ID de la obra: 1015

¿Desde cuando el león no se come al ave?

Slash
NC-17
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Maxi, escritos 110 páginas, 64.056 palabras, 18 capítulos
Descripción:
Notas:
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¿Que tanto eres capaz de aguantar?

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Ese día se sentía un buen inicio de semana, las clases no eran pesadas y  le gustaba a Haul su itinerario de clases cuando era lunes o jueves. Le quedaba espacio suficiente para regresar al Dormitorio a volar un rato para acostumbrarse al calor natural del lugar, además de tener la clase de Historia de la Magia como primera hora y tercera. Entró al salón con calma dejando sus cuadernos a un lado, se acomodó en su lugar abriendo su cuaderno de la materia mirando por sobre su hombro por si llegaba ese chico de Heartslabyul tan vivaz. Lo vio entrar alzando su mano de inmediato al divisar la cabellera rosa pálida, saludo varias veces en lo que iba hasta Haul sentándose a su lado, dejando su celular primero antes que su cuaderno. —Hoy tienes una mejor cara a la de ayer, Haul ¿Algo bueno sucedió en la mañana? —No, solo que hoy tendré tiempo para hacer mis cosas. Cater soltó una corta risotada abriendo su cuaderno y desbloqueando su celular para pasar rápido las últimas preguntas de la tarea ya resueltas, cuando acabó de hacerlo dejó su celular a un lado. —Y dime ¿Ya sabías algo de lo que nos dejaron de tarea? Era sobre los cambios en los pueblos al oeste de Shaftlands cerca de donde está tu hogar ¿No? —No, aunque leía algunos registros del Árbol Sagrado no hablaban sobre eso, supongo por cuestiones de que… se trata de cosas humanas y esas cosas— Haul se encogió de hombros pidiendo disculpas en silencio por no poder saciar la curiosidad del chico— Casi todo lo que enseñan en la clase es nuevo para mí, la historia del mundo es increíble. Quiero aprender más. —¡Eres un alien! Usualmente un alumno normal le daría pereza estudiar algo relacionado a la historia— Cater cruzó sus brazos sobre su lado de la banca— Eres como un niño. —Me siento como uno en realidad, un niño atrapado en un chico de dieciocho años. Los dos rieron sin notar como en el nivel superior a ellos se sentaban tres chicos de Savanaclaw, el trío se miró los unos a los otros antes de usar uno su bolígrafo para crear una ráfaga de viento ligera tirándole los cuadernos a Haul hacia enfrente. Un cuaderno dio al suelo mientras el otro le golpeó en la espalda al Líder de Ignihyde. Quien ese día se había sentido lo suficiente seguro para ir a clases en persona, se le vio la cara de arrepentimiento al segundo. Chilló en pánico mirando detrás, al encontrarse con la mirada celeste de Haul en vez de esperar a escuchar las disculpas del aviario, él pidió perdón. —¡L-Lo siento, lo siento! Soy solo un NPC ¡No debí estorbar en la ruta del personaje principal! El cuaderno debió de haber caído al suelo, p-pero yo hice spawn... Y-Ya me muevo… —No, no, no. Está bien, no fue tu culpa— Haul reaccionó de inmediato al ver al chico recogiendo en pánico no organizado los cuadernos en general— Se me cayeron, no fue tu culpa, Idia. El aviario se levantó rápido bajando un escalón para recoger sus cosas, calmando a Idia en el proceso con sonrisas suaves como lo haría la madre de Haul cuando alguno de sus hermanos lloraba. Cater miró de reojo a la fila de asientos de arriba viendo las risas del trío que se daban los cinco, uno de ellos le dijo un “¿Qué?” rudo al chico de Heartslabyul como si fuera a atacarlo a él también. Haul se paró erguido al tener sus cuadernos en mano, asintió hacia Idia manteniendo esa faceta cálida sin enojo, el Líder de Ignihyde solo regresó al asentimiento de forma tímida con sus ojos bien abiertos en esos residuos de pánico. Los dos se acomodaron en sus lugares a tiempo para ver entrar al Profesor Trein con Lucius en sus brazos. Cater ya había actuado, fingiendo tomarse una selfie de él y Haul enfocó de forma disimulada al trío de arriba, mandándole la foto al grupo en Magicam con los demás chicos de su Dormitorio con un mensaje diciendo “Parece que las cosas en Savanaclaw están empeorando” con el emoji de una carita con el ceño fruncido.   