Error Mortal
12 de septiembre de 2025, 21:41
Stephen Strange era el neuro neurocirujano estrella del Metropolitan General Hospital de la ciudad de Nueva York. Tenía la piel morena y los ojos de color azul. Alto, de complexión física atlética, espigado y algo delgado para su estatura lo que, unido a sus eternas corbatas, lo hacía ver aún más alto. Tenía un par de vistosas líneas canas sobre ambas sienes, cejas altas y pobladas y una nariz recta, dotándolo de un aspecto maduro y algo severo. Acostumbraba llevar la barba recortada entorno a los labios, con el fino bigote unido a la perilla. solía vestir con la elegancia de un hombre acostumbrado a los lujos
Dotado de una gran inteligencia y memoria fotográfica. Rápido de pensamiento y de respuesta, hábil y afilado conversador, sobresaliente en su capacidad de análisis y razonamiento lógico. Soberbio con un carácter cínico y provocador, Strange no dudaba en demoler con su ácido sentido del humor a todos aquellos a los que consideraba unos incompetentes que, teniendo en cuenta que sus estándares se basaban en él mismo, eran la mayoría
Había conocido a Everett hacia dos años durante un congreso medico en el que el ex agente era el jefe de seguridad. En cuanto lo había visto había quedado deslumbrado por su belleza, y había hecho hasta lo imposible por tenerlo a su lado. Le había comprado joyas, le había ofrecido mansiones, movilidades, todo lo que el dinero pudiese conseguir. Sin embargo solo había conseguido una cita cuando por medio de internet había logrado adquirir una exótica flor africana llamada hierba de corazón.
Estaciono su Lamborghini Huracán Coupé negro modelo del año frente al edificio y bajo. Camino a paso seguro, cuando accidentalmente choco con un hombre de comunidad afrodescendiente. Lo miro de pies a cabeza y se alejó de él cual si el hombre tuviese lepra.
Saludo con la cabeza al conserje. Iba a subir al elevador pero el hombre le gano y prefirió subir las escaleras debió al aspecto andrajoso del tipo. ¡como odiaba que Everett viviese en esas pocilgas! “Luke vive a unas cuadras y puedo verlo a diario” solía responderle cuando le pedía que viviese con él. ¡Por Dios, ni siquiera era su verdadero hijo! Solo era un recogido
Subió hasta el quinto piso por culpa del idiota que le gano el elevador. Metió la llave en la rendija de la puerta y la abrió. Sonrió cuando escucho ruido en la cocina. Camino hacia el lugar dispuesto a sorprender a su pareja, sin embargo al que encontró en su lugar fue al hombre del elevador.
- ¿Quién eres y que haces en mi casa? – dijo- ¿su casa? – pregunto el hombre intrigado- No te muevas, maldito pordiosero – gruño el neurocirujano tomando un cuchillo antes de sacar su celular – llamare a la policía en este momento- Creo que hay un terrible malentendido aquí – dijo el hombre – esta es la casa de…- Dije que no te muevas – ordeno Strange marcando un numero- Ya llegué cariño – se escuchó decir a Everett y Strange vio al hombre sonreír –, traje esos rabioles que te gustan. ¡Stephen! – dijo Everett sorprendido – ¿Qué haces aquí?- No te acerques, Everett – ordeno este interponiéndose entre ambos – policía quiero denunciar… – decía cuando le arrebataron el teléfono – ¿pero que…?- ¿estas bien? – pregunto Everett corriendo a abrazarse del hombre- No te preocupes – dijo este mirando fijamente al médico mientras abrazaba a Everett – no paso nada – y le beso el cabello- ¿me puedes explicar que pasa aquí? – pregunto Strange- ¡Dios, Si algo te pasara, yo…! – aferrándose al hombre- Shhh… estoy bien – dijo el moreno –, pero de verdad necesito las clases de cocina – y ambos rieron –. Hoy te mas vez más lindo. Tal vez es el aire de aquí…, el sol…, no se- Te hice una pregunta – dijo Strange rompiendo el momento- Te espero en la habitación – dijo el hombre mientras unían sus frentes un instante- Te amo – susurro Everett con los ojos cerrados- Permiso – dijo el hombre y se fue- ¿Quién es? – pregunto el medico- El hombre que amo – dijo Everett – y con el que me voy a casar en unos meses
