“Mr. S’s Mystery Shop”
Casi se tropieza al empujar la puerta por el peso de esa madera, ya adentro buscó con la mirada al dueño dando un resoplo de alivio. La hiena se pegó al mostrador ignorando a una muñeca que saltó por el golpe seco de las manos en la madera, incluso el hombre con sombrero abrió los ojos por completo. —¡¿Tienes a la venta uniformes completos?! —¿Uniformes? ¡Por supuesto! Los tenemos en stock— Sam sacó su mejor sonrisa después del susto por la entrada tan abrupta, fue a la trastienda haciendo un poco de ruido. Ruggie miró a su celular cuando la notificación de mensaje lo distrajo de su carrera, le dio varios vistazos a la cortina negra como si con eso el dueño de la tienda fuera a salir, al no ver movimiento alguno la hiena revisó su teléfono móvil. Algunos mensajes de Jack sobre el entrenamiento de la mañana, de Cater sobre si Haul estaba de humor ese día para salir, notificaciones de la escuela ¡Y de Haul! El mensaje más reciente preguntando por su ropa sucia. La hiena se mordió su dedo pulgar buscando una excusa, al no encontrarla decidió dar una mentira algo blanca. Retrasando por unos minutos lo inminente, Ruggie guardó el celular al ver de regreso la silueta del chico llamado Sam con un uniforme escolar completo de la talla justa para Haul. Los escalofríos en su espalda se fueron por una sensación fría de esperanza. —Mis amigos del más allá me dijeron que era de esta talla el uniforme que buscabas ¿Es cierto? Sam ignoró la casi celebración de gritos y saltos de la hiena al mostrarle el uniforme sobre la mesa, Ruggie sacó su monedero rogando a los Siete Grandes de tener los suficientes madols para comprar cuando fuera el abrigo. —¿Cuánto es por el uniforme completo? —Son tan solo veinte mil madols… —¡¿QUÉ?! Las orejas de Ruggie se agacharon tanto que apenas y se veían por encima de su cabello alborotado por su carrera, hasta el color de su piel se aclaró tanto que Sam sacó un abanico para echarle aire. —¡¿POR QUÉ TAN CARO?! —Es el uniforme de esta hermosa escuela ¡Debe ser un precio digno de este nivel de prestigio! Y solo es el uniforme de clases, si quieres agregar a tu compra el resto de los uniformes. Como el de laboratorio, de deportes o de Dormitorio puedo hacerte la cotización total. —¡No gracias! No gracias, solo el abrigo ¿Cuánto sería solo por el simple abrigo? —Ah, si es así serían ocho mil quinientos madols. —¡Sigue siendo muy caro! —¿Entonces no lo quieres? —… ya que ¡Dame solo el abrigo! Nada más eso, sin ninguna otra cosa. Ruggie volvió a agazapar las orejas ahora por el coraje de gastar tanto dinero por culpa de cierto león idiota en su afán de hacerle la vida imposible a una inocente ave, con un dolor en su corazón y cartera vio desaparecer más de dos tercios de su dinero ahorrado siendo intercambiado por un abrigo tan caro como una comida para una semana entera. Salió corriendo de nuevo con la bolsa de cartón bajo su brazo, esta misión imposible se veía cada vez más posible conforme la imagen de la entrada del campus se alzaba. Sí llegaba a tiempo antes de que Haul notara la falta de cierta prenda importante de su uniforme, Ruggie podía decir que solo fue a tomar aire fresco.