El resto de la clase fue un tormento.   Haul se mantenía atento a las lecciones del profesor Trein con un enfoque casi adorable, pero el trío detrás de él se reía a veces lo suficiente alto cuando el aviario preguntaba una duda en voz alta. Incluso susurraban cosas como “Típico de alguien que tiene el cerebro de adorno”. Haul se mantenía en estado zen ignorándolos, la única cosa importante para tenerle su atención puesta era la pizarra frente a los estudiantes. A media clase uno de los chicos aventó una bola de papel a la cabeza del aviario rebotando al brazo de Cater, el chico de Heartslabyul no aguantó más. Se giró dando un golpe algo fuerte contra el escritorio compartido del trío sacándoles un buen susto, los demás a su alrededor voltearon dando un salto en sus asientos. Hasta el Profesor Trein detuvo su explicación con el ceño fruncido, Lucius maulló quedito alzando su mirada de la mano de su dueño. —¡¿Ya fue suficiente no?! Llevan toda la hora molestando y diciendo comentarios poco respetuosos, tal vez a Haul no le moleste porque es un ángel que bajó a la tierra ¡Pero yo no! Haul pusó una mano en el hombro a Cater negando con la cabeza, ya era tarde. Los pasos sutiles de Trein resonaron en las escaleras de madera deteniéndose a un lado de ellos primero, después su mirada se paseó hasta el trío que se sentaron rectos fingiendo que estaban anotando cosas. —¿Qué significa ese grito, joven Diamond? —Cater, no. —Cater, sí. El chico con el diamante en la mejilla se giró para ver de frente al Profesor, tomó aire sin dejar ese ceño fruncido para señalar al trío de arriba. —Ellos han estado diciéndole de cosas irrespetuosas a mi compañero, se burlan de sus dudas, lo llaman “descerebrado” de forma despectiva y ahora le aventaron una bola de papel. Mire, mire— Cater se puso a ver a los lados buscando la condenada bola de papel, se levantó y se agachó hasta encontrarla golpeándose en la cabeza cuando se levantó— ¡Aquí! Y ya fue suficiente, aparte de estar distrayendo, tienen cero respeto a los demás. Trein tomó la bola de papel con elegancia sabia, la analizó antes de voltear a ver al trío, quienes se hicieron los indignados cuando el Profesor se acercó a ellos. —¡¿Le va a creer?! Nosotros estamos haciendo apuntes ¿En qué momento le vamos a hacer todo eso a nuestro compañero? —Enséñenme sus anotaciones. —Profesor, nos están inculpando de algo que no hicimos… —Anotaciones. Por favor. El Profesor extendió su mano tomando los cuadernos dados en su mano, examinó cada uno hasta encontrar al que le faltaba una hoja al final del encuadernado. Leyó el nombre dando una afirmación, devolvió sus cuadernos a cada uno para girarse, bajando con esa misma elegancia. —Ustedes tres se quedarán a limpiar el aula completa después de clase, y como parece ser que ya conocen el tema de hoy para estar faltándole el respeto a sus compañeros— Trein se detuvo mirando con firmeza a esos tres— Mañana quiero un ensayo de cinco hojas sobre “Ruinas más famosas del país de las Arenas” con referencia APA e índice. —¡¿Qué?! Dijeron el trío al unísono levantándose de sus asientos en diferente nivel de molestia, Cater solo sonrió realizado dándole un guiño de ojo a Haul, el aviario solo pudo negar con la cabeza en una exhalación profunda. —Y usted, joven Diamond— el Profesor Trein regresó a su escritorio con una calma sin igual— Deberá entregarme un cuestionario de diez preguntas con respuesta sobre el tema de hoy. —Te dije que no dijeras nada. Haul susurró al otro con una mirada de soslayo, Cater sonrió sin una sola pisca de arrepentimiento al mirar al Profesor con una sonrisa más responsable. Dijo un “Si, Profesor” antes de darle un codazo al aviario entre risas tranquilas, en la fila de abajo, Idia se hizo más pequeño para no llegar a recibir un castigo por estar cerca de ellos. —¿Acaso ese chico kawaii capibara es realmente el protagonista de la historia? Idia murmuró a su chamarra antes de regresar a sus propios apuntes sobre la clase manteniendo su tableta a un lado por si las dudas.  

