ID de la obra: 908

Las llaves que no utilice

Femslash
PG-13
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 64 páginas, 33.641 palabras, 8 capítulos
Etiquetas:
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Aclarando el mañana

Ajustes de texto
Después de un inicio de mañana en el que pensé que habría más drama; es como si al inicio esperaba una reacción más reacia de ellos; pero no gritaron, ni discutieron, y además terminaron incluyéndome, siento que, aunque todo está resuelto termine cediendo; cuando visite a mamá debo preguntarle… aunque también debería independizarme de ella… Mientras estaba desvariando con el señor Cannoli en las piernas, mi padre se levantaba para ir a su cuarto a trabajar en sus maquetas de animales silvestres, pasatiempo más que por otra cosa. Mientras tanto, Salome y yo estábamos en la sala, yo la veía y pensaba en todo lo que vendría más adelante. Ella se giró con una mirada inocente, que denotaba que quería mi atención, mientras yo la veía con una mirada perdida; cruzando miradas. Me pregunta algo que me saca de mi inmersión. -quieres almorzar? -estuvo viéndome con la mirada con la que veía mi madre en ese momento… habrá pensado que estaba pensando en ella? – ¿eh? Ah si esto… ¿sabes hacer pollo? – propuse recién salida de mi pensamiento interno e intentando que no pareciera que la ignoraba -sopa de pollo te parece bien? – se paró sutilmente y se dirigía a la cocina lavándose las manos -de acuerdo- sonreía sutilmente -bueno, mientras cocino ¿qué tal si llamas a mi padre? – propuso ella descolocándome por un segundo -eh, ¿por qué? – aún estaba procesando todo lo anterior todavía -estas bien? -sí, por supuesto, pero porque debo llamarlo? -la apuesta… en verdad quiero una foto contigo vestida de payaso- por un segundo olvide mi plan para avergonzarla, aunque… -ahh si claro… espera estas muy segura de esto, como sé que no te aliaste con él para hacerme esto- creo que la que cayó en la red fui yo -ya es muy tarde para retractarse, ya aceptaste y no hay marcha atrás- con una sonrisa que parecía adorable, pese a que quería avergonzarme, debo admitir que su intento por acercarse a mi es mejor que el hecho de que estuviera sobre mí de forma más forzada… me gusta más su manera de retarme… – ah claro, es verdad, eso hare. -dije viéndola con desconfianza, pero con una mirada retadora; mientras ella se limitaba a sonreír mientras cortaba las verduras. Buscaba en mis contactos al padre de Salome; pensé por un segundo como seria la boda y la vida de Mauro para recurrir algo como esto… debería preguntarle; él no es el tipo de persona que se pone a hacer cosas como estas, él es alguien más directo. -por cierto, como esta tu futuro esposo-pregunte sin malicia, pero intentando descolocarla un poco, para ver si mantenía su sonrisa -el me aviso que vendría mañana a visitarte, tal vez hoy en la tarde inclusive. Tal parece que quiere hablar contigo- su voz se escuchaba sin malicia y aún estaba concentrada en la cocina y manteniendo la sonrisa -a propósito, porque no vino directamente desde antes? -yo lo convencí, me costó mucho, pero rogando cualquiera cede. Le dije que yo quería hablar contigo antes. -después de preguntar eso… me pregunto de que querrá hablar; digo no estamos enojados, pero él es mas de solo decir las cosas importantes dejando de lado las formalidades. -oye… porque hicieron esto de esta manera? – intente preguntar directamente, quiero sacarme esto de la cabeza, después de todo ella parece ser una linda persona -ya te lo explicamos no? Fue un mal plan nuestro…- señalo ella mientras ponía a calentar la comida -entiendo esa parte, pero… me siento como si de alguna manera quisieran evitar mi participación, y aun después de la explicación… no es fácil asimilar que las personas a tu alrededor actúen sin yo darme cuenta, sin importar sus intenciones. – señale sin malicia, pero firmemente -bueno en ese caso… que te parece esto, no volveré a hacer algo como esto… no se los demás, pero yo te puedo decir que no volverás a sentirte a si conmigo- se iba acercando a mi lentamente con cada palabra que decía; agachándose, viéndome desde abajo y acariciando