ID de la obra: 1002

Miraculous: Le Nouvelle Ere de les Heros

Mezcla
NC-17
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planificada Maxi, escritos 74 páginas, 44.116 palabras, 8 capítulos
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Capítulo II: Un Vuelo a Ciegas

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Todo parecía irreal, estar de vuelta en tu casa, ver a tus padres atender la panadería, las peleas sin sentido de los abuelos... Pensaste que nunca volverías a verlos así. Sin embargo, una sensación persistente de vacío te acompaña. Tu mano se dirige instintivamente al costado izquierdo de tu cadera; no hay nada, pero ¿debería haber algo? Ya no sabes que esperar de ti misma, buscando algo que jurarías nunca estuvo ahí ¡No, espera! Si había algo. Un bolso rosa claro con una delgada correa negra, colgaba sobre tu hombro derecho. Recuerdas haberlo usado durante mucho tiempo, pero luego, inexplicablemente, no le viste la necesidad. Es más ¿Para qué lo llevabas? No logras recordar la razón de cargar ese bolso a todas partes, no entiendes, te repites. Mientras subías las escaleras hacia tu habitación, el vacío a tu costado se hace más evidente con el recuerdo de ese bolso. Cada paso parece más pesado. Quieres descansar. Abres la trampilla y, al cruzar, crees escuchar una risa. Miras por todas partes en tu habitación, pero no hay nada. Sonó a una voz muy chillona, dulce y diminuta. ¿Qué fue eso? El dolor de cabeza se vuelve más fuerte, una punzada en la sien que parece que te atravesara el cráneo. Caminas tambaleante hasta el diván y te sientas, observando por la ventana circular los últimos rayos del día. Tratas de pensar en cualquier cosa, el sudor frio baja por tu cuello. Juegas un poco con tu mano, viendo a la luz del sol reflejarse y bailar en tus dedos. Un intento desesperado por distraerte. Al final funciona. La calidez del sol, es como un abrazo reconfortante que te llena de calma. A medida que el sol se oculta, la sombra de tu mano se hace más grande, y no puedes evitar ver reflejado tus miedos e inseguridades. Pero te recuerdas que todos los días habrá un nuevo amanecer. Cuando la habitación queda en la penumbra, tu mano sigue alzada. Suspiras. Por un momento, logrando olvidar tu malestar y problemas, pero es imposible huir de las adversidades por siempre. Aun así, quieres seguir intentándolo. Cerró los ojos, repitiéndose en su mente que todo se resolvería. Por ahora, solo le quedaba dormir y esperar el mañana. ________________________________________________________________________________ Te habías levando temprano, no pudiste volver a dormir... En realidad, no dormiste, la cabeza no paro de dolerte. Decidiste arreglarte y bajar, con la presentación adecuada y un buen maquillaje nadie se daría cuenta; tus padres estaban en la cocina preparando los postres de hoy. Tu mamá te pidió que te quedaras a desayunar, pero te negaste. No la dejaste insistir y simplemente te fuiste. Temías que te descubriera. Cuando llegas a , las calles estaban desoladas. Llamaste a tu aprendiz, pero ella no contestaba el teléfono. Decidiste entrar sin ella para empezar con los preparativos... pero fuiste recibida por sus armoniosos ronquidos. Lyra se encontraba tumbada en un mueble, durmiendo a pierna suelta con varios conjuntos arropando su cuerpo... y con un sombre cubriendo su cara. Luego de despertarla, según tú, comenzó a delirar hasta llegar al momento actual. _ ¿Por qué no avisaste que llegarías antes? No es que te lo recrimine, esta es tu tienda después de todo y yo solo soy tu aprendiz... ¡Pero me hubieras dicho para tener todo más ordenado! ¡Ni siquiera tengo unas galletas para darte! _ Lyra, tu aprendiz, corre de un lado para el otro, tratando de orden el desastre que era la boutique, aunque en el camino, tropieza, con telas y maniquíes. Sus manos tiemblan mientras dobla apresuradamente una chaqueta. _ Lo siento, por todo este desorden, pero me quedé hasta tarde organizando y preparar el conjunto que no me di cuenta de la hora que era ni el momento que me dormí. _ Tranquila, Lyra. No hay problema _ Te apresuras a intervenir antes de que la veas arrodillarse a tus pies _ ¿Por qué no me muestras