✴︎—♛—✴︎

  Cater acompañó hasta donde pudo a Haul en el corredor norte de la escuela, se despidió con algo de preocupación al verlo ir solo por el pasillo girando un poco más allá cerca del salón de Alquimia. Su preocupación se volvió ansiedad disfrazada de seguridad al ver de nuevo a ese trío yendo en dirección a donde iba el aviario, Cater miró a los lados buscando a alguien que pudiera servir como “intervención en caso de emergencia” por si las dudas. No esperaba ver a esos dos, pero era mejor eso a dejar a Haul a su suerte con ese trío dando vuelta señalando a un lado con sonrisas. Cater se puso en el camino de esos dos con una sonrisa nerviosa, el más alto alzó una ceja de forma inquisitiva con sus brazos cruzados, el segundo alzó sus manos de forma teatral al fingirse asustado. —¡Aha ha! Qué bueno que están aquí— Cater juntó sus manos inclinando su cabeza— Por favor, por favor ¿Pueden ir a cuidar a Haul hasta que sea la siguiente clase? No es necesario estar con él, solo verlo de lejos y si algo sucede intervenir. —¿Acaso nos estas pidiendo ser niñeras, Cater? Tengo cosas más importantes por hacer. —Ya lo sé, Vil, ya lo sé. ¡Esto es una situación crítica! Ese trío de Savanaclaw ya tiene un rato molestando a Haul desde la clase con el Profesor Trein— con algo de paranoia Cater miró por el pasillo callando un grito de desesperación— ¡No sé qué piensan hacerle! Y yo debo regresar ya a Heartslabyul, me preocupa. —¡Ah, quelle tragédie! Sería un completo crimen si esa “belleza tan salvaje” resulta dañada por unos bárbaros ¡Quel crime complet! — Rook se giró en seguida a Vil ignorando la cara resignada del segundo al verle ese brillo en los ojos— No podemos permitirlo, Roi du Posion, mi querido amigo. Debemos ir. —No puede ser— Vil se apretó el puente de la nariz. Dialogar con Rook cuando algo llamaba la atención era como lidiar con una pared sobre el clima, innecesario e imposible, con un suspiro elegante tan fino relajó su postura. Vil miró a Cater de arriba abajo. —¿Y tú por qué no vas? ¿Lo que debes hacer no puede esperar? —¡¿Yo?! Ni pensarlo, debo regresar para ir a alimentar a los erizos y si me tardo más de un segundo seguro Riddle me cortará la cabeza. Cater viendo la emoción en la cara del cazador sabía que irían sí o sí a vigilar un rato a Haul, confiando en eso solo se despidió rápido haciéndose de oídos sordos cuando el Líder de Pomefiore le exigió regresar a terminar la conversación como era debido. Vil resopló rindiéndose, con la mejor postura recta y cara digna de alguien de su altura caminó hombro a hombro con Rook. El vice-líder casi podía dar saltos de alegría en su andar para ir a proteger a esa “Prince Aviaire” como había estado diciendo en los últimos días cuando se refería a Haul. Vil ya estaba harto de una forma desconocida para él. Podía soportar las letanías de Rook sobre la belleza de alguna persona o de un objeto nuevo en su campo de visión, incluso los miles de poemas dichos para el mismo Vil, pero en esas dos semanas tenía Rook una obsesión casi preocupante hacia Haul. Vil escuchaba día y noche como Rook ansiaba casi anhelaba poder preguntarle un par de cosas al aviario, pedirle una pluma, un cabello o hasta tomarle una foto. Cosa que era extraño. Rook solía capturar fotos de casi cualquiera en la escuela, no era secreto para el Líder de Pomefiore, pero cuando se trataba de Haul no podía encontrar un ángulo correcto para tomarle una fotografía a su rostro. Lo encontraba de perfil, de espaldas o en un ángulo elevado, ni una sola vez había tomado una buena foto de frente.   Eso frustraba mucho a Rook.   