al señor Cannoli… viéndome con esos ojos. Debo admitirlo, me sentí… no es como decirlo… era más bien como cuando una persona atractiva te ve directamente, sentí un hormigueo que pasaba por todo mi cuerpo y por primera vez percibí su perfume, digo ya sabía que era atractiva, pero esta vez era diferente… -de acuerdo… espero que así sea… yo tampoco lo hare…- intente esquivarle la mirada para no caer en la persuasión de sus ojos y su cara enternecedora. -bueno es un compromiso entre las dos. ¿Te importa mantener al señor Cannoli en tu regazo mientras aseo? – después de eso se levantó y termino de acariciar al señor Cannoli para agarrar la escoba para barrer la casa -Por supuesto- De por sí ya lo tenía en las piernas, así que lo único que hice fue acariciarlo mientras el ronroneaba y yo llamaba al padre de Salome. Debo admitir que su confesión ha estado en mi pensamiento eso… creo que cada vez que la veo pienso más de que no es una mala idea, no solo son sus ojos, sino también su comportamiento… pero… aun así es demasiado pronto para tomar esa decisión, quizás después de la boda, visite a mi madre y vayamos a visitar a la suya tenga más claro todo… o por lo menos eso espero… Cuando estaba llamando al padre de Salome, me quede pensando por un segundo que, aunque llegase a perder la apuesta ella no me haría vestir de payasa literalmente, quizás solo me maquille y nos tomemos una selfie… eso asumiendo que ella verdaderamente haya planeado todo esto desde un principio. -si hola, soy yo Vero -Vero? Qué bueno saber de ti, ¿cómo has estado? -ah muy bien, si disculpe lo llame para saber algo. Disculpe la molestarlo, pero, usted tiene fotos de Salome cuando era más joven… ¿tal vez disfrazada? – si le menciono sobre la apuesta tal vez se ponga del lado de ella, además esta apuesta es muy infantil para decirlo en voz alta -para que las necesitas? -vera estábamos recordando el pasado y quería saber si usted tenía fotos de ella cuando era niña. -suena creíble, además en parte es verdad -déjame revisar, la mayoría las tenemos en un álbum de fotos, debo buscarlos y entonces se lo mandare a ella. -Parece ser que funciono, solo tengo que esperar -de acuerdo, muchas gracias, es muy amable, debo irme, espero que tenga un excelente día -adiós Vero tú también. -que señor tan agradable, casi tan agradable como mi padre Terminando de hablar con el Salome; ella me veía entre ojos con una sonrisa y riéndose sutilmente; creo que si tenía todo esto planeado… -y bien que dijo? – pregunto luego de reírse como si nada; pero seguiré firme para no parecer blanda -Va a mandar un álbum de fotos con fotos tuyas, así que tendremos que esperar para verte disfrazada en tu adultez de payasa. -me pregunto cómo se verá vestida así, se seguirá viendo así de radiante?; quizás la haga vestirse de algo más gracioso… nah un payaso es gracioso y le quedaría bien -o tal vez a ti de payasa por segunda vez. -mira como sonríe. Claramente planea algo detrás -ya lo veremos. – en eso me percate que el aroma de su comida olía realmente bien, incluso sentía algo de hambre Por un instante, nos veíamos y nos sonreíamos mutuamente, solo para después quedar en silencio por un buen rato y ella terminaba de cocinar; cuando Salome termino de preparar el almuerzo tomo un breve descanso y se sentó al lado mío recostándose en el extremo opuesto; la vi fijamente, tenía una expresión tranquila y sus ojos veían el techo con una mirada perdida, entonces le seguía preguntando: -por qué? -a que te refieres? -Volteo la mirada hacia a mí por un segundo -digo que, porque hacen todo esto ahora, la boda, tu confesión, el hecho de que vas a vivir aquí, porque ahora? -firmemente la mire con voz tranquila. -bueno… no lo sé lo de la boda fue surgiendo como en caso de emergencia, lo de la confesión… realmente no estaba segura, fue coincidencia con lo de tu divorcio… a decir verdad estaba asustada, incluso cuando termine de hablar me sorprendió que me siguieras hablando. – su mirada volvió a ver el techo y luego sus manos, con tal de no mirarme fijamente -Debo admitir que me dejaste pensando por un momento y simplemente respondí rápido. -Una de mis amigas