Ensoñación
18 de septiembre de 2025, 2:43
El 112 llegó pronto a Chueca,los camilleros depositaron con muchísimo cuidado a Doña Marta en la estructura móvil,y descendieron las escaleras hacia la ambulancia.
Cata sabía que no podían subir en el vehículo medicalizado,llamo a un Cabify con su iPhone,la bolita de la buena suerte,de color rosa chicle se tiñó de negro en su mente.
Farfulló la dirección,y bajo las escaleras ayudando a Fina.
Doña Marta no puede morirse nunca,Madre de Dios sálvala,nunca te pido nada,aunque sufro mucho,si se muere,me moriré de pena,aunque viva cien años como ella.
La Dra.Valero las tranquilizó y se perdió dentro de la ambulancia junto a Doña Marta.
El médico,muy educado parecía venir de mil novecientos cincuenta y ocho.
Señora,señorita,nos vamos al Hospital Doce de Octubre pregunten en recepción,me han dicho que la paciente es Marta De la Reina,me suena el nombre.
Desapareció y cerró las puertas de la ambulancia,que se esfumó,justamente después llegó el Cabify,Cata y Fina se subieron.
Al Hospital Doce de Octubre,por favor,en ese momento no sentía que tenía quince años,sino cincuenta.
Los tramites del médico del 112 en urgencias fueron rapidísimos.
-Mujer,ciento seis años,subida de tensión,grupo sanguíneo B-,estabilizada en domicilio, taquicardia,priorodad UCI.
Doña Marta De la Reina fue engullida por la blancura de Cuidados Intensivos,el cielo,el paraíso.
Estaba en el almacén,abrió un frasco de perfume,rocío el aire tres veces,como si quisiera conjurar un hechizo,aroma a agua de rosas,sabía que tenía un ángel detrás de ella,una mano fuerte,con las uñas pintadas de rojo sangre le rodó la mejilla,se dio la vuelta,y allí estaba Fina,con su batita de empaquetadora,unieron sus manos,juntaron sus frentes,para siempre...