el vestuario? _ Le dices sosteniendo ambas manos de la chica. A pesar de lo que pudiera parecer, Lyra era muy capaz, con un excelente gusto en la moda y una pasión desbordante. Sabes que, si debías de confiar en alguien una decisión tan importante como la elección de atuendos, Lyra era tu indicada. _ Y... Aquí están _ Lyra descubre unas cortinas que ocultaba el conjunto revelándolo. Definitivamente, no tome una mala decisión, pensaste. El conjunto, era formal, pantalones negros de corte recto, zapatos formales de color marrón. Llevaba un chaleco de vestir color gris hecho de gamuza, y debajo, una camisa de vestir negra con una corbata gris más claro que la camisa. Encima del atuendo, una chaqueta de jean que descansaba sobre los hombros; esta tenía varios retazos y bolsillos que parecían estar cosidos a mano, se veía rustico, pero le daba un toque único al conjunto. Como accesorio, lucía un reloj Rolex y un sombrero porkpie también de gamuza y color negro, con una banda negra de ligeras rallas inclinadas en gris claro. Te acercas para detallar de más cerca sus costuras. Tocas con tu mano la textura de la chaqueta y te sientes satisfecha por ver este diseño realizado. _ ¿Qué opinas? _ Lyra se detiene a tus espaldas, no necesitas voltear para saber que su cara es una de preocupación e inseguridad. Lyra siempre ha tenido talento, pero cuando le toca ser evaluada se vuelve muy ansiosa, esa inseguridad muchas veces le impide ir más lejos. Es algo en lo que has estado trabajando junto con ella, por ello fue que le asignaste la supervisión de La Couturière Roves, para que adquiriera control de sí misma. _ Está fantástico _ Admites. _ ¿Segura? ¿No lo estas diciendo solo para no herir mis sentimientos? Si no te gusta, tengo otros conjuntos en mente_ Se apresura a decir, sin embargo, la interrumpes. _ Lyra, no hay nada que cambiar, está perfecto _ Dices viéndola directo a los ojos para que vea la sinceridad en los tuyos. _ Ahora solo queda preparar el set donde se desarrollará la sesión de fotos_ _ ¿Está bien que hagamos la sesión de fotos en la boutique? _ Lyra va detrás de ti mientras caminas. _ Lyra, ya hablamos de eso. Queremos revivir la marca y no creo que allá algo mejor que esto _ Extiende sus brazos señalando, sin la necesidad de hacerlo, todo a su alrededor. Tu aprendiz parece querer decir algo mas, pero su teléfono la interrumpe. La canción "How Do I Say Goodbye" de Dean Lewis se escucha en la boutique. Ella, de manera rápida, contesta la llamada. La escuchas hablar y responder apresuradamente. No entiendes del todo la conversación, así que te acercas a una mesa para servirte un poco de té de trasmina. Lyra se mueve de un lado para el otro, visiblemente alterada. Decides dejar que ella se haga cargo de, lo que estuviera pasando, sabes que si fuera algo muy grave ya te lo hubiera dicho. Te sientas y ves tus redes sociales, todo se ve tan normal. El acogedor ambiente de la boutique, el olor del jazmín, Lyra ansiosa moviéndose como flash, todo era la receta perfecta para llenar de calma tu corazón. Tu dedo se detiene en una publicación reciente de Alya, lo miras extrañada. Era un Post sobre los ya ausentes héroes, El llamativo título decía "París no Necesita de Héroes. Solo nos Necesita a Nosotros". El argumento es que después de 8 años de su desaparición la ciudad se ha dado cuenta que nos lo necesita. Que la creencia en ellos los hizo débiles y dependientes, y que la verdadera fortaleza reside en el poder de los ciudadanos. No era un mal mensaje, pero fue extraño que de entre todas las personas fuera Alya quien lo publicara y apoyara, el Post tuvo una alta interacción. En ese instante, un golpe sordo te alerta. Lyra había impactado su mano contra la mesa, dejo desganada el teléfono, se volteo en su lugar, dándote la espalda. La rubia respira pesadamente, sus manos cubren su rostro. Permaneces en tu sitio, mirando la montaña de reacciones que es tu asistente, tomas un sorbo de té, entonces Lyra nuevamente se voltea, viéndote seriamente. _ Primero las buenas noticias _ Dices _ Son una noticia mala y una noticia catastrófica _ Admite Lyra. Tu solo levantas la ceja, intrigada por la afirmación _ Félix cambio el lugar