me aconsejo que, aunque te fueras aun lo estarías pensando, incluso aunque al principio te negaras…-relato aun sin verme -bueno, es cierto que competíamos… según yo. Pero no te veía como una mala persona o algo por el estilo, cuando lo hiciste, pensé que bromeabas y veía a una persona que buscaba ser escuchada más que nada. – intente aclarar -en parte es verdad esa parte, pero también todo lo que te dije era verdad; incluso ahora que estoy a tu lado no puedo verte a los ojos, ya que pienso… no, sé que no me ves con los mismos ojos que me ves tu… -es verdad… -sobre la mudanza… bueno, simplemente diré que un día hablaba con tu padre e insistí durante semanas, le dije a todos sería una buena idea, y… yo también creía que debí de confesarme después de mudarme, pero creo que solo hubiera postergado las cosas, algo que no quería hacer. -quien más sabe sobre lo que me dijiste? -mi dama de honor y tú, cuando le comenté ella al principio se sorprendió de que fueras tú, pero luego de que le expliqué todo lo que ya te dije. -que te dijo? -me miro como una madre y me dijo que lo hiciera así la respuesta fuese un no; también me convenció de venir tan temprano para aclarar cualquier tipo de duda que tuvieras. -ya veo… no me molesta que estés aquí, pero no es un si… tampoco es un no, más bien un… no lo sé todavía. Por más que lo piense y lo revise, todo esto se siente como una obra de teatro que estuvo pasando en paralelo con la mía. -si bueno… es entendible, aun así, esto es más de lo que yo esperaba… le has dicho a alguien más? -no… pensaba decirle a mi madre para saber su opinión, ya que todos los amigos que tengo los fui perdiendo poco a poco por el divorcio, ya que no entendían el motivo de este… cosa que incluso él entendió y señalo sentir lo mismo -puedo saberlo yo, me lo contaste antes, pero la verdad creo que no te entendí muy bien al final? -bueno, veras… como lo explico… fue algo que paso gradualmente, sentía que poco a poco dejaba de sentirme como antes, diría que fueron dos años que pasaron para que sucediese por completo. -y entonces…? ¿Qué hicieron? -un día nos levantamos, nos miramos fijamente y aunque no nos lo dijésemos sabíamos que ya habíamos terminado… la única forma en que puedo explicarlo es como si tuvieras una vela encendida y te das cuenta de que ya es de día, entonces por más que la quieras dejar encendida, ya sea por su aroma o por terminar de gastarla, simplemente es momento de apagarla… -ya veo… aun no lo entiendo del todo… ya que lo mío fue más algo que ambos sabíamos que solo era pasajero desde el principio, y que terminaría; solo era algo para pasar el tiempo con alguien más. No me imagino que se sentiría despertar y darse cuenta de que de repente se terminó. -Si yo tampoco creía eso… no me arrepiento, pero, creo que fue lo mejor…eso espero. -quien sabe… digo no es que yo sepa, pero solo puedo decir que… espero nunca experimentar eso. -Yo espero que nadie más lo haga… no estoy orgullosa con todo lo que paso – ¿Oye, espera que pase? Antes nos estábamos riendo, pero ahora estamos muy serias… no es que no me guste hablar contigo, pero creo no es bueno pensar mucho en eso. Deberíamos hablar de otra cosa- señalo ella con una tierna sonrisa, finalmente viéndome a los ojos -de que quieres hablar? Ya hablamos de mi divorcio, de tu boda, de mi humillante pasado -no hemos hablado a profundidad de mi boda, solo las partes falsas. -No estoy muy interesada en eso la verdad, ya tuve una boda y fue un dolor de cabeza, seguramente mis amigos y familiares pensaban que era peor escucharme sobre la boda, así que perdona que no quiera escucharte. -Mmmm bueno, entonces qué tal si me hablas de lo que estás pensando- ahora está viéndome con una sonrisa tranquila y una mirada amistosa -eh?, de que hablas ya lo hablamos esta mañana, ahora quien es la que no se acuerda de las cosas- señale señalándola con la mano que no estaba sobre el señor Cannoli -No hablo de eso, es obvio que estás pensando en otras cosas, no paras de profundizar las cosas- esta vez está viéndome fijamente, acercándose sutilmente y poniendo su mano sobre el señor Cannoli para acariciarlo, no se adónde quiere