Capítulo 2
14 de octubre de 2025, 17:37
Era una radiante mañana de primavera en la Inglaterra del siglo XIX, me desperté en la mañana me percaté que a los pies de la cama había una nota, “para mi amada Vanessa”, con miedo la sostuve con temor ya que estaba abierta, seguramente mi marido ya la leyó; la letra en el sobre era de mi amada Loretta. Por los nervios solo pensaba en disparates :“ya era hora de que se enterase, mejor tarde que nunca, además él seguramente ya se cansó de mí, anoche seguro estaba con otras mujeres divirtiéndose”, solo eran tonterías en busca de consuelo; la brisa de la mañana no me tranquilizaba, solo estaba en mi pensamiento la cara de mi marido, que le diré a Charles , “esta nunca fue mi intención, nunca se me ocurrió que esto iba a suceder tengo a en mi corazón Charles, pero amo a Loretta con lo cura, estar con ella una aventura, los mejores meses de mi vida, pero la vida con charles es todo lo que siempre quise; esto nunca debió ocurrir, nunca debí invitarla a tomar té, nunca debí casarme, nunca debí seguir con esta mentira; Charles perdóname, él me hubiese apoyado, me hubiera entendido, seguramente estaría encantado conocerla, el estaría continuado con su vida, y encontrado a alguien más para ser feliz, en vez de estar con una idiota como yo; podría haber tenido una vida feliz junto a Loretta ” decía entre lágrimas y sollozos, mientras sacaba fuerzas para salir de mi cuarto; cuando termine de arreglarme, decidí salir un rato a caminar, para calmar mis nervios y poder reavivar mis ánimos para así saber que debería decirle a Charles cuando regrese a casa.
Mientras caminaba decidí pasar por el callejón del diablo, ( admito que no fue la mejor de las ideas, pero mi mente estaba muy nublada en ese momento); desprevenidamente unos jóvenes se me abalanzaron para venderme drogas (unos porros de cannabis, y hongos alucinógenos), “sé que no debería, pero tal vez solo por esta vez me sirva para liberar estrés”, agarre una bolsa llena de esos hongos y algo de marihuana, y ellos me dieron una demostración drogándose hasta que empezaron a balbucear incoherencias; decidí esperar a llegar a casa para probar los hongos, sin embargo camina a un parque que parecía abandonado (es el parque favorito de Loretta, veníamos a leer y a pasar el rato, aquí fue donde me confeso sus sentimientos, y el lugar donde nos dimos nuestro primer beso.), decidí fumar un poco de marihuana; al momento de dar la primera bocanada y sostener el humo, mi mente se despejo, podía sentir como mis pupilas se dilataron, y como el resto de mis sentidos se relajaban y divagaban entre la realidad y la alucinación, era como si mis preocupaciones desaparecieran de mi cabeza, por un momento sentí como si todo dejase de importar. Estuve el resto de la tarde en esa plazoleta disfrutando la tranquilidad y liberándome de mis miedos; tristemente llego mi hora de volver a casa y afrontar la situación, tendré que dejar esto para otro momento (fue un momento muy placentero).
Fue un camino largo, a mi cabeza solo llegaban ideas descabelladas “qué tal si simplemente escapo, y voy a casa de Loretta, tal vez podamos iniciar de cero” o ” Seguramente charles me está esperando para darme un largo sermón, pero quien se cree para sermonearme, seguro tiene a alguien más y que solo se está burlando de mi a mis espaldas”, incluso llegue a pensar “tal vez solo este esperándome en casa y este apunto de decirme que iba a romper conmigo y terminemos en buenos términos, el es una persona bondadosa y razonable, probablemente me entienda” no,no,no, eso es absurdo, ni siquiera él podría perdonarme eso, fue una descarada traición a su confianza, debe estar profundamente herido, espero que no haga una locura.
Llegue a casa, pero él no estaba “¡DIOS MIO!, ojalá no haya ido a buscarla”, sonó el teléfono, era el, se disculpó por que iba llegar tarde, lo dijo con un tono calmado, no parecía enojado, ni alterado, era su tono normal y dulce, tal vez no leyó la carta; eso me relajo por un minuto, pero no podía seguir con esto, tenia que terminar con esto por el bien de todos; antes que nada, debería leer la carta, tal vez deba leerla para saber si Loretta esta en la ciudad o se fue.
