Capítulo 1
19 de septiembre de 2025, 21:48
Axl, montado en su “Ride Chaser”, patrullaba la zona cercana a la construcción de la ciudad Arcadia. Grandes murallas de concreto y puertas de acceso metálicas se alzaban a lo largo de su recorrido. Se detuvo en una zona alta desde donde podía observar por completo aquella ciudad en expansión.
Bajó del vehículo, tomó un par de binoculares y observó con detenimiento: reploids y humanos trabajando juntos en armonía.
Axl esbozó una sonrisa orgullosa.
—Es increíble lo que X ha logrado con este proyecto. Me honra poder ayudarle en algo tan noble.
—Sí, yo también me siento honrada. —Respondió Pallette a través del auricular de navegadora—. Aunque me he sentido un poco aburrida desde que te asignaron la zona de la ciudadela. Casi no hay combates.
Axl resopló.
—Sí, creo que llevo dos semanas sin cazar algo... —dijo con disgusto—. Al menos la sala de entrenamiento siempre está disponible.
—Yup. Me maravilla que hayas recuperado tu puntería en tan poco tiempo. Tus últimas sesiones te dan un 99 % de eficacia. Hasta Zero está sorprendido —agregó Pallette con tono más animado.
Axl se apenó un poco.
—Bueno... creo que es en lo único que soy bueno.
Una risa coqueta se escuchó por el auricular.
Pasaron algunos minutos mientras Axl revisaba toda la ciudad con los binoculares. Al no encontrar anomalías, los bajó y se sorprendió al ver cómo el atardecer cubría la ciudad de un cálido tono naranja.
—Pallette, ¿estás viendo eso? —preguntó mientras levantaba de nuevo el visor.
—Umm... no. Estaba revisando los planos y mapas de Arcadia. Giraré a ver la pantalla —respondió con calma.
Un par de segundos después:
—Qué hermosa postal... Déjame tomar unas capturas. Puede servir como evidencia de la construcción.
—Dicho de otra forma, una foto para el recuerdo —dijo Axl con tono cómplice.
—Sí... tú me entiendes —respondió Pallette, algo apenada.
Axl se acercó al vehículo, guardó los binoculares y miró la hora.
—Pallette, avisa a los muchachos que es hora del cambio de turno. Yo daré una vuelta más —dijo con voz calmada.
—Claro, Axl. Aquí seguiré si necesitas algo.
Axl encendió el Ride Chaser y arrancó, comenzando su última ronda de patrullaje.
Las estrellas comenzaban a aparecer cuando, al pasar cerca de una entrada, observó a un reploid entrando. Era más alto que Signas, de cabello largo y plateado, con una armadura azul oscuro con detalles dorados, y un casco con dos gemas verdes a los lados.
—Pallette, habrá acción.
—Iniciando sistema de navegadora —respondió, mientras se oía el movimiento de su silla.
Axl dio la vuelta al vehículo y se dirigió hacia la entrada donde había visto al misterioso reploid. Al llegar, observó el número de la puerta.
—Puerta 13. Lo alcanzo a distinguir al fondo.
—Esa puerta conecta directamente con el edificio de dirección. X se encuentra allí en este momento —respondió Pallette con rapidez.
Axl detuvo el vehículo, bajó de un salto y comenzó a correr, adentrándose.
El reploid caminaba con paso seguro y orgulloso. Aunque los pasos de Axl resonaban, no pareció importarle.
—¡Alto! —gritó Axl.
El reploid se giró, esbozando una sonrisa socarrona.
—Identifícate. ¿Qué haces aquí? —dijo Axl, desenfundando su arma.
—¿Eh? Vengo a una audiencia con mis amigos: el señor X y el señor Zero —respondió con tono burlón.
—Axl, tengo información. Su nombre es Dynamo. Desapareció hace años del radar de los Maverick Hunters. Hasta X pensó que había dejado de dar problemas.
—Bien, Dynamo... Sé que no vienes a ver a X o a Zero —dijo Axl, sin bajar el arma.
Dynamo rió suavemente.
—Oh, vamos. No soy un Maverick. Mi creadora me envió con un aviso, esperando que el capitán X supiera qué hacer —dijo, mientras movía una mano hacia atrás.
—Será mejor que lo arrestes. Si quiere cantar, que lo haga en la base de los Maverick Hunters —sugirió Pallette.