llegar, pero le seguiré el juego. -Bueno… pensé que esta sería una mañana más problemática, esperaba más discusiones o algo por el estilo, el hecho de que esto se aclarase tan rápido fue algo que no esperaba, incluso así me siento como si algo estuviera faltando… -Entonces en resumidas cuentas… querías discutir conmigo y con tu padre? – Cuando lo dice así sueno a que busco problemas donde no los ahí -Bueno… si lo dices así, sí. O bueno… si, esta situación se resolvió muy rápido no crees -A decir verdad, la situación ya estaba resuelta… o bueno, mejor dicho, ya estaba desarrollada por completo, simplemente que tu no sabias. – seguía sin perder la sonrisa después de eso. -Si eso también me descoloca, siento que no tuve participación en algo que cambia mi vida y que yo no supiera, me siento espectadora. -Entiendo, bueno… no puedo hacer nada ahora, ya todo este hecho. -Lo sé, pero… me hubiera gustado ser parte de la conversación. -Si, es lo justo después de todo… Oye y ¿si discutimos? – pregunto con una sonrisa todavía más grande -Perdón qué? ¿A qué te refieres con eso? -Ya sabes, para que saques todo de tu sistema, no puedo prometerte que eso cambiara las cosas, pero sin duda haría que sintieses que tienes más participación -eso… no creo que funcione por más que lo intente, digo, ya está todo hecho y no puedo cambiarlo. -es verdad… oye, porque usas esa ropa? Por más que estés en casa deberías vestirte bien -por favor no inicies una discusión por eso, ya sé que no me veo muy bien, en especial considerando que tú te ves tan arreglada. -…Sabes para ser alguien que quiere más participación y tiene fama de ser más necia que un hombre que es conocido por ser necio, estas cediendo bastante-Señalo con una mirada algo decepcionada, pero sin perder su sonrisa -No tengo ganas de discutir. Solo tengo ganas por saber que tan bien te quedo el almuerzo y después salir a caminar, quizás visitar a mi tía o quien sabe -…parece ser que te desilusionaste bastante con las expectativas que tenías de esta mañana – ¿Si bueno, eso pasa a veces no? Tienes expectativas de algo y al final simplemente termina no siendo algo tan grande… pero tranquila, mañana será otro día. -Aún no se ha acabado este y ahora piensas en el mañana -Bueno, no es que quiera desperdiciar este día, pero la verdad ya no tengo más que esperar de el -Mauro viene hoy recuerdas. -No creo que me vaya a decir algo que me haga cambiar de opinión. -Esperemos a ver…. ¿Sabes, ahora que lo pienso, no tienes un trabajo? -Actualmente me estoy dando un descanso, antes del divorcio lo único que hacía era ser editora de una editorial poco conocida, pero ahora… me doy un tiempo. ¿Y tú? -Soy decoradora de interiores para una agencia pequeña, en este momento se puede decir que estoy de vacaciones. -Vacaciones por una boda? -No, son parte de mis vacaciones anuales, son como por un mes y llevo 1 semana, por eso la boda será por estas fechas -ya veo… bueno, espero que te guste el trabajo… aunque no pareces diseñadora de interiores -a que te refieres? -Bueno, uno pensaría que serias más sutil con las cosas interpersonales y le pondrías atención a las sutilezas, teniendo en cuenta que lo único que has hecho últimamente es ser directa… bueno me hace cuestionar si eso es lo que de verdad quieres hacer. -en eso tienes algo de razón, veras en mi en relación con Mauro hablábamos sobre esto, no me réferi directamente a ti, él me decía que era mejor dejar claras mis intenciones o pensamientos, para así, aunque no obtenga lo que quiero este satisfecha con el resultado. -solo eso? Digo es buen consejo, pero aun así… -mi dama de honor cuando le comenté esto, señalo que era cierto, y aunque me doliera, sería lo mejor para avanzar eso me hizo ver que existen ocasiones en las cuales debes ser directo- -sí, pero… no te parece que exageraste un poco no…digo, mi reacción pudo ser más grave o fría -Así es. Pero en esta ocasión… quise ser lo más directa y explicativa en mis palabras, quería que me entendieras, para así, aunque tu respuesta fuera un rotundo no, entendieras mis motivos… y también yo estaría más tranquila con eso. – -Eso lo veo. ¿Pero tenías que hacerlo