de la sesión de fotos y ya van para allá el modelo y fotógrafo _ _ Metiche _ Dices mordazmente. Ahora entiendes el porqué del actuar tan desenfrenado de Lyra, hasta sientes dolor de cabeza. _ Esa es la noticia mala y la catastrófica es... Félix va a estar presente _ ¡¡¡BOOM!!! ________________________________________________________________________________ Petit Palais, una edificación de la Belle Époque parisina, caracterizado por su elegancia, su fachada semicircular, su cúpula de cristal y sus grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural. Con un hermoso patio interior con columnas de mármol y mosaicos de colores. Alberga el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de París. Un lugar rodeado de historia, un oasis de tranquilidad y suntuosidad. Una obra de arte que celebra la cultura y arquitectura francesa. Un espacio para admirar el arte y escuchar tus pensamientos. ... O al menos lo es para la mayoría de visitantes, en la parte exterior te encuentras mirando fijamente a un muy arreglado y desentendido Félix. Cualquiera que te viera diría que le vas a abrir la cabeza en cualquier momento. Ambos estaban parados en el frente del museo. _ ¿Por qué cambiaste el lugar de la sesión de fotos sin consultarme? _ Preguntas en un rugido contenido, tus dientes rechinan de la presión que haces para no lanzártele encima. _ Fue un cambio de último minuto, que a la vez era necesario _ Lo ves encogerse de hombros, sin apartar la mirada de tus ojos, te está retando y lo sabes _ No creí que te molestaría tanto _ _ Tu... _ Tratas de contener el grito que quiere salir de tu garganta, sientes la ira engullir todo tu ser _ ¡No puedes hacer eso! ¡Es mi marca! ¡Necesito saber qué es lo que haces con ella! _ Lo lamento _ Félix dice muy cerca de tu cara mientras alarga la última letra. Sientes como lo disfruta y su sonrisa burlona te es irritante. _ ¿Cómo conseguiste una autorización tan rápido? _ Desvías el tema, aunque también es una duda que persistió en tu mente desde que llegaste al lugar, solo que no fue hasta que enfriaste tu cerebro que la formulaste. El Petit Palais no es un área diseñada para sesiones fotográficas y sus permisos eran escasos. _ Ilie _ Debías imaginarlo, si alguien podía conseguir una autorización escrita a mano en tan poco tiempo esa debía ser la única secretaria capaz de soportar a semejante espécimen humano. Decides irte, no sin antes suspirar. Todavía no iban a entrar deben de arreglar al modelo antes. Las normas del Petit Palais eran estrictas, solo pueden ir a lugares designados, no deben obstruir el paso, por lo tanto, no contarían con equipo pesado para la sesión y el modelo tiene que estar preparado antes de entrar. Fue un milagro que en tan poco tiempo recibieran la autorización. Si, es como Félix dice, un cambio de último minuto, pero eso no dejaba de lado la falta de equipo adecuado para las fotos, se necesitaría de un fotógrafo excepcional. _ Listo _ Dice Lyra estirándose mientras se baja de la van donde se estaba arreglando el modelo. Lo ves bajar, se ve fantástico con el traje que preparo tu aprendiz. Lyra hizo un exquisito trabajo al ayudarlo a prepararse. La pálida piel del modelo, así como sus ojos esmeraldas y su cabello rubio rojizo contrastaba hermosamente con los tonos fríos del traje. Te detienes frente al apuesto modelo, inspeccionándolo de arriba abajo, giras a su alrededor y hasta donde puedes ver no hay quejas. _ ¿Cómo era que te llamabas? _ Preguntas, con todo lo que había pasado hasta se te olvido un detalle tan importante como ese _ Linus Esaki, señorita _ Responde con la voz más melodiosa y dulce que habías escuchado en mucho tiempo. Guapo, respetuoso, voz de ángel y un cuerpo de infarto. No podías pedir más para tu modelo ideal. Solo faltaba verlo desenvolverse frente a la cámara y listo... Hablando de eso ¿Y el fotógrafo? _ Lyra, ¿No me dijiste que el fotógrafo venia para acá? _ Inquieres. Tu aprendiz esta tomando unos apuntes en su libreta hasta que la interrumpiste. _ Eso fue lo que me dijo Ilie que le dijo Félix que dijera _ Ambas voltearon a ver al mencionado, este está muy tranquilo apartado a un lado tomando un vaso frio de limón con miel. Sabrá