—Te llevaré a la base. Allí podrás hablar todo lo que quieras —dijo Axl, acercándose.
Dynamo negó con la cabeza y chasqueó los dedos.
—Creo que eso no va a pasar.
Arrojó una espada de energía color rosado. Axl rodó rápidamente para evitarla, pero Dynamo lanzó otra más. Axl se deslizó hacia adelante para esquivarla.
Disparó un par de veces; uno de los disparos impactó a Dynamo, pero el segundo fue desviado por una tercera espada.
—¿Vaya... cuántas espadas tienes?
Dynamo rió.
—Más de las que imaginas.
Movió su mano libre y Axl, de reojo, notó que las espadas comenzaban a regresar a él. Dio una voltereta más para evitar ser alcanzado.
Dynamo se lanzó hacia Axl, golpeándolo con el puño. Axl cayó, algo desbalanceado.
—Axl, activaré el sistema de doble chip. Te habilitaré la "Spiral Magnum". Ya puedes usar tu segunda pistola —dijo Pallette.
Axl sonrió. Se levantó, golpeó a Dynamo y lo hizo retroceder. Luego comenzó a disparar con su ráfaga habitual. Dynamo pasó a la defensiva, usando una espada como escudo giratorio.
—No podrás dañarme solo con esas balas —dijo Dynamo, mientras su otra mano comenzaba a brillar con un resplandor rosa neón.
Axl le devolvió la sonrisa y sacó su segunda pistola, que se transformó en un revólver. La expresión de Dynamo cambió.
—Disparo Espiral —dijo Axl, disparando dos veces.
Las balas atravesaron la defensa, impactando la mano brillante y el hombro que sostenía el escudo.
—Se acabó, Dynamo. Te llevaré a la base de los Maverick Hunters —dijo Axl, apuntándole.
—Maldición... sí que eres bueno —dijo Dynamo, cayendo al suelo, rendido.
Axl guardó sus armas y sacó unas esposas que suprimían la energía de los reploids.
—Te trataremos bien. Si dices que conoces a X y Zero, seguro te dan hasta mantenimiento.
Dynamo rió mientras lo esposaban.
—Me agrada tu humor. Nos llevaremos bien, amigo.
—Enviaré un par de compañeros para ayudarte a escoltarlo. Te espero en la sala de interrogatorios —dijo Pallette con un largo suspiro.
—Claro, Pallette. También sería bueno que preparen una camilla de mantenimiento. No creo que haya soportado bien el poder de la "Spiral Magnum" —comentó Axl, algo preocupado.
Dynamo notó su preocupación.
—No deberías sentirte así con un enemigo. Siempre es bueno jalar el gatillo.
Axl comenzó a caminar despacio, marcando el ritmo.
—No veo a un enemigo. Solo a un mensajero.
Dynamo lo miró, sorprendido, y sonrió con sinceridad.
—Si la mayoría de los Hunters son tan buenos como tú... entonces el mundo tiene grandes posibilidades de vivir en paz.
Axl y Pallette guardaron silencio. No fue un silencio incómodo, sino uno cargado de orgullo. No había más que decir.
Un par de minutos después, Axl y Dynamo salieron del lugar. Afuera, un vehículo de contención y un par de patrulleros ya los esperaban.
—La carroza VIP, supongo —bromeó Dynamo.
Axl esbozó una sonrisa mientras cerraba la puerta.
—Formación “Y”, muchachos. Este va directo a la sala de interrogatorios.
—¡Sí, teniente! —respondieron los reploids.
Axl subió al Ride Chaser y tomó la retaguardia del convoy.
—Bueno, ya nos divertimos un poco —dijo Pallette, relajada.
—No esperaba que él fuera nuestro primer enfrentamiento en semanas. Si no fuera por tu sistema de doble chip, no lo hubiera vencido —respondió Axl con entusiasmo.
Pallette rió.
—Ya volvió el Axl divertido. Si quieres agradecerme, salgamos en nuestro día libre. Me gustaría ver Arcadia en persona.
—Sí... seré tu escolta personal.
—Hecho. Te espero en la sala de interrogatorios. Cambio y fuera.
Axl sonrió mientras el convoy avanzaba sin incidentes hacia la base Hunter. Dejaban atrás la ciudadela Arcadia... sin saber que una figura misteriosa los observaba desde las sombras.