en la primera vez que nos volviéramos a ver? Digo, por lo menos pudiste esperar al día siguiente. – le sugerí viéndola, aunque ella no lo hacia -Ponte a pensar. Nos reencontramos, nos hablamos para entendernos, pasamos tiempo, ¿pero cuánto tiempo pasaría?, y al final cuanto tiempo pasaría hasta decírtelo? ¿Y digamos que haríamos si me decías un rotundo no? -Bueno es verdad, pero creo que estas cosas toman tiempo. -cuanto tiempo tomaría todo eso o que haríamos después de pasar tanto tiempo juntas en la misma casa, terminaríamos mucho peor que ahora. -Pero tus otras relaciones también fueron así? -Ya desperdicié mucho tiempo con relaciones que no funcionaran o que tomaban mucho tiempo. Honestamente, preferí iniciar por ahí, para que entendieras mis motivaciones e intenciones…admito que mis palabras no fueron las más adecuadas o las mejores- señalo intentando aclarar su motivación. -…aun así, pudiste ser más sutil o por lo menos no ser tan directa, digo, que hubieras hecho tú en mi lugar? -argumente mirándola fijamente, pero con voz tranquila. -…aunque entiendo tu punto… tú no eres yo, digo no esperaba un sí, pero sabía que tampoco vendría un no rotundo… recuerdo que siempre fuiste alguien recta pero empática. -Aun así, no fue la mejor ejecución de tu parte -Admito que exagere y no tome muy en cuenta lo que me ibas a decir, pero aun así… era mejor que esperar y no recibir nada, o conformarme con ser solo una amiga con quien no vives… digo no somos muy cercanas todavía, pero esto es más…- ella volvía a mirar el techo, pero al final me miraba de reojo. -Muy bien… te entiendo… por cierto quien es tu dama de honor? Digo pareciera que ella te secunda bien -Es una amiga de Mauro con la cual terminamos congeniando desde un inicio, si no fuera por ella jamás hubiera tenido el valor para hacer esto; digo antes o estábamos en pareja o parecía que yo no te agradase mucho -bueno, no es que te odiase, pero es que cada que nos encontrábamos te veía más como alguien por superar, digo siempre te vestías de una manera en la cual, aunque no estuvieras a la moda totalmente sobresalías… como hoy, por ejemplo; tu circulo de amigas miraban a los demás con desdén y como estábamos en grados diferentes no creía que te interesase como una amiga. -Ya veo, entonces solo fue un malentendido por las situaciones… que desgracia la verdad… me hubiera gustado estar más cerca de ti en ese entonces… -Eso ya lo habías dejado claro… pero también es mi culpa, digo no debí suponer cosas y aunque fuera verdad, no pensar tan negativamente tampoco estuvo bien -Tranquila, éramos más jóvenes y teníamos nuestras propias prioridades, de momento concentrémonos en entendernos más. -Gracias… si eso intentare -y bueno… que me dices tu? -yo tengo un poco de hambre la verdad-después de decir eso ella frunció la seño girándose bruscamente, dirigiéndose a la cocina con un andar que evidenciaba frustración y aun así sirviendo la cena con delicadeza -Yo en verdad quiero saber más de ti.-perdona, pero tienes razón esto se tornó bastante serio. -entonces piensas dejarme así? -no, solo que yo si te iré contando de a poco para que no te agobies como lo he hecho yo todo este tiempo. – me gusta que sea sincera, pero yo sí quiero que se tome el tiempo de que me conozca. Mientras estábamos almorzando, me deleitaba con lo bien que le había quedado la sopa, como desmenuzo el pollo, las verduras finamente cortadas, todo perfectamente equilibrado, y sobre todo ese olor que lo único que hacía era llamarme para que siguiera comiendo, cuando me fijaba en ella era como una familia, un conjunto de varios ingredientes que se unen y forman algo homogéneo y delicioso, no un atrapasueños que los concentra a todos en un solo punto por un sueño individual; durante ese elixir de placer gastronómico escuche un llamado a la puerta. -Hola, buenos días ahí alguien en casa. -esa voz masculina, formal pero tranquila, era indudablemente el tercer responsable de esto; reconocería la voz de Mauro, aunque pasasen 20 años sin escucharla… sobre todo si aún le salen gallos cuando se sobre emociona por sus cosas..
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)