Esta era la ocasión perfecta para pedirle una foto, si Vil no quería ir no había problema, el cazador por su cuenta iría de cabeza al acantilado si con eso conseguía una foto limpia del aviario. Y ahí estaba como esperaban, o no tanto. Un chico de Savanaclaw estaba inconsciente en el suelo con un tenis de fuera, el otro ya había huido por el jardín principal gritando sobre que el pájaro estaba loco, y el tercero estaba sufriendo una llave al brazo de parte de Haul. Tirados en el suelo con el aviario bien afianzado al brazo algo torcido del chico, con esa mirada de ave rapaz a punto de destripar al conejo. El chillido de asombro de Rook descolocó a Haul, soltó el agarre del chico que aventó lejos al aviario, sacándole un chipido de sorpresa a Haul por el empuje. El chico corrió por donde se había ido el segundo. Vil no sabía que cara poner. —¡C’est magnifique! Mira que belleza, que imagen tan cruda de la fuerza de un ave ¡Un véritable oiseau de proie! Vil salió de su estado de cortocircuito al ver a Haul sacudiéndose su ropa aun sentado en el suelo, con el ceño fruncido en regaño lo levantó sin ser tan brusco, ya de pie le alisó el uniforme acomodando su cabello de paso. —¿Qué se te cruzaba por la cabeza si se puede saber? Eso no es digno de un príncipe y menos de una especie tan elegante ¿Dónde queda la pulcritud y elegancia en revolcarte como perro? —En mi defensa ellos me atacaron primero— Haul se intentó acomodar su cabello recibiendo un manotazo estético— ¡Ah! Y Riddle me dio permiso de someter a alguien si me atacaban. Vil detuvo sus arreglos de imagen para mirar con los ojos bien abiertos al chico, sacudió el polvo invisible de su solapa antes de darle un manotazo tan milimétricamente medido en su cabeza que dolió más en el ego que en la realidad. —Dudo mucho que Riddle se refiriera de esta forma a “someter a alguien” y si fuera así, no es digno de alguien como tu. Rook casi se le fue encima a Haul cuando Vil se hizo a un lado, el aviario graznó asustado por inercia al tener al otro rubio a centímetros de su cara. El sonido aviario despertó una nueva necesidad en el cazador, algo surgió como burbujas en el pecho de Rook causándole un brillo inusual en sus ojos. —¡Oh lá lá! Que graznido tan natural, puro ¡Autentico en su rareza! Mon trésor ailé jamás había oído algo tan primitivo— por puro impulso Rook agarró de las mejillas a Haul sacándole un micro infarto al aviario que se hizo pequeño por miedo real— ¡Fascinante! Eres un completo milagro de la naturaleza, Haul. —…Ayuda. —Muy bien, suficiente— Vil se acercó a alejar las manos de Rook de la cara de Haul con esa exhalación resignada— Aléjate de él antes de que vayas a aterrarlo de verdad. —¿Me puedo ir ya? Como si fuera una cosita chiquita temblorosa, Haul se sintió pequeño de ojos enormes llorosos cuando Rook se le quedaba mirando con esa sonrisa fascinada de ojos brillantes cuales piedras preciosas, Vil rodó los ojos pidiendo paciencia a cualquier ser omnipotente en los cielos. O a los Siete Grandes si lo escuchaban. —Corre, solo puedo retenerlo unos cinco minutos antes de que vaya detrás de ti. Haul no necesitó una doble explicación para huir lejos a una velocidad increíble para ser un aviario en su forma humana, para cuando Rook logró zafarse del agarre de Vil, fácilmente Haul ya estaba saliendo del jardín frontal de la escuela para llegar al invernadero. Eso si el cazador no comenzaba a hacer parkour como loco en su carrera por alcanzar a esa “belleza salvaje exótica”. Sin saber si realmente pudo perderlo de vista, Haul regresó al jardín principal de la escuela, dejándose caer debajo de uno de los árboles cerca del pozo de piedra. Exhaló profundo quitándose esos escalofríos de su cuerpo, la idea de ser perseguido por el resto de su vida escolar por un cazador loco que quería verle hasta el último pómulo de su cara le daba un terror nuevo. No una como si estuviera siendo cazado de verdad, sino uno de estar ahora constantemente vigilado por un rubio, uno capaz de hasta tomarle fotos a escondidas para apreciarlo a solas en su habitación. Otro escalofrío bajó por la espalda. —¡Aquí estabas, pequeño pájaro! Haul dio un