Marta y Fina

Cata y María subieron los escaleras de la estación de metro de dos en dos,llegaron a la salida sin resuello. Es ahí,le indicó María a su hermana pequeña,que estaba muerta de miedo,había oído hablar tantas veces de Doña Marta De la Reina,en conferencias,libros. Llegaron al portal de la bonita finca de los años cincuenta,entraron por una puerta biselada,y en el zaguán a la derecha,vieron el cartel MARTA DE LA REINA,FINA VALERO. Se oía ruido de música y voces en el interior,llamaron,y abrió la puerta una chica pelirroja y pecosilla,que con cara alegre les dijo. -Come in,today is Doña Marta's birthday.I have spent all night baking buns and madeleines,that she likes so much. María entró en el piso decidida,pero Cata se escondía detrás de ella. -Don't be shy le dijo Wendy la pecosilla.I'm Wendy,I have come all the way from New York to celebrate. Cata observó el fondo del salón,sentada en un sillón de orejas estaba una señora muy,muy mayor con el rostro surcado de arrugas y el pelo blanco,que sostenía una caja de madera en su regazo. A su lado bordando,otra señora mayor con el pelo recogido en un moño bordaba. Todo estaba decorado con guirnaldas arco iris,y la mesa se combaba ante el peso de los muffins,las madeleines y las jarras de chocolate,también había una surtida tabla de quesos. De repente Doña Marta fijó los ojos en Cata. -Chiquilla ven aquí,dijo con voz tenue pero firme. -Anda ves,sé educada,que te llama la señora De la Reina. Doña Marta habló y todas callaron. -Dejadme sola con Cata. Fina intervino. -Pero aún tenemos que leer la felicitación de Carmen y Claudia. -Luego,ya habrá,tiempo,siempre hay tiempo. -Cata ahí tienes un cojín,ponlo en el suelo,aquí,a mi lado. Fina,dame mi bolso. -Gracias Fina,amor Doña Marta abrió el bolso y le dio un caramelo a Cata. -Bueno,dijo,María me dijo que tienes un problema. -Bueno problema,problema...,se enrojeció Cata. -Vamos a hacer una cosa,si te parece bien. -Vamos a mandar a esta tribu de lesbianas locas a bailar a la calle,Fina que se quede bordando en su cuarto,o que termine el primer capítulo de Madame Bovary. -¡Es un libro muy bueno!,dijo Cata -¡Me encanta leer!,añadió -A mi también,dijo Doña Marta. -Las personas mayores dormimos muy poco,además de leer,escribo un diario,lo he venido haciendo desde que aprendí a leer y escribir. -En esa pared del fondo,están los sentimientos de toda mi vida. Cata se quedó boquiabierta,viendo las estanterías repletas de cuadernos desde el suelo hasta el techo. A Cata se le escapó la espontaneidad. -¡Felicidades Doña Marta!¡Le he traído un regalo!¡Espero que le guste! -Yo también tengo uno para ti Cata,y le entregó la caja que había en su regazo. Cata le entregó el suyo a Doña Marta. -¿Por qué no los abrimos a la vez? -Las dos rieron. El cuerpo de Doña Marta había sido vencido por el tiempo,pero sus ojos azules seguían refulgiendo. Abrieron los regalos. -Un lazo y dos horquillas rosas. -¡Qué lista es María! Doña Marta abrió su regalo. -Un lazo y dos horquillas rosas. -Ven aquí chiquilla,le dijo Doña Marta a Cata,y le dio un beso en cada mejilla. -Cata,la nostalgia es bellísima,pero no hay que vivir en ella.Tú eres muy joven,y ahora no lo entiendes,pero algún día lo entenderás. -Bueno tienes una historia que contarme,la tuya,yo te contaré la mía. -¿Te parece bien? -Lo que usted diga Doña Marta.