Dios de donde lo saco. No puedes creer lo que estás viendo ¿Es enserió? Cambia todo a su criterio, decide autoinvitarse y luego permanece apartado, como si no tuviera nada que ver. Félix te resulta tan irritante. Te acercas lo más que puedes al ojimenta. Félix está inmerso en su propio mundo, su mirada fija en la lejanía, pero por el esquinar de su ojo vio como algo rosa se le acerco, este voltea y lo que encontró lo dejo en blanco. _ Jefecito, disculpe que lo moleste ¿Podría decirme cuando llegara el fotógrafo? _ Dices con tu voz más melosa mientras lo miras con ojos de cachorro y como guinda del pastel bates muy rápido tus pestañas. ...Un escalofrió recorre todo el cuerpo de Félix. _ ...No vuelvas a hacer eso _ Se vuelve a apartar, pero esta vez con su teléfono en mano, pero aun así pudiste ver cómo te vio... Con el mayor asco del mundo... Te deberías sentir indignada, pero es de Graham de Vanily de quien se está hablando, de haber tenido la reacción contraria le habrías dado un puñetazo en la cara. Solo lo escuchas decir monosílabas, pero esperas que con quien esté hablando sea el fotógrafo, tienen un límite de tiempo para usar las áreas designadas por el Petit Palais. Y... ¡El fotógrafo que el escogió decide llegar tarde! Que frustrante. El modelo ya estaba listo, tenían un poco más de media hora que llegaron al museo, y les hace falta la cámara que viene con la persona que va a tomar las fotos. Lyra y Linus decidieron apartarse un poco, y resguardarse bajo la sombra de una de las columnas. Por otro lado, permaneciste en tu sitio, esperando por Félix quien continúo hablando un poco más y luego colgó, mirándote de una manera que te resulto indescifrable saber que pasaba. _ Tuvo un pequeño percance y se devolvió a su casa, pero tranquila está a un par de cuadras _ La calma en la voz y palabras del rubio fue aplastante, deseaste que te compartiera un poco. _ ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Tenemos límite de tiempo, paso algo inesperado y no enloqueces, señor controlador _ Tu voz sale como un rugido ahogado. No das crédito a los que ves. _ No sirve de nada. Además, si sigues frunciendo así la cara te quedaran arrugas _ Su voz salió cantarina, raro de ver para otros, pero ya común para ti. Su mano toco tu entrecejo fruncido y luego arreglo su, para nada, despeinado cabello _ Tranquilízate, es un profesional ya he trabajado antes con él _ Lado positivo, al menos ahora sabes que es un él. Vuelves sobre tus pasos, de todos modos, no puedes hacer nada. Lyra se mantuvo a un lado del modelo platicando, ambos reían muy a gusto, parecían amigos. Sonríes. Al menos algo bueno debía salir de todo este problema. Casi te deprimía interrumpirlos... casi. _ Bueno, solo nos queda esperar, a la estrella de Félix le ocurrió un problemita _ Tratas de sonar despreocupada, a pesar de hace unos segundos estar a punto de perder la cabeza. Debías comportarte madura frente a los más jóvenes. _ ¡Todavía! _ Lyra no pudo evitar quejarse _ ¿Qué se cree? No tenemos todo el día _ Se cruza de brazos, sus labios forman un puchero. Vuelves a suspirar para no caer en la locura. _ Si puedo agregar algo... _ Linus dice tan bajo que parece un susurro, pero ambas escuchan _ Si resulta ser quien creo, la espera valdrá la pena. Despreocúpense él es el mejor _ Una resplandeciente sonrisa se forma en su rostro. Un ángel, piensas. Sientes el calor agolparse en tus mejillas. Es tan resplandeciente. De no ser por Adrien este seria tu primer flechazo por un compañero de trabajo. ¡Ser tan dulce debiera ser ilegal! ¡¡CLIC!! Un sonido y destello ilumino todo tu perfil. Te sobresaltas, y giras tu cabeza en el acto hacia el origen. Allí a unos metros se encontraba parado, con cámara en mano, un chico bastante alto, su cabello era como una masa oscura que le ocultaba completamente la frente. La cámara que todavía sostenía, le cubre casi completamente su rostro. _ ¡Otra vez! ¡Quiero verte hacer esa expresión otra vez! _ El bajaría la cámara, mostrándote un rostro que solo habías visto en películas o series. No era anormalmente atractivo, sino ordinario, pero su expresión, era algo de admirar. Unos ojos curiosos y penetrantes te observaban con