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—Ruggie, ya te dije, no fue culpa tuya. Algo me decía que Leona no se detendría con haberme arruinado el almuerzo hace unos días y hoy no solo me arruinó mi abrigo... también el morral quedó manchado. —¡¿Leona hizo qué?! Déjame ver el morral. La hiena extendió su mano al poner la otra sobre su cadera, al recibir el peso del morral vacío en su mano revisó la enorme mancha algo desdibujada de las orillas y ciertas zonas de en medio gracias a la rápida acción del chico y de Idia, seguía igual de manchada. Eso no podía camuflajearse como diseño, incluso el mismo Vil Schoenheit se infartaría si viera semejante mancha. —Mira, puedo ponerla en bicarbonato por una media hora para quitarle lo más posible la mancha, no prometo milagros. Sí prometo una mancha menos notoria. —No tengo más esperanzas para esto, la verdad, pero si dices que es posible confío en tus manos capaces de hacer verdad eso. —¡Lo dices como si no te hubiera hecho milagros antes! Confía en mí, mis conocimientos para solucionar problemas de este tipo no tienen comparación. —Hablando de otras cosas— Haul se sentó en su cama dándole palmaditas a la orilla a su lado para invitar al otro a subir— Mi mamá ya contestó mi carta del otro día. —¡¿Ya?! Que eficacia la mensajería aviaria, déjame ver. Ruggie dejó con cuidado el morral en el suelo yendo al lado del chico, con un salto en el colchón los dos enfocaron su atención en el papel en forma de pájaro de papel estático. Haul desdobló con cuidado el pequeño pájaro de origami con un resoplo divertido al ver a Ruggie tan sorprendido de ver la forma tan curiosa en como ese aviario se comunicaba con su mamá, el chico de ojos celestes inhaló hondo antes de leer rápido el contenido. —Dice mi madre que está feliz de saber que he conocido más chicos de mi edad, de no sentirme desplazado ni discriminado, ah y que te manda muchos agradecimientos por ayudarme a ambientarme en el Dormitorio. —¿Y si me manda unos cuantos madols como premio? No estaría de más ¿No? Cuidar de ti es muy complicado con ese idiota que se esmera en ir detrás de ti. —Ay cállate, te agrada estar conmigo, sino me habrías dejado a la suerte para tratar con Leona— Haul empujó a Ruggie entre risas, los dos se vieron divertidos antes de seguir leyendo la carta— Y pregunta que sí deseo festejar mi cumpleaños con ustedes o después de las vacaciones de invierno aquí también, pienso que sería mejor después de vacaciones, sí lo festejan en al Árbol Sagrado será solo una humillación de parte del Rey hacia mí. —¿Cómo es eso? Se supone que es tu cumpleaños ¿No? ¿Cómo se volvería una humillación en tu día? El importante ese día eres tu. —No realmente, como el Rey no es… cercano a mí, usa mis cumpleaños como excusa para dejarse ver como el rey que es y mantener en pie su imagen de poderío y linaje. Ese día se festeja de todo, menos mí cumpleaños. —Alto— Ruggie extendió su mano al frente viendo contrariado al chico— ¿Qué no se supone que el Rey es tu padre? ¿Cómo puedes no ser cercano a él si es tu padre? —Porque no me ama, no me reconoce como su hijo por no ser… normal— Haul suspiró profundo pensando un segundo en si era bueno decirle algo tan íntimo a esa hiena, lo era, frunció el ceño al pensar en cómo expresarlo— Los Akarrava se identifican por ser de plumaje negro, tan grandes y fuertes como un depredador aéreo, y yo soy bueno… Yo. El chico extendió sus brazos a los lados con un poco de pereza al describirse como algo pequeño, algo tan débil capaz de salir volando por una corriente de viento. Haul sonrió algo dolido por esa idea. —Tengo cierto grado de albinismo, por eso mi tolerancia al sol es diferente y soy más propenso a tener insolación si hago ejercicio en la tarde. Soy débil, frágil, nací dos semanas antes de los nueve meses y