Los muertos se han levantado de la eternidad y con ellos la soberanía de la muerte.
El mundo se ha roto, la civilización se ha desvanecido dejando solo desolación y caos; la esperanza no es más que un recuerdo sepultado bajo el peso de la desesperación y la muerte. Donde la supervivencia es la nueva ley que gobierna el nuevo mundo cortejado por la perdición.
Donde los que sobreviven danzan con la muerte en un baile agonizante. Aterrador y desesperante.