A pesar de los gritos y reclamos, T’Chaka se concentró en el paisaje que se veía por la ventana. ¡Tan diferente a Wakanda! ¿Qué si quería intervenir y decirle unas cuantas cosas a ese hombre? Claro que lo quería hacer. Romperle la cara por levantarle la voz a Everett era poco, pero había sido su prometido quien le había pedido no hacerlo cuando le tomo la mano
- ¡Sal de ahí! – grito Strange- ¡Stephen no! – dijo Everett- ¡Quítate de ahí maldita prostituta! – grito el médico – soy Stephen Strange, el mejor neurocirujano de este país, ¿y tú me cambias por eso?- Vete de mi casa – exigió- He soportado tener que venir a verte a este basurero, he sobrellevado tu aire simplón, y tus lloriqueos de adolescente por una relación disque con un rey, pero no voy a soportar una infidelidad. Por Dios, te lo ofrecí todo. Incluso he aguantado a ese estúpido esclavo mediocre al que llamas hijo – y se escuchó un ruido seco, seguido por objetos cayendo y un vidrio roto- ¡Everett! – dijo corriendo para abrir la puerta y encontrar a su prometido en el suelo y vidrios a su alrededor- Vete de mi casa ahora – exigió este- ¿Estas bien? – pregunto el rey ayudándolo a ponerse de pie- Si, solo me resbale – dijo Everett mirando al médico – buen día, doctor Strange – y este salió sin más – abrázame – suplico en un susurro- ¿te golpeo? – pregunto T’Chaka sorprendido – ahora mismo…- ¡No, no, no! – dijo Everett abrazándose al rey – déjalo- ¿Cómo voy a…?- Perdona los gritos y lo que dijo de T’Challa – dijo mientras sus lágrimas empapaban la camisa del rey – yo…- Tranquilo amor – dijo T’Chaka abrazándolo –. Ya paso- Perdóname – suplicaba Everett –. Debes pensar que soy el peor ser- Everett, mírame – dijo el rey – Everett – y este lo miro – no tengo nada que perdonarte. Dentro de tus posibilidades, criaste a un niño huérfano. Lo rodeaste a tal grado de amor, que cuando lo quise corromper con dinero, se rio en mi cara – y sonrió mirándolo – porque sabía perfectamente que hay cosas que ni todo el oro y diamante o vibranium del mundo puede comprar – le limpio las lágrimas –, por ejemplo el amor de una madre.- Pero lo insulto y yo… – lloro el ex agente- Ya paso – dijo el rey – tranquilo
Pero unos gritos e insultos se escucharon las escaleras. ¿acaso ese era T’Challa? La pareja se miró y salió lo más deprisa posible. James con su hijo en brazo le pedía a su esposo que no pelease con el médico, quien insultaba a voz en cuello a Everett. T’Challa le exigía que se retirase, pero el hombre seguía gritando
- ¡Basta! – dijo T’Chaka desde la escalera – omo, sube – dijo pero su hijo seguía mirando fijamente al medico- Luke – suplicaba James intentando calmar el llanto de su hijo – ven conmigo- Vuelves hablar así de mi padre y no respondo – siseo este- Luke – dijo su babba – sube por favor. Piensa en Azari – y bajo los peldaños- Allí esta – dijo Strange –, por ese pordiosero me cambio. No es más que un…- Te dije que… – dijo T’Challa lanzándose contra el medico mientras Everett y James suplicaban que no lo hiciese- ¡No! – dijo T’Chaka deteniéndolo – ¡no!- ¿No escuchaste que…? – grito el joven- ¡Lo escuché! – dijo su padre en voz baja – ¡claro que lo hice! Y claro que voy a cobrar cada letra… cada punto y cada coma que pronuncio en su contra la voy a cobrar con intereses, pero hay que saber cómo y cuando- Luke – suplicaban James y Everett mientras Azari lloraba- Ahora eres uno de los hombres más poderosos de la tierra – le dijo el rey para que solo su hijo lo escuche –. puedes golpearlo y hacer que le duela más que con tu puño, pero hay que saber cómo. Subamos. Azari está asustado – y T’Challa empezó a subir – vamos- Esto no ha terminado – sentencio T’Challa- Recogido por una prostituta – le grito Stephen bajando y Everett hizo amague de bajar pero T’Chaka se lo impidió – ¡por fin me deshice de ustedes! – y se fue
Sentado en su sofá, Everett lloraba en silencio mientras T’Challa lo abrazaba. El rey tenía en brazos a su nieto quien dejo de llorar en cuanto su abuelo lo cargo. James hizo un té para los nervios para todos y lo llevo a la sala