no soy lo suficiente alto. —¡¿Disculpa?! ¿Qué no eres lo suficiente alto? Mides casi el metro ochenta siendo uno de los estudiantes que llaman la atención por eso, si midieras menos del uno setenta te comprendería ¡Pero Haul, mides más que yo! —Eso dices porque no conoces la estatura habitual de un Aviario, si el Rey tomara forma humana, en un caso muy hipotético, mediría casi dos metros completos. Algo así, y mi madre mediría el metro ochenta y cinco. —¿Y tú estatura no es normal? —A esta edad debería de medir el metro noventa, pero ya no voy a crecer y estoy por debajo de la media para un Aviario. Ya en mi forma original mido apenas los dos metros con diez… ¿Si, verdad? — como un niño recordando si había guardado sus juguetes se puso a contar con los dedos. —Tu familia me da mucho miedo, mejor que te festejen tu fiesta aquí en la escuela con nosotros. Si llegaran a venir aquí a festejar tu cumpleaños van a intimidar tanto como ese tipo de Diasomnia, lo bueno que eso no sucedería. —Que te escuchen los cielos y las nubes, estoy seguro de que el Rey hará lo posible para desplazarme estando cerca o lejos de aquí, y a su lado estaría el idiota de Zakary siguiendo sus ideas. —Malditos pedazos de porquería— Ruggie se dejó caer en la cama ajena extendiendo sus brazos hacia arriba mirando al techo interactivo— Eres un chico genial, sí ellos no quieren verlo solo por “detalles” entonces son unos tremendos idiotas, así como Leona. —Tu forma tan única de subirme los ánimos es sublime. Ruggie miró con los ojos entrecerrados al chico de ojos celestes sin moverse un centímetro, con su pie al quitarse los zapatos empujó a un costado a Haul casi tirándolo de la cama. El chico chirpeo de sorpresa entre risas agarrando una de sus almohadas, se la aventó a la hiena causándole un grito de asombro, las curvaturas en los labios de ambos fueron de oreja a oreja antes de acostarse en la cama mirando al techo. —Oye, Cater me dijo que sí mañana después de clases íbamos a una cafetería temática en el pueblo, algo sobre ¿Karaoke? Algo así dijo. —Ay ese tipo y sus ideas raras de ir a cafeterías temáticas— Ruggie escondió su cara en su brazo antes de respirar profundo— ¿Seríamos solo los tres? —No, dijo que ocupábamos una cuarta persona. —¿Para poder entrar y comer ahí o cómo? Solo sirven comida si son grupos de cuatro cada uno ¿Es así? —¡No! — los dos se rieron por la absurda idea, el chico de ojos celeste miró al otro con esa sonrisa divertida— Para que salga más barato, dijo algo de dividir los gastos entre cuatro y no gastar mucho. —Hmm, yo ya quedé en bancarrota por las bromas estúpidas de cierto idiota llamado Leona. Puedo apoyar con mi presencia. —Yo puedo poner tu parte, mi mamá me envía dinero cada semana, y no gasto mucho en la cafetería ni compro cosas fuera de la escuela, así que aún tengo suficiente. —¡Ya sé! Vamos a buscar a ese chico, a Jack, él de seguro viene por compromiso si se lo pides tú. —¿Por qué yo? Entiendo que soy uno de tercer año y él de primero, con eso de respeto y demás, pero ¿Por qué yo? —Porque te respeta mucho por seguir de pie, por no ser alguien creído como Leona y ayudar sin esperar nada a cambio como otros chicos de aquí. Por eso dirá que sí. —… Vayamos a ver. Como si fueran siameses poniéndose de acuerdo para ir a planear una travesura, los dos se pusieron de pie al instante saliendo de la habitación a paso apresurado con esas sonrisas juguetonas tan familiares en ellos. Bajaron las escaleras de dos en dos riéndose, al llegar al nivel donde estaban las habitaciones de los de primer año caminaron directo a donde estaba aquella donde Jack compartía con otros dos chicos. Tocaron por educación esperando solo tres segundos dándoles tiempo a los de primer año de verse presentables por si acaban de bañarse después del entrenamiento de