graznido al acostarse en el pasto con su vista aterrada hacia arriba del árbol, su pánico se volvió confusión al ver no al rubio, sino a un chico colgado boca debajo de cabello oscuro con mechones lilas. Sus iris carmesís brillaron en calma al conectar con los iris azules cielo, de un salto elegante aterrizó a un lado del aviario extendiendo su mano con nobleza. —¿Te di un buen susto, jovencito? Haul miró desconfiado esa mano antes de agarrarla, con un esfuerzo seguido de un quejido se levantó sacudiéndose el abrigo por tercera vez en el día. Se hartó de eso, mejor se lo quitó de forma educada para atarlo a la altura de su cintura sintiéndose más liberado. —Sí, digo ¿Es normal ver a alguien colgado boca abajo en un árbol? Lo sería si estuviera en el Árbol Sagrado, aquí no esperaba eso. —Cierto, cierto. Y por eso vine a verte— el chico de Diasomnia sonrió juntando sus manos— De la forma más respetuosa posible, quiero pedir un momento de tu tiempo para preguntarte sobre tu raza. He vivido unos cuantos siglos y es la primera vez que estos viejos ojos ven a un Aviario en carne y hueso. —Ah, así que al fin conseguiste atraparlo, Lilia. El aviario sintió su cabello erizarse por la presencia detrás suyo de una energía aplastantemente mágica, se giró con calma encontrándose con la imponente figura de ese chico Líder de Diasomnia que intimidaba a los demás con su mera presencia. Para Haul si fue una sorpresa verlo así de cerca, sus cuernos negros y ojos elípticos le recordaron a un reptil, al verle la sonrisa cauta de alta cuna hizo una mueca de disgusto. Se calmó a sí mismo cuando notó esa mirada curiosa en los ojos esmeraldas brillantes, no era una amenaza real, solo tenía un aura demasiado pesada. Casi como la del Rey. Solo que ese chico no le causaba repulsión como lo haría su “padre”. —Hm hm, puedes decirlo de esa forma, Malleus— Lilia se cruzó de brazos manteniendo su rostro amigable— Bien ¿Estás de acuerdo con eso, jovencito? —Sí, solo me descoloqué un poco… está bien. —Mis disculpas, mi aura debió de asustarte un poco ¿No, pequeña ave? Fue algo repentino— Malleus sonrió de forma conocedora y algo divertida por la idea de haber asustado al aviario en su primer encuentro, algo cotidiano para el príncipe oscuro. —No, bueno sí al inicio, solo… fue como un dejá vú. Ignora eso. —¿Dejá vú? —Nada importante, aparte de que acababa de huir de un chico rubio que quería meterme a un frasco para estudiarme o algo así— Haul sintió otro escalofrío en su espalda— Me dio algo de pánico. —¿Te refieres al joven Hunt? — Lilia se rió un poco extendiendo su mano un poco al lado— Él es así, solo evita que te arrincone en algún pasillo y estarás bien. Haul soltó una risita nerviosa por esa idea, si ya debía estar esquivando a su propio Líder de Dormitorio ahora debía huir de otro chico para no ser encerrado en el invernadero como experimento de fin de ciclo. Sacudió su cabeza antes de relajarse. —¿De qué quieren preguntarme? Resolveré las dudas lo mejor que pueda, tampoco es que sea el mejor candidato para eso, pero daré mi mejor intento. Lilia asintió con un resoplo amistoso, invitó a los dos chicos a sentarse en círculo de tres en el pasto después de verificar que no estuviera mojado o hubiera tierra sobresalida del suelo. Para Malleus fue curioso ver tan desenvuelto al aviario estando aún en la presencia del próximo Rey del Valle de las Espinas, otras personas darían miradas de soslayo de vez en cuando para asegurar que no iban a desaparecer o caerles un rayo de la nada. Haul no. Hablaba mirando a ambos para hacerlos sentir incluidos en la plática tanto a Lilia como a Malleus, su forma de hablar era casual sin mantener títulos, eso le hizo bajar las defensas un poco al antiguo general y al príncipe dragón fae.   Hablar con el príncipe aviario se sentía bien, se sentía normal.
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