una intensidad segadora y una sonrisa enorme, genuina y un tanto traviesa, se extendió de oreja a oreja _ ¡Nada como un flechazo! _ Sientes el rubor subir hasta tus mejillas, con una fuerza que no sentías desde el Lycee. ¿Por qué tuvo que decir eso? ¿Ahora qué pensaría el modelo? ¡Tienes miedo de mirar! Intentas tartamudear una réplica, pero las palabras se te atoran ¿Quién rayos es este mozo desconocido?... Espera, tiene una cámara, eso quiere decir que... ¡Es el fotógrafo! _ Tu-tu-tu-tu-tu... ¡¿Qué haces aquí?! _ Antes de que puedas decir algo, el grito de Lyra se te adelanta. Volteas a verla, así como todos los demás, cada uno con una forma diferente de expresar su sorpresa. Linus había retrocedido unos saltos, con los ojos abiertos de par en par y una sonrisa divertida. Félix se mantuvo en su lugar, pero su ceja alzada lo decía todo: estaba entretenido. Tu por otra parte, permaneciste congelada por el alarido de Lyra, con tu boca semi abierta y tus ojos fijos en la cara de horror de tu aprendiz. Por otro lado, el recién llegado fotógrafo, se mantuvo impasible, con esa sonrisa de oreja a oreja. Se acerco a Lyra a grandes zancadas, no pareció afectado por el inesperado grito de la rubia, todo lo contrario, se vio entretenido. Se detuvo frente a Lyra, sus ojos brillantes fijos en ella. _ Hola, Lyra ¡Mira te traje esto! _ Dijo con voz cantarina, extendiéndole una pequeña bolsa de papel a la espantada chica. Lyra la tomo con las manos temblorosas, sin embargo, no se dignó a abrirla, parecía tener algo mejor que decir... Aunque no sabrías para quien. _ Quiero morirme... Me encantaría, quiero morirme... _ Diría en susurros. Alarmada te aproximarías, esto no era normal _ Es una pesadilla, ¿Verdad? ¡Si! Seguro todo se acaba si me tiro a la autopista _ ...Ok, empezó con los delirios suicidas, hay que hacer algo y rápido. Félix que se había mantenido distante, observando toda la escena hizo un sonido de exasperación _ Ya basta las dos, no tenemos tiempo para sus reacciones exageradas. Y tú... _ Dijo esta vez señalando al chico frente a ustedes _ Céntrate en el trabajo. Evren, ya perdimos mucho tiempo por ti _ _ ¡Si! _ Diría con voz cantarina. Comenzando a caminar al interior del museo junto a Félix y Linus, quien se había colocado a su lado desde que llego. Te quedaste a un lado de Lyra, viéndola muy afectada por la llegada del chico. No importaba por el momento lo que pasara con la sesión, Félix sabría qué hacer, ahora te importaba más la chica en tus brazos. _ ¡Tranquila, Lyra, tranquila! _ Dijiste sosteniéndola por los hombros. La mirada de tu aprendiz esta en un punto inexistente, y susurro una ultima vez: Quiero morir _ ¿Qué tienes? _ La sacudes suavemente tratando de sacarla de su trance _ ¿Quién es él? _ Preguntas ahora mirando al recién llegado chico. Los ojos de Lyra finalmente se encontraron con los tuyos, aunque todavía estaban dilatados por el pánico. _ Él es... el fotógrafo?... _ Murmuro, parecía una pregunta y afirmación a la vez, su voz se escuchaba dudosa y temblorosa. Te quedas en blanco, la respuesta te pareció de lo mas obvia y hasta resultaba ridícula ¡¿A caso Lyra no tenia algo mejor que decir?! _ ¿Él ... te hizo algo? _ Inquieres, tratando de descubrir qué relación tenía tu aprendiz y el fotógrafo. Pero tu pregunta pareció que la alarmo, porque de inmediato se te separo. _ No-no-no-no-no _ Lyra niega apresuradamente, sus manos y cabeza moviéndose ávidamente para negarlo. Ella se fue alejando, camina de espaldas hacia los chicos. Su actitud te resulto demasiado errática. Dejas ser a Lyra, y la sigues, naturalmente llegaron hasta los chicos. Todos estaban en posición, parecían casi listos para dar inicio con las fotos. Evren, el fotógrafo, se encontraba revisando su cámara, con una sonrisa en el rostro, mientras que Félix le daba consejos a Linus de como moverse por el lugar. El ambiente se sentía tan tranquilo y ameno, los tres se movían e interactuaban con una normalidad aplastante, parecían que esto era acto de todos los días. Lyra se mantuvo tu lado, ansiosa, se movía en su sitio, estiraba sus manos y no paraba de mecer sus pies. Su cara estaba contorsionada de la preocupación, pare que en