la tarde. —¡Jack! — Haul asomó la cabeza con una sonrisa inocente viendo la espalda del chico con orejas de lobo— Jack ¿Estás ocupado? —No, bueno, no tan ocupado como lo sería si estuviera entrenando— el chico de primer año se dio la vuelta mostrando una colección adorable de cactus cerca de la ventana. —¿Son tuyos? El chico ave entró al notar que Jack estaba ahí solo en la habitación compartida, con ese paso ligero sin ser una amenaza autoritaria como se esperaría de alguien de tercero, Haul miró cada una de las suculentas y cactus en fila cerca de la cornisa de la ventana. Ruggie se quedó apoyado en el marco de la puerta viendo en calma a esos dos chicos, sin mencionar como la cola de Jack se meneaba de lado a lado al ver a alguien tan curioso por su pasatiempo. —Sí, algunos los compré al llegar, otros vienen desde mi hogar natal. —¡Ah, son hermosos! Me encanta este y este otro, parecen como una lechuga de color naranja. —Se llama Brassica oleracea, tiene una vida anual y requiere abundante agua para mantenerse fresca en estas temperaturas— Jack mantenía su voz neutra de ese tono tan severo como siempre, ignorando su cola que se movía aún por la emoción— Tiene gran adaptabilidad al frío, pero en temas de clima cálido solo aguanta hasta los quince grados. —Si te gustan los cactus, cuando sean las vacaciones de invierno y regrese al Árbol Sagrado puedo traerte algunos de los que tenemos ahí. —¿En serio harías eso, senior? Haul asintió con sinceridad pensando ya en qué clase de planta le llevaría a Jack cuando el invierno estuviera cerca, mientras el chico lobo movió más rápido su cola. Ruggie dio una risita mirando a un lado antes de acercarse para regresar el tema en cuestión de esa visita de los dos seniors. —Jack, chico, venimos a decirte que si mañana al finalizar las clases vienes con nosotros a una cafetería temática. Sería como una salida de amigos de inicio de fin de semana. —¿Quiénes irían aparte de Ruggie senior y Haul senior? —Cater, solo seremos cuatro, tampoco es que sea una reunión de veinte personas. Solo cuatro chicos disfrutando de su inicio de semana. Jack se cruzó de brazos pensando un poco en sus horarios, usualmente en la mañana se levantaba a las cinco a hacer ejercicio antes de bañarse para estar listo, después de las clases de la tarde hacia otra ronda de ejercicio pesado con tal de gastar sus energías para dormir tan profundo sin desvelarse después de las ocho de la noche. Sus tareas eran echas entre clases, por eso no miraban a Jack hacer trabajos o proyectos en Savanaclaw, para cuando regresaba solo debía organizar algunos cuadernos y apuntes. Sí ajustaba un poco sus horarios de entrenamiento al final del día podría ir a cenar con ellos sin presión encima, sí. Podía ir. —Está bien, iré. —Bien. Mañana después de las clases de la tarde nos vemos en la entrada de Savanaclaw, no llegues tarde. Jack asintió dándoles una leve sonrisa respetuosa a los dos mayores, con esos pasos aligerados por la emoción del día de mañana los dos chicos se fueron a la sala común del Dormitorio esperando no encontrarse con la cara del amargado león.✴︎—♛—✴︎
Leona había escuchado sobre la salida de esos tres junto al chico de Heartslabyul, no le importaba eso. Tampoco iba a ir a seguirlos hasta el pueblo, era demasiada energía gastada a lo estúpido, esperaría a su regreso para seguir atormentado al chico ave sin tener que cruzar tanta distancia de por medio. Antes de verlos irse aprovecharía las clases de la mañana para darle su probada del día a Haul, disfrutaría verlo, pero si se quedaba cerca sospecharían de él por estar en la “escena del crimen” y tan obvio mirando con una sonrisa. Capaz y si eso salía bien entonces el aviario no podría salir a su “reunión de amigos”, eso sí sería la cereza del pastel. Leona no podía esperar a mañana.