- ¿ya estas mejor? – pregunto T’Challa- Si mi amor – dijo Everett tomándole las manos – perdóname- No fue tu culpa – dijo el rey- Babba tiene razón – dijo su hijo –. no tienes que disculparte. Tranquilo- Esto te ayudara – dijo James pasándole una taza- Gracias, cielo – dijo Everett- ¿Quieres que me quede…? – dijo T’Challa- No – dijo su padre sonriendo – estaré bien- Papi… – dijo su hijo- Yo estaré aquí – dijo el rey – no pasará nada – T’Challa lo miro y supo que su babba no permitiría que nada lastimaría a Everett- Cualquier cosa me hablas – dijo T’Challa –. Ese…- Estaré bien – dijo Everett sonriendo – ¿y sabes por qué? Porque mi niño hermoso me cuida- Como no te voy a cuidar si eres mi papi – dijo T’Challa –, el hombre que dejo todo por mí. renunciaste al empleo que amabas y por el que luchaste por años, por mí. Papi, renunciaste al hombre que amabas por mí. Me cuidaste y me amaste como mi madre. Y nunca me sentí un remplazo del hijo que perdiste- Nunca fuiste eso – dijo Everett – yo… quiero pensar que pensar que tuve dos hijos. Uno no remplaza al otro- Tres – dijo el príncipe – ¿o a Shuri no la quieres?- Tres – dijo el americano sonriendo – tuve tres- Te amo papi – dijo T’Challa abrazándolo mientras James tomaba a su hijo – vendré mañana a verte- Cuídense – dijo el rey abrazando a James y luego a su hijo antes de acompañarlos hasta la puerta
Parado bajo el dintel de la puerta del dormitorio, T’Chaka miraba en silencio como Everett preparaba la cama. Lo siguió en silencio hasta el baño. Everett se sujetó del lavamanos y lloro en silencio. T’Chaka lo abrazo y el hombre blanco giro para esconder su rostro en el pecho de su pareja. Necesitaba dejar salir toda su rabia fuera. Lo habían humillado frente a su hijo y al hombre que amaba
Después de un rato, T’Chaka lo llevo de la mano hasta la habitación y lo sentó en la cama. Everett quiso hablar, pero no se lo permitieron. Lentamente el rey acerco sus labios hasta a los de Everett hasta atraparlos. Primero beso suave delicado. Los contorneo con los suyos lentamente. Quería tranquilizarlo, relajarloEverett se abrazó a su cuello y se entregó al beso. Era suave, lento, calmado. Un beso que solo T’Chaka era capaz de darle.
- Deja de pensar – le susurro T’Chaka al oído – solo siente. Mi rey
Lentamente coló su mano bajo la camisa de Everett arrancándole un gemido. Asalto nuevamente sus labios sin ningún tipo de piedad. No lo quería reconocer, pero tenía celos. Celos de cuantos labios hubiesen besado mientras no estuvo en su vida. Quería borrar cualquier rasgo y solo el reinar en los labios, la piel, mente y corazón del americanoEn un abrir y cerrar de ojos, lo tenía desnudo en sus brazos, esperándolo con el mismo deseo y pasión de hacía más de veinticinco años
- T’Chaka – gimió cuando besos se esparcieron por su cintura, mientras su propio pantalón quedaba en algún lugar del suelo- Te amo – le susurro al oído mientras un dedo se colaba entre sus piernas –. Eso mi amor. Solo siente. Déjate llevar
Un beso devorador en sus labios termino de desconectar al rubio del mundo. Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras su hombría era completamente devorada con un hambre incontrolable que liberaba fuego en sus venas. T´Chaka agarro sus caderas y lo mantuvo fijo en el colchón, mientras el gemía sin control. Si había algo por lo que jamás había olvidado era la manera en la que Everett le gustaba que le hiciesen el amor. Salvaje pero dulce a la vez
__________
James acostó a Azari en su cuna, lo arropo, le beso la frente y fue a la sala. La luz estaba apagada pero definitivamente los pensamientos de T’Challa no. Se sentó a su lado y entrelazo sus manos. No hacían falta palabras entre ellos, pero sabía que su esposo necesitaba exteriorizar sus emociones. Apoyo su cabeza en el hombro del príncipe y espero
- ¿Cuántas veces fue violento con mi padre y no me di cuenta? – susurro el moreno – el tipo de violencia que ejerció sobre él… ese nivel no se alcanza en dos días ¿Por qué no lo vi? James, ¿Qué tipo de infierno a estado viviendo mi papi… y yo…? ¿Qué clase de hijo soy?- Uno maravilloso – dijo James – que sabe cuánto dolor le acusara a su padre si hace una tontería – T’Challa se iba a poner de pie – mírame, cariño mírame. En unos días volveremos a Wakanda. Everett se casará con tu babba. Seguirá siendo feliz, tanto como lo ha sido este último año. Como lo fue antes del atentado. El doctor Strange no se volverá a acercar a él – pero T’Challa no se veía muy convencido – amor, ven – y lo abrazo contra su pecho, y le hablo como sabía que algún día debería hablarle a Azari – tu papi estará bien. Tu babba, tú, yo, Shuri, la reina, las Doras Milajes… todos lo cuidaremos. Nadie, escúchame bien, nadie, jamás, lo volverá a lastimar ¡lo prometo! – y el príncipe decidió aferrarse a él y creerle