cualquier momento tendrá un colapso. Te preguntas si debes hacer algo, después de todo era tu aprendiz y no puedes dejarla así. Un sonido se escapa de sus labios, tan efímero como inaudible. Sino la hubieras visto no podrías afirmar que lo hizo. _ ¿Qué dijiste? _ Le preguntas, ella vuelve a decir algo, y otra vez fue tan bajo que no alcanzaste a escucharlo _ Lyra, dilo mas fuerte, no te escucho _ _ Es mi hermano _ Murmura, y ahora si lo alcanzas a entender. _ ¿Eh? ¿Quién? _ _ Él... _ Dice señalando con el dedo al fotógrafo, este en este momento se encontraba de espaldas, viendo el lente de su cámara. _ ¿En serio?... Todo ese drama por tú hermano _ Preguntas incrédula. No te parece algo por lo que reaccionar como ella lo hizo. _ No quiero que me relacionen con él _ Admite, ahora con mas seguridad en sus palabras. _ ¿Por qué? _ Tratas de encontrar una razón justificable, pero a simple vista no la hay. Evren parece alguien divertido y amigable. Te sorprende que Lyra se avergüence de su hermano. _ Míralo, parece un drogadicto, se la pasa metido en el cuarto, sale cada eclipse y sobrevive de puro café y comida instantánea _ Lo miras, ahora se encuentra de perfil. La descripción de Lyra te parece una exageración, pero no del todo inexacta. La masa oscura de su cabello, que casi llega a taparle los ojos, la forma en que se curva su cuerpo, la ropa holgada, y ahora que lo detallas, esas ojeras debajo de sus ojos, ¿Cómo no las viste antes? ¿El brillo de sus ojos era tal que no te dejo ver ese gran detalle? Por un momento, piensas en Adrien. Ambos eran opuestos. Adrien es la imagen de la perfección, la salud y la luz. Evren por su lado, era un misterio, una sombra y a la vez, como el brillo de la luna, no tan brillante como el sol, pero enigmático. No ilumina por sí mismo, sino que reflejaba la luz de lo que le rodeaba, y la hace propia. Volteas a ver a Lyra, y no puedes evitar reírte suavemente. _ No se parecen _ Dices aun riendo. _ Ella salió más a mamá, por otra parte, yo soy especial _ Te responde, pero no tu aprendiz, sino Evren que sorpresivamente se había acercado a las dos. No lo escuchaste llegar, fue como un fantasma. Te sobresaltas. Volteas y ves como su sonrisa se ensancho aun mas y sus ojos brillan con una picardía que te hizo dudar de si estabas en el lugar correcto. _ Me falto decir, Lunático escurridizo _ Murmura Lyra, dándole a su hermano una mirada de reproche. _ Ni uno, ni lo otro, Lyra. Soy un artista _ Evren se rio suavemente y luego volvió a ti _ Me disculpo por asustarla. No era mi intención _ Su disculpa pareció autentica, pero su mirada te dijo otra cosa _ Solo quería decirles que las estamos esperando _ _ ¿Y desde cuando necesitas de otros para tomar fotos? _ Pregunta la mas joven, tiñendo de incredulidad su voz. _ Nunca, pero es la primera vez que trabajo con mi hermana y la jefa, y no quiera que se pierdan nada _ Respondió, su voz era un susurro, pero cada palabra fue dicha con una intensidad que te estremeció _ Sabes, se nota que eres hermano de Lyra. Ambos tienen una manera de hablar bastante... especial _ Dices sonriendo. Evren se rio, su risa era un poco fuerte y contagiosa. _ Lo se. Siempre se lo digo, pero ella no me quiere escuchar _ Dijo con sus ojos fijos en Lyra _ Ambos somos artistas obsesionados, solo que Lyra por la moda y yo por la fotografía... ¡Y no hay nada de malo en ser un poco intenso! _ Evren alza su voz con cada palabra hasta llegar al punto de casi gritar. Lyra se estremeció, y te miro con sus ojos cargados de miedo _ Esa es la parte que mas me asusta _ Susurro _ Mi arte no me consume. El de él, en cambio, se lo traga todo, y a él con él. Y luego, nos quiere tragar a todos nosotros _ _ Ya deja el drama, Lyra _ Dice Evren, ahora su voz perdiendo intensidad _ Mi arte es el mejor que jamás verán. Y muy pronto todos lo verán _ No sabes específicamente a quien se lo dijo, pero su sonrisa se hizo mas grande, y por un momento, lo viste como un villano. Una sensación de vacío te invadió. La punzada en tu sien regreso más fuerte. _ Que miedo, si todavía existieran los akumas serias de los peores _ Dijo Lyra susurrando. _ ¿Akuma? _ Inquieres, pero el dolor no te deja continuar. _ Nada. No