, al despertar, terminaré de pensar. O tal vez pasado mañana, o la mañana siguiente a esa, porque siempre estoy cansado, últimamente esa sombra tan seductora y a la vez sofocante solo me hace sentir cansado. No importa; mañana, despertaré.