La carta decía: Querida Vanessa, estos últimos meses han sido los más felices de toda mi vida; pensaba en ti en cada momento del día; en tu sonrisa, tu sentido del humor, en esa tarde en el parque, sabes… estaba realmente nerviosa, ¿recuerdas las nubes en el cielo?, por supuesto que no, solo una tonta como yo recordaría algo como eso; de seguro piensas que soy infantil e ingenua; aun así, todo este tiempo que pasamos juntas… no se como haya sido para ti, pero para mi han sido los momentos más maravillosos del mundo, como un sueño hecho realidad, perdón, perdón, soy muy soñadora, es que… eres como un ángel para mí, ver tu hermoso rostro en la mañana me hace sentir tan especial, es… lo que me impulsa a levantarme y ser mejor cada día, eres una inspiración para mí, tus ojos me guían hacia el cielo, tus dulces besos hacen que vuele, tu suave piel… es como tocar la seda más fina y suave del mundo, hecha por dioses, es… por eso que debo decirte esto: ¡No soporto no ser la única en tu corazón, Charles es fantástico, es el tipo mas encantador, dulce y amable del mundo… debes amarlo mucho y seguramente también te ama a ti, aun así cuando los veo juntos, no siento celos; mi corazón… solo piensa en ti, se que es egoísta, pero aun así, necesito desahogarme… ya no puedo, no soy tan fuerte, te juro que lo intente… quise ser prudente, intente no decir nada, intente ser parte de tu vida, a pesar de que lo que hacemos está mal, no puedo guardarme esto, quiero gritar, quiero llorar, quiero decirle al mundo cuanto te amo, esa es la verdad, ¡TE AMO! Eso es lo que siento, quiero vivir contigo, quiero envejecer a tu lado, quiero ir al parque, hacer un picnic y tomar té contigo, es en lo único que pienso… sé que soy inmadura y algo atrevida, pero no te preocupes eso no volverá a molestarte, ya no seré tu problema; quiero que sepas que no es tu culpa, es mía por soñar en un futuro irreal, lo siento… Bueno no se si te importa algo de esto, pero aun así, te escribo esta carta para expresarte esto, y decirte que me iré, no me busques, pues estaré en un lugar en donde solo los ángeles van a acompañarme, ojala tu nunca estes aquí, o por lo menos no estes aquí tan pronto, mi único consuelo es saber que serás feliz el resto de tu vida.”
“Esta… es… es… ¡UNA CARTA DE SUICIDO! ¿ERES ESTUPIDA? ¡¡¡CLARO QUE ME IMPORTA, ¡¡¡IDIOTA!!! ¡¡¡¿POR SUPUESTO QUE TAMBIEN TE AMO, SABES CUANTO SUFRI CON LA SIMPLE IDEA DE NO VOLVER A VERTE?!!!” Fue lo único que pude gritar; ese grito no salió de mi garganta, salió de desde el fondo de mi alma, sentí como cada parte de mi se cayese a pedazos; necesitaba calmarme, es demasiado, no es justo, como que no soportaste todo el dolor, yo también estaba sufriendo, también quería vivir contigo, también quería envejecer juntas, todo esas cosas que dijiste de mi… fueron tan dulces, eres la persona más maravillosa que he conocido, torpe niña soñadora, no me importa que seas infantil, así eres tú, no eres mi segunda opción, eres mi salvavidas, eras alguien que me entendía y estaba a mi lado haciéndome sentir una conexión, como si fuésemos jóvenes; amo a Charles, pero tú también eras especial, porque no me dijiste todo esto de cara, ambas le hubiésemos explicado a Charles, y seriamos felices. Esto es demasiado, saque la bolsa de hongos de mi bolsillo, si, tal vez eso ayude; la mariguana ayudo antes, estos hongos deben hacer milagros, si, eso hare, mañana seguro que despertare de esta pesadilla.
Desafortunadamente, tomé la bolsa de hongos en mi bolsillo, y comencé a comerlos como si fueran dulces, no soportaba la idea de perder a Loretta, a la mañana siguiente estaba en un profundo transe donde solo podía escuchar a mi alrededor, en eso, Charles llego para decirme algo, “¿Vanessa? ¿Querida?, ¿dónde estas?, tengo algo que confesarte cuando leí la carta que estaba en la cama, estaba destrozado, y tuve que ir al trabajo, pensé en eso durante todo el día, te juro que al principio me sentí traicionado, solo quería que tú y Loretta desaparecieran, hasta llegue a pensar en matarlas a ambas, pero… cuando logre calmarme, pensé… tal vez esto sea lo mejor para ambos, escucha, hace unas semanas conocí a alguien, una mujer hermosa y amable, no me atreví a hablarle por nuestro matrimonio, pero en ese momento me di cuenta, que si pensaba en estar con otra mujer aun casado contigo, era una señal de que lo nuestro no estaba funcionando, y que deberíamos mejor ser simplemente amigos… escucha se que estas confundida y que tal vez no creas lo que te digo, pero debes confiar en mi cuando te digo que no estoy enojado y estamos en buenos términos. Loretta y tu podrán ser felices juntas, eso es seguro, yo solo me iré y te escribiré cuando esté preparado mentalmente para volverte a ver… porque a pesar de todo… aun te amo, y lo que hiciste me lastimo profundamente; por cierto, alcance a hablar con Loretta antes de que hiciera una locura, dijo que vendría más tarde, yo solo… solo quería despedirme.”
Esas fueron las palabras de Charles a través de la puerta, no pudo entrar, estaba devastado, lo entiendo perfectamente, oh, Charles, porque eres tan bueno, desearía que me odiaras para así no sentirme tan mal, no supe apreciarte, si tan solo, las cosas hubiesen sido diferentes, todos hubiésemos sido felices, como me odio por todo esto; en la tarde Loretta entro a la habitación, pero solo pude ver mi cuerpo inerte producto de una sobredosis, y la bolsa de hongos que estaba en mi mano, su cara se denotaba una profunda tristeza “¿por qué? Porque el destino es tan cruel… no debí escribir esa carta, yo y mis estúpidas ideas, arruino todo en lo que me involucro, soy una tonta, una solitaria e infantil tonta.”, luego de eso Loretta desapareció por la puerta y nunca más se volvió a saber de ella.