es nada _ Se apresura Lyra a volver a ti _ Marinette, ¿podemos ir a dentro? El sol me está cansando _ La miras. Estaba soleada y sus ojos reflejaban ansiedad. Evren no estaba mirando a Lyra, sino que, a ti, su mirada había perdido su particular brillo juguetón. Sentiste que te estaba mirando hasta el alma. Era engullidora, como la oscuridad. Mientras te mueves hacia la entrada del Petit Palais, con Lyra a tú lado, la sensación de estar en la oscuridad se incrementaba. El dolor era insoportable. Un golpe, dos, tres. El sol sobre tu piel se sintió extraño, como una experiencia ajena, eras tu quien lo está sintiendo, pero a la vez no. Los recuerdos de aquellos días antes de que los héroes desaparecieran se veían tan lejanos como las estrellas. Tus días tranquilos ¿Dónde habían quedado? Te sientes como una muñeca, movida por hilos invisibles. Sonríes, ríes, lloras, te enojas. Pero en realidad no sientes nada de eso. Félix y Linus los estaban esperando en el vestíbulo. Félix parece tranquilo, como siempre, pero Linus se ve preocupado, sus ojos te recordaron a los tuyos. La preocupación era un fantasma que te sigue a todas partes, un compañero silencioso que te acompaña en cada paso que das. Evren se les unió a ustedes, pero en lugar de saludar se quedó callado, mirando al suelo con una expresión melancólica. Lyra a tu lado era como un escudo protector. Su rostro era una mezcla de angustia e impaciencia. Viendo el panorama, no pudiste evitar pensar que te estaban ocultando algo, al menos Lyra. Pero era mejor dejarlo así, si indagabas sabes que llegaras a un punto donde tendrás que interrumpir la sesión, y eso era lo menos que deseabas. _ ¿Qué pasa, Marinette? ¿Por qué tan callada? _ Pregunta Félix, con voz fría. _ No es nada _ Respondes, tratando de sonar convincente _ Solo estoy pensando en la sesión de fotos _ _ Claro _ Dice Félix, su voz cargada de sarcasmo _ Como si eso fuera lo único en lo que piensas _ Te sientes terrible. Esa sensación era ya una costumbre, sin embargo, ahora, en ese momento, en esta ciudad, era tan intensa que hacia que todo tu ser sufriera. Te duele la cabeza. Te duele el corazón. Te duele el alma. _ Empecemos _ Dijo Evren, su voz un susurro, su atención dirigida a la cámara en su mano. Levantó la cámara, su ojo se fijó en el visor. Un solo clic, y la realidad se transformó. El mundo se aceleró. Los cambios de sitio de Linus eran fluidos y dinámicos, como si estuviera bailando a un ritmo que solo Evren era capaz de seguir. Las diferentes poses que tomaba, eran ejecutadas en un abrir y cerrar de ojos, una mano en el bolsillo, su mirada fija en la distancia, un hombro inclinado. Linus era un profesional, un modelo de alta gama, su desenvolvimiento te dejo sin aliento. Evren no se quedaba atrás, se movía como si todo el lugar fuera suyo y a la vez no, en un momento podía estar a metros y al siguiente su cámara estaba a centímetros de la cara de Linus. Sus cambios de ángulo eran drásticos, pero se veía en su ambiente. Evren no solo tomaba fotos, también le daba consejos a Linus, no solo en las poses sino en sus expresiones, como tenia que verse para poder contar su historia. Ambos hacían una dupla arrasadora. Era una sinestesia visual, Linus bailaba una coreografía que solo el fotógrafo dirigía. Una danza entre la luz y las sombras. Linus era el actor principal y Evren el director. Ellos eran... _ Fantástico _ Dice Félix a tu lado. Había permanecido callado desde que comenzaron la sesión. Su voz un susurro sereno _ Eso pensaste ¿No? _ Te limitas a asentir, aun sin apartar tu mirada de la escena frente a tus ojos. Antes habías visto a otros fotógrafos y modelos trabajar, es una constante en el mundo de la moda. Habías presenciado sesiones profesionales, eficientes y técnicamente perfectas. Pero lo que veías ahora era diferente. Linus y Evren eran la perfecta armonía entre el caos y la precisión. Las duplas entre fotógrafo y modelo, no se te hacían anormales, antes ya las habías visto, es decir, de joven recuerdas ver a Adrien durante sus sesiones en el parque y una que otra un poco más elaborada, todas con el mismo fotógrafo. Pero no era nada como esto. Detuviste el tren de tus pensamientos de