____________
La sala pequeña, pero acogedora, del departamento estaba decorada con cortinas de colores pastel y una alfombra de chenille. Las ventanas eran grandes y dejaban pasar una luz natural que bañaba las plantas que había distribuidas por la habitación. Un sofá de color beige ocupaba una de las paredes, y una mesa baja con un par de sillas adicionales ocupaba la otra.
En ese momento la sala estaba a oscuras T’Chaka cuando se sentó. Tecleo en su brazalete y lo dejo sobre una mesa. Con una luz se proyectaron diferentes imágenes de Stephen Strange en la habitación.“Prominente neurocirujano es galardonado” “milagrosa cirugía gracias al doctor Stephen Strange” “Stephen Strange, neurocirujano estrella del Metropolitan General Hospital” Escucho ruidos en el dormitorio, pero al instante supo que Everett seguía dormido. Siguió leyendo “¿Stephen Strange nueva contratación del NewYork-Presbyterian?” “Massachusetts General Hospital apuesta por Stephen Strange”
- ¿Así que este eres, Stephen Strange? – murmuro T’Chaka – ¡que interesante! Ya sé dónde devolverte las… atenciones que le diste hoy a mi consorte.
El sol ya estaba en lo alto del cielo cuando la puerta se abrió dejando pasar a James que cargaba a su hijo seguido de T’Challa que llevaba la pañalera. Everett fue quien corrió a abrazarlos antes de cargar a Azari. Segundos después se le unió T’Chaka alegando que si se quedaba en la cocina algo podría explotar, haciendo reír a todos. Tenían planeado ir a un museo. T’Chaka amaba el arte y aprovecharía la libertad que le daba el anonimato para disfrutar eso con su familia
A T’Challa lo tranquilizo en gran medida ver lo relajado que se veía Everett caminando de la mano del rey. No había dudas que el amor hacia maravillas. Se parecían mucho a la época en la que James y él estaban empezando a salir ¿o era cuando empezaron a vivir juntos?En cierto momento del día, se acercó a Everett dispuesto a preguntar cómo se sentía realmente pero este sonrió acariciándole el rostro, le dijo que lo amaba y continuo como si nada de la mano del rey.
Se tomaron un millón de fotografías, en especial con Azari, quien sonreía cada vez que escuchaba la voz de su abuelo moreno. Everett cruzo los brazos en protesta al descarado favoritismo de su nieto, hasta que T’Challa lo abrazo diciendo que él era su bebe y no necesitaba de otros
Al día siguiente, decidieron quedarse en casa de Everett. T’Challa y James tenían cita con el abogado que los asesoraría para que el príncipe no tuviese problemas con su cambio de nombre, y el matrimonio continuara teniendo valides dentro del territorio norteamericano. T’Challa había hecho hincapié que si bien confiaba en que todo saliera bien en su nueva vida, quería que tanto James como su hijo estuviesen perfectamente protegidos bajo las leyes estadounidenses. Algo con lo que el rey estuvo completamente de acuerdo
Everett busco videos de cocina en YouTube y se enfrascaron en la aventura de cocinar. T’Chaka aprendía rápido pero no era tan ágil como su pareja. Risas, juegos y coqueterías fue el común denominador. Todo fue perfecto, y Everett no pudo evitar desear que su vida fue así. Simple. Pero nunca le pediría al rey que renunciara a su trono. No por la posición que ello le otorgaría, sino por el amor que T'Chaka le tenía su pueblo y lo mucho que amaba servirlo. Un amor que T’Challa empezaba a sentir también y estaba sirviendo para unir más a padre e hijo
Pero desgraciadamente, todo lo que empieza acaba. Y el permiso del concejo para que T’Chaka estuviese fuera del país había terminado. Tres días después la familia estaba en el aeropuerto JFK despidiendo al rey. Era sorprendente la conexión que este había creado con su nieto, ya que desde el día anterior Azari había estado inquieto, y solo se había tranquilizado cuando T’Chaka lo había cargado prometiéndole en xhosa que hablarían a diario.
