¿Por Qué?
18 de septiembre de 2025, 2:51
Mientras Elsa la okupa y Cata la pija dormían abrazadas en un patio secreto en el centro de la casa okupada El Laberinto,bañadas por la luna llena,Doña Marta había pedido a Fina que le acompañará a la calle.
Fina sabía que a sus más de cien años, a Marta le costaba cada vez más dormir,ella siempre había dormido bien,pero cada vez tenía que pasar más noches en vela para cuidarla.
Descendieron poquito a poquito los escalones desde el primer piso,donde vivían,Doña Marta se negaba a usar el ascensor,le daba claustrofobia.
-En la Casa Grande no teníamos ascensor,sino una preciosa escalera...
-Calma,calma,Marta amor,de eso hace muchísimos años.
Doña Marta cada vez más confundía el presente con el pasado,incluso con el futuro,sus recuerdos estaban tan desordenados,como ordenados sus diarios íntimos.
Nada más salir a la calle,un montón de gente del barrio se acercó a ayudarlas,para que Doña Marta se pudiera sentar en el banco más cercano,pero esta ayudada por Fina y por su bastón,llegó a la boca de metro de Chueca,y con esfuerzo y determinación Doña Marta se sentó en los bordes de la salida.
-Marta,amor cuidado,dijo Fina,sentándose con ella,temiendo que cayeran de espaldas.
En ese momento salió de la boca de metro una pareja de chicas,besándose acaramelandamente,se notaba que eran primerizas,y que acababan de comenzar,la brisa de sus besos pasó de largo de Doña Marta y Fina y se alejó.
Fue entonces,cuando Doña Marta,como si hubiera caído un rayo.miró fijamente a Fina a los ojos,y le lanzó la pregunta,directa,hiriente.
-¿Por qué?
-No te entiendo Marta,amor.
-Lo sabes perfectamente Fina.
-¿Por qué te fuiste a Buenos Aires después de esa última noche de amor y confesiones en la Casita de los Montes?
-Ya te lo expliqué a mi vuelta,el chantaje,la cárcel.
-Yo podía haberte ayudado,pero me dejaste tirada.
-Eso no es verdad Marta y lo sabes.
-Tengo más de cien años Fina,ahora todo me es igual,solo el haber ayudado a esa chiquilla.
-¿Cómo se llamaba?
-Cata,le respondió Fina,y la besó en la mejilla.
-Casi me muero ¿lo sabías?
-Yo estaba atrapada en Argentina,y tú estabas atrapada en tu matrimonio de mentira.
-No Fina,quiero recordar todo lo bonito que vivimos,las palabras de amor,la entrega total,pero también lo que no nos atrevimos a decir,los reproches,mis dos maridos,la angustia de mantener mi reputación.
-Quiero irme tranquila,Fina.
-Marta,imploró Fina,no hables de eso.
-Y ahora vámonos,hace frío.
Fina se asustó,frío en pleno mes de julio.
Pero obedeció y volvieron a su pisito con cuidado.
-Te prepararé una tila Marta amor.
-No quiero nada Fina,anda vete a dormir,tú que puedes.
Fina se esfumó si decir nada.
Doña Marta se acomodó en su balcón,las rosas blancas desprendían un amor especial aquella noche,y Marta sabía por qué,Elsa y Cata por fin se habían encontrado,su corazón se lo decía.
-Recordó todas y cada una de las noches de insomnio,cuando Fina se fue,el alcohol,los ansiolíticos,el diario,sobre todo el diario.
Le esperaba una noche de insomnio más,pero estaba acostumbrada,empezó a mecerse suavemente adelante y atrás,como el péndulo de un reloj que le fuera robando las horas de su vida.