golpe, dándote cuenta de algo extraño. _ ¿Qué paso con el anterior fotógrafo? _ Inquieres a Félix. _ Ah, ese... _ Respondió Félix con una indiferencia calculada _ Era el fotógrafo predilecto de mi tío, no había sesión de fotos donde no estuviera presente. Pero cuando la empresa cayo, él fue uno de los primeros que nos abandonaron. Y luego, cuando milagrosamente resurgimos, regreso, entrando como si su lealtad nunca hubiera flaqueado. Lo mantuve el tiempo suficiente para encontrar su reemplazo _ Hizo una breve pausa, sus ojos fijos en Evren _ Entonces, Evren toco nuestra puerta, era una promesa de la fotografía; no dejaría ir semejante diamante en bruto. Además, ya me quería deshacer del viejo _ Mientras Félix hablaba, te diste cuenta que no lo hacia con su habitual cinismo. Había un matiz de admiración y respeto genuino por Evren. Eso era aún más raro de ver en Félix. _ Genios como ellos, no pueden ser desperdiciados _ Félix continua, con voz solemne _ En cualquier otra parte los hubieran climatizado, no les permitirían alcanzar todo su potencial. Antes nosotros también lo habríamos hecho, pero ya no. Gabriel's ha cambiado, ahora ellos son el futuro _ Dijo viendo a Linus y Evren _ La juventud lo somos _ Sonríe, pero de la forma más sincera que jamás has visto. ________________________________________________________________________________ La sesión había sido un éxito rotundo. El ritmo del trabajo de Evren era impecable, y para cuando se dieron cuenta la tarde estaba cayendo sobre París, con los rayos de sol tiñendo el cielo. Aunque la sesión termino hace horas, movidos por el ambiente que había creado Evren decidieron quedarse a ver las obras del museo antes de que cerrara. Posteriormente, por la curiosidad y el hambre decidieron entrar en una cafetería cercana. Aunque, en realidad, Linus, Lyra, Evren y tu fueron a la cafetería cercana, mientras que Félix se fue excusándose con el trabajo, y así como llego se marchó. El ambiente en la cafetería, era ameno y acogedor. El olor a café y pan recién horneado flotaba en el aire, y las voces de la gente era un murmullo suave. Linus y Lyra conversaban alegremente sobre la sesión de fotos, mientras que Evren se mantenía en su mundo, tomando fotos de la comida y las personas. Ahora sin la presión de la sesión, te sientes mas tranquila. La tensión sobre tus hombros se disipo. Reemplazada por una sensación de paz. Observas a tus compañeros, cada uno en su propio mundo, y te preguntas si alguna vez volverás a tener esa tranquilidad duradera. De repente, con un golpe sordo. Alguien choca con tu silla, y sientes como un líquido caliente empapa la parte posterior de tu cuerpo. La sensación de ardor te obliga a levantarte de tu lugar. Las exclamaciones de tus compañeros de mesase mezclan con el chispoteo del café derramado Te volteas, encontrándote a una chica, sorprendida, con una taza de café vacía en sus manos. Sus nudillos están blancos de la fuerza con la que apretaba la taza. Escuchas lo murmullos y no necesitas girar para saber que ahora son el centro de la atención en la cafetería. La incomodidad te invade. _ ¡Oh, Dios mío! ¡Lo siento mucho! _ Exclamo la chica, su voz era un hilo agudo de preocupación. Lyra se levantó, sus manos flotaban a tu alrededor sin saber que hacer _ Marinette ¿Estas bien? ¿Necesitas una toalla? _ Linus se paró, angustiado, trato de ofrecerte ayuda al igual que Lyra. Evren por su parte, permaneció en su lugar sentado, viendo con una calma perturbadora a la chica, parecía analizarla. La chica parecía que estaba apunto de llorar _ ¡Lo siento, lo siento, lo siento mucho! _ Dice haciendo una reverencia con cada disculpa _ Estaba distraída no te vi _ Una mesera de la cafetería se te acerca, con toalla en mano. Lyra la toma y te ayuda a secar el café de tu espalda. Miraste a la chica. A pesar de su tono oscuro, su piel estaba pálida de la preocupación. Parecía de tu misma edad o un poco menor. Justo cuando te preparabas para decirle algo y calmarla, una nueva voz se presentó. Sientes un escalofrió recorrer tu cuerpo, y no es por el café. Cuando volteas tu atención al sonido, la ves. Era Lila Rossi.
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