- Confió en que lo tendrás controlado – le dijo a su yerno arrancándole una carcajada a este- Las llamadas quedan terminantemente prohibidas hasta nuevo aviso – dijo T’Challa- Explícaselo a Azari – dijo T’Chaka abrazando a James y todos sonrieron – Cuídense si- Y tú también – dijo el americano- Te veremos para las vacaciones de invierno – dijo el príncipe –, mira que hay una boda que organizar- Los estaré esperando – dijo el anciano- Ndiyakuthanda, babba – le dijo T’Challa abrazándolo- Mna kuwe, bawo – respondió su padre sonriendo – estoy muy orgulloso del hombre en el que te has convertido – y le beso la frente- Te voy a extrañar – dijo Everett sonriendo pero intentando no llorar cuando T’Chaka lo miro- Me harás muchísima falta – le susurro el rey tomando sus manos – pero serán solo unos días. Ya lo veras – antes de robarle un beso – te amo mi rey- Vete ya o empezare a llorar y no habrá quien me pare – dijo el futuro consorte real empujándolo suavemente haciendo reír a todos
El rey subió al The Royal Talon Flight y se sentó en el lugar que le correspondía, para mirar desde ahí a su familia mientras sonreía. ¡Como amaba su nueva vida!
_________
Hacía tiempo que Wakanda estaba llevando su tecnología futurista a otros países, algunos subdesarrollados como los de la región, otro en vía de franco desarrollo. Pero a los que estaba apuntando desde hacía un año era a las potencias como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido entre otros. La idea del concejo tribal era vender a estos países tecnología y que a su vez le ayudaran a llegar a más lugares. Llegaría un momento donde en ninguna parte del planeta se hablaría de tecnología sin primero pensar en Wakanda, lo cual derivaría inevitablemente en otros tipos de negocios para la nación africana, como exportación de granos o turismo.
Las semanas prácticamente volaron y el viaje de los príncipes estaba a la vuelta de la esquina. Ya se había arreglado todo el papeleo sobre el nombre de T’Challa, y por consiguiente la validez de su matrimonio con James y el registro de Azari para que contara como hijo de ambos también en el país del norte.Alguna vez T’Challa dijo en tono de broma si su padre era consciente de que cuando Azari gobernase, lo haría un americano, pero casi enseguida se arrepintió, cuando James lo regaño recordándole que su hijo había sido concebido, se había desarrollado en su vientre y había nacido en territorio wakandiano. Y si eso le parecía poco, crecería y seria educado bajo las normas y costumbres de ese país. Por lo tanto, príncipe o plebeyo, Azari era cien por ciento wakandiano, y eso estaba fuera de discusión.
Everett era otro que tuvo que hacer un montón de papeleos, como pagar la cuenta del banco del préstamo que había pedido en su momento para que T’Challa entrase a la universidad, pero que tuvo que abandonar. También tuvo que pagar la renta del departamento, negándose completamente a que T’Chaka lo ayudase económicamente. Renunciar a su trabajo tampoco fue simple. Ni mucho menos había sido evitar el asedio de Strange esa última semana, pero lo había logrado. Visitaba a diario a su hijo y su familia, y no se dormía ni se levantaba de la cama sin antes no hablar con T’Chaka y Shuri por el intercomunicador“¡Tienes que volver ya, papi!” había protestado una noche la adolescente “¡está volviendo a gruñirle a todos en palacio y ya no lo hacía!” alego, ganado un regaño de su madre y de Zuri, más una enorme carcajada de su futuro padrastro
¡Y por fin el día llego! Nuevamente T’Chaka le entrego por unos días el mando a su hija, bajo el permiso del concejo tribal, y sin bien tenía algunas reuniones de negocio en América, esta vez volvería con el consorte real de manera definitiva. Abrazo a su hija y con la sonrisa más radiante subió al Talon Flight dispuesto a ir por su felicidad, Everett Ross